domingo, 21 de octubre de 2012

Astrología y Familia


ASTROLOGIA Y FAMILIA
por Daniel Dancourt

• Este artículo fue publicado en 1995 en la revista ERA.
• Daniel Dancourt, astrólogo y amigo del alma, falleció en Barcelona el 11 de enero de 2007.

La Astrología es, en principio, una herramienta para ampliar nuestra percepción de la realidad, sobre todo de nuestra realidad interior. Es una herramienta que nos lleva al darnos cuenta, aunque nuestra capacidad de ver no sólo depende de nuestro conocimiento de las técnicas astrológicas si no del nivel de conocimiento interior que hayamos alcanzado.
También la Astrología puede ser un sucedáneo del Valium, y en este sentido la usamos simplemente para mantener nuestra ceguera y alejarnos de lo obvio.
Honestamente no entiendo cómo en las visiones astrológicas retrospectivas nos vayamos tan lejos, a reencarnaciones pasadas, a hablar de Karmas y pasemos de largo sobre temas tan importantes como niñez, familia, el Arbol Genealógico o el estudio del tipo de personalidad o el carácter.
Todo trabajo conceptual, intelectual o incluso matemático no deja de tener sus raices en un humus emocional llamado inconsciente, más allá de la memoria selectiva, allí donde moran las ánimas de nuestros antepasados, los miedos y deseos de nuestros padres. Todo ello reflejado en la Carta Astral.

Mi interés por la Astrología y por las cuestiones familiares, y más concretamente por el Arbol Genealógico, ha coincidido con una etapa de vuelta a las raices después de casi quince años de darle la espalda. La conjunción de Urano y Neptuno sobre mi Sol me obligó a dar la vuelta y mirar hacia atrás, en dirección al signo opuesto, Cáncer, señalando el fin de una vieja pelea de una identidad creada en función de negar las raíces, la memoria familiar.

El esquema básico de aquello que nos da origen es la unión de nuestros padres. Padre, Madre e Hijo conforman la relación básica del ser humano y conforman su realidad interna. A esto se añade la dosis de amor, miedo, celos y odio, muchas veces disfrazado de indiferencia que unen a estos tres personajes.

La forma de vivir nuestros personajes básicos está condicionada por la forma en que nuestros padres y sus padres pudieron vivirlo. Así podemos llegar hasta los ocho bisabuelos que marcan el límite de lo que podemos trabajar.

El Arbol Genealógico, como la Carta Astral, es un destino que se cristaliza en el momento de nacimiento. La vivencia de nuestra propia leyenda heroica está condicionada por el Arbol Genealógico escrito en las estrellas. Si logramos realizar nuestras tareas, una bendición recae sobre las siguientes generaciones. Como Ulises, si nos salvamos de la cueva de Polifemo, salvamos a los nuestros. Lo contrario significa mayor oscuridad para los hijos de nuestros hijos.

Como una hipótesis, una intuición nos llevará a plantear una relación entre los diferentes niveles del árbol y los cuatro elementos. Así, el nivel de los hermanos podría corresponder al elemento Tierra, porque con ellos se comparte, se reparte el amor y los bienes, y por que es lo más próximo físicamente. El nivel de los padres es el elemento Agua: la relación con ellos es muy emocional, muy agua. En cambio, con los abuelos, las relaciones son más fluidas y de aprendizaje, y la relación con ellos encaja en el elemento Aire. Y con los bisabuelos, el elemento Fuego, ya que con éstos últimos, por lejanos, son idealizados y mitificados y se vinculan frecuentemente a valores morales y éticos.

Esto no es para nada una regla y no se puede aplicar como tal. Es un juego de símbolos que nos puede resultar muy útil.

La sincronía de fechas y hechos es algo que se repite de manera asombrosa en un Arbol Genealógico, y los ciclos planetarios tienen mucho que decir sobre este asunto, puesto que muchas posiciones planetarias y aspectos se heredan de generación en generación. Por ejemplo, en el Arbol Genealógico de Lord Byron, en la rama paterna, todos los Byron hombre mueren alrededor de los 36 años, cosa que también le sucedió al poeta y último Lord Byron.

Byron nació un 22 de Enero de 1788 a las 14 hrs (local), en Londres. Con la conjunción de Venus y Saturno en el Medio Cielo, Byron es heredero de una estirpe que adolece de amor, en donde abundan los matrimonios por interés, como el de sus propios padres. Su madre era una mujer con muy poca autoestima, algo que también es representado por la conjunción de Venus y Saturno, y probablemente Lord Byron, detrás de su arrogancia, se sentiría poco merecedor de ser querido. La posición de Marte en el signo de Cáncer, generalmente habla de fuertes rencores familiares, de ira, rabia acumulada en la familia y muchas veces heredadas de los ancestros, y más aún estando Marte tan cerca del Ascendente. Y parece ser que los Byron de la linea paterna eran gente de muy mal carácter, violentos, destructivos con su familia y con sus bienes. Incluso el abuelo del poeta había matado a un primo suyo en una disputa. Igualmente ocurría con los Gordon, los hombres de la línea materna, quienes tuvieron muertes violentas, por ahogamiento. El abuelo materno de Lord Byron se suicidó tirándose a un río. Esta rabia ancestral se transforma, en este caso, en rabia y desprecio por Inglaterra, a la que terminó abandonando y despreciando.

No quisiera extenderme mucho y me gustaría terminar recomendando el estudio de las Cartas de los padres y de los abuelos porque es de gran utilidad para entender a la persona que pretendemos ayudar,  o para nosotros mismos.
Es vital ver la Carta de los padres, pues de alguna manera viven dentro de nosotros. Por ejemplo, tiene más sentido estudiar la Carta de nuestra madre como si fuera nuestra que levantar una de las llamadas Armónica.
En el estudio de los condicionantes familiares podemos descubrir cosas sorprendentes, como por ejemplo la repetición de aspectos en las Cartas de miembros de la familia, parejas, amigos, etc…

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