martes, 8 de diciembre de 2009

Astrología para la Salud

Astro Coach Const                                                                                                                                            

domingo, 26 de julio de 2009

Crisis económica y Medicina China

Crisis económica y Medicina China
Por Gabriel Gutiérrez
gabriel@pangea.org

Hace ya tiempo que voy viendo cómo el sistema de la Medicina Tradicional China (MTC) de los 5 elementos se adapta estupendamente a la hora de analizar las dinámicas propias de entornos sociales y organizativos. La MTC conlleva un enfoque sistémico en el que la naturaleza y los seres vivos -y los humanos no somos excepción-, evolucionan, formulan y expresan sus emociones y motivos siguiendo el ritmo natural de las estaciones.
La MTC entiende la vida como una gran calendario o mandala orgánico. La estructura de este mandala nos la encontramos en lo mayor –en la naturaleza viva en su conjunto- y en lo menor –en empresas y organizaciones; en nuestro cuerpo y nuestra vida; en la sociedad; etc-. De este modo, la evolución de los asuntos humanos, enmarcados en el paisaje mayor del que forman parte, siguen el ritmo de las estaciones. No evoluciona igual una decisión o un proyecto en primavera que en otoño; no evoluciona igual una relación iniciada en verano que en invierno. Somos sensibles a los momentos, a las estaciones, al día y a la noche. Por otro lado, nuestro cuerpo y nuestra psique funcionan como una empresa; y las empresas en las que participamos también son sensibles al ciclo estacional. Personas y organizaciones evolucionamos dentro de ese paisaje mayor llamado sociedad, la cual, por otro lado, es afectada por un marco todavía mayor que nos engloba a todos y a todas las cosas: desde cómo crece una planta a cómo crece una empresa y las personas que en ella participan.

Según la MTC, el año se divide en 5 estaciones que se corresponden con los 5 elementos y con los 5 sistemas de órganos. Son 5 momentos-fuerza que dan lugar a que en cada elemento del paisaje –países, comunidades, personas, empresas, proyectos- se reproduzca la cualidad de cada momento. Así, pues, cada estación reactiva un elemento, el correspondiente sistema de órganos, las emociones asociadas a cada uno de ellos, los asuntos que esas emociones estimulan y, en las empresas, los departamentos que ejercen funciones equivalentes a las de los órganos en el cuerpo. Si ese órgano, función, asunto o departamento padeciesen de alguna disfunción, ésta se haría más evidente durante la estación que lo reactiva.

Así, pues, y procurando no extenderme demasiado, diré que, según el sistema en el que se ampara la MTC, las cinco estaciones que forman el ciclo anual tienen una duración de unos dos meses y medio cada una. Así, pues, la primavera, que abarca el periodo comprendido entre mediados de marzo y final de mayo, reactiva el sistema hígado-vesícula; el verano, que abarca desde final de mayo hasta mitad de agosto, el sistema corazón-intestino delgado; la llamada quinta estación -entre mediados de agosto y finales de octubre- se relaciona con el sistema bazo-páncreas-estómago; el otoño –entre finales de octubre y principios de enero-, reactiva el sistema pulmón-intestino grueso; y, finalmente, el invierno –desde enero hasta mediado marzo, el sistema renal. Como el cuerpo humano funciona como una empresa -puesto que busca prosperar, economizar, reestablecer, completar y equilibrar-, se podría también decir que una organización –la propia vida personal, la familia, una empresa o la sociedad misma- también lo hace siguiendo ritmos y pautas orgánicas que están activas en la naturaleza.

Haciendo uso de traslaticios y metáforas, podríamos convenir que el sistema hepático se correspondería con la función formativa que podemos localizar en contextos sociales. En el hígado organizativo estarían representadas actividades y profesiones relacionadas con la formación, las escuelas, las universidades, la innovación, la creatividad, el coaching, la psicología, la pedagogía, etc.
El sistema cardíaco se relaciona con las juntas directivas y con la dirección de cada departamento en las empresas y, en general, con el liderazgo, las decisiones, el coraje, el honor, principios, valores y autoestima personal.
El sistema bazo-páncreas-estómago, con la productividad, logística, administración, contabilidad, transporte, provisiones, compras y ventas, economía y sistema financiero en general.
El sistema pulmonar, con el marketing, publicidad, argumentos; con la imagen con que se nos ve, con las relaciones externas, con nuestro lugar en el mercado y en la mente de las personas: con la imagen corporativa.
El sistema renal –regulador del sistema óseo y cuyo meridiano incluye el oído- guarda relación con la historia, el pasado, las estructuras que permanecen; con la experiencia acumulada, con la cultura de la empresa y, también, con las relaciones internas en el seno de la organización (o de la familia), auditorías, selección de personal, transmisiones y herencias.

Pero lo interesante viene ahora. Resulta que los dos episodios más recientes relacionados con lo que se está conviniendo en llamar “crisis económica” han tenido lugar durante la quinta estación, la que reactiva el bazo-páncreas colectivo: el sistema financiero global. A partir de mitad de agosto y hasta finales de octubre transitaremos otra vez por ella. Prestemos atención a lo que pueda suceder. Si durante el tiempo que ha mediado desde el año pasado a éste, se han aplicado las rectificaciones acertadas podría ser que no ocurriera nada. Sería una buena señal que así fuese. Sin embargo, si la terapia aplicada es infructuosa, volveremos a tener otro episodio similar al tenido en las últimas quintas estaciones.

Y ahora, aprovechando que han llegado hasta aquí, les notifico que tengo listo (a falta de algunos pequeños retoques) un libro que acabo de escribir sobre el tema que he expuesto en este artículo, suponiendo que encuentre un editor valiente y con la parabólica mental lo suficientemente abierta. Por cierto, ¿no sabrán de un editor que quiera apostar por un libro así?



Para más información:
http://substracte.wordpress.com/
http://reinvencion.wordpress.com/

miércoles, 29 de abril de 2009

Del Cultivo Interior al Brillo Exterior

Descubrimiento de recursos a través de la narración autobiográfica y de la escritura compartida

Narrar y verbalizar una situación problemática o limitadora permite reconocer, definir y transformar los impedimentos hasta hacer de ellos instrumentos con los que ampliar nuestra experiencia. La percepción que se tiene de estas situaciones cambia sustancialmente cuando las narramos y las compartimos a través de la escritura y de la conversación orientada a un fin, a la vez que permite ubicarnos correctamente en el flujo de acontecimientos y relaciones en los que discurre nuestra vida.

Argumentarse a sí mismo es una vía que permite generar y dar forma concreta a lo que uno espera de la vida, a lo que uno necesita dar y recibir. Argumentarse es movilizar posibilidades de éxito que, sin narrar ni escribir, permanecerían aletargadas. Narrarse a sí mismo –y compartir lo narrado- ayuda a comprobar hasta qué punto nuestras creencias y diálogos internos pueden estar obsoletos y desfasados de nuestros anhelos profundos.
Por otro lado, reflexionar, narrar, escribir y compartir hallazgos permite integrar capacidades y profundizar en los argumentos con los que uno se presenta ante la sociedad, lo cual puede llegar a tener una fuerte repercusión positiva en diversos ámbitos de la vida personal, profesional, intelectual, relacional y afectiva.

Escribir nuestros pensamientos nos hace soberanos de lo que pensamos; compartirlos no sólo nos hace generosos sino que nos permite pulir y perfeccionar lo que pensamos y escribimos.


Este taller va dirigido a personas que:

• piensan demasiado.
• escriben demasiado poco.
• que sienten que hay una dicotomía entre su mundo interior y su actual estilo
de vida.
• presienten que su vida interior está en contradicción con su vida exterior.
• necesitan iluminar elementos de su biografía emocional.
• desean recuperar el poder hasta ahora otorgado a otras voces.
• desean vivir una vida más auténtica y real potenciando sus recursos creativos.
• desean revertir estos hallazgos en su vida laboral o profesional.

martes, 28 de abril de 2009

Empresas que Sanan

Aplicabilidad de la teoría de los 5 elementos en la empresa

Exposición de motivos para un seminario.

Próxima convocatoria de EMPRESAS QUE SANAN (Tu vida es una empresa):
24 y 25 de mayo (Sábado: de 10 a 14 y de 16 a 19; Domingo: de 10 a 13h)
en Merry Life (
www.merrylife.org )
Pobla de Lillet, 24 local - 08028 Barcelona

Tel. 93 490 66 42 / 637 46 29 39
Precio: 130 €

Seminario impartido por Gabriel Gutiérrez


Vivimos vinculados a una o más empresas. Incluso, aunque no nos lo parezca, nuestra vida personal es una empresa. Sin embargo, la primera y más inmediata la forman los órganos de nuestro cuerpo. Cualquier aspecto de lo humano -desde lo corporal a lo social pasando por lo organizacional- va en busca de la estabilidad, bienestar, equilibrio, superación y progreso. Partiendo de este hecho, podríamos llegar a captar que la dinámica de la fisiología corporal es extrapolable a entornos de empresa. Incluso la familia, que también es una empresa, cuyo orden puede ser percibido a la luz de esta óptica. Precisamente, para captar las funciones y principios fundamentales que se van repitiendo en ámbitos tan diferentes, acudo a la percepción privilegiada en la que se sustenta la Medicina China. Su filosofía de los 5 elementos también puede ser aplicada en entornos sociales. Por otro lado, resulta curioso comprobar cómo en el mundo del management existe un consenso en cuanto a la percepción de la dinámica de las empresas en base a 5 funciones fundamentales, las cuales nos las vamos encontrando con nombres, apariencias y estilos que varían según la cultura de cada organización.

La filosofía de los 5 elementos supone entender que tanto el cuerpo humano como las organizaciones –y el paisaje en el que están insertos y se desenvuelven-, evolucionan siguiendo pautas marcadas por el ciclo anual de las estaciones. Cada estación –hay 5 según este sistema- pone en evidencia una función, un principio, una misión, una emoción, un conjunto de rasgos del carácter, un tipo de acontecimientos y un rasgo definitorio en el paisaje en el que están contenidos tanto lo biológico como lo social. Así, pues, nos encontramos con que la vida del cuerpo (lo fisiológico y lo emocional) y de las empresas (lo sociológico) danzan bajo la influencia de un ritmo común. El mismo calendario que organiza la vida exterior también lo hace con la interior. Cada estación ayuda a poner de relieve una sintomatología que ayuda a captar el estado de funcionamiento de un sistema de órganos (en el cuerpo) y de departamentos (en la empresa). El clima y el momento energético otorga una característica al paisaje que influye en el contenido y tono emocional con que se viven los acontecimientos. Un mismo hecho acaecido en primavera o en otoño va a ser experimentado de forma distinta; y sus consecuencias, por supuesto, también tendrán un deriva igualmente distinta. A un mismo síntoma que tuviera lugar en estaciones diferentes, se le daría un diagnóstico y un tratamiento diferentes. Eso mismo sucedería en la empresa, en donde el biorritmo corporal (colectivo) también tiene su correlato.

Funciones - Organos - Departamentos

A continuación propongo algunas pistas con las que poder asociar cada elemento a una función. Cada una de ellas, portadora de un principio fundamental, es administrada en el cuerpo humano por un sistema de órganos y, en la empresa, por unas actividades y departamentos que las ejecutan.

Elemento Madera
Primavera (desde mediado marzo hasta final de mayo)
Sistema Hepático y Vesícula. Departamento de formación.
Ideas. Innovación. Creatividad. Emprendizaje.

Elemento Fuego
Verano (desde final de mayo hasta mediado agosto)
Sistema Cardiaco e Intestino delgado. Junta directiva y secretaría de dirección
Liderazgo. Irradiación. Decisiones, Acuerdos.

Elemento Tierra
Canícula y Verano Tardío (desde mediado agosto hasta final de octubre)
Bazo-Páncreas y Sistema Digestivo. Sistema financiero, contable y administrativo.
Logística. Transporte. Productividad. Proveedores.

Elemento Metal
Otoño (desde final de octubre hasta final de diciembre)
Sistema Pulmonar e Intestino grueso.
Argumentos. Marketing. Publicidad y medios de comunicación. Clientes.

Elemento Agua
Invierno (desde final de diciembre hasta mediado marzo)
Sistema Renal.
Selección de personal. Auditorías. Eliminación. Transmisiones y herencias.

Para una mayor información, visitad Cartografías Orgánicas

domingo, 19 de abril de 2009

El Arte de Reinventar la Profesión

El arte de reinventarse profesionalmente
- exposición de motivos acerca de un taller -

1
Esta propuesta surge de una constatación: en un primer momento las personas, cuando se nos pregunta cuál es nuestro talento, mérito y lo que ofrecemos a la sociedad como valor añadido, no sabemos qué contestar y acabamos acudiendo al recurso fácil consistente en enumerar los estudios cursados y las funciones ejercidas en las empresas en las que hemos trabajado, como si ello pudiera describir fidedignamente nuestra valía y nuestro potencial.
Podríamos decir que nos cuesta poner negro sobre blanco a un asunto tan importante para la vida laboral como es argumentarnos ante los demás sin acudir a convenciones o respuestas políticamente correctas.

2
En el ámbito laboral podríamos distinguir dos tipos de personas: las que necesitan argumentar sus capacidades y las que no. En nuestro mundo actual, el primer grupo es cada vez más numeroso: emprendedores, empresarios, personas que están inmersas en una búsqueda profesional o vocacional, y quienes están disconformes con su situación actual y todavía no han atinado en el cómo o en el qué consiste lo que quisieran hacer.

3
Por otro lado, percibo que las personas, al llegar a una cierta edad, suelen verbalizar mejor qué es lo que han cultivado como valor que las distingue. Sin embargo, este cultivo se está produciendo desde que nacemos. Se empieza a desarrollar a través de los juegos en los que hemos participado y del lugar que ocupábamos en relación a nuestros compañeros (en esos juegos, en la infancia, en el colegio y, más adelante, en el lugar de trabajo). Lo que este curso persigue es que las personas no tengan que esperar a llegar a la jubilación para describir lo que han cultivado, sino que tomen conciencia de ello a una edad más temprana para poder sacar mejor partido de sus capacidades y que luego esto se traduzca en un mayor bienestar personal y profesional.

4
Así, pues, la materia prima es autobiográfica, aunque no se trata de un curso de autobiografía. Los otros pilares de este abordaje lo forman las preguntas dirigidas a tomar conciencia de:

- el tipo de talento que uno percibe en sí mismo
- el tipo de talento que otras personas perciben de uno (y uno no valora y, por tanto, no lo ha integrado en su discurso)
- en qué consiste su mérito (merecimiento)
- si la actitud habitual es congruente con el desarrollo práctico y fructífero del talento y mérito propios.

En este taller se proponen ejercicios orientados a verbalizar la valía, los anhelos de mejora personal y las actitudes, tanto las que resultan fortalecedoras como las que resultan discordantes con respecto a los fines que se pretenden alcanzar.

5
Reinventarse no es hacer tabla rasa con lo que uno ha hecho en la vida, sino saber sacar en claro qué elementos de la propia personalidad se están cultivando y desarrollando en el día a día. Es propósito del curso promover la toma de conciencia de ello a través de la reflexión y de la verbalización compartida.


Para +info:
gabriel@pangea.org
Tel.: 932 196 000 // 607 811 682

La Diosa en busca de (mejor) trabajo

Descubre tu Valor Añadido y Reinvéntate

Taller de Reinvención Personal y Profesional


Proponemos en este taller la exploración y descubrimiento del talento y de la excelencia que, desde el interior de cada uno, claman por ser reconocidos y expresados (el oro). También tendremos en cuenta aquello que pueda estar impidiendo dicho descubrimiento (el plomo).

Se trata de percibir y describir a conciencia en qué consiste tu mérito, tu talento y tu capacidad hasta hacer con todo ello un poderoso argumento con el que presentarte y ofrecer a los demás tu auténtico valor añadido.

El título hace referencia al núcleo femenino que tutela nuestra alquimia interna y que tanto está en hombres como en mujeres. Esta parte, la diosa interior, tiene en su mano poner a punto y hacer emerger tanto nuestras habilidades latentes -que claman porque se las ponga un nombre-, como la capacidad para visualizar y construir oportunidades desde nuestro interior.

Este taller va dirigido a personas que:

• se sienten desaprovechadas o el trabajo que normalmente hacen ya no les motiva.
• se encuentran en medio de un proceso de reinvención personal o profesional.
• perciben un inminente cambio en el escenario laboral.
• desean profundizar sobre sus dones, talentos o valores –algunos de ellos desconocidos por el propio interesado- con que contribuir a enriquecer su vida.
• desean saber sobre qué (cualidades internas) están trabajando (sin darse cuenta) y cómo pueden obtener rendimiento futuro de ello.
• estén dispuestas a encontrar una (mejor) función o un (mejor) trabajo con que sentirse plenamente satisfechas. Por ejemplo:
- madres de familia que desean retornar a desarrollarse profesionalmente;
- a jóvenes que todavía no han perfilado su vocación o su futuro profesional;
- a personas en situación de jubilación dispuestas a sacar brillo de su experiencia.

Para +info:
gabriel@pangea.org
Tel.: 932 196 000 // 607 811 682



miércoles, 18 de marzo de 2009

La Diosa en busca de empleo

La Diosa en busca de (mejor) empleo
( sugerencias para una sesión de co-coaching )
Gabriel Gutiérrez
gabriel@pangea.org
http://substracte.wordpress.com/

Recién acabo de asistir a unas sesiones cuyo tema versaba sobre cómo presentar una autocandidatura con el fin de mejorar en el ámbito laboral. Uno de los ejercicios consistía en darse a conocer verbalmente ante el resto de los asistentes, como si se tratara de un cliente a quien quisiéramos convencer de la conveniencia de contratarnos. Cada uno en su intervención citó su formación académica y su trayectoria profesional. Al acabar constatamos que nadie cayó en la cuenta de describir cuál era su talento, su mérito y lo que ofrecía como valor añadido. Sin esta descripción todos los discursos resultaron monocordes, sin diferencia esencial entre unos y otros. Ello podría indicar falta de atrevimiento a mostrarse ante los demás o, lo que es peor, una falta de conocimiento en cuanto al talento innato que sin duda se tiene (dormido). Prueba de ello es que, en una sesión de coaching, a la que hacemos estas preguntas, nos encontramos con que el coachee se suele sentir bastante torpe y dubitativo cuando en primera instancia intenta contestar. Esta situación podría llevarnos a pensar en lo ignorantes que somos acerca de lo que llevamos dentro y podemos ofrecer. Con ello no sólo remito al talento innato que antes mencionaba sino al valor que podemos generar con lo que en la vida hemos cultivado a través de nuestra experiencia vital. Precisamente, los frutos de este cultivo antes los percibe nuestro entorno que nosotros mismos, de ahí la importancia de monitorizar nuestro discurso en compañía de otras personas. A partir de ahí uno toma conciencia de que la empresa que es nuestra vida requiere del feed-back de los demás como vía para el conocimiento de nosotros mismos. Esta ayuda en forma de pantalla nos pone al día acerca de lo que en realidad estamos emitiendo. Así, por ejemplo, una persona expresa conscientemente un objetivo a la vez que los observadores constatan hasta qué punto su actitud es congruente con él. Una persona que nos observara neutral y atentamente puede llegar a captar en nosotros tanto el talento como los defectos de actitud o contradicciones que puedan impedir su brillo y expresión eficaz.
Monitorizar es una de las funciones en el proceso de coaching y cuando esta monitorización es recíproca, la llamamos co-coaching.

Mitología y personalidad

La mitología es una forma de psicología arcaica muy interesante de ser tenida en cuenta. De alguna manera, sus narraciones están incorporadas en nuestros imaginarios. Se puede decir que la estructura de nuestra personalidad está compuesta por los personajes míticos y sus historias, cuyo desarrollo se encuentra en la tradición en la cual se asienta nuestra vida colectiva. La mitología greco-romana es el sistema operativo de nuestra cultura y, por ende, ahí está representado el sustrato de nuestra personalidad. Entre sus personajes está la diosa Ceres, que es quien nos puede ayudar en asuntos laborales pues encarna el potencial de extraer el fruto de esa tierra abonada que es nuestra experiencia.
A diferencia de los dioses, que narran actos y efectos de poderes externos al individuo, las diosas tutelan habilidades y procesos internos que se gestan en el inconsciente y que, a partir de un cierto momento, emergen y se encarnan en actitudes palpables y concretas. Al resultado de esta emanación lo podríamos denominar “frutos de la personalidad”. El caso que nos ocupa está simbolizado por la diosa Ceres, patrona de la agricultura, de los cultivos y, en general, de la extracción de resultados y aprendizajes que el magno y simple hecho cotidiano de vivir haciendo ocasiona. Ceres nos habla de nuestros cultivos y cosechas personales, de lo que brota y se muestra como consecuencia del hacer viviendo. Según nos cuenta Pierre Grimal en su celebrado “Diccionario de Mitología Griega y Romana”, la raíz etimológica de Ceres es “brote”. Brote es, pues, lo que augura el futuro fruto. Sin embargo, puesto que este hecho tan sencillo no puede uno verlo en primera instancia, pues se genera en el inconsciente y se muestra involuntariamente, necesita ser ayudado por una persona externa en funciones de comadrona. Esta función puede ser desarrollada por un observador, que bien puede ser un individuo o grupo en disposición de observarnos atenta y neutralmente. Una de las funciones del proceso de coaching es precisamente ésta: ayudar al coachee a que él mismo sea quien ponga palabras a sus capacidades, a su talento y a lo que de si favorece o entorpece su expresión.

Nuestra Ceres interna

Por otro lado, para acabar de refinar este asunto, quienes utilizamos el mapa energético del nacimiento de la persona como herramienta para orientar nuestras preguntas, podemos ver en la posición natal de Ceres la clave de todo lo dicho anteriormente. La diosa Ceres, representada por el asteroide del mismo nombre, representa nuestro valor añadido en proceso de ser hecho más consciente y fructífero cada día. Como coach que utiliza la astrología como forma de encontrar la idea-fuerza que predomina en mi cliente, pongo atención a la posición de su Ceres. Conociendo esta posición, voy haciendo preguntas a mi coachee para que él mismo vaya verbalizando las excelencias contenidas en su mapa mítico. No describo al cliente nada que no pueda hacer él mismo con sus propias palabras pronunciadas en alto.

Nuestra Ceres externa

Ceres, por otro lado, como acabamos de indicar, es un asteroide que fue descubierto durante la segunda mitad del siglo XIX coincidiendo con grandes cambios sociales relativos a la forma de trabajar y a sus consecuencias en forma de nuevas especialidades. La franja espacial en la que se encuentra Ceres se denomina Cinturón de Hipólita, lugar poblado por miles de corpúsculos que giran entre las órbitas de Marte (fuerza del trabajo) y Júpiter (la sociedad a la que se destina dicho trabajo y de la cual se espera reconocimiento). Se podría decir que el Cinturón de Hipólita es el símbolo del mercado de trabajo en forma de oficios que van siendo descritos por cada uno de los más de 3.000 asteroides que lo componen.
Como el resto de los asteroides, Ceres fue descubierto a través de tecnología y observación minuciosa. El correlato que Ceres tiene en nuestras vidas refleja muy bien este detalle: la mayoría de los descubrimientos que hacemos en nosotros mismos vienen dados a raíz del uso de esos dos elementos (y de sus correspondientes metáforas). Sin este uso no habría descubrimientos y el potencial respectivo quedaría sin tomar conciencia. Así, entonces, la tecnología y la observación equivalen a lo que se consigue cuando una persona acude a una sesión como la descrita en la apertura de este artículo.

Conclusión

Ceres es la diosa de la fertilidad, de las cosechas y de la civilización. El sector productivo con el que inicialmente se le asocia es el que rodea a la agricultura, a la ganadería y a sus derivaciones. En el mundo occidental, éstas últimas son las que mejor reflejan la función que ejerce Ceres en la vida. Entre ellas: el mundo de los negocios; la economía, el ahorro y la inversión de recursos; el almacenamiento y la distribución de bienes; la ley de la oferta y la demanda y su repercusión sobre el valor y precio de productos y servicios, etc,...

Para entender mejor la repercusión de Ceres en nuestra vida, imaginemos el proceso por el que debe pasar un fruto (o cualquier producto) desde su concepción hasta su puesta en circulación en el mercado. Primeramente deberemos ser sensibles a la necesidad de dicho bien, deberemos disponer de un campo fértil en el que labrar y cultivar aquello que se percibe como necesario. Posteriormente, con el fruto recolectado, iremos al mercado (la sociedad) en donde intercambiaremos los excedentes por otros bienes que nos sean necesarios, etc,..... La economía empezó a través de intercambios. Los negocios se hacían, y se hacen, en los mercados (alimentarios, de valores, de trabajo, en la Bolsa, etc,...). Allí se negocia el tipo de productos a intercambiar y el valor de cada tipo.

La posición natal de Ceres indica qué facetas de nuestra vida deberemos cultivar si queremos que la sociedad nos tenga en cuenta y así obtener valor de nuestras habilidades. Estas facetas son bienes que se consumen y que, por tanto, nacen, crecen y mueren, para así dar lugar a otra faceta o ciclo del mismo tipo de fruto, mejorado, que pasará por el mismo proceso. El signo de ubicación de Ceres indica qué elemento de carácter la vida nos pide que cultivemos que nos pueda hacer mejores personas, más eficaces y prácticas. La Casa en donde se encontrara Ceres en una Carta Natal nos indicará el campo en el que cultivarnos. En ese campo habrá que dedicar un tiempo para labrar, para cultivar, para cosechar, y también un tiempo para mantener en barbecho y permitir que el sustrato se ventile y regenere. Por eso es que la posición de Ceres indica situaciones en las que se alternan la abundancia y las restricciones (productividad y barbecho; actividad y pasividad). También indica en dónde deberemos invertir (sembrar, labrar) a corto plazo para obtener riqueza a medio plazo. Y es que Ceres es un icono de referencia de la evolución personal contabilizada a través de logros tangibles no necesariamente acumulables.

jueves, 15 de enero de 2009

Coaching con Mapa

Monitorizar las sesiones de coaching a través del mapa natal del coachee otorga una serie de ventajas para el coach puesto que enriquece su percepción y permite captar un horizonte más amplio. En ese mapa es posible ver por adelantado en qué momentos pueden producirse puntos de inflexión más fructíferos en el desarrollo del proceso de coaching y aprovecharlos para definir, impulsar y acentuar cambios. Por otro lado, para un consultor astrológico, la aplicación del protocolo propio de los procesos de Coaching puede servirle para profundizar y ampliar la eficiencia y provecho del servicio que presta a su coachee.

Para leer el artículo completo, clicar aquí:
Coaching con mapa

autor: Gabriel Gutiérrez
gabriel@pangea.org
Personas y Organizaciones en Transformación