Conversaciones que no se suelen tener. Micro-Astrología. Macro-Astrología. Identificación de tendencias.
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sábado, 3 de septiembre de 2022
domingo, 23 de marzo de 2014
La astrología psicológica
La psicología astrológica de un ciclo muy especial: Quirón-Neptuno.
En un artículo anterior indiqué cómo este ciclo tiene relación con la evolución reciente del estado del bienestar. En concreto, el periodo que va de una conjunción a otra nos indica un biorritmo muy explícito. Por ejemplo, el ciclo actual se inicia justo cuando la crisis financiera alcanza su mayor crudeza. Con la conjunción correspondiente, la del 2010, se pone fin a un ciclo que se inició con la anterior, la acaecida en 1945. Se podría decir, pues, que el estado del bienestar experimenta un desarrollo (auge, plenitud, declive) que guarda gran relación con los ciclos en los que está concernido el planeta Neptuno. Y, con mayor razón, cuando además está implicado Quirón. Es decir, el ciclo del estado del bienestar, surgido a resultas del fin de la 2a. guerra mundial, acaba de finalizar. A partir de ahí irá emergiendo otro modo de estado cuidador (o descuidador) del bienestar de la población.
Sin embargo, hay otro aspecto de la vida relacionado con este ciclo, acaso más fielmente indicador de sus contenidos psicológicos y espirituales.
La conjunción anterior, la de 1945, pone en marcha el periodo de industrialización de la psicología. O, si lo prefieren, de la entrada definitiva de la psicología en el mundo de la empresa, lo cual es como decir que la psicología se va ramificando por la sociedad entera. Se podría decir que este ciclo marca el inicio de la psicologización de la vida corriente.
Como curiosidad les diré que Liz Greene (en la foto) nació justo después de la conjunción. Liz Greene, nacida en 1946, es una psicóloga-astróloga muy conocida por haber hecho un puente entre la psicología, el simbolismo y la astrología.
Otra curiosidad relacionada con este ciclo es la que acontece justo cuando Quirón y Neptuno se ponen en oposición (un punto de inflexión determinante) en 1989. En ese año se estaba viviendo el auge pleno de la astrología psicológica. También, cómo no, del coaching.
Por cierto, el coaching, aunque a los coaches no les guste que se les equipare con psicólogos o terapeutas, es uno de los síntomas de la psicologización plena de la sociedad.
Sin embargo, ahora, tras la conjunción habida en el 2010, podemos ver cómo el coaching se está psicologizando a las claras; la psicología, por otro lado, se está psiquiatrizando; y los economistas, muy de moda últimamente, se están convirtiendo en gurús de lo suyo y de lo otro.
jueves, 26 de septiembre de 2013
Interferencias de lo Transpersonal
La astrología tradicional jerarquizaba la familia planetaria en
tres estamentos:
1/ Los que confieren carácter: Sol y Luna.
2/ Los que confieren herramientas para el desarrollo del carácter:
Mercurio, Venus y Marte.
3/ Los que ayudan a entender la evolución del carácter de la
sociedad y su influencia sobre los individuos: Júpiter y Saturno.
La comprensión de estos tres estamentos debería bastar para
construir una psicología astrológica (o una astrología psicológica)
verdaderamente operativa. Junto con los signos, obtendríamos de todo ello el
septenario y el dodecagrama, dos formas de tipologización unívoca y holística
de lo físico y de lo psíquico.
Más adelante se fueron incorporando a la familia Urano, Neptuno,
Plutón y Quirón. Cada uno de estos planetas fue descubierto en concomitancia
con etapas que denotan que la complejidad social va aumentando y
transformándose. Desde la caída del Antiguo Régimen hasta el día de hoy, nuevas
formas sociales han surgido y se han añadido a la pirámide.
El instinto realizador de la persona experimenta interferencias
fuertes procedentes de esta sociedad que se va haciendo cada vez más compleja.
Estas interferencias fuertes coinciden con los significados de Urano, Neptuno,
Plutón y Quirón. Quiero decir con ello que el instinto natural que impulsa la
realización puede quedar alterado por modelos de comportamiento emanados de la
progresiva complejidad social.
Así, pues, por ejemplo, a través de Urano nos llega la posibilidad
de aumentar nuestro horizonte de realización a través de propuestas sociales
que requieren de una participación en juegos colectivos. Uno de ellos es el de
la conspiración para el cambio de aquellas condiciones que faciliten la
realización de las personas. Es decir, la tentación por derrocar un cierto
“antiguo régimen” que beneficie a todos. Sin embargo, esta ilusión, que a
menudo viene acompañada de una visión de futuro acelerada e impaciente,
requiere de una gran generosidad, compañeros de viaje leales y fieles,
relaciones muy trabajadas, coherencia, cohesión, transversalidad y conciencia
transgeneracional., Esto último lo digo porque todas las personas aspiramos a
ver nuestro ideal realizado en vida propia. Sin embargo, como la historia
demuestra, muchos avances sociales que parecían inmediatos debido al fragor han
requerido de más de 2 o 3 generaciones de personas.
Con Neptuno, representante de la conciencia idealista
trascendente, nos encontramos con otra capilarización de lo colectivo en la
vida individual. En concreto, de los sueños que emergen del inconsciente
colectivo y que se infiltran en las motivaciones personales. Ello da un modo de
autorrealización esquiva o evasiva. La expllicación que se le puede dar es que
a menudo podemos vernos utilizando fenómenos sociales -por ejemplo, el espacio
público- para proyectar en ellos nuestros anhelos personales. También, a la
inversa, la sociedad proyecta sus anhelos capturando nuestra atención y
llevándonos a que demos nuestra vida por ella. Otra explicación, complementaria
de lo que acabo de decir, es que la realización está reservada para una minoría
que culpa a una mayoría por pretender realizarse.
Plutón representa la autorrealización maníaca, una capilarización
sobrevenida de la complejidad social consistente en fomentar la competitividad
a toda costa, sustrayendo energía de los individuos, a quien la sociedad quiere
perpetuamente insatisfechos. Ahí podríamos ver que la propia realización
cultural está interferida por las realizaciones no completadas procedentes de
personas pertenecientes a nuestra árbol genealógico. De este modo veríamos que
la realización de los propósitos del yo individual son amplificados hasta
convertirse en una fijación neurótica o en una obsesión.
Quirón, en cambio, nos pone en la tesitura de poder curarnos de lo
incurable. La sociedad, que mercadea con la espiritualidad y la sanación, nos
pone en la tesitura de tener siempre algo de lo que curarnos o de alcanzar la
felicidad haciéndonos ver lo infelices que somos.
Así, pues, el orden en el que fueron descubiertos Urano, Neptuno,
Plutón y Quirón nos ayuda a entender un orden psicológico que de otra manera
nos hubiera pasado inadvertido.
En definitiva, sería este el paradigma:
Podemos cambiar el mundo (Urano), tomándonos de nuestras manos
hasta hacernos todos Uno (Neptuno). Sin embargo, tengamos en cuenta que el
hombre es un lobo para el hombre (PLutón) y que más vale ponernos a ser
conscientes de nuestra propia fragilidad antes de hacer algo sin tenerla en
cuenta (Quirón).
Otra opción:
Nuestro proyecto personal (Urano) requiere percibir y aceptar el marco social colectivo en el que estamos insertos (Neptuno). Por otro lado, los mecanismos psicológicos de supervivencia, los instintos animales, sublimados en forma de ambición (Plutón), nos pueden llevar a que el egoísmo propio del humano boicotee lo que anhela. Ello nos llevaría a aceptar que la sociedad existe debido a la fragilidad ontológica del humano (Quirón). Este hecho no suele ser encajado fácilmente en un mundo en el que las emociones son menos importantes que la productividad.
martes, 24 de septiembre de 2013
Plutón: la autorrealización maníaca

La
acumulación afirmativa, también denominable como autorrealización maníaca.
Hay dos maneras de estar desacompañado: por vocación o por exclusión.
La vocación solitaria proviene de una necesidad del alma y está relacionada con un instinto de supervivencia cuya raíz habría que buscarla en las altas profundidades. Digamos, pues, que el silencio y el alejamiento son necesarios, ya sea en etapas determinadas de nuestra vida, ya sea en vidas enteras. Ello es necesario para poder recapitular, tomar conciencia, recapacitar, comprender a fondo.
En cambio, la soledad por exclusión puede provenir de un miedo a las circunstancias, lo cual se vive como rechazo a participar, aunque con una necesidad inconfesa de decir sí. Más adelante, en cambio, la necesidad inconfesa es confesada y sale a la superficie una afirmación tan descomunalmente fuerte que es tomada por el entorno como si se tratara de una invasión que hay que combatir. Así, pues, lo que fue un no y luego un sí llevó al ostracismo a la persona en sus deseos, se ponga como se ponga. Primero, como ocultación en la que ella niega su propio deseo; segundo, como imposición afirmativa en relación a su mundo externo, en donde los demás le niegan, o rechazan, en proporción a lo que ella busca afirmar.
En una tercera fase, superada la compulsión interiorizada y la obsesión exteriorizada sobre objetivos que rara vez se ven satisfechos, la persona se ilumina y comprende lo sencillo que es todo.
Este factor, que yo llamo afirmación acumulada, tiene un nombre: Plutón.
Se trata, pues, de una energía profundamente afirmativa, a menudo sin control consciente. En un principio, expresada como bloqueo, como miedo al propio deseo, o a un anhelo imposible de satisfacer, de intenso que es. En una etapa más avanzada se expresa como afirmación obsesiva que puede acabar provocando exclusión o rechazo por parte de los demás, de tan intensa que es la proyección. Finalmente, y esta es el objetivo a alcanzar, como expresión descongestionada del ser,
Es en este último punto en que Plutón puede ayudar a expresar el Sol astrológico.
En el Eneagrama se ven trazas del binomio Plutón/Sol en los Eneatipos 1 y 8. Si ello es así, la correspondencia homeopática es con Aurum, un medicamento muy solar que tanto puede ayudarnos a mostrarnos, si lo estamos haciendo por debajo de nuestras posibilidades, como a moderar y ajustar la expresión, si nos estamos pasando por exceso.
Y también, con algún nosode -medorrihnum, por ejemplo-, una gama
homeopática que puede ayudar a desenterrar y hacer emerger lo oculto, un tema
muy en la línea de Plutón.
domingo, 26 de agosto de 2012
Las 12 piedras de Sísifo
Las 12 piedras de Sísifo.
Si no has tomado el poder que te corresponde, tu signo solar es sólo una reacción, una neurosis, una fijación, un sufrimiento, Sísifo empujando una piedra.
x Jesús Gabriel, un astrólogo de Barcelona.
Si has optado por camuflar el esfuerzo dejándote seducir con argumentos tales como que son
para una causa, como maquillaje de tu sinsentido interior, o participando en
una competición sin fin, habrás conseguido que la piedra y el mismo Sísifo seas tú mismo.
Si no has tomado el poder que te corresponde, tu signo solar es sólo una reacción, una neurosis, una fijación, un sufrimiento, Sísifo empujando una piedra.
El mito de Sísifo y las 12
piedras neuróticas.
Una interpretación libérrima.
x Jesús Gabriel, un astrólogo de Barcelona.
No me
deja de sorprender la lectura del mito de Sísifo. Trata de las neurosis
humanas, sólo que explicadas de tal
manera que pocos se reconocen ellas, de tan profundas e insondables que son.
Cuenta la
leyenda que Sísifo desafió a los dioses, ya sea desvelando secretos, ya sea porque
robaba, y por ello fue castigado. En realidad, la violación de un secreto -la manipulación genética, por ejemplo- o la depredación de la naturaleza -un robo constante- forman parte del
modo de vida humano. Así, pues, Sísifo somos nosotros y nuestra cultura, la vorágine de un subir y bajar sin fin, un conjunto de castigos
que cada cual sobrelleva con un estilo propio.
El castigo de Sísifo.
El
castigo con el que se le penalizó consistía en empujar una enorme piedra subiéndola por la ladera de una montaña hasta dejarla en la cumbre. Sin embargo, una vez llegado
a la meta, la piedra se le escapa y acaba cayendo ladera abajo, con lo que debía repetir la acción una y otra vez.
Sísifo es el sufrimiento inútil, el esfuerzo en vano, el
sinsentido, la imposibilidad de abandonar lo estéril; el esfuerzo del que uno
no puede soltarse, más que nada porque se trata de
algo inconsciente o innominado.
La
sociedad de consumo ha abusado de esta innominación, de nuestra propia
ignorancia. Nos ha encandilado con una recompensa que no llega o, si llega, no
satisface ni justifica los hechos. Los ingredientes que alimentan y camuflan la
presencia del Sísifo interior pueden ser, por
ejemplo, el delirio propio humano, que no cesa de engañarse con estímulos orientados a edulcorar
su vacío y su miedo al sinsentido; la
religión, las creencias, las
supersticiones, la ciencia misma, que promete llegar a lo insondable; la
publicidad y las promesas de satisfacción y realización personal; los espectáculos, que aseguran emociones
fuertes ya conocidas y vividas una y otra vez; el deporte y la competición, que sirven para que una rueda de triunfos efímeros nos mantengan dopados de ese mismo sinsentido.
Como
todas las neurosis, la piedra de Sísifo puede ser heredada.
Aunque bien es cierto que un episodio de la propia biografía o una actitud determinada pueden actuar como detonantes,
poniendo de relieve e intensificando y particulizando sus efectos.
La piedra
que estás subiendo puede ser la misma
que alguien antes de ti empezó a subir y dejó caer una y otra vez. Incluso, para tapar el sinsentido, es
posible que estés haciendo como que ofreces el
arrastre de la piedra a una hipotética causa, o haciendo eso que
haces en honor a alguien que nunca podrá corroborar si ello le honra y
le sirve para algo.
Es
posible que la carga de esa piedra, una y otra vez levantada, empiece a ser
vivida con gusto. Y hasta es posible que la vivencia de este hecho sea el
motivo por el que estás aquí. Si es así, si no te das cuenta del
sinsentido, es posible que hayas asimilado la neurosis y la hayas convertido en
tu propósito, y que hayas dejado fuera
de realización el talento inconsciente que
venías a desarrollar. Entonces, el
esfuerzo consciente, el castigo de tu Sísifo interior, que te daría la posibilidad de desprogramarte, al ser confundido con
un objetivo genuino te lleva a un sinsentido sin identificar. En otras
palabras: si el esfuerzo que estás haciendo para mantener en
pie una neurosis sigue pasándosete desapercibido, es muy
posible que actúes para el arrastre de la
piedra, que tu vida esté siendo justamente eso y nada
más.
Las 12 piedras neuróticas.
Algunas
posibilidades de expresión de Sísifo en la vida de las personas.
- Si
alguien te acusó o castigó por llegar tarde, es posible que ahora estés llegando cada vez más pronto. Habrá un momento en el que, si sigues llegando cada vez más pronto, lo harás con tanta antelación que al no ver a nadie pensarás que se han ido por llegar
tú tarde. Y entonces llegarás más pronto, con lo cual la
sensación es de un estrés que no te puedes quitar de encima.
- Si
alguna vez fracasaste debido a la acción; si creíste, equivocadamente o no, que la acción lo es todo y que no estabas a la altura, pensarás que habrá que poner más acción, con lo cual la propia acción se convertirá en un propósito que te hará olvidar lo que pretendías con tal acción.
- Si
alguna vez fracasaste en el uso y administración de tus recursos, seguramente
te volverás muy cuidadoso, y hasta es
posible que puedas llegar a construir un buen patrimonio, aunque ya no sepas el
por qué de toda esta atención por el ahorro.
- Si
alguna vez te estafaron, es posible que mires a los demás con el afán de conocerlos de tal manera
que tus simpatías o antipatías no nublen la realidad. Puede ocurrir que por la
desconfianza desarrollada no consigas la objetividad esperada y te vuelvan a
estafar. En eso, descubrirás cómo usar la palabra, para engañar a los que te estafan, y será tal el uso que le des que nadie confiará en ti y querrán estafarte.
- Si
alguna vez te abandonaron, es posible que hayas desarrollado una simpatía que ya nunca más pueda ser olvidada. Y es
entonces que te vuelves permisivo y condescendiente con los demás, para que no te olviden, y es entonces que te vuelven a abandonar porque
no te ocupaste de expresar claramente tus necesidades ante ellos. Y es ahí que ves cómo esa piedra ya la llevó tu padre o tu madre montaña arriba, montaña abajo.
- Si no llevaste
a la meta tus propósitos, y te valoraste a la
baja debido a ello, es posible que te vuelvas muy ambicioso, para que nunca más se te escape la oportunidad de alcanzar esas metas. Sin
embargo, habrá un momento en el que verás que el estrés no justifica dicho empeño... y aún así no puedes parar de intentarlo.
- Si un
amor no se realizó y pensaste que era debido a
algo que estaba en ti poder hacer, intentarás entregarte más y más hasta perder tu integridad y
pulverizar tus límites. Con la integridad perdida
comprobarás que el amor continúa siendo un imposible y, sin embargo, ya no puedes actuar
sin estar dándolo todo. Y es entonces que
el darlo todo se convierte en tu manera de ser: lo das todo sin saber lo que
das ni a quien se lo das.
- Si
valoras mucho la vida en pareja, y alguna vez participaste con algún comportamiento que causó infelicidad, es posible que
estés desarrollando una mirada fría. Y hasta es posible que consigas construir una vida
compartida modélica. Sin embargo, aún así te parecerá irrisorio o triste que por la perfección se pierda el gozo de la frescura y de la pasión sexual.
- Si
esperas que te valoren por tus capacidades, y un día te sentiste ridículo porque no estuviste a la altura de lo que se esperaba,
pensarás que es necesario actuar metódicamente. Sin embargo, un día verás como método se ha convertido en una jaula de la que no
puedes salir ni con la puerta abierta.
- Si
fuiste la alegría de la familia, y un día se produjo un hecho triste que tú no comprendiste, muy probablemente quieras restablecer esa
alegría con una mayor dramatización de las cualidades con las que te aplaudieron
primeramente. Sin embargo, un día descubres tu propia tristeza
en medio de la mayor ovación que te podrían dar. Y ahí ves que te has metido en un
bucle emocional complejo.
- Si
piensas que el mundo necesita cambiar y eres idealista con respecto a la posibilidad que
tenemos las personas con respecto a ello, pero ves que estamos todos dormidos,
pensarás que debes reforzar tu
activismo... hasta que un día descubres que tu propio empuje
es contraproducente. Sin embargo, ya no puedes hacer ninguna otra cosa que no
sea eso.
- Si tu
vida es contradictoria, y piensas que para atenuar tu caos necesitas de unos
principios éticos que te lleven a actuar
rectamente, es posible que adoptes una religión o filosofía estructurada que te ayude en ello. Y es entonces que te
descubrirás dogmático, tal y como percibiste a otras personas de tu entorno
familiar. Así es como te explicarás que tus contradicciones no eran otra cosa que sabotajes y
protestas contra los sinsentidos familiares. Con el dogma como piedra a
empujar, te verás en ello, empujando, como
sistema de vida que no te lleva a ningún sitio. Te puede parecer que
si dejas el dogmático comportamiento algo
negativo puede salir de ti sin control. Sin embargo, y vale la pena que lo
pienses, la verdadera negatividad es el dogma que utilizas como prótesis.
- Si las
opiniones de otras personas te hacen sentir coaccionado es posible que
prefieras empujar la piedra hasta la cumbre haciendo caso omiso de quien te
indica que ya llegaste y que es el momento de dejarla hincada. Sin embargo,
como la desconfianza por tu parte es muy grande, preferirás seguir con ello una y otra vez hasta que la piedra acabe
contigo.
- Si en
algún momento de tu infancia -en el
que querías destacar mostrando algo de
ti que otros censuraron ridiculizándote- te cerraste en ti
mismo, es posible que hayas desarrollado un comportamiento hermético o, de tan discreto, mezquino, con tal de no destacar.
Y si eso es así, es posible que la mezquindad
se haya convertido en una piedra tan pesada que incluso provocará la ridiculización de tu persona por parte de
los demás. Con lo cual pensarás que todavía te estás mostrando en exceso.
- Si
percibes que los humildes del mundo necesitan de la caridad de todos y te
postulas como apóstol del altruismo para animar
a otros a trabajar por ello, te encontrarás con que el egoísmo y la pobreza continúan en el mundo en mayor
cantidad si cabe. Sin embargo, tu dolor, tu piedra, te hará darlo todo, aún sabiendo del esfuerzo
desproporcionado, habida cuenta del funcionamiento del mundo. Acercarse a la
pobreza es acercarse al egoísmo que la provoca.
Estas son
algunas formas a través de las cuales la piedra de Sísifo puede encarnarse. Hay muchas más, tantas como personas. Cada lector podría construir las suyas, en función de sus dotes de observación. Los temas suelen ser
universales. Ejemplos de piedras de Sísifo pueden ser temas
relacionados con el dinero, el amor, la pareja, la salud y la enfermedad, la
vida y la muerte, el reconocimiento, las prisas, el estrés sin saber por qué, el querer llegar a no se
sabe dónde ni para qué, la confusión entre lo urgente y lo
importante, etcétera. También puede ser piedra de Sísifo determinados rasgos del carácter, de la personalidad, de las actitudes, que desbaratan todo intento constructivo por hacer una vida mejor. También, cómo no, las costumbres arraigadas y apergaminadas que lastran la prosperidad. Cualquier cosa que nos
preocupe sin que sepamos por qué y para qué, y nos tenga rodando a su alrededor, es una piedra que nos
identifica como Sísifos.
martes, 10 de abril de 2012
Quirón en Astromundial. Las heridas de la historia.
Las heridas de la historia
por Jesús Gabriel Gutiérrez
A Quirón se le suele tener muy poco en
cuenta en la astrología mundial, la rama que estudia la política, la economía y
la historia de países y organizaciones. Más bien, a Quirón se le cita en temas
de desarrollo personal, terapia, salud, etcétera. No obstante fue descubierto
en coincidencia con el despuntar de las terapias alternativas. Sin embargo, con
la metáfora adecuada, puede darnos pistas acerca de cómo quedan reflejadas las
secuelas psicológicas de un momento en la historia no escrita de una
colectividad. Quirón representa y describe cómo han sido los rasguños de la
historia, o en una biografía, ya sea de personas o de países y cuáles pueden
ser sus consecuencias futuras, así como qué tipo de necesidad paliativa o
restitutiva encarnan. Así como la historia escrita narra los hechos, los
relaciona unos con otros, los enumera, los clasifica y los data, la presencia
de Quirón ofrece una información sobre las consecuencias subjetivas y
emocionales que tienen los eventos sobre la psique del país. Por otro lado, la
historia, según sabemos, la escriben los vencedores, y la historia no escrita,
no: ni vencedores, ni vencidos. Esta parte íntima de la historia influye sobre
toda una colectividad sin excepción, y
lo hace de una forma que no es fácil de ver en un primer momento. Más
bien al contrario, puede ser percibida cuando se aborda con una perspectiva
holística en la que se tenga en cuenta incluso a los factores que no se suelen
tomar en cuenta como intangibles. Así, pues, Quirón, tanto en cartas de personas
como de países, describe una motivación intangible.
Tomar en cuenta a Quirón en el trabajo de
Astromundial nos puede llevar a entender cómo la construcción de la biografía
de un país o de una organización se hace no sólo de avances sino también de
desgarros internos que dejan secuelas en el carácter colectivo. La historia
dejada al margen por la corriente que al vencer impone su criterio, influye
tanto en el devenir de un país como los eventos conocidos. En definitiva, pues,
estamos hablando de una parte de la biografía colectiva difícil de reconocer e
incorporar con plena conciencia.
Con Quirón nos damos cuenta de que las
comunidades, las sociedades, las organizaciones y los países también pueden
enfermar. Son organismos vivos que absorben e interiorizan los conflictos, en
forma de daño, dolor o humillaciones, y que necesitan de una terapia. Por otro
lado, muchas veces un evento importante deja secuelas que no se perciben en un
primer momento. Puede suceder, además, que los conflictos se resistan a ser
tratados o abordados, ya sea por su complejidad, porque su comprensión es
inadecuada, porque el proceso de sanación requiere de largo tiempo; o porque
los gobernantes no están capacitados y no lo aceptan, lanzando el fardo al
futuro, para que se lo encuentren otros, o haciéndolo recaer sobre los débiles.
La historia no escrita afecta a la
comunidad de un modo difícil de cuantificar, de datar o de describir. Muchas
veces un evento importante deja secuelas que no se perciben en un primer
momento sino que pasan a formar parte del inconsciente colectivo. Es el caso de
eventos que, por su magnitud, han dejado una huella profunda. A esta historia
no escrita la podríamos denominar historia privada, silenciosa o no dicha.
Ya sea en la posición natal como en la
carta de fundación de un país, comunidad u organización; ya sea en los aspectos
y ciclos sinódicos que forma con otros planetas, tanto en cartas natales como
en cartas de grupos, Quirón señala un elemento importante en el desarrollo de
la moralidad, carácter y capacidad de aguante y resolución de conflictos.
Quirón es el dolor fundacional, el encuentro con la contrariedad interna, el
conflicto entre idealización y realidad que deja secuelas.
Jesús Gabriel Gutiérrez
Autor de:
• “El Gran Tinglado de la Felicidad. El
secuestro de los valores” (ediciones Códice)
• "Quirón: Viaje alrededor de un
sentimiento herido" (Ágora de Ideas)
• "Lilith: El enfado interior"
(Ágora de Ideas)
• "Manual de Astrología" (Robin
Book)
• "La Empresa y los 5 elementos.
Medicina China y Management Holístico" (Almuzara)
• "Feng Shui. El Arte de crear un entorno
positivo para tus emociones" (RBA)
• "El Arte de la Metáfora" (Blog con
metáforas y aforismos de creación propia)
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