jueves, 30 de mayo de 2013

El liderazgo líquido: 2011 - 2025 (2)



Este artículo es la segunda parte del titulado como "La gran confusión: 2011-2025"

El liderazgo líquido.

Los sistemas de vida creados por el hombre son incapaces de contener el empuje de su propia complejidad. A esta complejidad se la podría parafrasear con el nombre de "Inconsciente colectivo".

Cíclicamente la mente colectiva se ve desbordada por sus propios contenidos. Es entonces que se vive el desconcierto con mayor evidencia que en otras épocas. Es ahí cuando la sensación de caos, de incertidumbre y de desorientación cuajan hasta percibirse en pequeños y grandes desórdenes en la vida corriente, en las personas, en las familias, en la sociedad y en los gobiernos.

Este inconsciente tiene su propio ciclo, un gran biorritmo compuesto por ciclos pequeños que afectan a aspectos de lo cotidiano. Y también, por ciclos más grandes que mueven y hacen entrar en resonancia gran cantidad de información. Gran parte de ella, por cierto, es totalmente desconocida o escapa a la razón intelectual. O mejor dicho, este gran biorritmo anuncia que hay etapas en las que la confusión es mayor, pues se trata de años en los que acaba un modelo de liderazgo y empieza otro. Sólo sabemos que un marco referencial cae, mientras que del nuevo marco, por construir, no sabemos cómo va a ser. De ahí la sensación de confusión.

El liderazgo líquido define la actual etapa (2011 - 2025). Cuando me refiero a liderazgo no hablo de actitudes de personas líderes, que también, sino al marco de referencia en el que las personas nos movemos. Este marco nos llama a actuar y a percibir la vida de un cierto modo. Así, pues, el liderazgo colectivo va transmutándose y transformándose más allá de los propósitos conscientes de las personas y de las colectividades. Dicho de otro modo: son estos propósitos los que siguen la estela de la transformación y de la transmutación del marco referencial inconsciente. Se trata, pues, de una fuerza superior que se ve más a las claras con la complejidad creciente que se empezó a constatar a partir de mediados del siglo XIX.

Como decía, este marco se desborda poniendo en evidencia los fallos en la gobernanza de los países y de las comunidades, tanto en las más simples como en las más complejas.
La capacidad para decidir y dirigir se ve afectada negativamente. De ahí, sin embargo, puede surgir la posibilidad de que lo que antes estuvo marginado o fuera del marco tome protagonismo aprovechando el gran despiste sistémico. Es en estos tiempos que lo que parecía imposible puede encontrar la vía de la posibilidad.

Similitudes que ayudan a entender estos periodos.

En otros escritos ya desarrollé la idea de que en el momento actual coincide la activación de dos ciclos históricos sumamente importantes para el devenir de la colectividad humana. Uno de ellos, el ciclo Urano-Plutón, tiene mucho que ver con la crisis financiera desatada a partir del 2008. Muchos pensarán que la actual situación de caos en el liderazgo viene de ahí. Y sí, es posible, aunque no es el único factor.

El otro ciclo es el de Neptuno, justamente el que mayor relación tiene con el biorritmo del liderazgo inconsciente colectivo. 
El ciclo de Neptuno a lo largo de los 12 signos va describiendo las diferentes modalidades de liderazgo que el inconsciente colectivo ejercita e inspira. Está claro que la persona que es capaz de captar estos arquetipos, y adelantarse a su tiempo con un espíritu visionario, puede tomar decisiones en situación de ventaja clara.

En la tercera parte del artículo haré una comparativa más detallada acerca de los eventos que se produjeron entre los años 1847 y 1861 y los de esta otra en la que estamos, la que va del 2011 al 2025.



lunes, 27 de mayo de 2013

Estupidez política

 


En sus promesas, un político debería hacerse responsable de las consecuencias que va a causar si no las cumple, y más si lo sabe a priori. Es decir, de la erosión que va a generar. Un político, visto así, no debería estar exento de la deriva de su propia estupidez, pues con el incumplimiento de esas promesas pierde del pueblo la confianza y la credibilidad presente y futura, no sólo de él sino de quien le suceda. Sólo hay una excepción a ello: la desmemoria y la estupidez del pueblo que sigue confiando en alguien que le engaña sistemáticamente. En este caso, las estupideces respectivas, las del pueblo y las del político, se alían para construir un mundo peor. Y lo malo del asunto es todo ello también puede suceder en las empresas y en las familias, cuando alguien engaña, abusa o traiciona la confianza que otros han depositado en él.

lunes, 13 de mayo de 2013

La gran confusión: 2011 - 2025 (1)

Grandes confusiones en la historia de la humanidad.

A menudo, los cambios no vienen cuando uno quiere o cuando estamos con la conciencia puesta en ellos. Las más de las veces los cambios acontecen cuando bajamos la guardia, cuando los damos por perdidos o nos despistamos. Algo así va a suceder durante estos años.

Muchas de las cosas a las que aspiramos se ven favorecidas cuando el yo consciente deja de poner piedras sobre el camino que el inconsciente tiene trazado. Así, pues, contemplemos como las circunstancias se tejen y se destejen; hagamos lo posible para olvidarnos de lo que estábamos persiguiendo, para favorecer que lo perseguido se haga presente.

Ciclología comparada.

La etapa actual se asemeja a esta otra: 1847 - 1861. En lo colectivo, los fallos en el liderazgo (el yo social comandado por los dirigentes) facilitan que emerja un nuevo marco cultural y de relaciones. Vemos la caída de las viejas formas mientras las nuevas todavía no se muestran claramente. Es en este ínterin cuando reverdecen las utopías; como si el humano, que las llevaba adormecidas, viera en estas etapas de confusión una oportunidad irrepetible para construir un mundo mejor. Luego, cuando acabe esta etapa, vendrá la hoz y cortará lo que tenga que cortar. Habrá desaparecido de escena una parte de la élite y vendrá otra con otros modos, otras formas. Habremos encontrado, a partir del 2025, el liderazgo de recambio que nos inspire la confianza. Entonces, volveremos a una cierta comodidad y volveremos a depositar nuestros anhelos de paz en la parte alta de la pirámide. Ahora, mientras no llega ese año, aprovechemos el mareo del liderazgo convencional viniéndose abajo.

Cae un mundo, un marco, y emerge otro, aunque el lienzo sea el mismo. Las manos que manejan el mundo de la política y de las finanzas se abren sin querer. Se cometen fallos sistémicos que nos dan a entender que los líderes tampoco saben qué hacer ni a dónde llevar a la manada. 

Por otro lado, viendo que la cultura del dinero se ha visto sacudida por burbujas y corrupciones, las personas buscan otros marcos de referencia que le garanticen el bienestar y la seguridad más allá de la economía. Aparecen otros valores. Acaso se produzca un retorno a la religión como elemento cohesionador. Una vez hemos visto que el dinero ha entrado en descrédito, quizá sea bueno que emerja un interés por la mística, por la espiritualidad, por la fe, por los valores intangibles.
Me atrevo a decir que el budismo será la religión del sistema capitalista, y más constatando el empuje del Islam. Será una forma de contrapeso, entre otras cosas. Es posible que surja una alianza entre lo político y lo económico con el budismo y el cristianismo. Intuyo que la alfombra hace tiempo que está puesta. Y más teniendo en cuenta que una alianza así puede hacer de contrapeso de la influencia creciente de China.

Una etapa semejante a la actual (2011 - 2025) se vivió durante el siglo XIX (1847 - 1861). En ambos casos, Neptuno transitaba por Piscis. Se trata, como decía, de una combinación que presagia un cambio de marco social, religioso y económico. Sin embargo, gran parte de la fuerza de esta etapa sobreviene como consecuencia del caos, del fallo sistémico, de una desorientación colectiva. Todo lo cual puede ser aprovechado para dejar que el inconsciente de la colectividad se manifieste sin las piedras de los conceptos ligados al yo.

En la 2a. parte de este artículo les daré más detalles.

lunes, 6 de mayo de 2013

Organizaciones tímidas.

Organizaciones Tímidas: La astralidad de Iniciativa per Catalunya (ICV)

Me propuse interpretar los mapas de nacimiento de los partidos políticos y constato que una gran mayoría fueron fundados bajo influencia del elemento Agua. Así, por ejemplo, el   Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) es de Cáncer; Convergència Democrática de Catalunya (CDC) y Unió Democrática de Catalunya (UDC) son de Escorpio; Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) e Iniciativa per Catalunya (ICV) son de Piscis. Resulta curiosa esta coincidencia, y más teniendo en cuenta que la idea general que se puede tener de los partidos políticos es la de que representan, o deberían representar, intereses de la ciudadanía. Sin embargo, si nos atenemos a esta creencia, nos cuadraría mejor la idea del partido político con el elemento Aire, cuyos principios son los de la palabra, la comunicación, la verbalidad, la búsqueda de acuerdo, la cooperación, la publicidad. En cambio, el elemento Agua es la protección mútua, la familia, las instituciones, el inconsciente, el silencio. Entonces, me pregunto yo, cómo es que es tan frecuente el elemento Agua en estos partidos políticos, habida cuenta que dicen representar y canalizar intereses sociales. ¿No será que los partidos, al menos éstos, son, más que centros de debate, congregaciones orientadas a la autoprotección, lugares cerrados y misteriosos en donde quien quiere entrar debe entregarse más al partido que a la sociedad?

El Partido Popular y Ciutadans son de Aire, Acuario y Piscis respectivamente. El Aire es, por ejemplo, más dado al mundo de los negocios, lucrativos o no. También es de Aire el Opus Dei, sin ir más lejos.

Tipologías políticas.

Antes de ponerme con la astralidad de ICV les confesaré que, a resultas de ir observando los funcionamientos de personas y partidos, me he hecho la siguiente reflexión:

Hay tres tipos de conductas políticas:
  1. La del político al que le interesa servir a la sociedad y que tiene interés en los asuntos políticos, además de en su carrera.
  2. La del político interesado sólo en política, pero no en la sociedad, pero hace de ella un sistema de vida con el que reforzar su identidad ante la sociedad.
  3. La del político que no le interesa la política, ni la sociedad, ni las ideas; que accede a ella coyunturalmente, para ampliar sus contactos, los cuales utilizará para otros negocios. Incluyo aquí lobbistas infiltrados en los partidos, en los parlamentos y en las instituciones.
  4. La de quien se presenta por un partido político a instancias de, por ejemplo, la gran banca, con la intención de que dichas instancias queden incrustadas en la hoja de ruta de la acción de gobierno.
  5. La del político idealista, más interesado en desarrollar ideas y en servir a su país que en la propia actividad política. Es frecuente constatar que este tipo tampoco tiene un interés tan marcado en su carrera profesional en el ámbito de lo político, a diferencia de los anteriores. Y hasta es posible que tampoco tenga una idea clara acerca de su identidad pública, o que no le interese ponerse en ello.

En definitiva, dos tipos de actitudes básicas que se pueden percibir en escena:
- La de quien conquista la atención de la audiencia, pues tiene interés en medrar socialmente con el apoyo del pueblo. Este tipo, para compensar el vacío ideológico, necesita impostarse o mostrar una oratoria contundente y cuidada, aunque inconsistente en cuanto a contenidos. Le interesa ser mediático por encima de todo.
- O la de quien cree que sólo con las ideas y el espíritu de servicio es suficiente para obtener el respaldo popular. Este tipo se siente orgulloso hasta la vanidad, por la calidad de las ideas que cree defender. Para este tipo, el interés en aparecer en los medios no es tanto para dar relevancia a su imagen personal sino para respaldar el ideario por el que quiere que se le reconozca.

El resultado es que hay quien hace teatro y se imposta, pero no dice nada; y hay quien el dominio escénico le importa poco porque lo que valora y prioriza es la fuerza y fondo del mensaje.

Con ello lo que quiero decir es que si los partidos de izquierda, como es el caso que nos ocupa, tuvieran el apetito de poder de otros partidos, otro gallo cantaría. Sin embargo, por razones obvias, ello no es posible. 
Por otro lado, la razón, la intención y el carácter fundacional de cada partido imprimen en el equipo un modo de ser que se mezcla con el de las personas individuales e, incluso, se impone sobre ellas. Esto lo dejé bien explicado en el artículo dedicado a Esquerra Republicana de Catalunya.

La timidez de Iniciativa per Catalunya.

ICV fue fundada con materia prima humana que provenía de otros partidos políticos, los cuales decidieron aparcar sus señas de identidad respectivas para favorecer una mayor, que es la que nos ocupa.

Como he indicado en este artículo, y especialmente en el dedicado a ERC, las organizaciones son seres vivos dotados de una dinámica que atañe a lo espiritual, a lo fisiológico, a lo psicológico y a lo biológico. También, y por eso mismo, las organizaciones,  al igual que las personas, poseen temperamento, carácter, personalidad y demás atributos. Además, también pueden traer un cierto tipo de karma, memorias de la historia que se infiltran en la psique, en la mente, en la forma de funcionar, y hasta en la forma en que personas y organizaciones son percibidas por la mirada ajena.

ICV es un caso claro de organización tímida, entre otras cosas. Las razones de ello pueden ser debidas al contexto histórico coincidente con su fecha de fundación. Como se ve en el mapa adjunto, dicho contexto se corresponde con las cruciales conjunciones entre Saturno-Urano y Saturno-Neptuno, las cuales coincidieron con grandes cambios globales. Estas conjunciones son marcos dimensionales, puntos de inflexión de gran calado histórico. El derribo del muro de Berlín, próximo a suceder en esas fechas, es un vivo ejemplo.

Voy al grano.

ICV es un partido que está predestinado para derribar muros, incluidos los propios. Este ejercicio lo podrá hacer con mayor o menor explícitud. Recordemos que la influencia de Piscis es capital y no lo pone fácil. Más bien tiende a diluir la acción, la cual se queda desdibujada ante la mirada externa. 
El derribo metafórico de muros cuadra muy bien con el momento actual, en el que emerge un descontento colectivo, a la par que una desconfianza en los partidos políticos tradicionales. Así, pues, un muro a derribar puede ser el que divide, al menos ante la percepción pública, la acción de los partidos y la acción de nuevas plataformas de participación que van surgiendo. 

Una función interesante es la que viene dada por Plutón, el elemento más importante del mapa, en Casa 3. En este sentido, siendo Plutón el gran escrutador, me da a entender que ICV es un partido fiscal. Es decir, que una de sus potencialidades es tirar de la manta en relación a abusos de poder por parte de otros partidos. Sin embargo, tal potestad es costosa de llevar a la plenitud en la medida en que ICV no suele tener la fuerza necesaria en cuanto a votos, esta es una, y, además, hay otros medios que ya lo hacen y que encuentran su fuerza en las redes sociales (periodismo alternativo, por ejemplo, además de otras plataformas reivindicativas que no son partidos políticos). En este sentido, la burocracia que la institucionalidad democrática ha generado no facilita que las organizaciones de izquierda, como es el caso, sean percibidas como atenazadas por el potencial votante. Las alternativas emergentes no tienen ese lastre y llevan en sí mismas el aire de la renovación. De ahí que los partidos deben hacerse más porosos y transparentes, para facilitar la colaboración con ellas.

Otra. La cuadratura de Júpiter en Piscis (es una organización empática y simpática) con los planetas de Sagitario (ahogados en la Casa 4) no facilita que la respuesta del votante de ICV sea lo constante que era de esperar. También, la cuadratura entre Júpiter y Saturno ponen trabas a la capacidad de la organización para adaptarse a nuevas demandas y contextos sociales.

La posición de Quirón, el otro planeta clave, esquilmado por Saturno y por Mercurio, da mucha timidez y una sensación profunda de limitación psicológica de la cual habría que tomar conciencia. Aunque no hay nada que no se pueda superar, esta timidez es cosa seria, es como un muro, una limitación, transparente, un lastre psicológico. Seguramente hay en ICV dirigentes que "padecen" de esta misma característica.
Sin ir más lejos, y sin tener sus datos de nacimiento, veo un video en la que aparece Dolors Camats presentándose. Todo bien hasta que llega el momento en que escribe y rubrica (m 4:44 del video que he insertado más abajo). No soy grafólogo, pero eso de que cuando se hace la rúbrica uno tache su nombre no creo que sea bueno. La carga simbólica que la firma y la rúbrica nos puede dar mucho que pensar. Así que, Dolors, por si todavía estás rubricando de esa manera, no te quites el brillo que tu persona nos inspira. 

Una curiosidad astrológica.

La posición de Plutón en Casa 3, el gran escudriñador de ambientes palaciegos, toca de lleno los mapas fundacionales de CDC y UDC. No es de extrañar, pues, que ICV tenga una relación vigilante con los dos partidos del poder en Catalunya. Sin embargo, vean como el Júpiter de ICV se junta con el Sol identitario de ERC. Se podría pensar que podría haber una atracción entre ambos partidos. Y seguro que la hay, lo que sucede es que es una atracción fatal. Antes les comenté que ese Júpiter está coaccionado por Saturno, residente en una Casa que tiene mucho que ver con los progenitores. Tengamos en cuenta que uno de los partidos que conformaron lo que hoy es ICV, el PSUC, mantuvo unas relaciones fatalmente adversas con ERC desde prácticamente los momentos fundacionales respectivos, allá por los años 30 del siglo pasado.

Reflexión final.

La izquierda social es mucho mayor que la izquierda política y, además, está creciendo, aunque no se une a las formas políticas convencionales. Por eso mismo, dadas las plataformas de participación social no política que están surgiendo, es muy posible que la izquierda política esté planteándose una reinvención a fondo. Así, pues, los diferentes partidos de izquierda deben estar tanteando las posibilidades de participación y colaboración con esas plataformas alternativas. Y hasta es posible que haya miembros de estos partidos participando en estas organizaciones, con la finalidad de ir creando vínculos para acciones futuras. El asunto es cómo se hará la transición sin que la potencialidad que pueda venir de esas plataformas se pierda.

O dicho de otro modo: ¿sabrán los partidos políticos ser lo suficientemente generosos y abiertos como para albergar, coordinarse, colaborar o, si la cosa va por aquí, fundirse con estas nuevas plataformas? ¿aceptarían perder parte de su identidad a cambio de una ganancia compartida? 

Video en el que Dolors Camats hace su presentación:

sábado, 4 de mayo de 2013

La falacia de la emprendeduría

Llevamos en España unos pocos años, desde el 2010, en que los medios de comunicación y las escuelas de negocios nos embadurnan con la idea de lo buena que es la emprendeduría. Y está claro que lo es. Eso sí, siempre que se apoye a las claras, que no sea una tapadera, que se preste atención a los proyectos que sean verdaderamente de interés para la comunidad. Sin embargo, muchos se quejan, y con razón, de las dificultades que pone el establishment burocrático, por los impuestos, por las condiciones, por las trabas, por la lentitud. Sin embargo, ello obedece a que eso que se dice en relación al apoyo al emprendedor es una falacia que oculta otras cosas. La realidad es que se favorecen unos proyectos sobre otros, y no siempre el criterio es el interés público sino que el proyecto esté en la línea que determinan las corporaciones que los discriminan. Se impiden unos proyectos y se favorecen otros.

Entre esas cosas, se va viendo, no a las claras, que detrás de proyectos de emprendedores, que aparentan ser espontáneos y surgidos de iniciativas creativas, en realidad están impulsados por multinacionales. Muchos proyectos están teledirigidos por corporaciones que ramifican su influencia social a través de escuelas de negocios y demás instituciones que obran para tal efecto. Hay proyectos que no sufren ninguna traba burocrática; otros, sin embargo, son bloqueados sin que se sepa por qué, y más siendo proyectos que podrían favorecer el interés general. Ello da a entender que el apoyo a proyectos pasa por un rasero ideológico. Alguien debería estirar del hilo o hacer explotar la burbuja.

La transparencia es un anatema en este nuevo modo feudal, en el que determinadas corporaciones subcontratan o favorecen determinados proyectos de emprendeduría. El caso es que la vida de los emprendedores está teledirigida por estas corporaciones. Y está claro que el sistema futuro será un híbrido hecho de instituciones públicas y privadas, y que los servicios estarán subcontratados a eso que hoy se llama emprendeduría, y que no es otra cosa que vasallaje encubierto.

Argumentación astrológica.

En el 2010 se formó una conjunción Júpiter-Urano en Aries. Ahí empezó a pronunciarse el discurso favorable a la emprendeduría, en una cultura que no ha dejado de ser funcionarial. Sin embargo, durante este próximo verano vamos a ver cómo el Júpiter que va a entrar en el signo de Cáncer nos va a ayudar a ver a las claras esta burbuja.

jueves, 2 de mayo de 2013

Confusión en la pirámide


Confusión en la pirámide social.
La caída de un viejo edificio (Neptuno en Piscis 2011-2025)

Vivimos en una fase de transformación cultural. Más que esa crisis económica que nos quieren inculcar como única explicación posible, lo que acontece es una crisis de convivencia, de cultura, de valores, de honestidad, de ideas, de liderazgo. En otros escritos me he referido a ello a resultas de la actual cuadratura Urano-Plutón. Por ejemplo, los etiquetados como "El Crash del 2013".

Estamos asistiendo a un conflicto que sostienen dos facciones de la élite -o del capital, si lo prefieren-. Sin embargo, esto no es nuevo. Es un conflicto que subyace en el humanoide desde que empezó a a hacerse sedentario, a partir de que empezó a desarrollar la facultad para modificar el paisaje natural.
Pues bien, además del estrés colectivo encarnado en la fase actual del ciclo Urano-Plutón, tenemos a Neptuno en Piscis, una combinación que favorece el caos, la desorientación y la confusión. Está combinación va a estar activa entre los años 2011 y 2025. La última vez que sucedió fue en el siglo XIX, poco tiempo después de que Neptuno fuera descubierto, entre los años 1847 y 1861. Fue un momento determinante para la sociedad, que empezó a construir su marco de valores colectivo durante esos años, a la par que el viejo iba deshaciéndose. Además, en esos años se produjo un desdibujamiento de identidades y puntos de referencia colectivos, de la cultura, de las costumbres. El muro de contención del viejo sistema se iba desmontando y dejando espacio para la construcción de un nuevo marco.

Tanto entonces como ahora se producen fallos sistémicos que ponen en evidencia los desaguisados humanos, errores que persisten y que se hacen evidentes durante esos años. Cae el maquillaje de los errores. Se pone al descubierto el drama de las decisiones equivocadas.

En estas épocas -Neptuno en Piscis-, en las que la confusión puede generar una gran fusión, se produce una gran interacción cultural que sólo puede darse cuando el liderazgo está sumido en el caos. La mente colectiva, desorientada, se abre a nuevas posibilidades, como si fuese una gran esponja. Luego, con Neptuno entrando en Aries -a partir del 2025-, aparecerá un nuevo tipo de liderazgo. Mientras tanto, contemplemos cómo un mundo cae mientras el nuevo no acaba de verse con claridad. Son tiempos de necesaria confusión.

La gran pirámide social, el gran multinivel colectivo, está siendo acondicionada para añadir un nuevo nivel en lo más alto, una remonta. La sociedad será más compleja. Un nuevo liderazgo será necesario. De momento nos tendremos que conformar y ver como el liderazgo tradicional comete cada día más fallos. Es el signo de los tiempos. Sin embargo, gracias a ellos, a los fallos, el sistema puede desmontarse y volverse a montar. Otra cosa será si lo que ha de venir nos guste más o menos que lo que se va.