martes, 16 de agosto de 2016

Historia de una enemistad

I
Si la vida de una persona está influida por su forma de nacer, reflejada en el consiguiente mapa astral, la vida de las organizaciones también lo está. Es decir, tenemos una huella fundacional que nos acompaña a lo largo de la vida. Un partido político, por poner el ejemplo que hoy les traigo, también lleva grabada una impronta fundacional que le da carácter y destino.

II
Antes que siga, permitan que les comente algo personal. De joven, cuando estaba en los últimos años del bachillerato, orbité alrededor del PSUC. Me llevaba muy bien con los militantes y los admiraba. Eran los tiempos de la pre-transición. Franco aún no había muerto. El caso es que me sentí atraido por las ideas y por el carisma de aquellas personas. Lo curioso del caso es que mi padre, que había sido republicano y rojo, nunca me habló de sus afinidades ideológicas con detalle. Años más tarde me comentó que había militado en las Juventudes Socialistas Unificadas, justo en una edad muy próxima a esa mía que les he indicado. Así que, sin pretenderlo, pues no conocía este detalle, me vi transitando por caminos parecidos a los de él. Más adelante, cuando mi interés por la política empezó a caer (eran los tiempos de los gobiernos de Felipe González), llegué a la conclusión (la misma a la cual habían llegado otros antes que yo, incluyendo a mi padre) de que el destino de la izquierda es estar dividiéndose infinitamente. Acaso sea porque ser de izquierdas requiere de una madurez que normalmente no se tiene, y por eso pasa lo que pasa.
Mi forma de pensar es de izquierdas, aunque no me fío ni un pelo de todo aquel que se diga de izquierdas y aspire a cierta relevancia política.

III
El caso es que en mis disquisiciones, la mayoría de ellas publicadas en este blog, relativas a la influencia del momento de nacimiento en el carácter y en el destino de organizaciones, empresas y partidos políticos. Entonces, pues, me hago la siguiente pregunta:
Si la impronta fundacional de ERC (1931) está presente en la ERC de ahora; y si la impronta del PSUC (1936) está presente en sus sucesivas reinvenciones (IC, En Comú y Catalunya si que es pot); y teniendo en cuenta el nivel de enemistad entre ERC y PSUC existente desde la época de la República, me pregunto si las actuales tensiones son de la misma naturaleza. Es decir, si son de esperar las mismas maniobras de entonces.
Y otra pregunta que me hago: ¿hasta qué punto los integrantes de ambas formaciones están liberados (o no) de esta influencia histórica que actúa inconscientemente?

Sabido es que cuando se fundó ERC su éxito fue impactante. Años más tarde, cuando se fundó el PSUC, hubo un fuerte trasvase de votos de ERC a PSUC. Y luego ocurrió lo que todos sabemos. Más tarde, durante el franquismo, la relación entre ambos partidos no mejoró. Y, por lo que veo ahora, estamos en las mismas.

Adjunto los mapas natales de ambos partidos.


martes, 9 de agosto de 2016

El actor y el personaje


¿Está relacionada la biografía de un actor con las peripecias de los personajes que encarna en (alguna de) sus películas?
El caso de Al Pacino, un Tauro de pro.

En una de las revisiones que me hago por estas fechas, vuelvo a ver "El Padrino / The Godfather" y "Atrapado por su pasado / Carlito's Way". En ambos casos, el tema principal lo encarnan los personajes protagonizados por Al Pacino. Casualmente, o no, ambos personajes escenifican un mismo drama de fondo.

Vemos a Michael Corleone, hijo de un capo de mafia, miembro del ejército USA y héroe de guerra. Se trata de un hombre que quiere dejar la mafia a cambio de vivir una vida "normal". Les hablo de "El Padrino". En "Atrapado por su pasado" vemos a Carlito Brigante, un hombre del hampa que acaba de salir de prisión. Se propone llevar una vida decente. Para tal fin, se propone montar un negocio igualmente decente. Sin embargo, para obtener el dinero con que montarlo, necesita cometer actos muy poco decentes, aunque sea por una única y última vez. Vemos que, en ambos casos, la escala de valores se inclina por mantener a ambos personajes en sus correspondientes estamentos: Michael Corleone, como cabeza de mafia; y Carlito Brigante, acabando sus días de forma prematura y trágica.

Me pregunto yo si la persona llamada Al Pacino plasma parte de su biografía personal en estos dos personajes. Si no recuerdo mal, una misma estructura de fondo de deja ver en "Serpico", por poner otro ejemplo. Es decir, si la biografía de Al Pacino contiene elementos que se ven en las películas citadas. Yo creo que sí, y mucho. Y ahí les dejo el mapa de las estrellas de Al.

Otra pregunta: ¿Es posible que en cada uno de nosotros subyazca un conflicto entre lo que uno haría y lo que se ve abocado a hacer? Es decir, si la herencia coacciona la libertad individual. O dicho de otro modo, si la propia biografía, depositaria de esa herencia, acaba convirtiéndose en el elemento que decide lo que uno va a acabar haciendo.

Por cierto, mención especial a Francis Ford Coppola (director de "El Padrino") y a Brian de Palma (director de "Atrapado por su pasado", acaso una de sus mejores películas, si no la que más.

martes, 2 de agosto de 2016

La correspondencia

Lo que cuenta "La correspondencia", ¿hubiera podido suceder antes de la era de internet? Yo creo que sí, aunque con otros medios.

La correspondencia.

La presencia de las nuevas tecnologías es determinante en la película recién estrenada de Giuseppe Tornatore (recuerden de él, por ejemplo, "La mejor oferta" O "Cinema Paradiso). Sin embargo, como luego veremos, lo que verdaderamente determina es la neurosis del personaje encarnado por Jeremy Irons.

Tenemos ante nosotros a un hombre más bien mayor (Jeremy Irons) que mantiene un romance con el personaje que encarna Olga Kurylenko, una mujer muy joven. Encarnan, ellos dos, a un profesor y a una alumna respectivamente. El tema de ambos, a parte de la relación a banda, es la astrofísica. Llevan una relación académica y afectiva. Este último aspecto transcurre a parte del mundo convencional, pues él es un hombre casado. Sin embargo, él padece en silencio una enfermedad que acabará con su vida. Y la lleva en secreto, aunque con una actividad la suya que es preparatoria para el duelo post-mortem. Y todo con el apoyo de las nuevas tecnologías, aunque, debo decirlo ya, las nuevas tecnologías vienen a ser únicamente el contexto del que se vale la película para explicar un afán perfeccionista llevado al límite por parte del profesor. Es decir, trata de un hombre que sabe que va a morir. A partir de este hecho, organiza su vida digital post mortem. 

Me gustó especialmente por el ritmo, la armonía, por la banda sonora de Ennio Morricone, que, por lo general, suena a muy poco volumen. Hay detalles en "La correspondencia" que están más allá de la historia que literalmente se nos cuenta. Por ejemplo, la presencia del cangrejo. El cangrejo como nombre de una nebulosa, recordemos que son astrofísicos; y el cangrejo que aparece mientras ella está en la playa, una vez el hombre ha marchado de este mundo. Lo del cangrejo es un símbolo que podría pasar desapercibido. Trata de los vínculos ocultos que transforman y modifican la vida de las personas. Es posible que el plan de él de seguir dando recuerdos e instrucciones post mortem a través de las tecnologías sea una metáfora de las pinzas del cangrejo. Por ejemplo, ahí, al final de la película, vemos la reconciliación del personaje de Olga con su madre, todo ello planificado por el hombre que ha urdido todo lo posible y más para que las vidas de las personas cambien a mejor.

Me ha parecido "La correspondencia" una obra de arte, con una historia que hoy es posible gracias a las tecnologías y que antes lo hubiera sido con otros medios. Porque lo que aquí se cuenta es el afán de trascendencia de un hombre cuya principal enfermedad no es el astrocitoma sino una neurosis que seguramente venía de antes. Por cierto, el astrocitoma, si leen de qué va por ahí, podría emparentarse con el simbolismo del cangrejo.

Otro elemento de interés son los exteriores utilizados para el rodaje. En concreto, el llamado pueblo de Bergoventoso, nombre ficticio de los alrededores del Lago D'Orta, en la Isola di San Giulio.

Una película como esta me recuerda a "Mi vida sin mi", de Isabel Coixet.