martes, 27 de enero de 2015

¿De qué se ríen de ti cuando se ríen de ti?

¿De qué se ríen de ti cuando se ríen de ti?
¿De qué te ríes cuando te ríes de alguien?

Podemos comprender la realidad a través del análisis, de la intuición, de la reflexión, del arte, de la conversación, de lo que dice la psicología, la sociología, la antropología, la historia, etcétera. También, a través de la paradoja, de la ironía, del humor. Sin embargo, hay en éste último un componente que marca la diferencia. A ello me voy a referir.

Descubrir una paradoja, lo irónico de la vida en ella, el humor (o con humor). Y aún más: descubrir que la imagen que uno desprende de si puede ser percibida como una caricatura de lo que uno cree que es, o de lo que cree ser y no es. Así, pues, el humor tiene la posibilidad de ser, en relación a uno mismo, un elemento aligerador y terapéutico, humorosamente autocrítico. Sin embargo, caso contrario, ¿qué ocurre cuando es otro quien se ríe de mi y no conmigo? ¿qué ocurre cuando quien se ríe de mi lo hace sin mi? ¿o que, cuando lo hace, lo hace sobre un asunto sobre cual no puedo poner distancia emocional, porque me coge desprevenido?

Hay quien teme tanto que se le rían que opta por mostrarse histriónicamente payasil, acaso para controlar, enmascarar o contener las situaciones provocadoras de risa ajena.

El sentido del humor y las piedras.

Acabamos de vivir el atentado de París contra Charlie Hebdo, una revista satírica que se mofaba, entre otras cosas, del Islam. ¿Del Islam, o de los islamistas? Y aquí está la cuestión: ¿de quién o de qué se ríe uno: de los valores de fondo o del modo de comportarse por parte de quien dice portar esos valores?

Nietzsche dijo que Dios había muerto, y muchos le tildaron de incrédulo y apóstata. En realidad, Nietzsche vino a decir que quien había muerto era la humanidad en su relación con lo divino.

Con los chistes y mofas contra Mahoma, el Papa, o quien sea,  pasa algo parecido: quien se siente aludido interpreta el humor de una manera muy personal, en función de con quien se sienta identificado y del nivel de identificación.  Es posible que un chiste contra el Islam, por poner un ejemplo, sea en realidad una mofa contra ciertos usos que las personas hacen del Islam, y que el Islam merezca un gran respeto, por otro lado, pero que, sin embargo, esté siendo pontificado con actitudes dogmáticas, prejuiciosas y mezquinas que acaso no tengan ninguna relación con el Islam.

Por lo tanto, la pregunta a hacerse es: ¿de qué nos reimos en realidad?

Si yo tengo en estima un valor, y veo que alguien lo pretende encarnar de una forma que yo considero mezquina, me puedo reir, me puedo mofar o lo puedo criticar. El aludido pensará, en el caso de reir, que me río de él y no de los valores. O que me río unívocamente de él y de los valores. Y hasta es posible que él no piense que me estoy riendo de él sino de los valores. Y si esos valores son sagrados, lo que menos pensará es que me estoy riendo de él. Su interpretación es que me estoy riendo de valores sagrados. Ni se le ocurrirá pensar que mi risa es debida a que lo que percibo de él no está a la altura de lo que yo esperaría de alguien que dice encarnar esos valores.

Y todo esto lo digo, además, por la situación en España, un país de Sagitario por el que el planeta Saturno está transitando entre fines de 2014 y  2017. Mucho humor necesitaremos para pasar este trance. O, si lo prefieren, mucha tolerancia será necesaria para soportar tanta risa ajena (y propia).

Para acabar, les recomiendo la lectura del documento adjunto. También, los recomendables artículos que Juan de la Fuente tiene publicados en su blog y que decodifican la situación en clave astrológica. Aquí van los enlaces:

miércoles, 7 de enero de 2015

Los días en rojo del 2015

Los días en rojo del 2015. 

Ya han pasado dos meses desde el 9 de noviembre, día en que se celebró una consulta en Catalunya relativa a su independencia. Ahora, estando ya en el 2015, y habiendo dejado atrás la rememoración de los eventos de 1714, estamos a punto de entrar en otra dinámica. Los argumentos historicistas expuestos durante este año último, aprovechando la coyuntura de dicha rememoración, deben dar paso a otro tipo de discurso.

También es posible que haya llegado a su máximo la expresión afirmativa de la independencia por parte de los catalanes que la desean para su país. Se dice que harían falta unos pocos cientos de votos más para que en un referendum legal la opción independentista resultara triunfadora. Más vale curarse en salud.
Así, pues, en este momento hay un grupo amplio de personas que quieren la independencia de Catalunya. Sin embargo, habría que ver qué podría suceder si la consulta hubiera sido legal, si todos los sectores interesados en pronunciarse lo hubiesen hecho a través de debates constructivos. Lo que ha ocurrido es que en la consulta ha participado quienes se tomaron en serio el asunto. A los demás les pilló fuera de lugar, o no quisieron participar por no ser legal. Sin embargo, con un referendum en el horizonte hay posibilidades de que quienes no se tomaron en serio la consulta empiecen a querer debatir de acuerdo a opciones que no quedaron bien representadas en el 9N.

El caso es que entre estos hechos y el ascenso de Podemos nos vamos a ir encontrando con un escenario muy fragmentado. La pregunta que me hago es acerca de las estrategias a adoptar por parte de los defensores de la independencia de cara a que el capital popular movilizado no se desmovilice o disperse ante la fragmentación en ciernes.
Mi opinión al respecto es que lo que los catalanes pro-independentistas podrían hacer ya está hecho. Es decir, como decía al principio, la opción independentista ha llegado a sus máximos, ocupando un espacio por mérito propio. A partir de ahora, en función de la congruencia y fidelidad de los políticos que representan tal opción, este capital puede mantenerse o disminuirse. Esos cientos de miles de votos que harían falta para asegurar el éxito en un referendum formal ya no puede venir de la pedagogía empleada hasta ahora. A partir de este momento sólo puede aumentar el número de votos a partir de estos factores:

a/ de la situación política resultante de las próximas elecciones legislativas (de aquí a un año), de tal manera que el caos a que de lugar invite a pensar en la independencia por parte de sectores que no la defendían o que se mostraban esquivos o sin pronunciarse al respecto.

b/ el otro factor es que desde sectores empresariales se produzca un cambio de discurso. Sin ir más lejos, acabo de leer un artículo en el suplemento Dinero de La Vanguardia del 4 de enero, firmado por Josep Maria de Anzizu, que apunta en esa dirección (“Los países pequeños son más eficientes”).

c/ otra alternativa a tener en cuenta, muy relacionada con las otras dos, es que el nuevo gobierno, el que surja de la próximas elecciones legislativas, ofrezca un pacto favorable para Catalunya (para disuadir de los afanes independentistas) y que luego no sea capaz de cumplir con su palabra (lo cual no es nuevo). En este sentido, acabo de leer unas declaraciones de Alex Salmond en las que no descarta plantear un nuevo referendum en Escocia, a la vista de los incumplimientos de las promesas por parte del gobierno de Londres.

En definitiva, la base que puede llevar a la independencia de Catalunya ya está hecha y tan sólo hará falta no perder este capital, esperando, por otro lado, que el caos que va a vivir España durante el 2016 genere más argumentos.

También podría ocurrir que la gestión de los partidos políticos en Catalunya, tras haber seducido al pueblo, se muestre decepcionante y volvamos a experimentar una nueva edición de aquel desencanto que ya vivimos en la época de los gobiernos de Felipe González. O lo que es lo mismo: después de tener encandilado al pueblo con un carisma de ficción llegó la corrupción, el engaño, el desencanto, el pasotismo y la abulia política.
En Catalunya podría pasar algo parecido, si no está ocurriendo ya, que los partidos políticos tradicionales no estén a la altura o no mantengan el comportamiento que el pueblo que les ha votado esperaba, o que aparezcan otras opciones, algunas de ellas con presencia viva, como la Assemblea Nacional Catalana, que al comprobar la ineficiencia de los partidos decida dar un paso y presentarse a elecciones al Parlament de Catalunya.

Y ahora quisiera dar cuenta de las fechas en rojo que pueden resultar claves para el proceso durante el 2015. Por poner un ejemplo, en los días de alrededor del 9N la posición de Marte en signo cardinal en relación a Urano y Plutón resultó determinante. De algún modo, este mismo hilo nos va a ir tirando durante el 2015. A saber:

1/ alrededor del 11 de marzo
2/ la segunda quincena de julio
3/ la primera quincena de diciembre de 2015

Lo del 2016 serán palabras mayores y tiempo habrá para hablar de ello. Lo que sí puedo decir es que caerán cabezas. De momento, el atentado de hoy en París, aunque ya es otro tema, es una avanzada de lo que se avecina en Europa para el próximo trienio (incluyendo el 2015). La posición de Saturno en Sagitario augura intransigencia aquí, allá y acullá.

martes, 6 de enero de 2015

La esponja agotada y el grado 17 de Cáncer.

Phosphoricum Acidum: la esponja agotada y el grado 17 de Cáncer.

Darse a los demás, no tanto por ellos sino por quedarse tranquilo con uno mismo. Es la apología de la bondad, aunque el motivo sea neurótico: la salvación de la propia alma. El caso es que nunca será suficiente con lo que uno haga; siempre habrá algo que si se deja de hacer acarreará mala conciencia
El asunto de Phosphoricum Acidum es que uno vive en un bucle. A partir de este hecho son posibles dos tipos de situaciones:

1.- La de la persona que sólo encuentra sentido en la vida cuando ayuda a los demás: primero les hace ver que está disponible; luego percibe que es su propio egoísmo el que le lleva a ello; se desmorona al darse cuenta de su juego. Por tanto, pues, esta persona dedica tanta energía a dar de comer al bucle que acaba agotada, procurando ayudar a los demás para salvar su propia alma. Así, pues, encuentra que no puede cerrar etapas, pues siempre acaba encontrando un motivo de culpa si lo hace, creyendo no haber sido lo suficientemente bondadosa. Vamos, que cree que todavía falta algo por su parte para poder emanciparse de la carga de conciencia.
Ya sea por karma, resonancia de vidas anteriores, por la propia voluntad o por obligación aportada por las circunstancias, Phosphoricum Acidum es la apoteosis de la abnegación y de la compasión. De algún modo, la persona habilita a los demás como los jueces que dictaminarán acerca de la salvación de su propia alma. Por ello, les seducirá, les ayudará, se dará a ellos, lo necesiten o no. Si no atina con las necesidades de aquellos a quienes pretende ayudar, éstos la rehuirán y la dejarán sola en sus ruegos. Es posible que este tipo de personas, al menos una de las variantes de Phosphoricum Acidum, opte por dedicarse al cuidado de los animales, de los enfermos sin remedio, de los discapacitados, de los frágiles, de los vulnerables, de los pobres, de los exiliados, de los desheredados, de los desarraigados, de los indigentes... y aún así percibirá que esta ayuda no es suficientemente eficaz, que se entrega sin que ello se traduzca en beneficio alguno. A partir de aquí empezará a girar el bucle de la autovaloración menospreciativa, por un lado, o se planteará si la ayuda y la entrega es más algo que tiene que más ver con la fe que con la eficiencia. Es decir, que lo que justifica la entrega es el hecho mismo, y no tanto las consecuencias que uno esperaba a priori.
Puede ser, también, que una persona con tal vocación, si ya encontró la manera adecuada de ejercerla, se dedique a fines religiosos o terapéuticos. Es decir, que su actitud esté canalizada y ordenada, aceptando los límites de la condición humana. Es la manera de mantener controlado el grifo emocional.

2.- La otra variante está representada por la persona desgastada emocionalmente debido a los cuidados que ha dispensado a otras almas, ya sea por la vocación o por una obligación coyuntural. Las secuelas de este desgaste se perciben en la dificultad para pedir ayuda, como si para sí misma no encontrara permiso o motivo para hacerlo. Se trata de un bloqueo, apatía, desinterés o abandono en relación a sí misma.  Como en la opción 1, puede haber apatía sin que haya un motivo claro. Es posible que ello provenga de una reverberación kármica.
Puede darse el caso de que la persona reclame indirectamente ayuda con excusas superficiales que nada tienen que ver con el motivo real. Puede ofrecer ayuda como forma de reclamar para sí lo que no osa pedir de forma directa.

En definitiva, Phosphoricum Acidum describe a alguien sumamente expuesto a las necesidades de los demás, que puede sentirse mal si no hace nada por atenderlas, aún estando en el derecho de no hacerlo. Su diálogo interno gira en torno a merecer salvar el alma a través de la entrega bondadosa. Sin embargo, está en su derecho en poder decidir cómo prodigar esta ayuda y poner límites que le protejan del vampirismo de los demás.

El grado 17 de Cáncer y el desgaste emocional.

El grado de 17 de Cáncer es uno de los que más intensamente encarnan la capacidad para darse, ya sea por recuerdo de otras vidas, por vocación o por obligación moral. De algún modo, el grado 17 de Cáncer representa a la persona que temporalmente ha cancelado la construcción de su propio futuro en favor de una contingencia dramática que la mantiene hipotecada durante gran parte de su existencia. Ello puede haber generado tal desgaste que ha llevado a la persona a borrar o a olvidar cuáles son sus necesidades elementales.

La función de Phosphoricum Acidum es ayudar a re-establecer el contacto con las ganas de vivir que quedaron eclipsadas durante tanto tiempo, llevando a la persona a que sea capaz de identificar y expresar concretamente lo que necesita sin evasiones ni subterfugios.