martes, 28 de noviembre de 2017

Las ascensiones del parásito

Burocracia y parasitismo social.

Vivimos rodeados de parásitos, de parásitos sociales, precisando. La burocracia influye en nuestras vidas en todo, hasta en la forma de pensar. Hablo de la aplicación de la palabra "burocracia" en sentido más amplio y metafórico. Ampliándola, nos encontraremos con que cada cual colabora, lo sepa o no, con la burocracia. Hay burocracias globales, como, por ejemplo, la Unión Europea o la OTAN o la ONU. Y luego hay burocracias locales, como las que percibimos en la ciudad. Pero resulta que todo es muy antiguo, pues tanto las civilizaciones más antiguas, como la egipcia o la china, ya contaban con un buen arsenal burocrático. Sin embargo, cuando el término empieza a proliferar es a partir de final del siglo XVIII, a partir de las revoluciones americana y francesa. De todos modos, la mayor causa de proliferación viene de la revolución industrial, cuando el trabajo especializado y masificado empieza a burocratizarse y a jerarquizarse. Con la revolución industrial, además, se producen grandes migraciones del campo a la ciudad. También surgen oficios nuevos, divisiones del trabajo, especializaciones, etcétera. Es la época en que empiezan a surgir las corporaciones, hoy dominándolo todo.

Antes de ello, antes de la era de las revoluciones, había una burocracia surgida de los imperios. Por ejemplo, en el caso de España, que con el fin de la era feudal y el inicio de la modernidad se convertirá en apetencia de, primero, la corporación de los Trastámara a la de los Habsburgo, y luego a la de los Borbones. Las monarquías modernas requieren de una buena red clientelar, la cual es, en sí misma, burocrática.

Después de la ola burocrática surgida de la revolución industrial vino la correspondiente a la política, con la generalización de la democracia. Los partidos políticos son pirámides burocráticas subvencionadas por el Estado. Lo vemos, por ejemplo, en los casos de movimientos sociales fuertes, en tanto que amenazan con desbordar la capacidad de la burocracia para asimilarlos. La burocracia se torna hostil cuando se encuentra con semejantes contrariedades. O bien, los partidos capturan las dinámicas sociales hasta hacerlas totalmente suyas.

La ciencia y la medicina también generan sus propios arsenales burocráticos. Lo vemos, por ejemplo, en la división del conocimiento en especialidades desconectadas (por obra y gracia de su propia burocracia). Ahí veríamos su funcionamiento en las universidades, con sus normas, sus requisitos, sus prejucios, sus intereses mezquinos. A la medicina también le pasa lo mismo. Incluso ocurre lo mismo en la medicina alternativa. Y ya no digamos la psicología, la psiquiatría, etcétera. El poder que tienen estas pirámides burocráticas es tal como para que constatemos su influencia a todas horas.

Los medios de comunicación son también entes burocráticas.

La última oleada empezó a acontecer con el surgimiento de internet. Podríamos entender que los usos y los negocios que proliferan en la red también generan formas burocráticas. O las redes sociales, que prometen facilitarnos la vida, también lo son.

Lo que está ocurriendo en estos años es una guerra entre formas burocráticas caducas y formas burocráticas emergentes.

Por cierto, la banca y el sector de los seguros, entierros y servicios fúnebres también contribuyen a generar trama burocrática. Y las instituciones del estado. La burocracia da de comer a muchas bocas.

Pero qué es la burocracia: la burocracia es una artimaña creada por el humano, y cooperada por todos y cada uno de nosotros, orientada a que nada llegue a puerto por sí solo. Es decir, la burocracia hace que los logros del pueblo lo sean de la pirámide social entera. La consecuencia de ello es que las élites de cada pirámide son las que verdaderamente se benefician de la energía surgida de la gente.

lunes, 27 de noviembre de 2017

República de Acaria

La República de Acaria fue fundada el 2 de noviembre de 2017. Ocurrió de buena mañana, mientras yo fabulaba con lo que iba a hacer durante el día. El caso es que fui requerido por el grupo de ácaros con quienes comparto mi vida. Me dijeron que se habían reunido en asamblea para constituirse en República. A continuación me pasaron el escrito fundacional.

Constitución de la República de Acaria.

Los habitantes de Acaria, tras siglos y siglos de ignominia, hemos decidido constituirnos en forma de República. La República de Acaria se regirá por las siguientes normas:

Acaria fomentará la defensa de sus valores a lo largo y ancho de todo el mundo, incluso el extraterrestre, pues es bien sabido de la presencia de ácaros en el polvo cósmico.

En la República de Acaria el anonimato será uno de los valores más relevantes. Quien transgreda esta norma se verá reducido a polvo, para regocijo de ácaros y acaritos.

Los ácaros no se preocuparán por su subsistencia, a diferencia de otras especies, pues se adaptan a todos los entornos, excepto los demasiado limpios.

Por consiguiente, la comunidad ácara ruega a todas las demás especies, especialmente a la humana, que no sea tan agresiva en su forma de asear los espacios, tanto privados como públicos.

La naturaleza del pueblo ácaro le lleva a vivir feliz con la subsistencia justa. Nadie se extralimitará en lujos innecesarios.

En la República Ácara no habrá desigualdades sociales.

La antigüedad del pueblo ácaro, existente desde antes de los dinosaurios, garantiza una mesura y una madurez que pueden resultar de interés para el nuevo gobierno mundial.

Se considerará ácaro todo aquel que tenga una conciencia lo suficientemente fina y elevada como para aceptar este hecho.

No son bienvenidos los aspiradores, las máquinas de aire acondicionado y según qué detergentes. 

He dicho.
El ácaro mayor.

jueves, 16 de noviembre de 2017

Cannabis Sativa y el grado 18 de Capricornio

De mis experiencias con CANNABIS SATIVA y el grado 18 de Capricornio.

Unas palabras previas a este artículo: el uso del grado que se corresponde con cada medicamento homeopático nos permite entender mejor el mundo en que vivimos. Así, por ejemplo, el grado 18 de Capricornio, que está siendo transitado por Plutón, nos muestra una forma destructiva de ambición. Y es así que estamos viendo cómo esa ambición ha depredado el mundo y se ha agudizado en el mundo durante estos últimos tiempos. Los próximos grados interesantes serán los correspondientes a otras dos formas de ambición muy interesantes de comprender. A saber: Vitex Agnus Castus (22 de Capricornio) y Plumbum Metallicum (24 de Capricornio), que irán resonando más fuerte según se acerque el tránsito de Plutón durante estos próximos años.

Ególatra e insistente hasta la repelencia. Le importan las personas en la medida en que puede beneficiarse de ellas. No obstante, cuando este interés está vivo, puede comportarse como un seductor. Sin embargo, por el contrario, cuando no lo hay, su actitud puede resultar gélida, distante o despótica. Cannabis Sativa es un psicópata potencial, un ser que sólo atiende a su propia conveniencia e interés. También hay personas Cannabis Sativa, en el extremo contrario, que parecen ser todo bondad. Y lo son porque son conscientes del potencial ególatra y maligno que hay en su interior. En este caso, se trata de personas que han decidido obrar a partir de la bondad. Sin embargo, es posible que se encuentren con la maldad personificada en otros individuos o a través de situaciones que les salpican. En este caso, un trabajo interesante podría ser saber sacar la maldad del armario en entornos en los que no se perjudique a nadie, y que tampoco se personifique contra uno por parte de invasores psicópatas del entorno. Es decir, el carácter Cannabis Sativa puede generar dos tipologías: la del ambicioso que rechaza todo límite o la del humilde que se cuestiona sus aspiraciones. La diferencia entre el primero y el segundo es que el primero no es consciente de los efectos secundarios de sus propios actos; el segundo, en cambio, sí lo es y, por lo tanto, puede prever qué consecuencias negativas puede acarrear su ambición sobre sí mismo y sobre los demás. Por tanto, pues, un tratamiento con este homeopático tanto puede resultar de interés a quien peca por exceso como a quien peca por defecto.

Cuando la persona Cannabis Sativa se da cuenta de su egocéntrica forma de ser, cuando cambia de polaridad, se vuelve muy autocrítica, hasta el punto de aniquilar las posibilidades de éxito en la vida. Este nivel de autocrítica no permite percibir la realidad justa. Con semejante actitud, hasta es posible que la persona no se soporte a sí misma, lo cual puede llevarla a no querer verse, ni a ser capaz de reflexionar sobre ella. La necesidad de calma lo lleva a realimentar la tormenta. Y así es como puede volverse adicto a la ambición, al dinero, al poder, al trabajo, a las drogas, al alcohol, al juego, al sexo compulsivo, a compañías destructivas, a la vigorexia y a cualquier actividad creativa o destructiva que sea capaz de apaciguar la furia interna.

El individuo Cannabis Sativa puede ser proactivo hasta la naúsea, ya que a menudo resultan molestos para los demás, pues les hacen sentirse objetos. Por la misma razón, los Cannabis Sativa que funcionan desde el registro contrario, desde la bondad pasiva, comprobarán que propenden a convertirse en víctimas fáciles de los depredadores emocionales.

El drama de Cannabis Sativa es que no conoce sus límites. O los conoce, pero no los acepta. Por la misma razón, tampoco sus posibilidades, que o no las conoce o no las acepta. Aspira a todo y no puede llegar a nada. Tiene quereres fuertes con propósitos que son superados por el vaivén de sus ambiciosos caprichos. Lo que quiere lo quiere fuertemente, pero falta una voluntad disciplinada y ajustada a las reales posibilidades.

Cannabis Sativa no acepta fácilmente ser tocado, no muestra empatía y vive únicamente para si mismo. Incluso puede padecer de alguna fobia social que le lleva a la autoexclusión, aunque puede pasar por etapas de gran socialización, en especial cuando tiene algún interés que requiera usar a los demás en beneficio propio. En este sentido, Cannabis Sativa puede resultar repelente para los demás, debido a su egocentrismo, que es percibido como invasivo o excesivamente aprovechado y oportunista.

La persona Cannabis Sativa tiene metas fuertemente idealizadas. Cuando ve que no las puede concretar, su forma de autodefensa es cambiando de metas, dispersándose, abandonándose o culpando de ello al contexto social. Su vida puede acabar convertida en viva expresión de Sísifo arrastrando la piedra montaña arriba. La consecuencia de ello es el desperdicio del potencial, ya sea por perseguir metas inarmoniosas o por poner condiciones que no favorecen la realización. Bien, en realidad las metas pueden ser realistas, pero la actitud de Cannabis Sativa las convierte en inarmónicas e imposibles. Lo satisfactorio sería escoger una meta posible, un propósito y dedicarse a él incondicionalmente y sin preocuparse por los resultados, de si llegan o no  llegan, o de si habrá reconocimiento social o no lo habrá, o de si ello generará o no el beneficio material esperado.

Es posible que las ambiciones de Cannabis Sativa sólo sean una tapadera orientada a enmascarar un rechazo pre-existente en relación al mundo de lo humano. Es muy posible que detrás de estas ambiciones haya una intención de darle una lección al mundo, como si esas ambiciones tuvieran un componente de venganza.

Llegados a este punto, podemos entender que un trabajo con Cannabis Sativa giraría en torno al desarrollo de la humildad, de la calma, de la paz interior, para poder llegar a apreciar la realidad por lo que es y no tanto por lo que uno quisiera que fuese. Y todo ello, para una mayor integración armoniosa de los propios propósitos en consonancia con los del grupo, para conseguir de éste la complicidad necesaria. También, y por la misma razón, dulcificar la presión interna, para mejorar los aspectos cardíacos y procurar que la efusión por la realización de las metas no perturbe la calma y la acción incondicional que estas demandan, incluyendo las de la propia contemplación. Tengamos en cuenta que Cannabis Sativa puede verse atrapado por su propia frustración, hasta el punto de llegar a convertirse en un indigente que ha perdido sus referencias, su identidad y el sentido de la lucha. O alguien que en su miseria se ve obligado a vivir de los demás, lo cual sería una paradoja cruel del destino de una persona que aspiraba a ser totalmente autosuficiente.

Cannabis Sativa puede resultar de utilidad a personas que ponen tanta fuerza en sus propósitos que lo que consiguen es el efecto adverso sin darse cuenta. Así, pues, la adversidad que uno percibe en el exterior está troquelada por la adversidad que uno lleva dentro de sí. También es posible encontrarnos con personas que abominan de sus ambiciones, haciendo los posibles para no llegar a nada en la vida. De ahí que un trabajo interesante sea concentrarse en un único propósito y no abandonarlo, aunque los resultados puedan demorarse toda una eternidad, entre otras cosas porque la acción calma ya es en sí misma un logro verdadero. Por otro lado, esta calma que la acción incondicional requiere generará un cambio de percepción del mundo y de uno mismo.

Cannabis Sativa es el reverso de Cannabis Indica. Este último tiene un registro más femenino, mientras que el primero está más relacionado con patrones de comportamiento masculinos (o masculinizados).

Cannabis Sativa y el grado 18 de Capricornio.

En el rubro formado por Cannabis Sativa y el grado 18 de Capricornio confluyen la ambición de largo alcance junto con una precipitación por parte del individuo. Es decir, el ambicioso pierde la paciencia y se exige a sí mismo aspirar en tiempo presente a todo aquello que, en otro tipo de personas o en situaciones históricas diferentes, hubiera sido posible encarnar a lo largo de diversas generaciones. Podríamos decir que en este rubro hay peligro de colapso personal por exceso de ambición, como si el excesivo querer acabara matando la nobleza de propósitos, llevando a la persona a un abismo creado por su propia egolatría, pudiendo volverse mezquina, manipuladora o depredadora.

Los Cannabis Sativa son fácilmente frustrables y pueden sufrir de hipertensión, hipotensión, problemas circulatorios, taquicardias, etcétera.

--> Un trabajo relacionado con este rubro sería procurar que la nobleza de la actitud se mantenga a la par con la nobleza de lo ambicionado. Lo contrario de ello resultaría en una nobleza de propósitos pervertida por una actitud innoble.

domingo, 12 de noviembre de 2017

La España que se suicida

La España que se suicida o la maldición de llamarse Felipe, Rey.

Curioso subcontinente ibérico, este en que vivimos, que parece un estanque, aunque no de agua. Parece un pantano con una compuerta difícil de pasar, los Pirineos. Una compuerta que dificulta poder entrar y poder salir. Y en este subcontinente hay un país llamado España, gobernado por familias. Familias regias que empezarían con una dinastía castellana, los Trastámara, pero que luego fue entregado a una familia centro-europea, los Habsburgo. Lo que facilitó el salto de los Trastámara a los Habsburgo fue el matrimonio formado por Juana la Loca y Felipe I el Hermoso, que es quien abre el periodo. Por consiguiente, estamos siendo gobernados por corporaciones multinacionales desde hace bastante tiempo. Últimamente nos quejamos de que nos gobiernan corporaciones de la globalización, pero lo cierto es que el asunto es bastante más antiguo.

El siguiente Felipe, el II, ya en plena era Habsburgo, y fue muy ambicioso. De hecho, con él se llegó al esplendor de la corporación que él representaba y cuyos intereses defendía. Con él aconteció aquella batalla de la Armada Invencible, que facilitó a los ingleses el lugar imperial en el mundo que a partir de ese momento iban a ir ocupando. La ambición puede desembocar en deuda y ruina.

Con Felipe III llegamos al rey al cual le daba igual gobernar. Esta indolencia llevó a que la figura del valido adquiriera importancia. El hombre clave aquí es el Duque de Lerma, quien convenció al rey de trasladar la capital de Madrid a Valladolid, antes, eso sí, de haber adquirido terrenos y palacios, los cuales aumentaron de precio con dicho traslado. Todo muy bien pensado. La capìtalidad en Valladolid duró poco tiempo, para volverla a trasladar a Madrid, eso sí, repitiendo la misma operación especulativa. Como vamos viendo, el espíritu del Duque de Lerma se repite en la historia de España, incluso en la más reciente.

Al llegar Felipe IV nos encontramos con el rey que empieza a perder territorio nacional. Es la época del Tratado de los Pirineos. Sin embargo, el otro hecho por el que se puede elevar a los altares (es un decir) a este rey fue el de haber creado una burbuja financiera (en 1617), incluso antes que aquella de los tulipanes en Holanda (en 1640), para sufragar las pérdidas y las deudas de tanta ambición heredada.

Luego viene Felipe V, un rey francés, que inicia la dinastía borbónica en España. Como ven, vamos de corporación en corporación. Este rey ha generado una huella en Catalunya. La guerra de sucesión generó efectos secundarios que a día de hoy sigue con heridas abiertas.

Y luego, por fin, llega Felipe VI, un rey que lleva un nombre con mal fario. ¿Será este rey quien rompa con la herencia histórica acumulada? ¿Será este el rey que adecente el pantano patrio? Me pregunto en qué estarían pensando sus padres cuando se les ocurrió poner este nombre para su hijo, y eso que ya estaban avisados de lo que podría pasar si se decantaban por este nombre. De momento, a tenor de tantos casos de corrupción y de especulación como hay, parece que la historia está repitiéndose hasta en los más pequeños detalles, ante el pasmo de propios y extraños.

Me he referido en este artículo al suicidio de la España institucional, a través de las deudas excesivas y especulaciones que han ido beneficiando a camarillas sucesivas. Ahora nos falta complementar este asunto de los suicidios con el de las luchas de Caín contra Abel, en este país que parece vivir en un atolladero perpetuo. La orografía y la forma del territorio peninsular nos da pie a pensar que vivimos en una cultura que se enclaustra y se colapsa con facilidad. Me recuerda a aquella serpiente que, cortada su cabeza, muerde su propio tronco, como si este fuera una presa a la que aniquilar.

El desborde de Lilith.

Para quienes siguen el proceso histórico en el que estamos a través de las posiciones astrales, les diré que estamos a punto de entrar en un nuevo trompo a partir del día 13 (y siguientes), con especial intensidad afectando a conflictos calientes (no solamente a España). Este trompo, que empieza en estos días, durará hasta bien entrado el 2018. A parte de los aspectos de Marte a Urano, a Eris y a Plutón, tenemos el factor Lilith, aspectando primero a Saturno, a Pholo y a Mercurio (atención a los días 15, 16 y 17 de noviembre), y luego aspectando a Plutón en Capricornio (a partir del 28 de diciembre y a lo largo de la primera mitad del 2018), puede poner en evidencia la función repetidora que conlleva llamarse Felipe, Rey. O no. Lo iremos viendo en breve.

martes, 7 de noviembre de 2017

Gelsemium Sempervirens y el grado 10 de Virgo

Gelsemium Sempervirens y el grado 10 de Virgo.

La felicidad emerge cuando uno acepta su propia insignificancia.

Unos de los efectos surgidos de las tomas de Gelsemium Sempervirens afecta a los pensamientos, en especial a aquellos que se refieren al devenir cotidiano. No estamos hablando, pues, de pensamientos espirituales, sino de parásitos mentales que forman parte de las rutinas de cada día. Por consiguiente, el patrón de Gelsemium Sempervirens es la aprehensión o preocupación por nimiedades. Y cuando la preocupación ocupa la centralidad del pensamiento, la mente se vuelve fragmentaria, mezquina, aprehensiva o hipocondríaca. Una razón de fondo para esta proliferación es que el individuo Gelsemium Sempervirens parece no haber encontrado su lugar en la vida. Y hasta es posible que tal situación sea heredada. Es decir, que la persona Gelsemium Sempervirens procede de un linaje en el que algún ancestro perdió su lugar, su identidad, sus privilegios y su posición social, dejando para sus sucesores una sensación de exilio, ausencia o exclusión. Sea cual sea el origen, la persona Gelsemium Sempervirens se siente a parte y sin integrarse. Incluso es posible que trate de acercarse a los demás tratando de serles útil. Sin embargo, esta forma no sólo no le servirá para ubicarse en el cosmos afectivo sino que puede generar efectos contrarios, llevando a que la persona se sienta aún más sola. Ello se debe a que ofrece servicio a cambio de afecto, inclusión y reconocimiento, lo cual conlleva desigualdad, pues lo que los demás no aceptarán es que se les implique emocionalmente.

En algún momento, Gelsemium Sempervirens perdió su trono. Esto es algo que puede sucederle a algunos niños, como cuando llega un nuevo hermanito, o como cuando se produce un cambio de colegio o de residencia y debe uno abandonar el lugar que ocupaba. Y aún más si a ello le sumamos el hecho de que otros miembros de la familia también perdieron su lugar (aunque debido a otros motivos). La pérdida del trono también puede percibirse en situaciones en las que la persona se queda sin trabajo y sin las relaciones surgidas de él. O cuando la persona es jubilada y debe reconstruir su lugar en el mundo. Pues bien, este espacio es crítico, especialmente cuando la persona se encuentra en plenitud de facultades, haciendo un buen trabajo y con buenas relaciones con compañeros y amigos.

El tema de Gelsemium Sempervirens es la protesta muda o invisible. La persona se queda para sí pensamientos y emociones, hasta quedarse sepultado por ellos, siendo incapaz de exponer sus congojas con normalidad.  Cuando esto ocurre, Gelsemium Sempervirens acabará confiando en personas ajenas y alejadas del entorno cotidiano, pues se siente más libre. De este modo, la vida de Gelsemium Sempervirens queda fragmentada hasta volver a la persona invisible o incomprensible ante sus congéneres más cercanos. Es por ello que tiene más sensación de resultar visible en entornos que no son los propios de una relación ordinaria. Con los propios -la familia, por ejemplo- pierde libertad. En cambio, en situaciones al margen, se siente muy libre.

Hay un aspecto que liga Gelsemium Sempervirens con la indigencia y el vagabundeo. Muchos indigentes tienen apetencias grandiosas, en proporción a la realidad que se las niega. A menudo aparecen ante los demás como humildes o frágiles, cuando en realidad son egocéntricos y megalómanos potenciales.
Otro detalle significativo en la vida de estas personas es que, cuando alcanzan el bienestar y la satisfacción, la alegría es fugaz. Y lo mismo se podría aplicar a logros laborales, económicos y afectivos: la sensación de plenitud es efímera. Por consiguiente, es posible que en Gelsemium Sempervirens haya una idealización del bienestar, como si se tratara de algo que pudiera permanecer para siempre. Por la misma razón, hay una nostalgia por el pasado, como si ahí hubiera habido satisfacción y plenitud reales. Por lo tanto, un trabajo relacionado con Gelsemium Sempervirens sería aprender a verse a sí mismo, para estar en paz, para no fragmentarse, para dejar de añorar lo que ya no volverá, para poder conectarse con el ahora y con el aquí.

Muy relacionado con todo lo dicho hasta ahora es que el otro tema relacionado con Gelsemium Sempervirens gira en torno al reconocimiento. En este sentido, la persona siente que no es reconocida por quienes tiene más cerca. Sin embargo, obtiene reconocimiento en situaciones inusuales, o entre personas que no son las habituales de su entorno.

En consecuencia, un posible trabajo relacionado con Gelsemium Sempervirens giraría en torno a la desaparasitación de la mente. Es decir, llegar a saber relacionarse en el entorno habitual con la misma soltura y eficacia que cuando uno está fuera de él. Desparasitar la mente es ir quitándole prejuicios y preocupaciones por nimiedades.

El otro aspecto relacionado con Gelsemium Sempervirens es que parecen no tener propósitos en la vida, o que temen manifestarlos abiertamente entre los suyos. Esto da una apariencia de acomodación que es falsa. Gelsemium Sempervirens es un inadaptado disfrazado de superadaptado. En realidad, su desacuerdo existencial es manifestado a través de la pasividad, la furtividad, el silencio o siendo evasivos justamente cuanto más claros y directos deberían ser. Por consiguiente, de las personas Gelsemium Sempervirens no sabemos lo que piensan, ni lo que sienten, ni lo que quieren. La conclusión a la que podríamos llegar es que parece no haber identificado lo verdaderamente importante en su vida; o bien, no se siente apoyado como para poderlo expresar plenamente. La vida cotidiana ejerce una censura en la vida de Gelsemium Sempervirens. Sin embargo, tal censura se disipa en entornos atípicos.

Tanto si la persona no tiene claro lo que quiere, como si lo que le dificulta la claridad es una censura interna que se activa en presencia de los demás, el principal reto a corto plazo es desenzarzar la mente diletante, procurando romper la dinámica ocultacionista o de preocupaciones hipocondríacas o narcisistas. Solamente de esta manera podremos llegar a percibir que la tal falta de clarificación proviene de un rechazo de fondo a mostrarse y ser visto como relevante ante la vista ajena. Es posible que en la infancia haya habido presiones para que el niño que Gelsemium Sempervirens fue se mostrara tal y como sus padres esperaban. También puede ocurrir lo contrario: que el niño Gelsemium Sempervirens se queje de ser invisible para los demás. El miedo a ser ignorado puede formar parte del mismo drama, como la cara opuesta de una misma moneda. La consecuencia, no querer ser ignorado o sentirse un mero objeto que contenta a los demás, es que  Gelsemium Sempervirens no quiere ser nada para los demás y quiere serlo todo para no sabemos quién. Ese quién es él mismo, aunque es lo que tarda más en descubrirse.

En realidad, Gelsemium Sempervirens no necesita demostrar nada a nadie. Sin embargo, puede pasar que se vea acechado por tentaciones de querer ser importante para los demás. Aquí es cuando veríamos la influencia de los padres infiltrada en las propias motivaciones. En realidad, a quien quisiera contentarles es a ellos, cosa imposible, por otro lado.

La persona Gelsemium Sempervirens piensa muy deprisa y sin control. La razón de esta rapidez, y más cuando se trata de pensamientos no esenciales, es la soledad. La soledad inflama los pensamientos parásitos no esenciales hasta hacer que la mente funcione implosivamente. Sin embargo, cuando la persona acepta su soledad y su insignificancia en relación a los demás, se cohesiona y puede vivir plenamente la sabiduría oculta de la cual es portadora. Por contra, si se relaciona con los demás para escapar de la implosividad de su mundo interior, puede acabar fragmentándose.

Las tomas de Gelsemium Sempervirens pueden servir a personas que sufrieron (o están sufriendo) pérdidas afectivas prematuras acompañadas de pérdida de posición social asociada. Un hijo que pierde a su padre o a su madre (y viceversa), o un marido que pierde a su esposa, no se relacionará con los demás del mismo modo que antes de la pérdida. Por consiguiente, Gelsemium Sempervirens puede ayudar en procesos de duelo recientes -o en duelos antiguos no consumados-.
También puede ayudar a personas que han perdido el trabajo y posición social o económica, puesto que ello les lleva a relacionarse con el mundo de otra manera. O a personas mayores que no quieren soltarse de sentimientos y expectativas que son más propios de cuando fueron jóvenes.

Las personas Gelsemium Sempervirens suelen identificarse con determinadas categorías sociales, especialmente cuando éstas suponen servicio, eficacia o seguridad. Es decir, prefiere ser vista por la profesión o rol social que ejerce. En consecuencia, la persona desaparece bajo estas categorías, las cuales utiliza como prótesis. Estas personas, al llegar a la jubilación (voluntaria o forzosa) pueden experimentar un vacío que tanto puede ser por la pérdida de una costumbre, como por el prestigio o sustrato social del cual tendrá que prescindir. Esto mismo también puede ocurrirle a una madre que ve que sus hijos están creciendo y se marchan de casa, o encuentran una novia que ocupará el lugar de ella. Se trata de esas madres que no saben renunciar a su antiguo rol. En realidad, lo que experimentan estas personas es un sentimiento de exclusión temporal, pudiendo sentir celos de quien ocupe el lugar que antes ocupaban ellas. Hay en Gelsemium Sempervirens una sensibilidad muy fina asociada al desplazamiento emocional provocado por un cambio o cesación en las funciones que proporcionaban identidad e inclusión. Ahí veríamos que un trabajo con Gelsemium Sempervirens debe comportar que, antes que función, uno es persona, y que las otras personas también lo son, más allá de si son hijos, maridos, esposas, jefes o subordinados. La idea de fondo para un trabajo relacionado con el drama de Gelsemium Sempervirens es disfrutar de no ser visto, de no ser necesario y de resultar totalmente prescindible. Podríamos decir que si Gelsemium Sempervirens acepta su invisibilidad existencial puede llegar a ser verdaderamente feliz.

La toma de conciencia relacionada con Gelsemium Sempervirens ayudará a eliminar lastres del pasado, especialmente cuando están relacionados con viejos momentos de esplendor o felicidad. Gelsemium Sempervirens ayuda a aceptar lo insignificante que es uno en su vida y, más aún, en la de los demás. La consecuencia de ello es la libertad y el descanso mental. Tengamos en cuenta que Gelsemium Sempervirens, por resultar útil y sentirse acogido, puede recurrir a la coacción emocional si con ello cree que los demás permanecerán durante más tiempo a su lado. Por tanto, pues, puede ir bien para quienes sienten celos, manipulan o hacen lo que fuera para coaccionar a los demás. Y es precisamente este hecho el que lleva a la mente a vivir en una cadena de preocupaciones y pensamientos estériles, sospechas y especulaciones en relación a otras personas. De ahí que el trabajo debe ir dirigido a aquietar la mente, a simplificar o reducir la cantidad de preocupaciones, y a aceptar la propia insignificancia o temporalidad. Consolidado este trabajo, la persona Gelsemium Sempervirens vivirá con mayor sensación de ligereza y libertad, y con menos complicaciones emocionales.

Además, el homeopático Gelsemium Sempervirens ayuda a que la mente se concentre en el verdadero interés de su propósito. Por esa misma razón, puede ayudar a dormir a quien necesite liberarse de pensamientos sobrantes e imágenes parasitarias. A quien esté estudiando, además, le ayudará a mantener la atención en lo verdaderamente prioritario. A quien se vea en la necesidad de atender diversos asuntos, las tomas de Gelsemium Sempervirens le aportarán una idea más clara acerca del orden que deberá seguir cada asunto. Tomemos en cuenta que a los individuos Gelsemium Sempervirens les falta autoridad sobre sí mismos, pues tienden a fragmentarse cuando se dejan poseer por preocupaciones.

Gelsemium Sempervirens anhela un reconocimiento que no guarda relación con la realidad de su ser. Ello nos llevaría a pensar que el primer reconocimiento a conquistar es el de la opinión que uno tiene de sí. Sin embargo, el drama de Gelsemium Sempervirens es que no se reconoce en lo que es su ser más allá de la función con la que se identifica. Incluso la opinión que los demás tienen de él es mejor y más ajustada a la realidad que lo que Gelsemium Sempervirens cree.

Por consiguiente, Gelsemium Sempervirens puede ayudar a que cada persona encuentre en sí misma la verdadera razón de vivir, más allá de la función que tenga como padre, madre, esposa, marido, hijo o hija, profesor, alumno, médico o lo que sea.

El individuo Gelsemium Sempervirens es alguien que se sabe egocéntrico y trata de disimularlo. O bien, en caso de que no lo sepa, se queja de que lo dejan solo. En realidad quisiera ser el centro de la atención, pues ello equivale a ser querido, reconocido y aceptado. Puede tratarse, no obstante, de alguien que trata de contenerse, y más si sabe que tiene un fuerte ego que al expresarse con fuerza acaba provocando la huida de los demás.

El drama de este grado es la represión del reconocimiento (y de la vida social, en tanto en cuanto es la base de dicho reconocimiento). Es decir, cuando Gelsemium Sempervirens se expresa plenamente le huyen; y cuando logra pasar desapercibido, los demás le reconocen en unos términos que no coinciden con los suyos (o con lo que él considera la realidad de sí mismo). Lo vemos, por ejemplo,  en personas que oscilan entre la opinión que tienen de sí mismos y la opinión de los demás, poco o nada coincidente. Por tanto, pues, el tema de Gelsemium Sempervirens está en el espejo y lo que en realidad se ve en él. Por tanto, pues, un buen trabajo sería cerrar los ojos, para percibir cuál es la imagen real que uno tiene de sí, más allá de especulaciones acerca de lo que piensen los demás y de lo que uno ve en espejos ajenos.

El problema de Gelsemium Sempervirens es la influencia de la opinión que los padres de uno ha dejado en nuestra identidad. Por tanto, pues, el trabajo girará en torno a una desidentificación progresiva en relación a esas opiniones, sean cuales sean. El resultado final de esta desidentificación será la aceptación del aplauso efímero, cuando llega, y la aceptación del propio anonimato.

El grado 10 de Virgo.


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El grado de resonancia de Gelsemium Sempervirens es el 10 de Virgo, que representa a alguien cuyo ser desaparece o se esconde debajo de una personalidad funcional, entendiendo como tal cuando las personas viven condicionadas por la función que la familia y la sociedad les asigna. Por tanto, el descubrimiento relacionado con este grado gira en torno a sacarse de encima todas estas categorías, a cambio de darle la prioridad a la persona que es cada cual.