domingo, 23 de marzo de 2014

La astrología psicológica

La psicología astrológica de un ciclo muy especial: Quirón-Neptuno.

En un artículo anterior indiqué cómo este ciclo tiene relación con la evolución reciente del estado del bienestar. En concreto, el periodo que va de una conjunción a otra nos indica un biorritmo muy explícito. Por ejemplo, el ciclo actual se inicia justo cuando la crisis financiera alcanza su mayor crudeza. Con la conjunción correspondiente, la del 2010, se pone fin a un ciclo que se inició con la anterior, la acaecida en 1945. Se podría decir, pues, que el estado del bienestar experimenta un desarrollo (auge, plenitud, declive) que guarda gran relación con los ciclos en los que está concernido el planeta Neptuno. Y, con mayor razón, cuando además está implicado Quirón. Es decir, el ciclo del estado del bienestar, surgido a resultas del fin de la 2a. guerra mundial, acaba de finalizar. A partir de ahí irá emergiendo otro modo de estado cuidador (o descuidador) del bienestar de la población.

Sin embargo, hay otro aspecto de la vida relacionado con este ciclo, acaso más fielmente indicador de sus contenidos psicológicos y espirituales.

La conjunción anterior, la de 1945, pone en marcha el periodo de industrialización de la psicología. O, si lo prefieren, de la entrada definitiva de la psicología en el mundo de la empresa, lo cual es como decir que la psicología se va ramificando por la sociedad entera. Se podría decir que este ciclo marca el inicio de la psicologización de la vida corriente.

Como curiosidad les diré que Liz Greene (en la foto) nació justo después de la conjunción. Liz Greene, nacida en 1946, es una psicóloga-astróloga muy conocida por haber hecho un puente entre la psicología, el simbolismo y la astrología.

Otra curiosidad relacionada con este ciclo es la que acontece justo cuando Quirón y Neptuno se ponen en oposición (un punto de inflexión determinante) en 1989. En ese año se estaba viviendo el auge pleno de la astrología psicológica. También, cómo no, del coaching. 

Por cierto, el coaching, aunque a los coaches no les guste que se les equipare con psicólogos o terapeutas, es uno de los síntomas de la psicologización plena de la sociedad.

Sin embargo, ahora, tras la conjunción habida en el 2010, podemos ver cómo el coaching se está psicologizando a las claras; la psicología, por otro lado, se está psiquiatrizando; y los economistas, muy de moda últimamente, se están convirtiendo en gurús de lo suyo y de lo otro.

sábado, 22 de marzo de 2014

El gran tijeretazo: 2015-2016

La acción de la gran tijera.

La tijera seguirá siendo protagonista en los próximos años. En concreto, el periodo que va de octubre de 2015 hasta bien entrado el 2016 su acción será especialmente intensa. Sin embargo, en esos recortes hay otros elementos que contribuirán a hacer que este periodo pase a la historia.

Bien, en realidad ese periodo es, además, preparatorio para el gran punto de inflexión que será el 2020, un año con grandes conjunciones planetarias. Se podría decir que en el estrés que caracteriza a la etapa actual (desde el 2008 hasta el 2017) tanto influyen los desaguisados cometidos, causantes de eso que hemos convenido en llamar crisis, como la agenda futura. Es decir, un choque de placas tectónicas: la del pasado con la del futuro. Un nuevo mundo económico y político quiere emerger y hacerse paso. Debo decir que este emerger está en la agenda internacional desde por lo menos 1992-93. 

Hay otro detalle en relación a este periodo (final 2015-primeros meses del 2016). Va a coincidir con el final de la legislatura en España. Es decir, el actual gobierno dejará la tijera para quienes le sucedan, los cuales se encontrarán que tendrán que hacer frente con un marrón que va a ser tan desagradable como la herencia que recibió Rajoy por parte de Rodríguez Zapatero. Sabido es, por otro lado, que los gobiernos acometen las medidas más impopulares en el primer tramo de su mandato y dejan para el final aquellas que les reporten mejores resultados electorales.

En esos años (2015-2016) habrá una recesión fuerte que será utilizada como excusa para la acción de la tijera. El sector que más va a sufrir el recorte van a ser los funcionarios. Así, pues, lo acontecido hasta ahora es únicamente un aperitivo.

El 2017.

He dedicado algún otro artículo a hablar del 2017. Se trata de un año clave para poder vislumbrar los cambios que empezarán a tener lugar en el 2020, un año iniciático en todos los sentidos. Nada que ver con las burbujas creadas por los mercaderes de lo espiritual en relación al tan cacareado 2012. 

En el 2017 Plutón pasa por el grado en el que se formó la gran conjunción entre Urano y Neptuno acaecida alrededor de 1993. En concreto, por el grado 19 de Capricornio. Ese grado alberga la memoria de la puesta en marcha del gran proyecto federal europeo, que entre otras cosas incluye la potenciación de la región euromediterránea. Es muy posible que en ese año esté listo el Tesoro Único Europeo, el cual conllevará la unión bancaria y la creación de una agencia europea de la deuda. Probablemente, además, se tocará el tema de los paraísos fiscales.

Alrededor de 1993 se firmó el acuerdo de Maastricht, el cual, por ejemplo, Dinamarca votó negativamente en referéndum. En esos mismos años, el Reino Unido e Italia abandonaron el Sistema Monetario Europeo. Sin ir más lejos, en España la peseta fue devaluada dos veces. Aún así, el proceso unificador prosiguió. Prueba de ello fue la implantación del euro acaecida pocos años después. Así, pues, en estos años venideros veremos hasta qué punto deben transformarse la política y la economía para poder llegar al 2020 en las mejores condiciones posibles, pues un nuevo contexto lo pide.

viernes, 7 de marzo de 2014

Los años del umbral: 2010 y 2016

La crisis empezó en el 2007. Empezó a proliferar en el 2008, fecha en que llegó a tocar a todo el mundo. Se hizo crónica en el 2010. En el 2012 nos dimos cuenta de que el asunto ya no tenía vuelta atrás. En el 2014 veremos cómo se nos promete un futuro mejor, con, según dicen, brotes verdes que se abren camino. Sin embargo, el asunto no se acaba en este verdor, que en realidad nadie ve, sino que todavía seguirá hasta el 2017, una fecha clave para poder entender de dónde viene todo esto y hacia dónde nos va a ir llevando. Sin embargo, un periodo interesante va a ser el comprendido entre el último trimestre de 2015 y el primer semestre de 2016.

Se puede decir que el umbral de entrada quedó datado en el 2010 y el de salida lo quedará en el 2016, con dos años de preparación para entrar (2008 y 2009) y otros dos años para acabar de salir (2017 y 2018). En los dos años clave, como digo, 2010 y 2016, Saturno habrá formado parte de sendas cruces. La primera, como integrante de la gran cuadratura Urano-Plutón; y la segunda, la que ha de venir, como integrante de una cruz formada por él, por Júpiter y por Neptuno.

La cuadratura Urano-Plutón es similar a la que aconteció en los años 30, justo después del crash del año 29. Por tanto, no es una recesión cualquiera. Es un cambio de cultura, de valores, de percepción. Es la guerra, como diría Groucho, o los mercados. Cuando Saturno se integró en esa cruz, colaborando en formar una cruz cósmica, se inauguró un periodo de gran estrés. Dificultad, pues, para saber qué hacer, cómo analizar, cómo diagnosticar, para donde ir. Se trata de un periodo que es como si la centrifugadora estuviese en sus máximos de funcionamiento. Sin embargo, la cruz cósmica de 2016 puede significar un cambio mayúsculo. Es más que probable que sea un tsunami comparable al que tuvo lugar entre 2008 y 2010. Lo que dicen los economistas: una recesión. Algo así como un pinchazo global. Si la burbuja del 2008-2010 afectó a los países desarrollados, la del 2016 afectará a los países emergentes, y a los ya emergidos, China incluida. El resultado de ello empezará a verse a partir del 2017 y siguientes. Se podría decir que el terreno quedará libre para una gran alianza de civilizaciones e instituciones globales. Lo cual se verá a las claras en el 2020, coincidiendo con las conjunciones entre Júpiter, Saturno y Plutón.

Volvamos a 2016.

En 2016 Saturno forma una cuadratura menguante con Júpiter. Será la última dentro del ciclo que empezó con la conjunción del 2000. Se trata, pues, de un periodo de declive y de ajuste. 
Por otro lado, Júpiter y Neptuno formarán una oposición. Recordemos que la conjunción que abre el ciclo data del año 2009, momento en que al humilde se le hace culpable de la situación creada por los ricos.
Finalmente, Neptuno y Saturno forman una cuadratura, que también es menguante. Como su ciclo es largo, pues la conjunción respectiva tuvo lugar en 1989, veremos que arrastrará hasta el 2016 los problemas no resueltos desde ese inicio. La combinación entre Saturno y Neptuno tiene mucha relación con los países del Este europeo. Por ejemplo, lo de Ucrania puede estar ahí durante todo este tiempo, desde que se inició el conflicto abierto hasta el 2016.

Saturno y Neptuno suelen tener relación con políticas sociales y de izquierdas, de lo cual ya dejé algunas ideas apuntadas en el anterior artículo de este blog. Ya dije que muchas de estas políticas igualitarias suelen acabar como burbujas de jabón: se favorece a los trabajadores sin que éstos se hayan movilizado en pro de sus derechos... y al final todo queda en nada debido a esta razón. De otro modo: las políticas que favorecen sin haberlas conquistado luego se tornan en contra de aquellos a los que se decía tener en cuenta. En el pasado, no hace mucho, estas políticas favorecían el sueño burbujil del individualismo, lo cual conllevó una desmovilización de la conciencia obrera. Las consecuencias de ello es que se ha perdido la costumbre de plantar cara de forma cohesionada. Ahí vemos que la corrupción no sólo proviene de las llamadas élites extractivas sino, además, de la humildad acomodada y subvencionada.

Esta doble cuadratura (la de Júpiter-Saturno y la de Saturno-Neptuno) pondrá fin al periodo de recortes y sacrificios. Lo que oyen: hasta el 2016 la tijera estará funcionando. Y lo hará fuertemente entre el trimestre final de 2015 y el primero de 2016. Mientras no lleguemos a ello, los poderes públicos y sus tumultos darán espacio para poder respirar un poco, como en un oasis transitorio, durante la primavera del 2014.