viernes, 25 de noviembre de 2016

Los Años de la Bestia: 2008-2023

La fuerza de la bestia en el propósito de realización personal y colectiva.

El periodo comprendido entre 2008 y 2023 dejará una huella que será recordada durante el resto del siglo XXI. Son los años de la bestia. Se podría decir que este tiempo es verdaderamente escatológico, puesto que, por un lado, el poder se ejerce con total desvergüenza: y por el otro lado, la venda de las víctimas cae de los ojos. Somos más conscientes del engaño, de la depredación, de la basura, de la negrura, de la codicia, de la piramidalidad del mundo.

Estos años son los de Plutón en Capricornio. Plutón es anti-psicótico, y es complementario de Neptuno, que es justo lo contrario. Y Capricornio es el signo de la élite que gobierna en el mundo. Todo gira en torno a lo que va a hacer la élite con nuestras vidas, pensamos ahora.
Plutón entró en Capricornio en 2008, justo cuando el terremoto financiero estaba iniciándose. Y ahí seguirá hasta el 2023. Durante los primeros 5 años (de 2008 al 2013) afectó a la banca, con todas las consecuencias sobre la población. Durante los 5 años siguientes (del 2013 al 2018) está afectando a la bajada de valor del trabajador, que es un mero objeto que se puede importar o exportar. La desigualdad se agudiza. Durante el periodo que va del 2018 al 2023 asistiremos a la solución, que puede resultar tremendamente indigesta. Es decir, que para aplicar una solución al problema creado hay que provocar otro problema cuyas víctimas van a ser las mismas. El mundo humano es piramidal. Ya nos advirtieron de ello, por ejemplo, los antiguos egipcios.

El ciclo de Plutón es de poco más de unos 245 años. Es lento y pequeño, aunque refleja algo muy poderoso. Representa el afán compulsivo de realización y materalización. El ideal humano representado por Plutón es llegar a materializar el cielo. Sin embargo, el principio plutoniano, que necesita de 245 años para pronunciar una palabra, pone al humano ante sí mismo. Es decir, le dice lo que hay sin apenas discurso, como si se tratara de un espejo mortal que reflejara todo lo que no se quiere ver. Un espejo que no se puede tocar, o una pesadilla de la cual uno no puede despertar entretanto no se haya tomado la conciencia debida. Estamos hablando, pues, de una acción que pone la historia del revés, justamente para que podamos examinar nuestros actos.

Cada tránsito de Plutón por Capricornio ha dejado huellas profundas. Por ejemplo: el primer Papa de la historia coincide con el paso de Plutón por Capricornio. La conversión de Constantino, el emperador romano, también coincide. O la independencia de Estados Unidos. O la reforma protestante. Es decir, una élite surge y desplaza a la élite que estaba ocupando el poder. Hoy en día lo vemos, por ejemplo, en el declive de muchos negocios que han sido el pilar del sistema durante los últimos 245 años. Los hijos toman el lugar de los padres, a menudo cortándoles la cabeza. La ambición es furiosa. El mundo de internet está cortando muchas cabezas.

Y ya que hablamos de ambición, ¿no notan que en este tiempo las personas nos proponemos la propia realización como lo más importante? Es decir, tomamos las actuales circunstancias de tal manera que exigimos que produzcan lo que anhelamos de un modo especialmente intenso. Es ambicioso incluso quien no quiere tener ninguna ambición. No se escapa nadie. Por ejemplo, queremos la transformación del sistema ya. No soportamos bien el paso del tiempo, que es quien pone a cada cual y a cada hecho en su lugar. Queremos y ambicionamos con gran intensidad. En tiempo pasado, las personas iniciábamos un camino que luego era seguido y completado por nuestros hijos. Sin embargo, hoy no confiamos en que el transcurrir del tiempo ayude; más bien, no confiamos o no queremos confiar. Es decir, queremos la transformación ahora mismo y en nosotros mismos; una transformación que sea de nuestra apetencia, por supuesto.

Esta ambición se percibe en los ricos, que quieren ser más ricos. En los pobres, que quieren que se les reconozca su pobreza. En los enfermos, que quieren sanar. En los sanos, que quieren vivir más sanos. En las personas que sufrieron un trauma lejano, y que por obra y gracia de un recuerdo que aparece cíclicamente viven y reviven el drama con una especial intensidad. En las personas que quieren olvidar y no pueden; o en personas que creían vivir en paz con sus recuerdos y resulta que no, que los recuerdos asaltan y violan la falsa paz en la que vivían.

Por ejemplo: justo antes de la entrada de Plutón en Capricornio se promulgó la Ley de Memoria Histórica, que llevó (y lleva) a cabo el reconocimiento de muertos, represaliados y ejecutados en la guerra civil y en la consiguiente posguerra. Podemos imaginarnos que estas personas han podido vivir con una mínima armonía su dolor, hasta que las heridas y los traumas vuelven a reverdecer. La Ley de Memoria Histórica llegó, aunque tarde, y produce que aquellas heridas vuelvan al recuerdo, generando en las personas una ambición: la de vivir en verdadera paz. Sin embargo, debo decirlo, la tarea propuesta por esta ley está incompleta. Quedan 5 años para poder sopesar si su puesta en práctica fue honesta y congruente.

Otro detalle: vemos también en estos años cómo personas que sufrieron abusos (casos de violación o pederastia, en el colegio, en la familia) vuelven a experimentar el recuerdo con una fuerza que sólo puede ser neutralizada con una ambición consistente en superar todo aquello que les hirió.

Ello me lleva a pensar que las personas poco podemos decidir en relación a nuestros traumas, pues ellos siguen una lógica que desafía a toda conveniencia de paz ficticia. Ah, y también deberíamos considerar que también es el colectivo el que influye en lo que cada individuo va a recordar. Pregunte, por ejemplo, a los afectados por la Ley de Memoria Histórica, que se vieron abrumados por recuerdos que acaso estaban callados. O a aquellas personas que experimentaron traumas en sus propias carnes hace muchos años, y que cuando otros casos similares salen a la luz ven que lo que estaba dormido vuelve a despertarse intensamente.

Esta ambición, según lo vemos en el proceso independentista catalán, también la percibimos en determinados hechos históricos que reverdecen y se ponen a la vista de todos, y que ponen de manifiesto que el olvido no es posible, que para transformar hay que volver a experimentar lo que se anhela sea superado.

¡¡ Y todavía queda trecho hasta llegar al 2023 !!

sábado, 12 de noviembre de 2016

1659: Tratado de los Pirineos

En 1659 se firmaba el Tratado de los Pirineos. Tal evento supuso el fin de la Guerra de los 30 años, un conflicto internacional que se convirtió en la primera guerra mundializada. Una de las consecuencias está recogida en la Paz de Westfalia. La otra, en el llamado Tratado de los Pirineos, el cual supuso la amputación de Catalunya: la actual más la que quedó en manos de Francia tras la amputación. Así, pues, podríamos considerar esta fecha como el de la configuración de sus actuales límites geográficos. Tema importante, pues.

Basándome en que un acontecimiento como este genera una huella profunda en la colectividad, me dispongo a observar la carta astrológica correspondiente, puesto que en ella podemos ver la evolución posterior a través de los sucesivos tránsitos planetarios. Antes de ponerme a escribir sobre ello, les recordaré que en este blog he dejado escrito anotaciones que pueden tomarse como un complemento del presente artículo. Por ejemplo, las que hacen referencia al Decreto de Nueva Planta (16 de enero de 1716). Se pueden leer en este enlace:

Vemos en este gráfico que hay un par de acumulaciones planetarias: en Escorpio y en Capricornio. Ambos signos indican que hay una disconformidad y una resistencia a aceptar los hechos (Escorpio) y que tales hechos derivarán en enfrentamientos periódicos con las élites dominantes de cada momento (Capricornio). 
En relación a lo que encontramos en Capricornio, vemos la conjunción entre Quirón y Neptuno, que auguraba una herida espiritual incurable. Como nota curiosa, también se produjo esta misma conjunción en el inicio del actual proceso independentista, justo cuando el gobierno de Madrid emite su recurso contra el Estatut. Ha habido otros momentos interesantes coincidentes con esta misma conjunción. Por ejemplo, en 1879, año en el que se publicó el Diari Catalá, y que vino a coincidir con el gobierno liberal surgido de las elecciones de ese mismo año. La siguiente conjunción acaeció en 1945, el año de finalización de la segunda Guerra Mundial. En España, por consiguiente, estábamos en la posguerra civil y en la represión franquista. La siguiente, en el 2010, que, como he indicado, coincide con el inicio del proceso soberanista.

Sin embargo, lo que me llamó la atención en primera instancia fue la posición de Urano en el mapa correspondiente al Tratado de los Pirineos. Urano está en el grado 22 de Capricornio. Observando tránsitos posteriores, vemos que este grado fue transitado por primera vez desde 1659 por Plutón (un planeta muy conspirativo) en 1773, que coincidió con la llamada "revolta de les quintes". Se trataba de la primera vez que un sector de la población se alzaba en contra de las directrices que venían del gobierno. También hubo revueltas en 1845 y en 1870.

Ya en tiempo presente, vemos que Plutón se está acercando al grado 22 de Capricornio, cosa que no había ocurrido desde el mencionado 1773. Por lo tanto, pues, nos acercamos a otro momento histórico. La fecha de tal tránsito va a ser en el 2019, lo cual viene a confirmar que tal año va a ser el más determinante. Aunque, como ya comenté en otros escritos, a partir de diciembre de 2016 empezarán a activarse las circunstancias que harán posible que el 2019 llegue a ser lo que les acabo de comentar: de órdago intenso. Es decir, lo que hemos vivido hasta ahora es poca cosa si lo comparamos con lo que se avecina.

Mientras tanto, y como las cosas no suceden de un día para otro, les invito a que lean otros textos que también son complementarios, junto con el que les he sugerido más arriba. Para poderlos leer, acérquense, si así gustan, a estos enlaces:
Catalunya y el ciclo de 14 años.

Postscriptum:
Otro detalle interesante a tener en cuenta son los tránsitos de Plutón sobre el grado opuesto, el 22 de Cáncer. Vemos que cuando transitó por primera vez sobre dicho grado fue entre 1686 y 1688, que coincidió con la "Revolta dels Gorretes" y con una plaga de langosta especialmente mortífera.
La siguiente vez que Plutón transitó por este grado fue en 1931, el mismo año en el que Francesc Maciá proclamó la República Catalana.
Por tanto, pues, podríamos relacionar todos los hechos mencionados más arriba y vislumbrar una respuesta por parte de los catalanes en el 2019 en relación al proceso independentista.

martes, 1 de noviembre de 2016

Coffea Tosta y el grado 13 de Aries

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Coffea Tosta y el grado 13 de Aries.



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El individuo cuyo perfil responde a Coffea Tosta es inquieto y profundamente conservador. Es decir, cree en el progreso y, sin embargo, vive prisionero de su propia inmovilidad. Puede parecer predispuesto a la aventura, pero en lo más profundo de su actitud hay una negación o aversión al riesgo. Ello da lugar a un modo de funcionar en el que los anhelos personales rara vez se cumplen, pues para que ello ocurriese la persona debería romper una tendencia que acabo de señalar. Es decir, en Coffea Tosta hay más instinto de conservación que de aventura. Sin embargo, el discurso consciente nos haría percibir que las personas que sintonizan con este perfil están dispuestas a todo, lo cual resulta no ser verdad. La cuestión es que ambas cosas –la necesidad de arriesgar y la tendencia a ahorrarse incertidumbres- funcionan en capas diferentes. Por un lado, la parte aventurera, que es más superficial y conscientemente reconocida; y por el otro, una tendencia oculta o no reconocida orientada a refugiarse en lo seguro.

La persona Coffea Tosta puede fantasear con lo que le gustaría hacer, al tiempo que no quiere abandonar el asidero de lo seguro. La mezcla de ambas cosas genera un tipo de funcionamiento interior conflictivo y frustrante, pues la persona no disfruta de lo que las cosas son. Para compensar o esconder este conflicto no hay otra vía que la de la excitación. Es decir, puesto que la vida de uno no facilita el propio desarrollo, lo único que puede mantener la ilusión por la vida es la excitación. O, si lo prefieren, la crítica, ya sea hacia fuera o hacia dentro. Esta excitación consiste en estar batallando en un contexto vital que rara vez resultará satisfactorio. Es decir, Coffea Tosta vive en un contexto que no le favorece -o inconscientemente provoca que no le favorezca-. Sin embargo, exige al contexto que sea lo que ella quiere, lo cual resulta imposible y, por ello, frustrante. Aún con todo, la persona no querrá desasirse de tal contexto. Es decir, se sufre por aquello de lo cual uno no quiere prescindir. Por tanto, la consecuencia de ello es una crítica por frustración hacia uno mismo o hacia el contexto social. Entonces, pues, puesto que no acepta su modo de vivir, la persona se construye un bucle que no lleva a ningún sitio. Como si se tratara de espejos deformes, lo que la persona interpreta de su vida lo hace en función de lo que ve en el espejo. Es decir, se percibe ética y psicológicamente deforme, en proporción al grado de desajuste entre lo que parece que pretende y lo que en realidad está dispuesta a hacer. Entonces, pues, puesto que no acepta su propio modo de vivir, Coffea Tosta vivirá en un conflicto sin salida cuya función es ir gastando el espíritu de lucha. Desde esta perspectiva, podemos ver a la persona corriendo como la haría una ratita hiperexcitada en el interior de la rueda de una jaula. Es decir, se mantiene en lucha sin conseguir llegar a nada. El resultado es puro desgaste.

La rueda de la ratita en la jaula, una metáfora existencial, pueden ser relaciones, afectos, creencias, trabajos, preocupaciones, decisiones que se toman a medias. El resultado de ello es la insatisfacción y la necesidad de acrecentar la excitación como forma de hacer más soportable la vida cotidiana.

Entonces, ¿cuál podría ser el trabajo de fondo relacionado con Coffea Tosta? Lo fundamental sería pacificar profundamente la mente y el espíritu. Si la persona se siente capturada por una forma de vivir que no le procura satisfacción es porque no aprovecha el simple hecho de estar aquí, o porque no aprovecha sus recursos internos adecuadamente. La realimentación de la excitación provocada por la insatisfacción lleva a desperdiciar el talento y la capacidad de disfrute y de cambio. Coffea Tosta, pues, no lo tiene fácil para ordenarse por dentro. Se trata de alguien muy pasivo que vive continuamente excitado. Es decir, vive disconformemente pasivo, aunque receptivo a todo lo que sean cambios excitantes. La consecuencia de ello es una tendencia a vivir en medio de promesas que no se cumplen.

Una posibilidad muy plausible en relación a Coffea Tosta es que anhela que sus sueños se conviertan en realidad de un día para otro, lo cual genera una frustración, pues los deseos van más rápidos que la capacidad para construir los puentes necesarios para materalizarlos. La consecuencia de ello es que se vive más tiempo en la frustración que en la construcción de un presente y un futuro mejores.

Otra forma de percibir el funcionamiento de Coffea Tosta es que se trata de personas demasiado inestables y reactivas. Esta inestabilidad lleva a que sus pensamientos y sus actos carezcan de la fuerza que deberían tener. En otras palabras, Coffea Tosta dilapida su energía, dedicándola a hacer girar el conflicto. De algún modo, Coffea Tosta actúa a corto plazo olvidándose de que aquello a lo que aspira requiere de una actitud a largo plazo.

El grado 13 de Aries.

El grado vibracional de Coffea Tosta se corresponde con el 13 de Aries. Este grado describe a una persona intuitiva, inteligente y visionaria. Sin embargo, es inestable e impaciente, a la par que conservadora. La mezcla entre impaciencia y conservadurismo conlleva el mal uso de la intuición y de la inteligencia, pues semejante mezcla genera frustración y agitación sin control.

Sin embargo, cuando esta persona funciona armoniosamente es capaz de prodigar su intuición y ponerla al servicio de sus congéneres. En cambio, cuando Coffea Tosta funciona desafinadamente, la agitación le impide usar constructivamente los poderes con que ha sido dotada por la naturaleza.

Un debate interesante relacionado con este grado giraría en torno al deseo; muy especialmente cuando este deseo, de tan excitante que es, perturba e impide que las necesidades subyacentes puedan ser satisfechas.