miércoles, 10 de noviembre de 2010

Conócete a ti mismo / Orígenes de la Astrología / Introducción al Diseño Humano

1.- Conócete a ti mismo

por Andrés Zuzunaga
Buscador espiritual por vocación, astrólogo de formación, profesor de yoga por diversión, programador de profesión y economista por "confusión”.

www.facebook.com/cosmograma.

Estas palabras fueron grabadas por los siete sabios en el la entrada al templo de Delfos, lugar de culto en la antigua Grecia. A pesar de que este aforismo ha ido recibiendo a lo largo de la historia múltiples interpretaciones en cuanto a su profundidad, en función del nivel de desarrollo del intérprete, el significado que subyace a todas ellas es el de que para dejar de sufrir y encontrar nuestro propósito en la vida debemos orientarnos hacia dentro para llegar a saber cúal es nuestra Verdadera Identidad.

Sin embargo, antes de llegar a nuestra realidad interior, a nuestra Verdadera Identidad, debemos atravesar nuestra personalidad y para atravesarla debemos aceptarla, y para aceptarla, debe conocerla.

No se puede aceptar lo que no se conoce

Muchos libros hay, últimamente, que te dicen que te “aceptes como eres”. Qué difícil es eso cuando no sabes lo que estás aceptando.

El proceso de ir conociendo a la identidad limitada del ego puede llegar por muchas vías a lo largo de la vida. La vida misma, a base de ir repitiendo las experiencias y las lecciones que uno tiene que aprender, nos muestra cuáles son nuestros valores y nuestros límites en cada ámbito de la misma.

Si la conciencia no ha despertado lo suficiente para estar realmente presente en cada situación, esta manera de conocerse requerirá de muchas repeticiones de experiencias de dolor y sufrimiento.

Estos tipos de experiencias son las que nos pueden llevar a pasar por terapias de todo tipo: psicológicas, corporales, emocionales, de integración de estas tres partes…

En este caso, de nuevo, los procesos toman bastante tiempo y uno se puede quedar “empantanado” durante años revisando su pasado, sus bloqueos físicos, sus heridas emocionales, yendo y viniendo sin acabar de verle ni el fin, ni el final.

Mapas de tu personalidad

Otra vía de autonocimiento complementaria a las dos nombradas anteriormente, sería mediante un mapa de tu personalidad. Es complementaria porque es imposible verse reconocido en un mapa si uno no ha caminado por su territorio y ya ha vislumbrado sus límites, sus cimas, sus valles.

A lo largo de toda la historia de la humanidad el hombre ha ido dibujando dichos mapas a partir de la observación de los ciclos de la naturaleza, la revelación, la analogía entre el microcosmos y el macrocosmos.

La mayoría de ellos se despliegan a partir de las coordenadas espacio-temporales de tu nacimiento. A pesar de que no sea algo científico, que se pueda “demostrar por qué” funciona, uno sí que puede “comprobar si“ funciona.

No se trata de creer o no creer en ello, sino simplemente de considerar la posibilidad. El que cree que no es posible, se pierde la posibilidad de experimentarlo, de saberlo, de conocerlo. El que cree que sí, tampoco puede experimentarlo porque va filtrando la realidad para que encaje. Al final ninguno de los dos lo sabe. No se trata, pues, de creer o no creer, sino de experimentar; de saber por uno mismo.

Lo más sorprendente no es que la relación entre lo de arriba y lo de abajo, lo de adentro y lo de afuera, exista. Al fin y al cabo, el universo en sí es tan asombroso que eso para mí no es tan sorprendente. Lo que sí me fascina es la posibilidad de conocer esa relación, el cómo, desde la antigüedad, han habido personas capaces de correlacionar ambos mundos.

La ventaja de esta forma de autoconocimiento es que puede ahorrarte tiempo y sufrimiento. Es cierto que uno sólo ve hasta donde puede ver, pero también es cierto que a veces estamos preparados para ver y nuestro ego se resiste a ver por miedo a tener que cambiar lo que uno ya sabe que no le conviene.

Me gustan dos metáforas para explicar la idea de mapa. Imaginemos a una persona que tuviera que hacer el mapa de las calles de su ciudad. Si lo hiciera caminando, probablemente tardaría muchísimo más tiempo y cometería más errores que si se subiera a una torre en el centro de la ciudad y pudiera verla en toda su extensión. Digamos que la vida transcurre a pie de calle y los mapas de los que hablamos nos dan la posibilidad de elevarnos para vernos en la totalidad.

Es la diferencia entre hacer un puzzle teniendo a mano la caja con la imagen a reproducir o no tenerla y tener que ir tanteando.

Lo que no nos gusta de nosotros mismos está ahí por una razón y al ver nuestro mapa la comprendemos. De repente cobra sentido. De repente descubrimos partes nuestras que no conocíamos y al no reconocerlas, la vida nos las presenta reiteradamente afuera hasta que las integremos como propias. De repente nos damos cuenta de que no estamos haciendo las cosas mal, porque podemos ver la cantidad de condicionantes que nos llevan a hacer lo que hacemos. Nos hacemos amigos de nuestro mapa porque nos damos cuenta de que no es ni bueno ni malo, sino que es el mejor vehículo para poder hacer lo que hemos venido a hacer en esta vida. Y de repente uno se acepta, al fin ¡tal como es!

En el siguiente artículo mostraremos con más detalle cuatro de estos mapas: el Astrológico Psicológico, el Diseño Humano, la Numerología Tántrica y el de Los Siete Rayos.

Todos ellos cumplen la función de describir tu vehículo físico, emocional y mental. Algunos van más allá y te muestran también tu propósito vital y espiritual.

Alineación o Alienación

Uno puede vivir alineado con su personalidad y ésta alineada con su propósito; o uno puede vivir alienado, enajenado de sí mismo y de su propósito.

Enfermamos porque no estamos alineados, porque estamos desintegrados, porque ni siquiera nuestra personalidad está de acuerdo consigo misma, porque nos pasamos la vida haciendo actividades con las que no estamos emocionalmente de acuerdo y para no sentir ese desacuerdo nos ponemos a pensar en una tercera cosa.

Estas contradicciones entre lo físico, lo emocional y lo mental son las que nos consumen la energía. Esta falta de energía es la que impide sostener la conciencia despierta para saber quiénes somos, cómo es nuestra particularidad, para respetarla y dejar de vivir la vida de otros.

Cada ser humano es único e irrepetible. Nunca ha habido nadie como tú y nunca más volverá a haber nadie igual que tú. A pesar de ello, vivimos vidas bastante similares porque no conocemos cuál es nuestra singularidad ni cuál es nuestro propósito particular en esta vida: aquello que has venido a realizar y que ¡sólo tú puedes hacer!

2.- Orígenes de la Astrología

La astrología se cree que nació en Babilonia hace más de 5 milenios. Por entonces se trataba de una mezcla de religión y ciencia. La parte científica estudiaba la evolución de los astros a lo largo del tiempo, y sus efectos en los ciclos de la tierra como las cosechas, por ejemplo.La parte religiosa intentaba determinar relaciones entre los eventos cósmicos y los sucesos terrenales como la caída de reyes o resultados de batallas.

Aunque hoy en día se considera que la astrología es una hermana pequeña de la astronomía, hasta hace pocos siglos era más bien al contrario. Hasta Galileo, la distinción no estaba clara y lo cierto era que gran parte de los hallazgos astronómicos y matemáticos se hacían por y para la astrología.

Como es arriba, es abajo

A mi modo de ver, lo sorprendente no es que exista una relación entre el macrocosmos (universo) y el microcosmos (nosotros). Al fin y al cabo, estamos compuestos por un 80% de agua y es sabido que la luna, por ejemplo, mueve volúmenes de agua tremendamente mayores al de tu cuerpo. Lo sorpredente, decía es que se haya podido explicar cómo se da esa relación siendo tantas las combinaciones posibles y sus efectos en la psicología de un individuo.

Sea como fuere, las afirmaciones psicólogicas derivadas de tu carta astral pueden llegar a ser tan concretas que tú mismo, si te conoces lo suficiente, puedes contrastar su validez con respecto a tu experiencia cotidiana.

Lo que sucede es que por muchos años de trabajo psicológico que hayas hecho difícilmente vas a poder ver más de la mitad de tu psicología porque gran parte permanece en el subconsciente. Ahí es donde la psicología astrológica te muestra cosas de ti mismo que tardarías muchos años en poder descubrir y relacionar por ti mismo a través de cualquier otro tipo de terapia.

Como es adentro, es afuera

Hoy en día coexisten dos tipos de astrología según a las preguntas que pretenden responder. La primera sería la que sigue buscando fuera tratando de adivinar los sucesos que te van ocurrir. Esta sería la astrología de los medios tradicionales (periódicos, TV,…). La segunda astrología, la psicológica, lo que pretende es descubrir como es tu forma de ser sin preocuparse de lo que va a pasar fuera  pero sí de cómo tu vas a vivir internamente lo que te suceda.

La psicología astrológica se interesa por lo que sucede fuera en la medida en que se da cuenta que es una creación de tu ser interno, de que tu vas creando tu realidad psicológica. Por ejemplo, es habitual que las personas vivan identificadas sólo con las características del Sol (su mente o auto-conciencia) de su carta natal. Si su Sol está en Piscis, dicen: "Yo soy Piscis". De ahí que la mayoría de simplificaciones en la astrología tradicional se hagan a partir de la posición del sol en tu carta astral. Lo que sucede es que uno tiene 9 planetas más en su carta que representan 9 partes internas más. Cuando no eres consciente de ellas las ves continuamente proyectadas fuera de ti mismo en las personas y situaciones que vas atrayendo a tu vida.

Integración: Estar en el centro

Estar en tu centro -en el centro de tu carta- significa ser consciente de todas tus partes sin identificarte con ninguna de ellas en particular.

Este proceso de no-identificación requiere previamente que conozcas todas tus partes y las puedas distinguir. Normalmente puedes ser consciente de tus tres planetas de la personalidad: Sol (mente), Luna (emoción) y Saturno (cuerpo). Dependiendo de la posición de estos 3 planetas en tu carta, te será más fácil ser consciente de lo que piensas, de lo que sientes o de lo que haces.

Más allá de estos tres planetas de la personalidad hay siete planetas más. Cuatro por debajo que serían tus planetas 'criatura' o inconscientes: Venus (tu parte femenina relacionada con el 'disfrutar'), Marte (tu parte masculina relacionada con el 'lograr'), Mercurio (tu inteligencia abstracta-relacional ligada a la formulación de ideas y conceptos), Júpiter (tu inteligencia sensorial conectada con la percepción y la valoración).

Más difíciles de vivir conscientemente son los 3 planetas espirituales o transpersonales. Como metáfora de su significado, es interesante notar que estos planetas no se dibujaban en las cartas hasta hace menos de un siglo porque son planetas que no se pueden ver a simple vista. Lo mismo sucede con las partes internas que representan: se necesita saber que están allí esas posibilidades y trabajarlas para llegar a vivirlas. Concretamente, Plutón representa tu Voluntad Espiritual; tu ideal de ser humano perfecto. Neptuno simboliza tu capacidad potencial de dar Amor Consciente; sin condiciones. Por último, Urano nos habla de tu Inteligencia Creativa aplicada a un ideal de mundo.

Todos tenemos a todos estos planetas dentro de la carta porque representan partes internas que todo ser humano posee. La clave reside en saber donde está situado cada planeta o su mayoría (arriba, abajo, izquierda o derecha) y que relación guarda con el resto de ellos.

Por ejemplo, si tienes la mayoría de los planetas a la izquierda tu psicología estará más orientada hacia tu interior. Más hacia ti mismo que hacia los demás. Si tienes la mayor parte de tus planetas arriba, tendrás herramientas e intereses para salir del colectivo y ser un individuo visible mientras que  si  la mayoría de planetas está en la parte inferior estarás más cómodo en el regazo de un grupo de personas siendo uno más.

Es interesante también, como decíamos, ver que relación hay entre los planetas de tu carta. Aquí podríamos imaginar que tu carta es un parlamento en el que se toman decisiones continuamente. Algunas las tomas en décimas de segundo y otras demoran meses o incluso años.

En cualquier caso, seas consciente o no de ello, cada decisión, por rápida que sea, pasa por este parlamento interno en el que todas las partes de tu ser (planetas) se juntan unas con otras en coaliciones (conjunciones) o están en enfrentamiento continuo (oposiciones).

Por ejemplo, si tu sol está a la izquierda y tiene a tu luna a la derecha en el lado opuesto, eso significa que tu parte emocional y tu parte mental quieren cosas distintas la mayor parte del tiempo. Esto que puede provocar mucho tensión interna, paralización y bloqueos importantes, puede parecer algo negativo. Lo bonito de la astrología psicológica es que cuando ves tu carta en la totalidad puedes comprender el por qué de estas oposiciones internas ya que alimentan al resto de partes de tu carta con mucha energía. En un plano concreto eso significaría que si tu tienes esta oposición Sol-Luna puedes ver en tu carta que hay otros planetas conectados lateralmente a ella que se nutren de la gran energía liberada en una oposición. Si eres consciente de ello y ves que partes de ti (planetas) están implicadas en los aspectos laterales puedes hacer que esa oposición sea tremendamente creativa para esas partes de ti.

AutoConocimiento

La psicología astrológica es una síntesis en la que el todo es mayor y distinto a la suma de las partes. Es por ello que la mayoría de informes astrológicos que puedas encontrar por internet basados en una lista de tus posiciones planetarias son muy difíciles de digerir y te dan una imagen muy contradictoria de ti mismo. Y no es que esas contradicciones no estén dentro de ti. Lo que sucede es que es necesario que una persona que conozca a fondo este lenguaje te la interprete y te cuente el por qué de dichas contradicciones y cómo usarlas a tu favor.

Además te puede ayudar a encontrar tus herramientas más fuertes, ya sean innatas o aprendidas, así como si dichas fortaleza es vivida como tal o solamente percibida por el entorno. Aquí se dan casos muy curiosos. Los planetas que en tu carta están "frustrados" son aquellos que refieren a partes fuertes de ti que el entorno no puede percibir porque quedan escondidas y al final es mejor que sean usadas para interiorizar. Se puede dar el caso contrario: el de herramientas que uno no siente como fuertes pero que el entorno las valora y las espera de ti. Ese sería el caso de los planetas "estresados".

A través de los colores de los aspectos de tu carta se puede ver tu propensión hacia la tensión interna, el gozo o el equilibrio entre ambas. Mediante la dirección de tu carta se puede definir cual es la prioridad en tu vida respecto a la necesidad de contacto o a la de seguridad. Normalmente esto son cosas que las personas ya conocen de sí mismas pero sucede muchas veces que uno no se acepta y pretende forzar otras motivaciones internas. Una lectura profunda de tu carta puede traerte mucha paz y aceptación al darte cuenta de que aquello que te niegas a aceptar, está demasiado presente en tu carta como para pensar que hay algo malo allí. Sería el caso, por ejemplo, de una persona que toda la vida la hayan hecho sentir muy egoísta y descubra que tiene todos sus planetas a la izquierda. O sería el caso de una persona que tiene como planeta fuerte de su personalidad la mente, e intenta destacar por su emoción o por su cuerpo. Esto se ve claramente en horóscopo y viendo cual es el planeta fuerte de la personalidad (entre el sol, la luna y saturno) también puedes ver desde cual de ellos (mente, emoción o cuerpo o una combinación según el caso) vas a poder llevar a cabo el proceso de integración de los tres y del resto de la personalidad. Sin esta integración no será posible entender tu carta. Y si no entiendes como es tu vehículo, difícilmente podrás llegar a entender lo que has venido a hacer en esta vida.

Encuentra tu propósito

Aquí, de nuevo, podemos distinguir entre dos niveles de astrología: la puramente psicológica y la más transcendental.

La primera se ocupa de llegar a entender tu psicología profunda para poder vivir equilibradamente y de la mejor manera posible tu propia carta astral, tu propia forma de ser. Conseguir vivir la carta de uno mismo sería ya un gran logro teniendo en cuenta que normalmente las influencias uniformizadoras de nuestra educación y la posterior presión social acaban por hacernos vivir una vida 'estandarizada' que en la mayor parte no representaría nuestra carta en cuanto a los intereses y herramientas con las que hemos nacido.

Un segundo nivel vendría del entendimiento de que conocer y vivir tu propia carta es el primer paso, no el destino final. Aceptas y amas tu singularidad pero no te conformas porque entiendes que tu carta astral es un vehículo y que como tal es para moverse, para evolucionar, no para quedarse admirando o criticando el vehículo.

Tampoco sirve usar la astrología para justificarse y esconderse detrás de la propia carta. Cuando tomas conciencia de tu mecanicidad particular a través de tu carta, puedes afirmar "yo soy así". Pero también se podría añadir: "y así te va!". Es desde ese punto, al ver el precio que pagas por ser de determinada manera, des del que puedes para pasar por encima de tu mecanicidad usando tu conciencia.

En definitiva se trata de que tu mecanicidad no impida que tu alma y tu conciencia emerjan y para ello la misma carta te muestra tu ruta concreta. Son las cartas con las que has nacido y son las mejores que te podían tocar para la tarea que has venido a desempeñar; aquella que nadie más va a poder realizar. Ojalá que acabes encontrándola por ti mismo o con la ayuda de cualquier mapa de estos mapas que voy a ir mostrándote ;)

3.- Introducción al Diseño Humano

Este es el tercer artículo de la serie que trata sobre herramientas avanzadas para re/conocerte y acercarte a tu propósito particular en esta vida. En éste concretamente vamos a hablar del Diseño Humano.

Orígenes
El Diseño Humano es un sistema de auto-conocimiento que sintetiza disciplinas ancestrales como la Astrología Oriental y Occidental, el I-Ching, la Cábala y el sistema de Chacras con las modernas aportaciones de la genética, la bioquímica y la física cuántica. Como toda síntesis es mayor y distinta que los elementos que la componen.

Este conocimiento fue transmitido por Ra Uru Hu, físico de origen canadiense en 1987 y desde entonces ha sido extensamente probado en universidades y hospitales de Estados Unidos y Canadá.

Tu diseño individual refleja con claridad y precisión gráfica la estructura de tu personalidad consciente e inconsciente. No es una interpretación ni una adivinacion. Es información empírica comprobable en tu vida cotidiana. No requiere creencia alguna ni fe de tu parte: si crees en él sin haberlo experimentado previa y realmente, te condicionará. Si te niegas a considerarlo por cualquier prejuicio te perderás todo lo que puede contarte acerca de ti.

Los Centros

Partiendo de un diseño particular como el que puedes ver en la imagen que acompaña este artículo puedes ver que hay 9 centros de forma cuadrada o triangular conectados, o no, entre sí por canales rojos y negros. Cada uno de estos centros desarrolla funciones diferentes dentro de nosotros porque tiene asociaciones biológicas directas. El centro de la mente, por ejemplo, es el segundo empezando por arriba y se ocupa de los procesos intelectuales y conceptualizadores. Su correlato físico es la corteza cerebral y glándula pineal. El que se ocupa de las emociones es el centro del plexo solar que es el que queda más a la derecha del gráfico en la mitad inferior. Así podríamos seguir para el resto de los 7 centros pero ello escaparía al alcance introductorio de este artículo.

Lo interesante de los centros es que cuando observas tu propio gráfico puedes ver qué partes de ti son fiables y consistentes (centros pintados o definidos) y cuáles son abiertas y condicionables (centros en blanco o sin definir). Éstos centros en blanco no están rotos. No están vacíos. Tampoco es que necesiten reparación alguna. Lo que sucede es que son tremendamente vulnerables al condicionamiento externo. Para bien y para mal. Einstein, por ejemplo, tenía el centro de la mente sin definir, lo que le permitió tener una mente abierta (a la creatividad y relación de campos pero también al condicionamiento exterior como citaremos luego). Por ello no es mejor un centro definido que uno sin definir ya que los que tienes definidos son partes de ti en las que puedes confiar pero tienen una manera de actuar muy fija, mécanica y difícil de cambiar sin la intervención de la conciencia, tiempo y esfuerzo.

Los seres humanos estamos formados por un equilibrio entre lo que es fijo en cada uno de nosotros y lo que está abierto a la diversidad. El Sistema de Diseño Humano es un sistema mecánico. No es moralista. No es una cuestión de establecer si lo que es fijo, definido, es bueno, o si lo que es cambiante, sin definir, es malo. Lo que sí es cierto es que los centros que tenemos sin definir nos causan más dolor y sufrimiento que los que están definidos porque la mayoría de nosotros nos vemos constantemente arrastrados hacia la identificación con la inconsistencia de esas áreas abiertas a la diversidad. Por el hecho mismo de estar abiertas, estas áreas solamente pueden ser experimentadas inconsistentemente. Se activan y se desconectan en función de quién entra o sale de nuestras auras, de nuestro espacio inmediato. La tendencia general es a querer aferrarnos a las características de los centros sin definir que más nos gustan. Tendemos a obsesionarnos por llegar a ser lo que no somos. Así como el ego quiere llegar a destacar en todos los centros (ser inteligente, atractivo,…) en un nivel más profundo, está también el anhelo del alma por volver a la completitud de la que proviene. En ese sentido los centros en blanco serían las lecciones que tienes que aprender a través de los centros que tienes pintados que serían el 'alumno' dotado con las cualidades de sus centros definidos.

Tus dos centros cruciales: el de la autoridad interna y el de la manifestación.
 
Un papel destacado dentro de los 9 centros lo ocupa el centro que representa tu autoridad interna ya que es aquella parte de ti en la que puedes apoyarte a la hora de tomar una decisión sabiendo que no te vas arrepentir internamente más adelante. En muchos libros de auto-ayuda se dan recetas universales de si es más conveniente escuchar a la mente o al corazón, confundiendo -además- muchas veces a éste con las emociones. Pues bien, en tu propio gráfico están dibujadas estas tres partes y allí puedes ver que quizás alguna de ellas no esté definida. Esto significaría que no puedes decidir consistentemente escuchando a esa parte de ti, ya que al ser un centro abierto al condicionamiento nunca podrás saber si eres tu realmente el que decides y va a ser muy cambiante a lo largo del tiempo. Es interesante notar que la mente en ningún caso es una autoridad interna, para uno; puede ayudarte a comparar pero no a decidir. Es curioso que según el Diseño Humano la mente sí que puede ser autoridad externa para los demás si estos te dan su poder para ello.  Para conocer cual es tu centro particular de decisión existe una jerarquia de 4 centros posibles en la que el primero que está definido pasa a ser tu centro de autoridad interna. A modo de apunte, esta lista es la siguiente: 1) Centro del Plexo Solar o de las emociones, 2) Centro Sacral o sexual, 3) Centro del Bazo o de la conciencia corporal y 4) el Centro-G o del corazón y la guía.

El otro centro destacado es áquel des del que puedes manifestarte y manifestar en la materia. Se trata de mirar en el gáfico de tu Diseño Humano si el centro de la Garganta (tercero empezando por arriba) está definido y, si lo está, a que centro o centros se conecta. Así es posible ver des de donde te puedes comunicar y manifestar en el mundo de las formas en general. Por ello, puede ser una ayuda muy útil a la hora de afinar en la elección de una profesión, suponiendo que dicha decisión sea posible.

Los cuatro Tipos
 
A partir del estudio de los centros de los que hemos estado hablando y de sus combinaciones aparecen los tipos de diseño posible. Aunque las variedades individuales son prácticamente infinitas, vistos en su conjunto no hay más que cuatro tipos de diseño posible. Esto que podría parecer una simplificación excesiva no lo es tanto si tenemos en cuenta que, por ejemplo, solamente existen cuatro grupos sanguíneos.

El primer grupo destacado es el de los Manifestadores. Ellos són los únicos que tienen un centro considerado 'motor' conectado con la garganta. Los centros "motores" són los 4 inferiores y corresponden al Centro del Plexo Solar o emocional, al Centro del Corazón o del poder y la voluntad, al Centro Raíz similar al primer chacra y al Centro del Bazo o de conciencia corporal. Ello les da el poder de manifestar en la materia aquello que quieran. Son el 8-9% de la población y su estrategia debería ser la de informar antes de pasar a la acción. Son personas tremendamente frenadas desde bien pequeñas y acumulan mucha rabia por ello.

El segundo grupo importante es el de los Generadores y constituye el 70% de la población. A pesar de que a todos nos educan como si fueramos o pudiéramos llegar a ser manifestadores, los Generadores y ningún de los otros tipos deberían avalanzarse a la acción puesto que no tienen un centro motor conectado permanentemente a la garganta. Más bien deberían esperar y responder cuando llega el momento. Ello es dificil puesto que los Generadores sienten la energía como propia y sumado al condicionamiento externo y a la creciente velocidad del mundo en el que vivimos hacen que continuamente esten iniciando acciones y proyectos con resultados más bien inconsistentes. No es que no puedan conseguir lo que se proponen. Lo que sucede es que si supieran esperar y responder a la vida en el momento oportuno, ahorrarían mucha energía y frustraciones por no conseguir tirar para adelante todo aquello que se proponen.

El tercer grupo sería el de los Proyectores. Aquí ya entramos en el grupo de personas "no-energéticas". Este grupo está aquí para ayudar a los Manifestadores y a los Generadores a gestionar su energía. Como ellos mismos por sí solos no tienen acceso a la energía, acaban siendo expertos en reconocer a los que sí la tienen discriminando, además, de qué tipo de energía se trata. Este grupo debería esperar a ser invitado. Ni lanzarse a la acción ni tan sólo esperar. Deberían recibir una invitación lo más explícita posible antes de embarcarse en las cosas importantes de su vida (relaciones íntimas, elecciones de trabajo o de lugar de residencia, etc…). Esto es así porque al ser invitados estan recibiendo la energía de la otra persona en forma de atención, dinero o tiempo. Es muy desgastante para un proyector ir en pos de personas y proyectos. Es mucho más simple esperar a ser reconocido por uno de sus centros definidos ya que están "diseñados" para generar esa atracción. De nuevo el reto en medio del mundo en que vivimos es esperar y confiar en uno mismo y en la vida.

El cuarto y último grupo de personas lo forman los Reflectores. Este grupo es el más minoritario de todos ya que lo forman sólo el 1% de las personas. Su característica fundamental es que no tienen ningún centro definido lo que les hace tremendamente vulnerables a las influencias externas en todos los niveles de su vida mental, emocional y física. De hecho al no tener ningún centro definido carecen de autoridad interna y deberían esperar casi un mes (un ciclo lunar de 28 días) antes de decidir sobre las cosas importantes de su vida.

El diseño humano y los Niños
 
Cada vez más en mi propio proces y en las consultas que ofrezco me doy cuenta de lo largo, árduo y hasta doloroso que puede ser, ya de adulto, el camino de regreso a nuestra naturaleza original, que quedó eclipsada por el condicionamiento continuo, y no cuestionado, del entorno familiar, cultural y social.

Con razón decía Einstein que lo único que interfería con su aprendizaje había sido su educación.

El Diseño Humano, al igual que el resto de herramientas de auto-conocimiento que estamos tratando en esta serie de artículos, permite tener en cuenta las particularidades aparentes y no tan aparentes de cada uno de tus hijos a la hora de criarlos. Así puedes evitar en lo posible alejarlos de su verdadera naturaleza, respetando su singularidad reconociendo los atributos de su diferencia individual y encontrando la manera específica de tratar con cada uno de ellos.

Respetar la naturaleza de cada niño desde la infancia es ofrecerle un gran regalo, ya que supone ayudarle a conservar dentro de sí su propio centro de gravedad, lo que le permitirá navegar el ineludible condicionamiento externo sin ser dañado o controlado por él. Por ello siento que el Diseño Humano es primordialmente para los niños, ya que son ellos los que más pueden beneficiarse de una manera inmediata, connatural y permanente.

Más allá de tu vehículo
 
El proceso de ser tú mismo comienza por el reconocimiento de cuáles son las áreas de tu vida que han estado siempre sometidas al peso del condicionamiento. Las cosas empiezan a fluir en tu vida simplemente siendo tú mismo, fiándote de lo que en ti es fijo y consistente para tu toma de decisiones, y no de lo que en ti está sin definir, ya que es inconsistente y no representa ningún rasgo genuinamente tuyo.

Los centros sin definir contienen un enorme potencial para ti si bien el aprendizaje lo tiene que hacer tu conciencia durante toda tu vida. Si los intenta aprender des del ego, se convierten en los centros en los que más sufres. Sufres debido a que estás intentando convertirte en algo que no eres, nunca fuiste y nunca serás. Sufres porque intentas aferrarte a algo que no puedes ser y experimentas esta imposibilidad como una carencia.

Al final todo este viaje sólo sirve para que puedas darte cuenta y vivir conforme al hecho de que tú no eres tu cuerpo, ni tu mente, ni tus emociones sino la conciencia que todo lo contempla. En palabras del propio Ra Uru Hu: "Tú no eres el vehículo. Tú tampoco eres el conductor de este vehículo. Tú eres el pasajero que está sentado en el asiento de atrás contemplando el paisaje a través de la ventana!"


Andrés Zuzunaga
consultas_personales@cosmograma.com 

sábado, 23 de octubre de 2010

Carta a un astrólogo

Carta a un astrólogo
por José Antonio González Casanova
Ha sido catedrático de Teoría del Estado y Derecho Constitucional
Es escritor. Autor de:
- El Dios presente: confesiones de un viejo cristiano (Kairós)
- Elogio de la astrología (Obelisco)
- La muerte y el horóscopo (Indigo)
- Astrología de la resurrección (Asociación Gallega de Astrología)

El artículo que puede leerse a continuación fue publicado el 12 de diciembre de 1985 en El Periódico (página 6)

Carta a un astrólogo

Para el autor, los astros no son un augur que ha de acertar fatalmente, sino que son una luz que ayuda a vernos en el espejo. No dicen lo que pasará, pero avisan de la lógica interna que conduce a lo que haremos.

Cuando hube contrastado mi manera de ser y mi vida pasada con los signos astrológicos que me correspondían en todos los horóscopos (griego, chino, árabe o azteca) y vi que coincidían y que me confirmaban, empecé a respetarte. Es verdad que aún no creo del todo en tus augurios, pero aciertas en lo fundamental de la estructura cíclica de las vidas humanas, más que como científico, como artesano descifrador de textos oscuros que tú entiendes y que, en el fondo, son claros como una noche estrellada en luna llena.

Tardé en saber que los astros no causan mi actitud o mis actos, sino que los reflejan como un espejo. Paracelso dijo que es el ciclo exterior el que muestra el camino del interior, pero eso no es así porque el hombre es un microcosmos hecho a imagen del Universo (o de Dios, según otro lenguaje) y, desde los pueblos más antiguos hasta el psicoanálisis de Jung, la astrología y los tests de proyección, utilizados en pedagogía y psicoterapia, responden a esa correspondencia armónica entre los seres y las cosas que hacen a unos y a otros signos recíprocos.

Plotino y los estoicos ya vieron en los astros testigos y actores nuestros, nunca autores o causantes, y Ptolomeo dijo que el sabio gobierna su estrella y el ignorante es gobernado por ella. Por eso, si conociéramos la conjunción de todos los elementos telúricos, animales ancestrales, familiares, que nos forman, podríamos dominarlos y conducirlos para alcanzar esa voluntad autónoma que nos hace libres. El Destino no sería una fatalidad, sino un proyecto.

No creo, pues, ni en el puro azar ni en la necesidad, pero sí en que existe un azar necesario, redondo y seguro, que me guiña el ojo como una estrella para que yo lea en el cielo lo que proyecto desde mi inconsciente; igual que el microfilme proyecta en una gran pantalla para una mejor lectura.
No sé quién dijo que la humanidad prisionera tiene como celda el cielo, en el que escribe sus graffiti. Y Bachelard añadió esto que el Zodíaco es el test de Rorschard de la humanidad infantil. En definitiva, como los antiguos marinos, nos guiamos por la carta astral, pero ese mapa es tan caprichoso y exacto como nosotros mismos, sus autores. No me extraña que seas el moderno guía de nuestros periplos azarosos, pues nos ayudas, como los psicoanalistas, a “ver” lo que, desde nuestros inconsciente, “queremos ver” y que no sabemos –racionalmente hablando- qué es.

Y, sin embargo, me dirás, los astros y sus estructuras relacionantes “están ahí”. ¿Por qué están situados físicamente a imagen de las nuestras? Eso es para mí un misterio que algún día se explicará en virtud de la estructura viva que forma todo lo creado. Lo importante es no verte como un augur que ha de acertar fatalmente, sino como una luz que ayuda a ver en nuestro espejo. Tú no nos dices lo que nos pasará seguro, sino que avisas de la lógica interna que conduce de lo que somos a lo que haremos, ya que la vida de uno –como la Historia de todos- es también una estructura coherente, pese a que no la vemos a primera vista.

Si el psicoanálisis nos ilumina el hondón del alma, tú apuntas el foco contra el texto hermético que forman las estrellas. Vuelves también a la infancia humana, primitiva, como el otro. El Destino no existe, tan sólo el misterio del hombre que quiere ser libre. Lo ha dicho Borges: “El camino es fatal como la flecha, pero en las grietas está Dios, que acecha”.

martes, 5 de octubre de 2010

Geoastrología. El orden cósmico en el hábitat.

Geoastrología: El hábitat como reflejo cósmico.

Introducción

Llevo 26 años como astrólogo. Me inicié siendo seducido por la orientación humanista y psicológica que me transmitieron mis maestros. Sin embargo, la astrología no es sólo humanista o psicológica. La astrología permite captar y ubicar la fuerza del momento y la fuerza del lugar, y es precisamente para ello por la que fue engendrada. Lo de retratar psicológica y somáticamente a las personas vino bastante tiempo después.
El valor añadido de la astrología viene dado porque con ella podemos datar y sintonizar la fuerza del momento –el gran reloj cronobiológico- con la fuerza del lugar –los lugares sagrados del hábitat-. Conocer, anticipar y combinar ambas cosas nos permite agilizar y facilitar muchos asuntos que, de otra manera, podrían quedar enzarzados o sin salida.
A esta variante, la de ubicar la fuerza planetaria en los lugares concretos, la llamamos geoastrología, astrocartografía o astrología espacial o del hábitat.



I.- Geoastrología es un procedimiento consistente en colocar tu Carta Natal sobre el plano de tu vivienda o despacho. A través de esta vía comprobamos hasta qué punto hay resonancia o sinergia entre los potenciales contenidos en tu Carta Natal y el hábitat en el que te desenvuelves. Cada uno estos potenciales se corresponde con uno o más lugares de este hábitat. Observando la relación afín o discordante que puede haber entre cada posición astrológica y el lugar que cada una de ellas ocupa en tu domicilio, podemos deducir si la decoración que tienes favorece o no tu bienestar y prosperidad.
Como la Carta Natal contiene tanto las excelencias como las carencias potenciales, observamos si las zonas del hábitat en donde se proyectan van a favorecer o no el mantenimiento del bienestar y la prosperidad, o bien, si van a entrar en resonancia con carencias y conflictos.

Cuando esta forma de aplicar la astrología se combina con los principios y herramientas del Feng Shui y de la Geobiología, la llamamos Geocuántica. Geocuántica es un conjunto de herramientas orientadas a facilitar y desencallar procesos, tanto en las personas como en las empresas. 
Para una mayor información al respecto, puedes visitar el enlace de Geocuántica. Hábitat y Conciencia.

II.- El mapa astral de una persona (o de una empresa), además de reflejarse en un lugar concreto como, por ejemplo, el domicilio o un despacho, también puede entrar en resonancia con áreas del barrio o de la ciudad de residencia. De esta manera podemos localizar zonas propicias para, por ejemplo, el desarrollo de proyectos o para cualquier asunto en el que estemos concernidos. Por la misma razón, también podemos localizar, tanto en el domicilio como en la ciudad, zonas resonantes con aspectos o factores difíciles. De este modo, sabiéndolo a tiempo, podemos hacer correcciones que ayuden a transmutar y redirigir las dificultades.

III.- Aplicando soluciones sutiles y poco invasivas, tal y como lo haría el Feng Shui, sólo que con los principios astrológicos, podemos introducir cambios sobre el hábitat doméstico, lo cual acabará repercutiendo sobre el hábitat constituido por la ciudad y sus diferentes zonas.
Así, pues, los cambios e intervenciones sobre el hábitat pueden llegar a favorecer determinadas gestiones, asuntos y negocios sobre los que tengamos un interés y que tengan una ubicación externa a nuestro domicilio y sin importar la distancia.

IV.- Los tránsitos actuales que se tengan sobre la Carta Natal son también localizables tanto en el hábitat doméstico como en el hábitat urbano en donde residamos.
Las grandes conjunciones que tienen su lugar en el cielo también están presentes en nuestro territorio. Así, pues, actuando sobre determinados lugares del hábitat podemos favorecer, atraer y generar efectos positivos sobre asuntos importantes de nuestra vida.

V.- En la Carta Natal están significados los planetas cuya influencia se deja sentir sobre el cuerpo, sobre el hábitat doméstico y sobre el hábitat exterior. Además, también podemos tomar en consideración la posición de los puntos medios formados por aspectos planetarios críticos. De esta forma, el punto medio en cuestión nos señala una zona que acaso esté reflejando un sufrimiento o una dificultad. Pues bien, modificando esa zona, a la par que trabajamos la actitud correspondiente, podemos desencallar situaciones que hace tiempo nos tienen preocupados.

A las líneas planetarias que se reflejan en el hábitat, cuando las trabajamos con feng shui, las llamamos líneas geocuánticas; y a los puntos medios, vectores geocuánticos.
Cuando algunas de estas líneas o vectores tropieza con una carencia o geopatía del hábitat, su potencial puede ralentizarse, bloquearse, anularse o corromperse hasta perjudicar la salud y la prosperidad.
El valor añadido de Geocuántica es clarificar, remediar, restituir y facilitar el sutil vínculo entre tu potencial, tu actitud y el lugar en donde vives.

VI.- Por otro lado, al igual que sucede con nuestro entorno afectivo, que atraemos relaciones en función de ciertas características nuestras que necesitan de una toma de conciencia por nuestra parte, con el hábitat sucede igual: escogemos una casa que nos refleja. Así, pues, persona y hábitat se atraen. Una modificación en la actitud y en el estado energético de nuestra casa puede desatascar y hacer más fluido nuestro propio crecimiento y el de las personas con las que estamos vinculados. Por eso es que nuestro trabajo se orienta hacia la toma de conciencia acerca de la íntima relación existente entre tu personalidad, tu potencial, tu forma de gestionar tus emociones, el estado energético de tu hábitat, etcétera.

Astrología + Feng Shui + Chequeo Geobiológico + Coaching = ¡¡¡ Geocuántica !!!

miércoles, 28 de julio de 2010

Astrología y Karma

El Karma y la Astrología
por Jesús Gabriel

El trabajo de indagar acerca del Karma individual a través de la Carta Natal constituye un sugestivo ejercicio que no siempre se valora justamente. Quizá el principal responsable sea el propio astrólogo, quien a menudo ofrece un argumento cuya base es la de atribuir a un pasado remoto y desconocido el origen de determinados problemas que se manifiestan en forma de conductas erróneas, o a través de circunstancias especialmente frustrantes. Personalmente no reniego de tal explicación, pero desde que la Astrología dejó de describir superficialmente personalidades y sucesos, seguir atribuyendo causas de índole kármico a determinados problemas ya no tiene objeto. Ha sido en los últimos años que a la Astrología se le ha podido lavar la cara dotándola, no solo de una profundidad, que ya tenía en sí misma, y de una accesibilidad de planteamientos que los antiguos no ofrecieron con claridad. Actualmente  existe una corriente de pensamiento que, ante una Carta Natal, se aleja rotundamente de la sordidez, secretismo y fatalismo que la Astrología tradicional otorgaba cuando indagaba acerca del Karma individual.

La Astrología Kármica contempla no solo la sustancia espiritual de la vida individual, sino que la considera como foco motivacional que reside en nuestro inconsciente que hace que escojamos un determinado rol a desarrollar en nuestra vida social, profesional, familiar y afectiva. Mediante este enfoque podemos ver en dónde está el verdadero talento individual, una serie de virtudes veladas que hay que atreverse a afrontar si se desea aumentar nuestro nivel de vida. Ahí está nuestro verdadero pozo de sabiduría que a veces no está suficientemente valorado, quizá debido a la sobreacentuación que damos al Yo y al aprendizaje consciente. La verdad es que una buena parte de lo que llegaremos a hacer en esta vida en realidad está ya aprendida y, aunque yace latente en un rincón de nuestra memoria ancestral, el Karma se manifiesta continuamente a través de oportunidades, encuentros y desencuentros con otras personas, cambios emocionales, enfermedades, accidentes, triunfos, fracasos, y demás circunstancias con que nos hallamos y que nos desvelan que la vida es siempre mucho más de lo que parece ser.

Y es que en realidad la palabra “karma” significa simple y llanamente “trabajo”. El trabajo de administrar, dosificar y pulir la parte que nos corresponde del inconsciente colectivo que va a sernos necesaria para evolucionar. Esta parte está integrada en un Todo que se configura como el lugar y el espacio psíquico en donde se almacena y regenera la memoria de la humanidad. Cualquier persona podría acceder a cualquier rincón de esta memoria, pero únicamente la sagrada necesidad de la evolución es la que determinará para cada individuo lo que le corresponda vivir y conocer.

Astrología sin Fronteras

Una Astrología sin Fronteras
por Jesús Gabriel

Me sentí atraido por la Astrología, no por su componente ocultista, sino porque me ayudó a canalizar y estructurar una serie de inquietudes en el campo del autoconocimiento. Tiempo atrás me interesé por la psicología ortodoxa aunque sin cuajar en ningún tipo de reglamento intelectual estructurado o dirigido. Cuando descubrí, o mejor dicho, cuando me descubrieron a través de la lectura de mi Carta Natal, comprendí intuitivamente que además de servirme personalmente podría ayudarme a canalizar aquellas inquietudes intelectuales, y si esto era posible para mi, también podría serlo para otras personas con las que pudiera coincidir en el camino del autoconocimiento, incluyendo a quien esté leyendo estas líneas.
Es verdad que la Astrología, la Alquimia, la Simbología, y la Mitología constituyen las cuatro formas de conocimiento antiguo que mejor se adaptan al estudio de cualquier cuestión vinculada a lo que hoy llamaríamos “la psicología que explica los procesos de crecimiento personal” incluyendo un sinfín de cuestiones aparentemente independientes que, a la luz de la Astrología, adquieren una categoría unitaria. Por ejemplo, una de las cosas que puede resultar atrayente y chocante cuando una persona empieza a interesarse por la Astrología lo constituye la predicción de acontecimientos, capítulo este que, tras el intríngulis inicial, se convierte en mera anécdota, todo y que es lo que atrae a muchas personas a hacerse una lectura de su Carta Natal. Ciertos enfoques en psicología, pero sobre todo la Astrología en sí misma, considera que los acontecimientos que jalonan la vida de una persona están formando un Todo con esa misma persona y, por lo tanto, los acontecimientos no son en absoluto debidos al azar, incluso aquellos que no parezca que tengan que ver con nuestra persona, sino que son debidos a necesidades evolutivas ocultas. La Astrología proporciona diversos niveles de comprensión, desde la descripción de acontecimientos pasando por la descripción superficial del carácter individual, pero sobre todo nos ayuda a describir esas necesidades ocultas que toda persona posee en el fondo de su psiquismo y que constituyen la materia prima de la que se compone su realidad. Es decir, la Astrología nos ayuda a potenciar un sexto sentido: el que nos va a servir para utilizar nuestra mente desde una perspectiva que nos posibilite una percepción global del mundo incluyendo en él nuestra propia persona y los acontecimientos que jalonan nuestra vida.

La Astrología nos ayuda a potenciar la intuición. Debido a su componente simbólico, también nos ayuda a vislumbrar la expresión cotidiana y concreta del Arquetipo, de tal manera que al percibir una única realidad psíquica subyacente en la diversidad de manifestaciones externas de que se compone nuestra vida podemos llegar a entender las cosas desde la simplicidad y desde la unicidad. Sin desarrollar la capacidad simbólica una persona podría perderse en las contradicciones de la realidad cambiante. Desarrollando esa capacidad es posible ver que el arquetipo se manifiesta de forma diferente, cambiante e incluso chocante, y no por ello nuestra comprensión de las cosas deberá buscar una fórmula diferente o cambiante para interpretar lo que ocurre. Simplemente comprendiendo el arquetipo se comprenden muchas cosas pasadas, presentes y futuras. Comprender el Arquetipo comporta darse uno cuenta de que uno mismo también forma parte de él.
Obteniendo una mirada búdica de la vida y de uno mismo podríamos llegar a observar que la vida está formulada bajo un mismo patrón oculto. Este patrón se nos ofrece externamente a través de formas cambiantes si solo nos atenemos a las apariencias y nos dejamos zarandear por la avalancha de información externa. Percibiendo las distintas manifestaciones y experiencias sensoriales bajo un prisma globalizador nos damos cuenta que nosotros también somos Arquetipo, y que por lo tanto no hace falta mirar hacia fuera para percibir la realidad de la vida. Lo que ocurre afuera, los acontecimientos, los encuentros con otras personas, nuestro propio cuerpo y nuestra raiz espiritual son la misma cosa y está regida por la misma ley: la Ley del Arquetipo o Norma Sagrada. Todo lo que en la vida existe forma parte de un mismo magma.

Realmente la Carta Natal es el mapa arquetipal de cada individuo. Ahí puede observarse la interacción entre lo eterno (la Norma Sagrada) y lo temporal (los acontecimientos), y nuestra función es la de conectar ambas dimensiones. A través de la Astrología podemos llegar a percibir cómo un trauma, un encuentro significativo con otra persona o un golpe de buena suerte, pueden estar regidos por un mismo patrón cósmico.

LA ASTROLOGIA, HOY

La Astrología tiene muchos años. Nació y se fue desarrollando de acuerdo con la mentalidad de quienes la han ido cultivando y estudiando. La Astrología puede adaptarse a cualquier actividad humana. En manos de un campesino tendrá un tipo de uso; en manos de un gobernante, tendrá otro; y así en manos de un médico, de un psicólogo conductista, de un psicólogo junguiano, de un psicoanalista ortodoxo (o no tan ortodoxo), etc,... Por razones obvias ha sido en este siglo cuando la Astrología se ha enrriquecido más y se ha nutrido y, a su vez, ha nutrido a otras disciplinas del conocimiento humano y científico (psicología, antropología, arqueología, sociología, biología, geología, etc,...). Con respecto a tiempos pasados se han introducido planteamientos, se han pulido conceptos que ya habían sido insinuados con anterioridad, y el lenguaje se ha hecho más profundo y accesible a un tipo de público que desea analizar la realidad psicológica desde la libertad. Y es que la Astrología no es un dogma, es un medio utilizable con plena libertad de conciencia. También es verdad que la Astrología se ha malutilizado en los grandes medios de comunicación, pero tratar esa cuestión y los respectivos por qués desbordarían los límites de este artículo.
De todas las aportaciones de interés que han hecho que la Astrología haya evolucionado y ampliado sus funciones, la más importante y la primera, cronológicamente hablando, fue la de Jung, quien fundió de forma contundente lo psicológico y lo simbólico. Hasta ese momento la Astrología carecía de un lenguaje apropiado que comunicase creativamente el mensaje que estaba llamada a transmitir. Posteriormente otros astro-psicólogos seguidores de Jung han redondeado y ampliado el trabajo. Pero para llegar a este punto ha habido que pasar por una especie de purga previa. Esta purga fue encabezada por Alan Leo, Marc Edmund Jones y Dane Rudhyard, ambos astrólogos, quienes depuraron el lenguaje fatalista y obsoleto que hasta entonces padecía la Astrología. Más tarde las sucesivas aportaciones vinieron de diversos campos, aunque vale la pena remarcar que si la primera gran renovación se realizó durante la primera mitad del siglo XX, la segunda está protagonizada por una seguidora de Jung y astróloga confesa llamada Liz Greene, cuyos libros pueden adquirirse traducidos al castellano. Gracias a ella, muchos han llegado y llegarán a la Astrología a través de su aportación. Además de explicar Astrología y Mitología de forma clara, concisa y profunda, Liz Greene explica a Jung de forma especialmente intensa. Si sumamos ambas cosas, Jung y la Astrología, tenemos que en los libros de Liz Greene encontramos la esencia de ambos enfoques, que en realidad es uno solo. Pero el caso de Liz Greene es solo un exponente de lo que está ocurriendo.

UNA ASTROLOGIA SIN FRONTERAS

Actualmente se están abriendo campos de investigación psico-astrológica que prometen un desarrollo tan creativo o más que el que he relatado anteriormente. Se depuran viejas técnicas de interpretación astrológica que en su momento no fueron debidamente aprovechadas, y se dan pasos para una reformulación y comprensión del origen de determinados complejos psicológicos y otras patologías emocionales o mentales.
Actualmente estamos trabajando en un proyecto que puede hacer que la Astrología sea todavía más cognitiva, reelaborando y aplicando nuevas percepciones que nos están acercando a un punto de mayor comprensión del significado espiritual y oculto de determinados desórdenes mentales y emocionales que cada vez afectan a un mayor número de personas. Ante estos desórdenes todos estamos expuestos en mayor o menor medida, pero precisamente lo que nos está interesando más no son los casos psiquiátricos extremos sino los casos que afectan a las personas de conducta aparentemente normal, es decir, cualquiera de nosotros. Me refiero a situaciones de especial tensión evolutiva que pueden hacer aflorar desde el inconsciente de los individuos ciertos rasgos negativos que en situaciones normalizadas quedarían solapados. Estos rasgos que todos compartimos y que cada uno vive de forma personalizada, la Astrología los entiende como señales de especial pulsión creativa. Realmente la creatividad y el desorden mental son reversos de la misma moneda, aunque a través de la comprensión simbólica que nos brinda la Astrología podemos ir un poco más allá y percibir en el desorden emocional la portavocía de ciertos rasgos de la herencia familiar que están retenidos en el inconsciente, o simplemente todo ello había permanecido dormido hasta el momento en que evolutivamente ha empezado a hacerse necesaria la plasmación externa en forma de conflicto. No es otra cosa que la dinámica del Mito, que pide expresarse. En manos de la persona está la calidad de esa expresión en el plano concreto.
La Carta Natal es el mapa arquetipal del individuo. Este mapa es irrepetible y muy personal, y por ello podemos conocer de dónde vienen, cómo se maniestan y cómo pueden canalizarse ciertos rasgos del Arquetipo, evitando así una expresión caótica y fomentando la expresión más creativa. Realmente la enfermedad mental y la creatividad ocupan dispositivos contiguos en nuestra mente, y la cuestión es que al comprender este hecho es cuando las cosas empiezan a cambiar. La apuesta es que detrás de todo ello hay componentes del drama existencial del individuo y del inconsciente familiar que piden ser regenerados. Y la Astrología, como disciplina que estudia el puente que conecta el Arquetipo y su expresión individual, puede ofrecer un punto de luz altamente estimable

martes, 22 de junio de 2010

El ciclo Urano-Plutón y su importancia en la historia de Europa

El presupuesto debe equilibrarse, el Tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada, y la ayuda a otros países debe eliminarse para que Roma no vaya a la bancarrota. La gente debe aprender nuevamente a trabajar, en lugar de vivir a costa del Estado.
Marco Tulio Cicerón
Año 55 a .C.

El ciclo Urano-Plutón
y su importancia en la historia de Europa
por Jesús Gabriel Gutiérrez
La vida es ciclo

Al igual que las personas, las organizaciones y las naciones también tienen un cielo fundacional que las acoge y en el que queda plasmado su mapa espiritual. La fecha de entrada en vigor del euro, que también genera un mapa fundacional, nos dice bastante de los aconteceres que perturban a Europa. Sin embargo, antes de entrar en detalles me gustaría referirme al progreso de la actual crisis sistémica.

El ciclo Júpiter-Urano y su influencia en la sociedad

Durante este año se produce la conjunción Júpiter-Urano, una combinación que suele coincidir con fuertes controversias sociales, alteraciones en la convivencia y avances súbitos que escapan a toda previsión. Cuando se produce esta conjunción, el salto entre generaciones es mucho más acusado. Se podría decir que se forma una brecha entre personas que hasta ese momento mantenían una comunión por razones de grupo o de clase social. Dos paradigmas y formas de ver el mundo que hasta ese momento parecía que estaban compartiendo valores, definitivamente se distancian y dan lugar a un sentimiento de inadaptación y exclusión social. En realidad, este aspecto tan sólo hace que poner en evidencia un distanciamiento que la conveniencia no dejaba ver. Así, pues, durante este periodo de tiempo se pueden producir casos de ostracismo y exilio interior entre individuos, en organizaciones y clases sociales. Suelen producirse pérdidas de estatus que acarrean cambios de vida súbitos y con consecuencias impredecibles. Esto que les digo no afecta únicamente a clases humildes y que viven situaciones económicamente precarias, sino a todas las personas. Hablamos, pues, de pérdida de una posición social que da lugar a una disminución de la cohesión entre personas que pertenecían a un mismo grupo. Un sentimiento de pérdida puede darse también en personas que no pierden nada directamente, sino que asisten a pérdidas protagonizadas por otros.
Por otro lado, este aspecto favorece el riesgo, el desapego, el avance, el espíritu visionario y emprendedor. Así, pues, las soluciones trilladas se vuelven todavía más obsoletas y emerge un nuevo paradigma creativo que desafía la comodidad y nos pone en movimiento lo queramos o no.

Los aspectos de conjunción Júpiter-Urano se producen cada 14 años y en un signo diferente. Este mismo aspecto repitiendo signo se produce cada 84 años aproximadamente. La última conjunción se produjo en Acuario en 1996-97, el signo de los grupos y de la cooperación entre individuos. Así, pues, en estos últimos años hemos asistido al crecimiento de plataformas de participación que han ayudado a que el daimon de esta conjunción se haya podido desarrollar plenamente. De hecho, ya ha alcanzado su techo. El auge del correo electrónico y de las redes sociales ha alcanzado su cota de eficiencia durante este periodo. A partir de ahora remitirá y dará paso a otra cosa. La actual conjunción pone fin a ese ciclo e inaugura otro con otra coloratura: la del signo de Aries. Así, pues, durante los próximos 14 años se va percibir el afloramiento de nuevos modos de liderazgo. Uno de los síntomas de este principio de ciclo lo vamos a notar en un aumento del peso de la acción individual. Un síntoma de ello está siendo el auge creciente de los profesionales individuales (free-lances, co-workers) que colaboran entre sí esporádicamente según proyectos. Para entender esta emergencia, deberíamos tomar en consideración la deriva de otros ciclos, de lo cual hablaré después.
La última vez que Júpiter y Urano se conjuntaron en Aries fue en 1941. Y, ahora, la combinación Júpiter-Urano-Aries vuelve a darse en este 2010-11. El síntoma al cual vamos a asistir durante el arranque de este ciclo es el de la acción individual como motor de progreso profesional, social y económico. Una vez haya concluido este arranque, aproximadamente hacia 2016-17, se podrán construir formas de cooperación verdaderamente innovadoras y más estables como, por ejemplo, cooperativas entre profesionales como germen de lo que más adelante serán nuevos holdings o empresas. Mientras eso no llega, el egoísmo de quien tenga las ideas más claras se hará patente y dominará a quien no las tenga. Tiempo, pues, de visionarios y golpes de codo.

Los ciclos sinódicos de Saturno y su influencia en los países

Por otro lado, también se está produciendo un aspecto crítico entre Saturno y Plutón que reproduce algo que ya está en el Mapa de puesta en marcha del euro y en los de Pakistán e Israel. Es una combinación que suele relacionarse con psicosis y miedo colectivo de raíces muy antiguas y que resisten todo raciocinio. Son emociones muy potentes y que llevan ahí mucho tiempo. La consigna a la que nos lleva esta combinación es que deberíamos hacer una exfoliación profunda de los parámetros políticos y sociales. Hay demasiada piel muerta que pide ser arrancada. El miedo viene de que debajo de esta piel pueda haber heridas no cicatrizadas que se pueden avivar si no se hace con el aplomo debido. El significado que realmente tiene el diálogo entre Saturno y Plutón es que actúa como aviso contra la fosilización de formas políticas y sociales. El elemento que impide esta exfoliación es el miedo, la agitación, la impaciencia y la falta de calma. No trascender este impedimento nos puede llevar a ir repitiendo y no transformar estas emociones con la dedicación y el aplomo debido.

Así, pues, la coincidencia entre todas estas combinaciones, momentos-fuerza y ciclos dan como síntoma la exacerbación del individualismo –incluso el individualismo disfrazado de grupo o secta-, el miedo a la exclusión y el cortoplacismo. Cuando nos demos cuenta de que la exclusión y el desclasamiento social constituyen un fenómeno mayor, y que, por tanto, quien se ha mantenido en donde estaba es una minoría cuyo final es la fosilización en vida, perderemos el miedo y entonces podremos participar con mayor claridad en la construcción de un nuevo mundo. Todavía falta un tiempo para llegar a este punto. Entretanto, la competitividad egocéntrica e interesada en la propia individualidad o marca convertirá las relaciones profesionales entre individuos que podrían estar colaborando generosa y productivamente, en una selva con límites poco claros. El branding o potenciación de la marca personal, que busca situar al profesional en un mercado de trabajo dominado cada vez más por free-lances, ya se está convirtiendo en una forma de autismo existencial que cuadra muy bien con el signo de Aries. Y esto acaba de empezar. Habrá que llegar a la expresión máxima de hartazgo del culto a la marca (propia y ajena) para ponerse a cooperar unos con otros de forma generosa y real.

Sin embargo, el aspecto más interesante de tratar aquí es el que forman Urano y Plutón, cuyo ciclo sinódico lleva a desarrollar su daimon a lo largo de 120 años aproximadamente. El daimon viene a ser como un ángel y un demonio que dotan de significado al racimo de acontecimientos que irán activándose y que se pueden asociar a esta combinación. Hay momentos durante el ciclo en los que el ángel (la protección y la bonanza) tiene más presencia; mientras en otros es el demonio (la crisis y la agitación) quien toma protagonismo. En realidad funcionan a la vez sólo que la mente dualista los prefiere examinar y vivenciar por separado.

Todos los ciclos sinódicos tienen un ámbito geográfico en el que están más anidados. Por ejemplo, tal y como he citado anteriormente, el ciclo Saturno-Plutón afecta a países en los que el fenómeno religioso está muy asociado al poder político; Saturno-Neptuno, a los países del Este de Europa; y, por poner otro ejemplo, el que corresponde a Saturno-Urano, a España. Esta misma combinación también estaba en el cielo fundacional de la restauración monárquica y en los mapas astrológicos de Adolfo Suárez, Felipe González y José María Aznar.

El ciclo Urano-Plutón

Volvamos a Urano y Plutón. El ciclo actual se inició mediada la década de los 60 y supuso el final del ciclo anterior iniciado en 1851. El periodo 1851-1965 significó una vuelta de tuerca más en pro de la propagación e imposición de un modo de ver la vida con raíz europea y que fue encarnado finalmente por los Estados Unidos. Es de este ciclo la disidencia en forma de proliferación de ideologías y sectas escindidas de la corriente hegemónica del cristianismo tal y como lo conocíamos hasta entonces. Como he comentado, cada ciclo tiene puntos de inflexión en los que se hace notar más el ángel o el demonio, los cuales son percibidos según estados de ánimo colectivos. Es la miopía colectiva la que hace que nos olvidemos que ambos son uno solo. Del ciclo 1851-1965, su último punto de inflexión crítico -un cuarto menguante, si lo comparamos con el ciclo lunar- coincidió con el ascenso de Hitler al poder por vía democrática. Esta fase concluyó con su caída, el final de la 2ª. Guerra mundial, y la coincidencia de un ángulo de 60 grados, una de sus expresiones angélicas, entre Urano y Plutón.
En este momento estamos a punto de experimentar el primer punto de inflexión crítico (un cuarto creciente) en el ciclo iniciado en 1965. Así, pues, estamos viviendo la primera expresión demoníaca de los principios asociados a Urano y Plutón. Este punto de inflexión crítico supone un recordatorio y un cuestionamiento de aquel espíritu surgido de la conjunción que dio lugar al inicio de ciclo. Alrededor de 1965 surgió el mayo francés, los hippies, Woodstock, el inicio del movimiento ecologista y el fundamento de lo que luego, en parte, se ha venido a llamar New Age. Urano y Plutón juntos representan el emerger incipiente de una nueva conciencia, el cual irá necesitando de ajustes angélicos y demoníacos a lo largo de un ciclo que nos llevará hasta el 2104, momento en el cual se producirá una nueva conjunción. Es por eso que para entender el momento actual habría que interpretar lo ocurrido alrededor del 1965. Muchas de las actitudes que brotaron en aquel momento han perecido o sido engullidas por el sistema. Sin embargo, la idea sigue sin encarnarse completamente y pide ser puesta en práctica. El daimon nos pone a prueba y no dejará de incordiarnos entretanto no pongamos en marcha aquello que en los 60 predicábamos. Ahora toca explorar la expresión demoníaca de ese daimon. Las personas nacidas durante el periodo inmediatamente anterior y posterior a 1965 (entre 1964 y 1968) son las que tienen la clave para emprender este cambio. Todas ellas tienen en su Mapa fundacional esta conjunción. Ellas van a vivir en primera línea las contradicciones de este momento histórico.

Como si de las manecillas de un reloj se tratara, cuando Urano y Plutón hicieron su conjunción en 1965 fue como si marcaran la hora. Como ya he indicado, en este momento estamos en el primer cuarto de una hora que durará hasta el 2104. Este punto de inflexión crítico pone en evidencia la demanda evolutiva contenida en el daimon de 1965 y las contradicciones que han pervivido del ciclo anterior. La depredación y explotación de los recursos naturales del planeta, iniciada con especial intensidad desde el siglo XIX y principios del XX, no ha acabado y más bien sus consecuencias negativas se están avivando con especial intensidad en estos tiempos. Ello pone de relieve el cambio de modelo. Como si se tratara de dos placas tectónicas que entraran en colisión, el viejo paradigma y el nuevo chocan con violencia produciendo sucesos tan penosos como el vertido petrolífero en la zona del golfo de México; los casos de corrupción y negligencia por parte de los gobernantes; y la obsolescencia de los discursos políticos y económicos en una dinámica crecientemente acentuada, en la que la metáfora entre la realidad (liebre) y la política (tortuga) se encarna a la vista de todos.

Retrocedo un poco. El primer sextil (lado angélico del daimon) que formaron Urano y Plutón tras su conjunción coincidió con el despunte de la cultura del pelotazo en España, el auge total de la industria del ladrillo y la celebración de la Expo de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992. Fue una etapa que parecía angélica de no ser porque acontecieron la guerra en la antigua Yugoslavia y las matanzas de Ruanda, lo cual nos ayuda a entender que el ángel y el demonio siempre van juntos. Ahora, con la cuadratura, lo angélico y lo demoníaco compiten a favor de este último. El siguiente aspecto y punto de inflexión angélico entre Urano y Plutón será un ángulo de 120 grados que tendrá lugar en el año 2026, momento en que la crisis, tal y como la conocemos, junto con sus secuelas, habrá acabado.

Conclusión acerca de esta época en forma aforística.

• El poder cambia rápidamente de manos de forma subterránea. Muchas veces estos cambios se hacen evidentes cuando los nuevos amos ya están aposentados en el trono. Han llegado allí de forma inadvertida en medio de un despiste general que nos hacía estar mirando en diferentes direcciones.

• La investigación y los avances científicos han perdido el afán por el conocimiento y ahora sólo persiguen el manejo de la tecnología. La manipulación de la naturaleza ha ocupado el lugar de la observación y la comprensión. La filosofía, la moral y la ética han sido definitivamente desplazadas por la ciencia. Los científicos son ahora quienes nos dicen quiénes somos o, peor, lo que tenemos que ser. Cada vez que se da un aspecto crítico entre Urano y Plutón la oscuridad se intensifica. Los avances se ven manipulados por intereses más oscuros. La facilidad que se persigue con el progreso técnico se esfuma y es sustituida por otros intereses, los cuales son los que verdaderamente dirigen eso que llaman progreso. La verdad pierde peso a favor de una explicación que legitime esos intereses, lo cual ocurre no sólo en cuestiones científicas sino también en las filosóficas. Como en la Alemania nazi, en que la ciencia servía a los intereses representados por Hitler, ahora sucede lo mismo sólo que no hay un nombre concreto, lo cual hace esta etapa todavía más oscura.

• La conjunción entre Urano y Plutón de 1851, la que dio lugar al ciclo que concluyó a mediados de la década de los 60, se produjo en Aries, un signo individualista y autocrático. De este modo se entiende que en este periodo, los cambios, las guerras y las revoluciones tengan su razón en una actitud personalista, lo cual se ha dejado ver en los desgajes sectarios surgidos de la religión oficial, y en la actitud de la oficialidad misma, y en las dictaduras del siglo XX.
La ciclo actual emana de la conjunción de 1965 habida en Virgo, signo cuyos valores giran en torno a la ciencia, la salud, el servicio y el trabajo. Y, precisamente, está siendo desde estos campos desde donde puede emerger un nuevo nivel de conciencia, el cual emerge como placa tectónica que rompe la anterior. Sin embargo, como ya se ha dicho, los avances en este sentido irán acompañados de la oscuridad que las luchas que el poder requieren para perpetuarse aunque cambie de modelo de negocio, y de las inercias cosechadas del ciclo anterior y que ahora necesitan ser arrancadas para que una nueva piel pueda formarse. La salud, lo patológico del sistema, será la vía con que este nuevo ciclo se exprese. Hasta es posible que la enfermedad juegue el papel revolucionario que otrora ejercía un lider autocrático. Ponerse enfermo está siendo una de las formas de clamar por una transformación en el sistema de vida.

• La acumulación de los eventos astrales citados hace que el telurismo terrestre sea más acusado, lo cual hará que se establezca una resonancia con el telurismo social, económico, emocional y político.

• Las próximas lunaciones coinciden con eclipses y provocarán una intensificación de todo lo dicho aquí. En concreto, la luna llena del 26 de junio del 2010 dará lugar a un periodo de especial significación que irá reforzado con la luna nueva del día 11 de julio. Aunque no coincida con eclipse, la luna llena del 23 de septiembre también será significativa. Se podría decir que estos meses serán los más intensos y que la situación entrará en un cuello de botella crítico que podría ir aflojándose esporádicamente a partir del primer trimestre del 2011 para volver a la carga en el periodo 2012-2013. Sin embargo, como ya he comentado, a la actual crisis sistémica no se le verá el agua clara entretanto la actual cuadratura Urano-Plutón (90 grados) no se haya convertido en un ángulo de 120 grados (en el 2026)

La Carta del Euro

El mapa fundacional del euro otorga un peso específico al signo de Capricornio. Podríamos hablar de ambición, superación y perfección como reflejo de la Europa que se persigue con la implantación de la moneda única. Para desarrollar la faceta de carácter llamada Capricornio son necesarias unas pruebas que ayuden a fortificar el proceso que lleve a Europa a desarrollar una personalidad concordante con esos valores. La característica común a estas pruebas es el caos, el oponente del orden perseguido. Así, pues, las crisis de la Europa del euro tendrán al caos, a la descohesión y a la incongruencia como factores clave. Hay que entender, sin embargo, que ambas cosas son necesarias, se atraen y se ayudan, aunque sea a costa de los vaivenes emociones y económicos que estamos viviendo. Cuanto más peso se le ponga al orden, más se convoca al caos. De hecho, el mapa de Europa está dividido en dos grandes zonas: la del orden y la del caos. La gran tentación por parte del orden es aislarse del caos, y viceversa.

Si nos situamos en el centro de la Europa del euro, el signo de Capricornio aparece situado en el norte, lo cual viene a decir que el norte de Europa, con Alemania en el centro de esa zona, es quien personifica con mayor claridad las características de perfección y ambición contenidas en el Mapa astrológico fundacional. Con este Mapa, Alemania es el país que dicta el paradigma del potencial que quiere Europa encarnar. La ambición de poder de los países de la zona norte, desde el noroeste al nordeste, queda reflejada por una cuadratura entre Marte (Gran Bretaña) y Plutón (límite con Polonia). Este aspecto es lucha por el poder, belicosidad y neurosis de progreso a costa de países más débiles. Se trata de una combinación que mezcla pasión por el trabajo (Marte) y una obsesión por tener la sartén bien agarrada (Plutón) aún a costa de generar división en la Europa del euro, especialmente en los países en los que el culto al trabajo no es lo suyo.

La zona sur abarca desde el límite con Turquía hasta España y Portugal. Esta es la zona en donde se dan más contrastes y contradicciones. Ahí hay un aspecto difícil entre Marte y Saturno –considerados maléficos según la astrología tradicional- que, si Europa fuese un organismo vivo similar al cuerpo humano, indicaría una falta de hierro. Se trata de un área débil que requiere de una alimentación especial orientada a remontar y compensar tal debilidad. Esta zona recibió subvenciones, que es como suplementar con hierro sus deficiencias orgánicas. De toda esta zona España ocupa el centro. Ello quiere decir que nuestro país debe esforzarse y dotarse del hierro necesario como para no estar dependiendo de que otros la alimenten. Hasta es posible que las personas que viven en esta zona tengan deficiencia de hierro en su organismo. La falta de hierro tiene una lectura: la falta de movilización y motivación incluso ante los propios intereses. Puede no haber energía ni para el propio bien si no se toma la atención debida a esta falta.

En la zona del sur de Europa hay zonas excepcionales que son como oasis en medio del desierto. Por ejemplo, la delimitada por el norte de Italia y el sur de Francia. Es una zona muy favorecida para temas relacionados con la industria cultural. Es posible que el otro motor de Europa sea su cultura y que precisamente esta zona sea la protectora y la generadora de valores intangibles para el resto del continente. De los tangibles, como es notorio, se encarga la zona del norte. No es de extrañar, pues, que los filósofos, los artistas y los creativos de la Europa del euro sean de origen francés o italiano, o habiten en esas zonas sea cual sea su origen.

Tránsitos sobre la Carta del Euro

La posición de Saturno en Libra formará un aspecto crítico en serie con todos los factores de Capricornio. Como Libra designa las relaciones entre socios, será probablemente durante estos 2-3 años próximos que se reformulen los pactos, los contratos y los acuerdos que luego van a ser definitivos para la convivencia. Una situación similar se dio entre el 2004 y el 2006, aunque sin cerrar. Ahora aquellos cabos sueltos deberán ser atados sin dilación. El plazo máximo para hacer este ajuste será el 2012-2013, momento en el que se experimentará un punto de inflexión extremadamente crítico para la historia de la moneda única europea pues, además, se forma una conjunción de Plutón sobre el Sol de su Mapa fundacional. Este tránsito intensificará la influencia sobre el resto por parte de quien ya tiene el mando. Ahí se verá si el espíritu solidario que pretende animar la Europa moderna puede ser realmente encarnado por toda ella o sólo por una elite que deje fuera del grupo al resto.

domingo, 6 de junio de 2010

Una guía astrológica de nuestras zonas mágicas

Este artículo está próximo a publicarse en la revista astrológica Médium Coeli
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Una guía astrológica de nuestras zonas erróneas

Lilith
LOS ASPECTOS REPRIMIDOS DE LA PERSONALIDAD

Jesús Gabriel Gutiérrez

Abstract
La primera información de que dispuse cuando inicié mi investigación sobre la Lilith astrológica -la Luna Negra- procedía de la primera oleada de astrólogos que empezaron a tener en cuenta su influencia, allá en el tramo final de la década de los 60. Ellos dieron a la interpretación de Lilith una fuerte connotación sexual, muy en consonancia con lo que socialmente estaba emergiendo en aquellos tiempos. Sin embargo, esta acentuación me hizo sospechar que la Lilith astrológica no podía reducirse a una sexualidad meramente excepcional, inusual o reivindicativa. Estirando del hilo, he ido viendo en ella algo más: es la otra cara de nuestro temperamento. Representa aspectos de nuestra personalidad y de nuestras motivaciones que no encontraron en la infancia el apoyo, la comprensión o los cauces adecuados para poderse expresar. Sin embargo, estos trazos son muy potentes y tienen una dinámica muy difícil de controlar. En relación a ello, y por ello, Lilith nos puede indicar elementos de nuestra vida emocional que, de no ser reconocidos o atendidos por el adulto que ya somos, pueden llegar causar en nosotros potenciales problemas de salud con fuertes repercusiones en lo físico, en lo psicológico y en nuestros vínculos afectivos con los demás.


Sobre el autor

Jesús Gabriel Gutiérrez.
Astrólogo, Coach y entrenador personal con una experiencia de más de 20 años. Formador. Transversalizador y creativo cultural.
Conferenciante. Escritor. Creador de la Escuela de Reinvención y Cambio.

Autor de:
"Manual de Astrología" (Robin Book)
"La Empresa y los 5 elementos. Una red inalámbrica natural" (Ed. Almuzara. Colección “Economía y empresa”)
“Lilith: el enfado interior. Una guía astrológica de nuestras zonas erróneas” (todavía sin editar)
“Quirón. Viaje alrededor de un sentimiento herido” (todavía sin editar)


LILITH Y LA ASTROLOGÍA
Este trabajo trata de una figura contradictoria y chocante; profunda y sutil, unas veces; exhuberante y procaz, otras. Es Lilith / Luna Negra. Todos la tenemos en nuestra Carta retándonos, tomándonos la medida a través de nuestros prejuicios, invitándonos a disfrutar de un inexistente pastel tal como ocurriría con la visión ilusa de un oasis ficticio en plena travesía por el desierto. En este caso se trataría del desierto de las emociones, un desierto que de tan aplastante, misterioso e intimidatorio nos hace percibir el manjar justo de donde nunca lo podría haber. Lilith es intimidatoria, utiliza nuestros sentimientos y emociones para tomar vida. Nos fagocita. Su presencia es invisible pero contundente. Nuestras motivaciones inconscientes giran en torno a ella. Representa lo inconfesable, nuestros secretos más recónditos,… Y al mismo tiempo señala una vía de transformación cuyo punto de partida es una emoción innombrable y secreta, tan secreta que nos domina. No tenemos a Lilith, es ella quien nos tiene a nosotros. Lilith es un agente provocador del destino.

Las implicaciones que Lilith tiene en nuestra Carta crean un territorio propicio para el cuestionamiento personal. A través de la acción de Lilith observamos lo incompleta que es nuestra vida si tan solo vivimos rindiendo culto a nuestros sentimientos más decorosos y aceptables. Lilith nos enseña que la ocultación de cierta clase de sentimientos (odio, venganza, envidia, ira,...) es negar una parte importante de nuestra personalidad, lo cual puede derivar en problemas de salud tanto en lo físico como en lo psíquico. Así pues, la posición astrológica de Lilith ofrece una información esencial no sólo de sentimientos sino también de facetas que piden ser reconocidas e integradas. Esta petición que ella nos hace viene a través de situaciones chocantes sorprendentes, desestructurantes, caóticas,... Su finalidad es pulverizar toda defensa y hacernos más sinceros y menos remirados. Así, sin protección, emergen del inconsciente, emociones y deseos que han permanecido largamente ignorados. Esta eclosión es altamente desafiante para nuestro status quo emocional. A menudo podemos percibir la acción de Lilith a través de comportamientos anómalos que se sitúan entre la ocultación y la manifestación sin encauzar, como si se quisiera contener lo incontenible. Eso da lugar a incongruencias muy chocantes.

Cuando me puse a indagar acerca de qué cosas nos hablaba Lilith, empecé a detectar, en mí mismo y en las personas con las que más estrecha relación mantengo, algo que delataba su presencia en los comportamientos. Es algo difícil de aceptar. ¿Cómo es posible que una persona pueda al mismo tiempo afirmarse y negarse en algo de si misma? Es una pregunta peligrosa y necesaria a un tiempo. Es peligrosa porque su sola formulación provoca que la negación de lo que se desea todavía se amplifique más. Pero, por otro lado, la amplificación pone luz y hace evidente ciertas actitudes que hasta cierto momento permanecían en la oscuridad del inconsciente. La única explicación es que negarse a uno mismo aquello que más felicidad puede dar, solo puede provenir de un enfado infantil mal curado, como si el castigo de origen se convirtiera después en autocastigo o en enfado que proyectamos sobre los demás. Se trata de un enfado que, aunque sus consecuencias permanecen exiliadas de nuestro comportamiento normal, sigue estando muy vivo. Y la única forma de desactivarlo es sacándolo hacia fuera, drenándolo de los intersticios de nuestro sistema emocional. De este modo, drenando, podemos manejarnos con lo que en realidad somos, con lo que sentimos con lo que anhelamos. Lilith nos invita a simplificar las cosas, a esencializar nuestras motivaciones. Sólo así podemos neutralizar la bomba hecha de sentimientos o anhelos no expresados. Y es que en Lilith está el germen de todas las guerras, tanto internas como externas. Es por eso que Lilith señala el límite entre la cordura y la locura, entre la paz y la guerra, entre el amor y el odio, entre lo oculto y lo manifiesto.

Con Lilith drenar es nacer. El que no protesta no nace, y Lilith es la voz de una protesta largamente guardada. Lilith representa algo de nosotros mismos que no ha acabado de nacer. Para ello utilizará todos los medios posibles: el caos, el desorden, el enfado, la hostilidad, la pérdida, el fracaso, la agresión, la depresión, el divorcio, la enfermedad, los accidentes, el apetito desmadrado, etc… y, sobre todo, los sueños. Incluso los sueños que se tienen cuando estamos despiertos. La cuestión es si uno es consciente de lo que sueña de lo que anhela, de lo que en verdad persigue más allá de lo que conscientemente cree perseguir. ¿Quién se atreve a descifrar sus anhelos verdaderos?, ¿y sus anti–anhelos?

La posición de Lilith por Signo nos ayudará a desentrañar aspectos de nuestro comportamiento que nos perjudican. La posición por Casa nos ayudará a cuestionar los deseos que solemos defender conscientemente y nos llevará a descubrir que tan solo en el inconsciente está lo que verdaderamente deseamos de la vida. La posición por Casa, además, nos indicará en qué escenario de la constelación familiar se han incubado esos comportamientos. Los aspectos nos indicarán, por un lado, cómo nos boicoteamos, y, por el otro, cómo canalizar mejor la rabia interior para así positivizar esos rasgos nocivos de nuestra conducta.

Lilith y Príapo
Al igual que los Nodos de la Luna, Lilith funciona como un eje. Si ella astronómicamente está representada por el apogeo lunar –el punto de la órbita lunar más alejado de la Tierra–, la contraparte está indicada por el perigeo –el punto de mayor cercanía–. Este punto suele ser denominado Príapo. Como tal eje, el formado por Lilith–Príapo, simboliza una dinámica de relación con el entorno, de tal manera que lo que uno cree que oculta resulta que es lo que otros ven con claridad meridiana. Así, cuando ponemos energía en ocultar algo de nosotros (mentir, tergiversar, deformar, camuflar, engañar, etc...), lo que hacemos sin darnos cuenta es llamar la atención de los demás. Es por eso que la invitación que nos hace Lilith es a sincerarnos sin reparar si tal cosa es agradable o no. Mantener oculta una emoción o soportar llevar un secreto a cuestas siempre supone un gasto energético que puede resultar muy nocivo para nuestra salud.
Y ya que hemos hecho mención de los Nodos de la Luna, haremos bien en señalar que tal eje señala el camino evolutivo del alma. El Nodo Sur representa el tipo de conducta menos productiva, mientras que el Nodo Norte señala situaciones y actitudes que nos ayudan a evolucionar. Estableciendo un paralelismo, el eje formado por Lilith–Príapo describe la evolución del temperamento instintivo. Lilith presenta una gran analogía con el Nodo Sur, y Príapo, con el Nodo Norte. Lilith y Nodo Sur son dos puntos de anclaje de los que hay que desamarrarse para que puedan ser integrados y aprovechados, y Príapo y el Nodo Norte representan el punto de llegada, aquellos potenciales que, procurando su desarrollo, nos hacen la vida más feliz.
Quienes en una Carta Natal tengan en cuenta a Quirón podrán comprobar cómo los asuntos que él gobierna tienen muchos puntos de concomitancia con Lilith. En concreto es posible percibir que ambos componen un circuito, ambos describen fallos en la educación recibida, y ambos, por tanto, refieren a elementos de nuestro carácter y facetas que quedaron marginados en el proceso de socialización. En este sentido, la gran diferencia estriba en que si Quirón nos habla a través de creencias que deforman la realidad Lilith nos habla a través de emociones inconscientes no aceptadas por uno mismo. Quirón es mental y Lilith es visceral. Pero Lilith es todo eso y mucho más. Lo iremos comprobando.

La voz de nuestra animalidad inconsciente
Lilith no se refiere únicamente a una determinada vivencia de la sexualidad, sino a una capacidad para transferir su fuerza creativa a través de actos discretos, sencillos y elementales. Lilith representa los poderes femeninos que, de tan naturales, parecen paranormales. Las capacidades telepáticas, visionarias, inspiradoras... están relacionadas con Lilith. O mejor dicho, con el eje formado por Lilith y su punto de oposición, Príapo. Como Lilith señala una zona reprimida o castigada de nuestro psiquismo, para entender en qué consisten esas dádivas y cómo se nutren deberemos acudir a Príapo. Lilith, por otro lado, también representa los impedimentos, no obstante, según cuenta la leyenda, su función consistía en impedir los nacimientos y, por extensión, los inicios de cualquier cosa. Es por eso que se la relaciona con la frustración y el castigo. Aún así, el consiguiente enfado, si es aceptado puede convertirse en fuerza descomunal orientada a abrir caminos por el sólo deseo de querer transitar por ellos. Es por eso que el binomio formado por Lilith y Príapo constituye un eje psíquico capaz de transformar nuestras congojas en creatividad.
Lilith nos da pistas acerca de la vertiente destructiva de la madre, en contraposición al aspecto más nutritivo (indicado en Astrología por la Luna). Aparece asociada a Lamia y a Hécate, figuras ambas igualmente aniquiladoras y depredadoras, devoradoras de niños e impedidoras, por tanto, de la espontaneidad, de la inocencia y de la prosperidad. Las tres Lilith, Lamia y Hécate, personifican no solo el potencial aniquilador procedente del abismo del inconsciente, el cual contiene rastros vivos de nuestro aspecto más animal, sino también la clave para aceptar que una parte de nosotros mismos intenta destruir al tiempo que otra parte intenta construir.

Lilith aparece descrita en las leyendas de varias maneras. Todas tienen un rasgo común: el reptil. En unos casos una serpiente aparece abrazada a Lilith. En otros, Lilith es descrita como un ser ambiguo, mitad mujer, mitad lagarto o serpiente. Una vampiresa, en definitiva. Lilith es, además, enemiga de los partos y de los recién nacidos, a los cuales estrangulaba. Si tomamos en cuenta que un niño es el fruto de una relación entre un hombre y una mujer entonces la destructividad de Lilith no solo va dirigida a los recién nacidos sino a los adultos los cuales ven cómo el fruto de su relación queda abortado o no prospera según lo esperado. Si eso es así, entonces la ubicación de la Lilith astrológica puede dar pistas acerca de las congojas íntimas que los padres desean redimir a través de sus hijos. El niño es la caja de resonancia del anhelo por vivir algo que no fue vivido por ellos y que permanece en el útero familiar a la espera de que él lo rescate. Pero este rescate, cómo se haga y lo que puede producir, no puede estar en manos de los padres, ni ser dirigido o controlado por ellos, sino que está en el fuero interno del niño. Únicamente de él depende el desarrollo de esa función la cual llegará a percibir con sus propios medios. Cualquier expectativa que los padres proyecten sobre sus hijos será abortada si contradice la naturaleza esencial de éstos. Podría parecer que Lilith sea enemiga de las relaciones entre hombres y mujeres y, por lo tanto, de cualquier expectativa que pueda surgir entre ellos. Sin embargo, Lilith lo que en realidad busca es que en una relación entre hombre y mujer no se produzcan proyecciones indeseadas entre ellos o sobre sus hijos. De ocurrir, entonces las relaciones familiares se convertirían en disfuncionales. La abortividad de Lilith, pues, se ceba –más que en los niños– en las relaciones íntimas entre adultos, en la medida en que esas relaciones pueden producir un fruto orientado a la autosatisfacción egoísta o como paliativo de sus propias congojas. Un ejemplo de ello son los hijos que se tienen para compensar desajustes en la relación. Visto así, Lilith es entonces una frustradora de los deseos de los padres con respecto a sus hijos. Como adultos, Lilith es un virus infiltrado en las actitudes que habría que decodificar y reconocer para evitar que los demás (especialmente nuestra pareja o nuestros hijos) se conviertan en ositos de peluche para nosotros.
Podría parecer que Lilith se sintiera más atraída por lo imposible que por lo posible, por lo improductivo que por lo productivo, por la anarquía que por el compromiso. Sin embargo, su función no es impedir el desarrollo de nuestros deseos sino cuestionar nuestro grado de autenticidad y sinceridad en el reconocimiento de los mismos, puesto que de ellos es de donde irá naciendo la realidad que vamos a vivir. El interés de Lilith se centra especialmente en ponernos sobre aviso de que, una vez detectados cuáles son, será nuestra forma de participar la que va a determinar el resultado. Esta forma debe ser limpia e impoluta. En cuanto una doble intención se infiltrara en nuestra conducta, entonces la expectativa correría serio peligro de acabar en aborto o corromperse. El problema radica en que con Lilith a lo único que llegamos es a damos cuenta de que no acabamos de saber qué es lo que en realidad deseamos, ni qué es lo que en realidad somos. Cuando creemos saberlo, aparece del fondo otra capa que denota que no hemos llegado a la verdad. A falta de encontrarla, la única vía es vivir cada momento y cada relación por lo que es y no por lo que esperamos que sea. Para ello, la fórmula es hacer las cosas por amor o intuición pura. Y debe ser así, aún a riesgo de provocar un desgarro en el sistema de relaciones en el que habitualmente nuestra vida se desarrolla.
Por otro lado, el estrangulamiento ofrece una señal esclarecedora ya que significa un corte por asfixia aplicado en el cuello, lugar de residencia de los apetitos que más se relacionan con el placer sensual (Tauro), al tiempo que es la línea divisoria entre la cabeza (gobierno) y el resto del cuerpo (instintos terrenales), entre lo superior y lo inferior, entre la mente y el cuerpo. Estrangular impide la obtención de alimento, al tiempo que también imposibilita que nuestra voz se escuche. El simbolismo de la estrangulación señala la división en dos mitades de la realidad sensible que hasta entonces permanecía unificada en el niño. A partir de la estrangulación –un castigo, un abuso o una grave decepción, por ejemplo–, empezamos a perder nuestra unidad emocional inicial. Podríamos decir que con lo que ese acto simboliza queda instaurada la primera escisión existencial, a la que luego seguirán otras, las cuales, no obstante, constituyen el caldo de cultivo de nuestro posterior desarrollo mental e intelectual. Sin el trauma sería imposible la diferenciación y el consiguiente proceso de individuación. Visto así, el trauma es un comadrón que nos obliga a nacer a una dimensión sin precedentes.
Por otro lado, al impedir los nacimientos o estrangular a los niños, Lilith nos está advirtiendo de actitudes que pueden perjudicar la concretización de nuestras expectativas, o bien nos habla de algo de nosotros que se resiste a crecer y madurar. Sin duda se refiere a un estado de ánimo inconscientemente revanchista, reverberación de aquel primer enfado. Esta actitud –al estar fuera del control consciente– puede llevarnos a una trampa, ya que nosotros somos los destinatarios de nuestro propio comportamiento.
Lilith es una indigente psíquica a la búsqueda de cuerpos, acontecimientos y experiencias en las que encarnarse, para así poder rebelarse contra aquel contubernio. Su infiltración en nuestra vida puede revestir desde la sutilidad más desconcertante hasta el exhibicionismo más procaz. En cualquier caso Lilith representa todo aquello que negamos de nosotros mismos, lo que queda fuera de todo presupuesto. Es la caja negra de nuestra vida, aquel lugar en donde quedan registrados nuestros secretos y demás elementos de nuestra biografía que dejamos de lado o que escapan a toda clasificación. Y precisamente por eso – Lilith es algo de nosotros con lo que usualmente no contamos, no explicamos (porque no nos lo han explicado) y no compartimos fácilmente con los demás (porque los demás tampoco lo hacen)–, que su función es la de ayudarnos a entender que una personalidad no solo se compone de rasgos de carácter, potencialidades y talentos, sino que también se compone de elementos marginados –defectos inconfesables, experiencias vergonzosas, traumas, secretos familiares, mentiras, falsas verdades,...– con los que deberemos contar si queremos transformar nuestra vida en algo más de lo que nos han dicho acerca de ella.
La Lilith astrológica supone la entrada en nuestra vida de una energía que se manifiesta a borbotones que resulta difícil de canalizar y de administrar. Por eso es que muchos prefieren reprimirse puesto que soltar conscientemente esa energía implicaría cambios drásticos en el modo de vida. Para quien todavía permanece inconsciente ante la existencia de Lilith, ella se manifiesta de muy diferentes modos, todos ellos aparentemente azarosos, de tal manera que la persona no asocia esos síntomas con una actitud que quizá haya surgido de un enfado mal curado o de una frustración no tolerada. En cambio, quien quiera hacerse responsable de lo importante que es que la actitud esté en armonía con los verdaderos deseos internos acaba dándose cuenta de que todo cuanto acontece empieza a generarse primeramente en el inconsciente. Desde esta perspectiva, mientras cualquiera de nosotros parece estar actuando constructivamente, es desde el inconsciente que quizá estemos atrayendo la visita de los demonios capitaneados por Lilith. Por eso es necesario que en nuestras conductas y actitudes tuviéramos en cuenta que la incongruencia, la locura y la irracionalidad pueden coexistir junto con el orden, la cordura y la sensatez. En nuestros presupuestos debe haber lugar para todo. Querer apartar o marginar nuestros rasgos indeseados alimentará su expresión descontrolada, ya sea a través de nuestras propias actitudes o de aconteceres aparentemente desconectados de esas mismas actitudes.
De alguna manera, la Lilith astrológica señala la vía para el conocimiento, para el darnos cuenta de que lo constructivo y lo destructivo coexisten en nuestro comportamiento. Lilith es el sumidero psíquico de nuestras congojas no aceptadas, quizá porque cuando se produjo lo que dio lugar a ellas eramos demasiado tiernos e inocentes. Así, la decepción o la congoja, al carecer de forma concreta que nos ayude a retrotraernos con objetividad a su origen, se manifiesta en forma de fobias o animadversiones profundas hacia personas o valores de nuestra propia familia. Esa animadversión se mantiene latente y reprimida, constreñida por las normas y tabúes (el Super Yo), pero si la reconocemos puede llevarnos a desentrañar un conocimiento acerca de nosotros mismos (a través del Ello). Al final nos daremos cuenta de que lo que impide el éxito y la felicidad está en nuestras propias actitudes. Uno es su Lilith.
Aceptando nuestra rabia inconsciente podemos descubrir en Lilith un potencial precioso, el que se mantuvo virgen entretanto no se produjo la primera penalización. Incluso nuestro propio nacimiento pudo haber sido vivido como un castigo para el alma o para el cuerpo. Desde esta perpectiva, Lilith representa una experiencia defraudatoria experimentada con demasiada prontitud y crudeza. Algo así como una ablación emocional propinada en el tuétano de nuestra niñez, cuyas consecuencias tan solo pueden ser rescatadas por el adulto compasivo que ya somos. Y es que nuestra Lilith interior indica una altísima sensibilidad hacia el castigo y sus consecuencias. Desde esta perspectiva, ese castigo pudo haber sido una experiencia iniciática vivida sin ritual o, lo que es lo mismo, sin aviso y sin comprensión. Lilith es un estigma que todos guardamos en algún lugar de nuestro inconsciente, un recuerdo sin forma a la que remitirse y que permanece instalado en lo más profundo del psiquismo, de nuestros sueños, de nuestro cuerpo,.... e inasible por el intelecto. Recordemos que Lilith pactó con Dios que su invisible presencia sería recordada eternamente.
Lilith es el secreto de todos los secretos y la madre de todas las verdades, como Príapo es el santo patrón de lo espontáneo y de lo diáfano.

Acerca de la Luna
Para entender la función esencial de Lilith, lo mejor que podemos hacer es recordar cuál es la función esencial de la Luna, puesto que de un punto de su órbita estamos hablando.
En una Carta Natal la posición de la Luna por signo, por casa, y los aspectos que haga con otros planetas, ofrece una interesante perspectiva acerca de cómo pudieron transcurrir los primeros años de la vida de una persona, cuáles fueron las experiencias que más impacto ejercieron en su entorno emocional, y también alude al poso que constituirá el telón de fondo de su desarrollo posterior. Además constituye uno de los puntos de análisis astrológico que más cosas nos dice acerca del temperamento individual, de las reacciones internas y externas de una persona, y por tanto, de su particular forma de vivenciar e interpretar las reacciones que provienen de otros individuos y del entorno en general. Todo ello bajo pautas que tienen su origen en la infancia. La Luna resulta ser la cobertura psíquica que nuestro Ser emocional necesita para mantener un punto de referencia que le resulte seguro o, cuanto menos, viable para canalizar su propio desarrollo.
Si la Luna ayuda a percibir la base biológica de nuestro temperamento, la posición astrológica del Sol señala cuál es el sustrato en el que se alimenta nuestro carácter. El carácter está muy conectado con el propósito vital, mientras que el temperamento nos vincula con el poso generado por la herencia familiar. Por eso es que Lilith, en la medida en que forma parte de lo lunar, señala un elemento de primer orden orientado a entender qué aspectos de nuestro temperamento biológico han quedado fuera de cauce.
Estos aspectos piden ser tenidos en cuenta creando situaciones que invitan a la persona a desmadrarse, a salirse de la matriz en la que fue educada. De este modo, la posición astrológica de Lilith describe aquello de nosotros que deberemos descubrir fuera de las consignas con las que nuestras emociones fueron moldeadas. Digamos que la Luna señala nuestra forma de adaptarnos a la familia, y Lilith describe qué es lo quedó fuera en ese proceso de adaptación. Eso que quedó fuera solicita nuestra atención a través de señales únicamente descifrables si tomamos en cuenta lo anímico, lo instintivo y lo corporal.
El propósito solar hinca sus raíces en la base formada por nuestro temperamento. En la medida en que este temperamento tanto contiene elementos ya integrados (Luna), como elementos por integrar (Lilith), no podremos conocer qué es lo que verdaderamente deseamos de la vida sin tener en cuenta la totalidad de este sustrato (Luna + Lilith).
Posiblemente este centro de gravedad oculto todavía permanezca sin nacer, sin ser apropiado por la conciencia. Lilith se refiere a algo a lo que, aún deseándolo, nos resistimos. Quizá sea algo nuestro que ha quedado retenido en el útero familiar.

LA LUNA NEGRA ASTROLÓGICA
La Luna Negra es antagónica en su significado a la Luna. Mientras esta última está relacionada con los afectos positivos vinculados a la primera infancia, Lilith parece referirse a los afectos negativos inconscientes que quedaron instaurados ya desde el período de gestación y que posteriormente se encarnan a través de experiencias emocionales que reflejan aquella negatividad. Estas experiencias anidan en acontecimientos concretos como el de la gestación misma, el parto y en cualquier otro suceso posterior que por sus características requiera de una respuesta emocional excepcional. Es decir, que mientras nuestra respuesta ante fenómenos previsibles se expresa a través de nuestra Luna, la respuesta de emergencia ante fenómenos imprevisibles se canaliza a través de Lilith. Todo tipo de estímulos son necesarios para que nuestro sistema emocional pueda sentirse vivo. Unos cuadran con lo emocionalmente correcto, y otros, con lo emocionalmente incorrecto. Los buscados conscientemente –lo emocionalmente correcto– están relacionados con la Luna, y los buscados inconscientemente –lo emocionalmente incorrecto–, con Lilith. Y, como todos son necesarios, nuestro psiquismo atraerá tanto a unos como a otros. Podríamos decir que gracias a los recursos ocultos relacionados con Lilith seguimos estando vivos.
Una forma de contactar con Lilith es relacionando su posición astrológica con experiencias en las que el rechazo inconsciente ha sido la nota clave. Estas experiencias pueden ser sumamente subjetivas pero tremendamente intensas y dan lugar a desencuentros y malos entendidos con personas del ámbito afectivo, cuyas causas no hay que buscar en el trato concreto que se tiene con ellas, sino en razones mucho más profundas, inconscientes y anteriores al hecho concreto que en apariencia detonó en conflicto. Así, por ejemplo, una persona que tuviera a Lilith en Casa I, haya o no haya motivos, se habrá sentido fácilmente rechazada ya incluso antes de nacer.
Posteriormente será ella quien se ignore o ignore a los demás en igual medida, y así se instaura una desconexión emocional con aquello que pueda provocar recuerdos de aquel primer rechazo. En realidad, la experiencia de rechazo queda aderezada con una fuerte desconexión con respecto al fenómeno físico de haber sido gestado. Esta desconexión se traduce en forma de una habitual falta de comunión emocional con el propio cuerpo, como si la mente y el cuerpo estuvieran divorciados. Otro ejemplo: una persona con Quirón en Casa Dos puede haber experimentado rechazo o marginación debido a una falta de nutrientes en el proceso de gestación. Posteriormente esta persona puede convertirse en negadora del pan y la sal para los demás, o bien, ambicionando algo imposible de conseguir, lo cual dará lugar a una mayor insatisfacción. En este caso, el divorcio se establece entre la apetencia (fantasía) y la necesidad (realidad). Incluso puede ocurrir que la persona considere sus necesidades como fantasía (y las relegue) y otorgue visos de realidad a sus apetencias (y las priorice), perjudicando su bienestar. Por eso mismo es que a Lilith se la considera el punto en donde solemos distorsionar la realidad y en donde, por consiguiente, atraemos el fracaso. A menudo las causas de esta actitud están muy relacionadas con ciertos episodios familiares usualmente silenciados, los cuales llegan a nosotros en forma de presiones traumas, castigos, privaciones, ausencias, secretos, muertes prematuras o inesperadas, etc.
En otras palabras la Luna refleja nuestro mejor anclaje con la realidad cotidiana y con nuestros vínculos afectivos ordinarios, mientras que Lilith refleja nuestra forma de desanclarnos de la realidad y de lo que nos vincula a los demás. Si con la Luna nos fundimos con el entorno, con Lilith nos divorciamos de él y de nosotros mismos. La posición de Lilith refleja en qué ámbitos de nuestra vida estamos más alejados de la realidad, en dónde nos damos la espalda a nosotros mismos. Posteriormente, y tras un trabajo personal, cuyos resultados suelen acaecer hacia la mitad de la vida, Lilith se convertirá en nuestro principal modo de entronque con la realidad.
Las regresiones terapéuticas pueden ayudar muchísimo a captar en qué puede consistir el rechazo, su verdadero origen y sus secuelas en nuestra conducta actual.
Este desalojo está muy conectado con Lilith. La posición de Lilith en nuestra Carta Natal indica, entre otras cosas, aquello que intentamos reprimir para ajustarnos a un patrón de conducta supuestamente maduro y adecuado a nuestra edad, y aceptado socialmente. Lilith representa todo aquello que quedó a medio vivir en la infancia y que pugna por expresarse a través de medios poco ortodoxos. Esta necesidad inconsciente, si no es reconocida por la persona, puede desbaratar cualquier objetivo que no la haya tenido en cuenta, por más digno que sea, y por más maduro y sensato que pudiera parecer.
El tema del poder está muy asociado a Lilith. De alguna manera a Lilith le interesa demostrar que todavía sigue estando en el psiquismo de hombres y de mujeres. Muchas veces la encontramos a través de deseos que reprimimos, que son causa de turbación si presentimos que se acercan a la superficie. Esta represión proviene de un sumidero psíquico del cual surgen con el tiempo situaciones emocionales turbias que hay que purgar y drenar, afrontando y expresando abiertamente nuestra auténtica realidad como individuos y la auténtica realidad de nuestras necesidades, si no queremos que la represión haga estragos en nuestra salud psíquica y física. Y es que Lilith nos pide que salgamos del armario moral en el que cada uno ha sido educado.

Lo ancestral y lo transgresor en la formación de carácter
Una buena manera de entrar en la experiencia sensible asociada a Lilith, es mediante el establecimiento de una comparación con la Luna. Tomadas ambas conjuntamente describen un proceso en la conformación del temperamento en el que es posible ver cómo la educación recibida potencia unas cosas mientras que otros rasgos o facultades potenciales quedan marginados y relegados al inconsciente. El niño se adapta a los valores que le son transmitidos positivamente, mientras que él mismo margina o vive conflictivamente, toda aquella parte de sí que pudiera chocar con las consignas consideradas como no aceptables por la propia familia. Muchas de estas consignas no son necesariamente negativas, simplemente pueden haber venido dadas por un desbordamiento de las habilidades de los padres para poder canalizar las necesidades emocionales de sus hijos. Aunque, sin embargo, esta falta de habilidad puede ser percibida dramáticamente por el niño. El niño es eslabón débil y caja de resonancia de un sistema de convivencia imperfecto en el que los problemas no resueltos de los padres pasan a los hijos. Como comentamos anteriormente, el origen de esta transmisión no hay que buscarlo en la vida después del nacimiento sino en el periodo de gestación. Así pues, la posición de nuestra Lilith podrá ayudarnos a desentrañar un conflicto latente pero intenso que anidaba en el seno de nuestra familia o, incluso, en el útero.
La Luna, su Signo, Casa y aspectos, describen rasgos temperamentales que resultarán potenciados en el psiquismo del niño, y que después resultarán ser el recurso emocional que se va a configurar como el mecanismo de ajuste preferente ante cualquier situación previsible enmarcada en lo cotidiano. La Luna, de alguna manera, describiría cómo nuestras respuestas emocionales fluyen cuando lo que nos rodea es considerado como normal.
Lilith, su Signo, Casa y aspectos, describen rasgos de la personalidad que, aunque formando parte de su naturaleza, no forman parte del comportamiento normal. Son recursos ocultos que afloran en situaciones anormales, críticas de emergencia. Estas situaciones pueden presentarse inesperadamente, o bien es uno mismo quien las atrae. En cualquier caso, Lilith describe cómo son nuestras respuestas emocionales cuando nuestro psiquismo está amenazado. De esta manera, Lilith se perfila como nuestro mejor recurso en situaciones de crisis si nos hacemos conscientes de ello.
La Luna guarda relación con el sistema reproductor. Y no solo en el sentido literal de la palabra. Reproducir no es solo generar una nueva vida. También significa volver a producir y propagar una conducta que ya existía en la familia. En la ubicación de la Luna en nuestra Carta Natal podemos tomar conciencia acerca de cómo y de qué cosas estamos repitiendo en nuestra vida emocional que ya existían en la vida de nuestros padres, abuelos, etc.
En cambio, a través de Lilith desarrollamos facetas inéditas en nuestra familia, ya sea porque no fueron bien canalizadas o potenciadas, ya sea porque constituyeron tabú en un momento dado de la historia del clan. Nuestra Lilith representa un rasgo de nuestra personalidad ante el cual nuestros padres probablemente no se sintieron preparados para canalizar adecuadamente en nosotros (ni en ellos mismos). Este rasgo queda sin expresar, y en determinadas situaciones resurge abruptamente a la espera de que se le preste atención.
Los medios que utiliza para darse a conocer son los sueños, los anhelos inconscientes que pueden ser reconocidos a poco honesto que uno sea para consigo mismo. Y todo ello aparece cuando los mecanismos de defensa han bajado la guardia. Esta transparencia, que surge como consecuencia de una desactivación de dichos mecanismos, puede venir dada ya sea como consecuencia de un trabajo personal, o bien por saturación psíquica debido a situaciones conflictivas tanto de orden interno como externo que dejan las corazas emocionales totalmente mermadas. En estos casos, el desgaste psíquico o físico puede actuar como detonante de cambios largamente esperados, pero que todavía no habían sido reconocidos abiertamente por el consciente. A partir de ahí una persona puede dar un giro a su vida emocional. Reconocer esta parte oculta puede suponer el descubrimiento de una fuente de vida que actúe como revulsivo para nuestra inspiración y ayude a recuperar facultades insospechadas, las mismas que teníamos de niños. Así pues, Lilith ofrece una de las claves fundamentales para comprender y conquistar nuestro destino emocional.

ASPECTOS REPRIMIDOS DE LA PERSONALIDAD: EL ENFADO INTERIOR
Lilith representa la expresión más inmadura de la persona, probablemente debido a reacciones que resultaron reprimidas o indebidamente canalizadas por el entorno afectivo. Las necesidades reprimidas, más adelante, en el proceso de maduración individual, pedirán ser atendidas a través de señales que la persona puede llegar a percibir y ubicar. Estas señales no se presentan claramente, sino, más bien, a través de reacciones impropias en una persona adulta. Si no son reconocidas, estas necesidades no canalizadas pueden provocar el desmoronamiento de un estilo de vida aparentemente ordenado.
El Signo, la Casa, y especialmente los aspectos de Lilith con otros Planetas, indican qué rasgos de nuestra personalidad pueden boicotearnos si no han sido atendidos por nuestra identidad adulta. Una posibilidad de percibir estos rasgos nos la proporcionan determinadas expresiones reivindicativas que no cuadran con la manera razonable de autoexpresión que una persona adulta y equilibrada emplearía para dar a conocer sus necesidades. Nuestra Lilith personal se expresa a través de golpes escondidos, que no son más que expresiones de aspectos escindidos de nuestra personalidad que piden ser atendidos reconocidos e integrados. La integración de estos rasgos raramente se hace en paz, sino a través de experiencias turbias o tumultuosas que ponen en entredicho nuestra conducta adulta. Lógicamente la intensidad de estos procesos varía sustancialmente de una persona a otra. Todo depende de la importancia que Lilith tenga en cada Carta Natal. Las personas cuya Lilith tenga una relación crítica con el Sol, la Luna, Mercurio, Venus, o Marte (tanto aspectando como encuadrando), o la tengan ubicada cerca de un ángulo, pueden ser consideradas personalidades “Luna Negra”.
Lilith comporta una alta sensibilidad ante el rechazo. Pero lejos de que este rechazo actúe postrando a la persona, más bien lo que acaba provocando es un fuerte anhelo de recuperación de estos aspectos marginados de la personalidad. Entretanto los anhelos reprimidos o no expresados abiertamente no sean tenidos en cuenta, la persona quizá llegue a optar por llevar una doble vida. Por un lado ejerce como adulta, y por otro hace un apartado en su vida en donde puede experimentar lo que en la niñez y en la adolescencia le fue vetado. Como decía antes, la recuperación finalmente sobreviene como consecuencia de crisis sintomáticas: reivindicaciones expresadas con un tono chocante, golpes escondidos situaciones tumultuosas, actitudes turbias, reacciones fuera de lugar, conductas boicoteadoras, e incluso a través de problemas de salud. Y todo ello puede ser tomado como expresión de un enfado mal curado.
Por otro lado, y como bien se sabe, la amenaza de recibir una muestra de rechazo puede generar en el niño un rechazo hacia sí mismo. Posteriormente, el adulto que llegará a ser (por lo menos en apariencia) puede impedir que los demás le ofrezcan muestras de aceptación, tal es el auto–rechazo generado. Podemos observar estas peculiares conductas a través de los aspectos de Lilith (especialmente conjunción, oposición, quincuncio y cuadratura). Este enfado corresponde a la voz de nuestro niño interior, un niño que no ha aprendido a hablar pero que sabe perfectamente lo que necesita. Una vez reconocida la voz de este niño, el paso siguiente es que el adulto –que en apariencia somos– le ofrezca herramientas para que se exprese con claridad.

Conclusión

Sin nombrarla, Osho expresa claramente y en muy pocas palabras lo que Lilith nos quiere indicar:

Recuerda algo fundamental acerca de la vida: cualquier experiencia que no haya sido vivida persistirá, te asediará: “¡¡Acábame!!, ¡¡Víveme!!, ¡¡Complétame!!”. Hay una cualidad intrínseca en toda experiencia que quiere ser acabada, completada, y tiende a ello. Una vez completada se evapora; incompleta, persiste, te mortifica, te persigue, atrae tu atención. Te dice: “¿Qué vas a hacer conmigo?, sigo sin completar: ¡complétame!.
Todo tu pasado te asedia porque no lo has completado, no lo has vivido realmente, lo has vivido parcialmente, a medias, tímidamente. No ha habido intensidad, pasión. Has vivido como un sonámbulo. Por eso el pasado te asedia y el futuro te asusta.

De la Medicación a la Meditación. Osho