martes, 22 de junio de 2010

El ciclo Urano-Plutón y su importancia en la historia de Europa

El presupuesto debe equilibrarse, el Tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada, y la ayuda a otros países debe eliminarse para que Roma no vaya a la bancarrota. La gente debe aprender nuevamente a trabajar, en lugar de vivir a costa del Estado.
Marco Tulio Cicerón
Año 55 a .C.

El ciclo Urano-Plutón
y su importancia en la historia de Europa
por Jesús Gabriel Gutiérrez
La vida es ciclo

Al igual que las personas, las organizaciones y las naciones también tienen un cielo fundacional que las acoge y en el que queda plasmado su mapa espiritual. La fecha de entrada en vigor del euro, que también genera un mapa fundacional, nos dice bastante de los aconteceres que perturban a Europa. Sin embargo, antes de entrar en detalles me gustaría referirme al progreso de la actual crisis sistémica.

El ciclo Júpiter-Urano y su influencia en la sociedad

Durante este año se produce la conjunción Júpiter-Urano, una combinación que suele coincidir con fuertes controversias sociales, alteraciones en la convivencia y avances súbitos que escapan a toda previsión. Cuando se produce esta conjunción, el salto entre generaciones es mucho más acusado. Se podría decir que se forma una brecha entre personas que hasta ese momento mantenían una comunión por razones de grupo o de clase social. Dos paradigmas y formas de ver el mundo que hasta ese momento parecía que estaban compartiendo valores, definitivamente se distancian y dan lugar a un sentimiento de inadaptación y exclusión social. En realidad, este aspecto tan sólo hace que poner en evidencia un distanciamiento que la conveniencia no dejaba ver. Así, pues, durante este periodo de tiempo se pueden producir casos de ostracismo y exilio interior entre individuos, en organizaciones y clases sociales. Suelen producirse pérdidas de estatus que acarrean cambios de vida súbitos y con consecuencias impredecibles. Esto que les digo no afecta únicamente a clases humildes y que viven situaciones económicamente precarias, sino a todas las personas. Hablamos, pues, de pérdida de una posición social que da lugar a una disminución de la cohesión entre personas que pertenecían a un mismo grupo. Un sentimiento de pérdida puede darse también en personas que no pierden nada directamente, sino que asisten a pérdidas protagonizadas por otros.
Por otro lado, este aspecto favorece el riesgo, el desapego, el avance, el espíritu visionario y emprendedor. Así, pues, las soluciones trilladas se vuelven todavía más obsoletas y emerge un nuevo paradigma creativo que desafía la comodidad y nos pone en movimiento lo queramos o no.

Los aspectos de conjunción Júpiter-Urano se producen cada 14 años y en un signo diferente. Este mismo aspecto repitiendo signo se produce cada 84 años aproximadamente. La última conjunción se produjo en Acuario en 1996-97, el signo de los grupos y de la cooperación entre individuos. Así, pues, en estos últimos años hemos asistido al crecimiento de plataformas de participación que han ayudado a que el daimon de esta conjunción se haya podido desarrollar plenamente. De hecho, ya ha alcanzado su techo. El auge del correo electrónico y de las redes sociales ha alcanzado su cota de eficiencia durante este periodo. A partir de ahora remitirá y dará paso a otra cosa. La actual conjunción pone fin a ese ciclo e inaugura otro con otra coloratura: la del signo de Aries. Así, pues, durante los próximos 14 años se va percibir el afloramiento de nuevos modos de liderazgo. Uno de los síntomas de este principio de ciclo lo vamos a notar en un aumento del peso de la acción individual. Un síntoma de ello está siendo el auge creciente de los profesionales individuales (free-lances, co-workers) que colaboran entre sí esporádicamente según proyectos. Para entender esta emergencia, deberíamos tomar en consideración la deriva de otros ciclos, de lo cual hablaré después.
La última vez que Júpiter y Urano se conjuntaron en Aries fue en 1941. Y, ahora, la combinación Júpiter-Urano-Aries vuelve a darse en este 2010-11. El síntoma al cual vamos a asistir durante el arranque de este ciclo es el de la acción individual como motor de progreso profesional, social y económico. Una vez haya concluido este arranque, aproximadamente hacia 2016-17, se podrán construir formas de cooperación verdaderamente innovadoras y más estables como, por ejemplo, cooperativas entre profesionales como germen de lo que más adelante serán nuevos holdings o empresas. Mientras eso no llega, el egoísmo de quien tenga las ideas más claras se hará patente y dominará a quien no las tenga. Tiempo, pues, de visionarios y golpes de codo.

Los ciclos sinódicos de Saturno y su influencia en los países

Por otro lado, también se está produciendo un aspecto crítico entre Saturno y Plutón que reproduce algo que ya está en el Mapa de puesta en marcha del euro y en los de Pakistán e Israel. Es una combinación que suele relacionarse con psicosis y miedo colectivo de raíces muy antiguas y que resisten todo raciocinio. Son emociones muy potentes y que llevan ahí mucho tiempo. La consigna a la que nos lleva esta combinación es que deberíamos hacer una exfoliación profunda de los parámetros políticos y sociales. Hay demasiada piel muerta que pide ser arrancada. El miedo viene de que debajo de esta piel pueda haber heridas no cicatrizadas que se pueden avivar si no se hace con el aplomo debido. El significado que realmente tiene el diálogo entre Saturno y Plutón es que actúa como aviso contra la fosilización de formas políticas y sociales. El elemento que impide esta exfoliación es el miedo, la agitación, la impaciencia y la falta de calma. No trascender este impedimento nos puede llevar a ir repitiendo y no transformar estas emociones con la dedicación y el aplomo debido.

Así, pues, la coincidencia entre todas estas combinaciones, momentos-fuerza y ciclos dan como síntoma la exacerbación del individualismo –incluso el individualismo disfrazado de grupo o secta-, el miedo a la exclusión y el cortoplacismo. Cuando nos demos cuenta de que la exclusión y el desclasamiento social constituyen un fenómeno mayor, y que, por tanto, quien se ha mantenido en donde estaba es una minoría cuyo final es la fosilización en vida, perderemos el miedo y entonces podremos participar con mayor claridad en la construcción de un nuevo mundo. Todavía falta un tiempo para llegar a este punto. Entretanto, la competitividad egocéntrica e interesada en la propia individualidad o marca convertirá las relaciones profesionales entre individuos que podrían estar colaborando generosa y productivamente, en una selva con límites poco claros. El branding o potenciación de la marca personal, que busca situar al profesional en un mercado de trabajo dominado cada vez más por free-lances, ya se está convirtiendo en una forma de autismo existencial que cuadra muy bien con el signo de Aries. Y esto acaba de empezar. Habrá que llegar a la expresión máxima de hartazgo del culto a la marca (propia y ajena) para ponerse a cooperar unos con otros de forma generosa y real.

Sin embargo, el aspecto más interesante de tratar aquí es el que forman Urano y Plutón, cuyo ciclo sinódico lleva a desarrollar su daimon a lo largo de 120 años aproximadamente. El daimon viene a ser como un ángel y un demonio que dotan de significado al racimo de acontecimientos que irán activándose y que se pueden asociar a esta combinación. Hay momentos durante el ciclo en los que el ángel (la protección y la bonanza) tiene más presencia; mientras en otros es el demonio (la crisis y la agitación) quien toma protagonismo. En realidad funcionan a la vez sólo que la mente dualista los prefiere examinar y vivenciar por separado.

Todos los ciclos sinódicos tienen un ámbito geográfico en el que están más anidados. Por ejemplo, tal y como he citado anteriormente, el ciclo Saturno-Plutón afecta a países en los que el fenómeno religioso está muy asociado al poder político; Saturno-Neptuno, a los países del Este de Europa; y, por poner otro ejemplo, el que corresponde a Saturno-Urano, a España. Esta misma combinación también estaba en el cielo fundacional de la restauración monárquica y en los mapas astrológicos de Adolfo Suárez, Felipe González y José María Aznar.

El ciclo Urano-Plutón

Volvamos a Urano y Plutón. El ciclo actual se inició mediada la década de los 60 y supuso el final del ciclo anterior iniciado en 1851. El periodo 1851-1965 significó una vuelta de tuerca más en pro de la propagación e imposición de un modo de ver la vida con raíz europea y que fue encarnado finalmente por los Estados Unidos. Es de este ciclo la disidencia en forma de proliferación de ideologías y sectas escindidas de la corriente hegemónica del cristianismo tal y como lo conocíamos hasta entonces. Como he comentado, cada ciclo tiene puntos de inflexión en los que se hace notar más el ángel o el demonio, los cuales son percibidos según estados de ánimo colectivos. Es la miopía colectiva la que hace que nos olvidemos que ambos son uno solo. Del ciclo 1851-1965, su último punto de inflexión crítico -un cuarto menguante, si lo comparamos con el ciclo lunar- coincidió con el ascenso de Hitler al poder por vía democrática. Esta fase concluyó con su caída, el final de la 2ª. Guerra mundial, y la coincidencia de un ángulo de 60 grados, una de sus expresiones angélicas, entre Urano y Plutón.
En este momento estamos a punto de experimentar el primer punto de inflexión crítico (un cuarto creciente) en el ciclo iniciado en 1965. Así, pues, estamos viviendo la primera expresión demoníaca de los principios asociados a Urano y Plutón. Este punto de inflexión crítico supone un recordatorio y un cuestionamiento de aquel espíritu surgido de la conjunción que dio lugar al inicio de ciclo. Alrededor de 1965 surgió el mayo francés, los hippies, Woodstock, el inicio del movimiento ecologista y el fundamento de lo que luego, en parte, se ha venido a llamar New Age. Urano y Plutón juntos representan el emerger incipiente de una nueva conciencia, el cual irá necesitando de ajustes angélicos y demoníacos a lo largo de un ciclo que nos llevará hasta el 2104, momento en el cual se producirá una nueva conjunción. Es por eso que para entender el momento actual habría que interpretar lo ocurrido alrededor del 1965. Muchas de las actitudes que brotaron en aquel momento han perecido o sido engullidas por el sistema. Sin embargo, la idea sigue sin encarnarse completamente y pide ser puesta en práctica. El daimon nos pone a prueba y no dejará de incordiarnos entretanto no pongamos en marcha aquello que en los 60 predicábamos. Ahora toca explorar la expresión demoníaca de ese daimon. Las personas nacidas durante el periodo inmediatamente anterior y posterior a 1965 (entre 1964 y 1968) son las que tienen la clave para emprender este cambio. Todas ellas tienen en su Mapa fundacional esta conjunción. Ellas van a vivir en primera línea las contradicciones de este momento histórico.

Como si de las manecillas de un reloj se tratara, cuando Urano y Plutón hicieron su conjunción en 1965 fue como si marcaran la hora. Como ya he indicado, en este momento estamos en el primer cuarto de una hora que durará hasta el 2104. Este punto de inflexión crítico pone en evidencia la demanda evolutiva contenida en el daimon de 1965 y las contradicciones que han pervivido del ciclo anterior. La depredación y explotación de los recursos naturales del planeta, iniciada con especial intensidad desde el siglo XIX y principios del XX, no ha acabado y más bien sus consecuencias negativas se están avivando con especial intensidad en estos tiempos. Ello pone de relieve el cambio de modelo. Como si se tratara de dos placas tectónicas que entraran en colisión, el viejo paradigma y el nuevo chocan con violencia produciendo sucesos tan penosos como el vertido petrolífero en la zona del golfo de México; los casos de corrupción y negligencia por parte de los gobernantes; y la obsolescencia de los discursos políticos y económicos en una dinámica crecientemente acentuada, en la que la metáfora entre la realidad (liebre) y la política (tortuga) se encarna a la vista de todos.

Retrocedo un poco. El primer sextil (lado angélico del daimon) que formaron Urano y Plutón tras su conjunción coincidió con el despunte de la cultura del pelotazo en España, el auge total de la industria del ladrillo y la celebración de la Expo de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992. Fue una etapa que parecía angélica de no ser porque acontecieron la guerra en la antigua Yugoslavia y las matanzas de Ruanda, lo cual nos ayuda a entender que el ángel y el demonio siempre van juntos. Ahora, con la cuadratura, lo angélico y lo demoníaco compiten a favor de este último. El siguiente aspecto y punto de inflexión angélico entre Urano y Plutón será un ángulo de 120 grados que tendrá lugar en el año 2026, momento en que la crisis, tal y como la conocemos, junto con sus secuelas, habrá acabado.

Conclusión acerca de esta época en forma aforística.

• El poder cambia rápidamente de manos de forma subterránea. Muchas veces estos cambios se hacen evidentes cuando los nuevos amos ya están aposentados en el trono. Han llegado allí de forma inadvertida en medio de un despiste general que nos hacía estar mirando en diferentes direcciones.

• La investigación y los avances científicos han perdido el afán por el conocimiento y ahora sólo persiguen el manejo de la tecnología. La manipulación de la naturaleza ha ocupado el lugar de la observación y la comprensión. La filosofía, la moral y la ética han sido definitivamente desplazadas por la ciencia. Los científicos son ahora quienes nos dicen quiénes somos o, peor, lo que tenemos que ser. Cada vez que se da un aspecto crítico entre Urano y Plutón la oscuridad se intensifica. Los avances se ven manipulados por intereses más oscuros. La facilidad que se persigue con el progreso técnico se esfuma y es sustituida por otros intereses, los cuales son los que verdaderamente dirigen eso que llaman progreso. La verdad pierde peso a favor de una explicación que legitime esos intereses, lo cual ocurre no sólo en cuestiones científicas sino también en las filosóficas. Como en la Alemania nazi, en que la ciencia servía a los intereses representados por Hitler, ahora sucede lo mismo sólo que no hay un nombre concreto, lo cual hace esta etapa todavía más oscura.

• La conjunción entre Urano y Plutón de 1851, la que dio lugar al ciclo que concluyó a mediados de la década de los 60, se produjo en Aries, un signo individualista y autocrático. De este modo se entiende que en este periodo, los cambios, las guerras y las revoluciones tengan su razón en una actitud personalista, lo cual se ha dejado ver en los desgajes sectarios surgidos de la religión oficial, y en la actitud de la oficialidad misma, y en las dictaduras del siglo XX.
La ciclo actual emana de la conjunción de 1965 habida en Virgo, signo cuyos valores giran en torno a la ciencia, la salud, el servicio y el trabajo. Y, precisamente, está siendo desde estos campos desde donde puede emerger un nuevo nivel de conciencia, el cual emerge como placa tectónica que rompe la anterior. Sin embargo, como ya se ha dicho, los avances en este sentido irán acompañados de la oscuridad que las luchas que el poder requieren para perpetuarse aunque cambie de modelo de negocio, y de las inercias cosechadas del ciclo anterior y que ahora necesitan ser arrancadas para que una nueva piel pueda formarse. La salud, lo patológico del sistema, será la vía con que este nuevo ciclo se exprese. Hasta es posible que la enfermedad juegue el papel revolucionario que otrora ejercía un lider autocrático. Ponerse enfermo está siendo una de las formas de clamar por una transformación en el sistema de vida.

• La acumulación de los eventos astrales citados hace que el telurismo terrestre sea más acusado, lo cual hará que se establezca una resonancia con el telurismo social, económico, emocional y político.

• Las próximas lunaciones coinciden con eclipses y provocarán una intensificación de todo lo dicho aquí. En concreto, la luna llena del 26 de junio del 2010 dará lugar a un periodo de especial significación que irá reforzado con la luna nueva del día 11 de julio. Aunque no coincida con eclipse, la luna llena del 23 de septiembre también será significativa. Se podría decir que estos meses serán los más intensos y que la situación entrará en un cuello de botella crítico que podría ir aflojándose esporádicamente a partir del primer trimestre del 2011 para volver a la carga en el periodo 2012-2013. Sin embargo, como ya he comentado, a la actual crisis sistémica no se le verá el agua clara entretanto la actual cuadratura Urano-Plutón (90 grados) no se haya convertido en un ángulo de 120 grados (en el 2026)

La Carta del Euro

El mapa fundacional del euro otorga un peso específico al signo de Capricornio. Podríamos hablar de ambición, superación y perfección como reflejo de la Europa que se persigue con la implantación de la moneda única. Para desarrollar la faceta de carácter llamada Capricornio son necesarias unas pruebas que ayuden a fortificar el proceso que lleve a Europa a desarrollar una personalidad concordante con esos valores. La característica común a estas pruebas es el caos, el oponente del orden perseguido. Así, pues, las crisis de la Europa del euro tendrán al caos, a la descohesión y a la incongruencia como factores clave. Hay que entender, sin embargo, que ambas cosas son necesarias, se atraen y se ayudan, aunque sea a costa de los vaivenes emociones y económicos que estamos viviendo. Cuanto más peso se le ponga al orden, más se convoca al caos. De hecho, el mapa de Europa está dividido en dos grandes zonas: la del orden y la del caos. La gran tentación por parte del orden es aislarse del caos, y viceversa.

Si nos situamos en el centro de la Europa del euro, el signo de Capricornio aparece situado en el norte, lo cual viene a decir que el norte de Europa, con Alemania en el centro de esa zona, es quien personifica con mayor claridad las características de perfección y ambición contenidas en el Mapa astrológico fundacional. Con este Mapa, Alemania es el país que dicta el paradigma del potencial que quiere Europa encarnar. La ambición de poder de los países de la zona norte, desde el noroeste al nordeste, queda reflejada por una cuadratura entre Marte (Gran Bretaña) y Plutón (límite con Polonia). Este aspecto es lucha por el poder, belicosidad y neurosis de progreso a costa de países más débiles. Se trata de una combinación que mezcla pasión por el trabajo (Marte) y una obsesión por tener la sartén bien agarrada (Plutón) aún a costa de generar división en la Europa del euro, especialmente en los países en los que el culto al trabajo no es lo suyo.

La zona sur abarca desde el límite con Turquía hasta España y Portugal. Esta es la zona en donde se dan más contrastes y contradicciones. Ahí hay un aspecto difícil entre Marte y Saturno –considerados maléficos según la astrología tradicional- que, si Europa fuese un organismo vivo similar al cuerpo humano, indicaría una falta de hierro. Se trata de un área débil que requiere de una alimentación especial orientada a remontar y compensar tal debilidad. Esta zona recibió subvenciones, que es como suplementar con hierro sus deficiencias orgánicas. De toda esta zona España ocupa el centro. Ello quiere decir que nuestro país debe esforzarse y dotarse del hierro necesario como para no estar dependiendo de que otros la alimenten. Hasta es posible que las personas que viven en esta zona tengan deficiencia de hierro en su organismo. La falta de hierro tiene una lectura: la falta de movilización y motivación incluso ante los propios intereses. Puede no haber energía ni para el propio bien si no se toma la atención debida a esta falta.

En la zona del sur de Europa hay zonas excepcionales que son como oasis en medio del desierto. Por ejemplo, la delimitada por el norte de Italia y el sur de Francia. Es una zona muy favorecida para temas relacionados con la industria cultural. Es posible que el otro motor de Europa sea su cultura y que precisamente esta zona sea la protectora y la generadora de valores intangibles para el resto del continente. De los tangibles, como es notorio, se encarga la zona del norte. No es de extrañar, pues, que los filósofos, los artistas y los creativos de la Europa del euro sean de origen francés o italiano, o habiten en esas zonas sea cual sea su origen.

Tránsitos sobre la Carta del Euro

La posición de Saturno en Libra formará un aspecto crítico en serie con todos los factores de Capricornio. Como Libra designa las relaciones entre socios, será probablemente durante estos 2-3 años próximos que se reformulen los pactos, los contratos y los acuerdos que luego van a ser definitivos para la convivencia. Una situación similar se dio entre el 2004 y el 2006, aunque sin cerrar. Ahora aquellos cabos sueltos deberán ser atados sin dilación. El plazo máximo para hacer este ajuste será el 2012-2013, momento en el que se experimentará un punto de inflexión extremadamente crítico para la historia de la moneda única europea pues, además, se forma una conjunción de Plutón sobre el Sol de su Mapa fundacional. Este tránsito intensificará la influencia sobre el resto por parte de quien ya tiene el mando. Ahí se verá si el espíritu solidario que pretende animar la Europa moderna puede ser realmente encarnado por toda ella o sólo por una elite que deje fuera del grupo al resto.

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