Mostrando entradas con la etiqueta astro-homeopatía. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta astro-homeopatía. Mostrar todas las entradas

lunes, 18 de noviembre de 2019

Psorinum y el grado 25 de Acuario


Psorinum y el grado 25 de Acuario.
La desesperación y sus maquillajes.

Psorinum es alguien que aparenta ser libre y desapegado, aunque vive internamente con una fuerte sensación de dependencia. Esta contradicción es un verdadero drama, y es algo que resulta observable en el comportamiento, en la actitud y en las motivaciones, que nunca están lo suficientemente claras, en parte debido a la problemática emocional subyacente. Los Psorinum son personas poco dadas a mostrar sus necesidades, pues tienden a identificarlas con vulnerabilidad, lo cual agudiza su desesperación. Son aristocráticamente emocionales, alguien que tiene asignada una función superior a la de los demás, lo cual le lleva a adoptar una fachada de falsa autosuficiencia.

Psorinum parece tener dos cabezas, o dos mentes, en lucha. Por un lado, está la actitud que muestra; por el otro, la actitud real. Y resulta que entre ambas media un abismo. Es decir, la persona vive en una contradicción formada por dos extremos irreconciliables, lo cual genera un drama que se vive sin tregua. Por otro lado, y por esa misma razón, Psorinum es alguien que vive alternancias entre un sentimiento de fusión y un sentimiento de aislamiento. Su dificultad principal es que necesita ayuda y no la pide, y si la pide, cuando la pide, no es posible entender qué es lo que está pidiendo, pues la contradicción intrínseca dificulta la expresión sencilla de las necesidades elementales.

Por todo ello, Psorinum preferiría no necesitar nada de los demás, pues mostrar sus necesidades le lleva a experimentar sensaciones de enorme fragilidad y pérdida de control. En consecuencia, optará por auto-marginarse de toda participación emocional sencilla y llana; o marginar sus necesidades, de tal manera que queden ignoradas o enmascaradas del todo, lo cual convierte a la vida de Psorinum en una bomba emocional.

El complejo relacionado con Psorinum es, sin embargo, una idea fija que parece apoderarse de la persona. Se trata de una emoción idealizada. Y es posible que esta idealización sea una forma de defensa orientada a tapar emociones y comportamientos que resultan costosos de admitir.

Por tanto, podríamos decir que Psorinum trata de un sentimiento de desesperación consistente en no poder ser quien uno quisiera ser. O, si lo prefieren, la desesperación de estar siendo lo que uno no quiere ser. Es decir, entre la ficción que uno pretende encarnar y lo que en realidad está encarnando media un abismo. Por ejemplo: la persona puede tener idealizada una actitud de generosidad y apertura que quiere encarnar, mientras vive episodios de posesividad o celos, emociones éstas inadmisibles según su código.

En Psorinum hay un miedo al vacío , el cual es sustituido por pseudo-objetivos, pseudo-estímulos, pseudo-metas, pseudo-ambiciones; o mediante distracciones estériles y autoengaños diversos. Y es justamente cuando estas máscaras que tergiversan la realidad caen, que uno se queda con su desesperación, con la desesperación que tapaba con afán de proyectar una imagen de persona aparentemente autosuficiente, integrada y equilibrada. Podriamos decir que a la persona caracterizada por Psorinum le falta el contacto básico con la realidad, empezando por su cuerpo y acabando en lo esencial de su ser espiritual. Es decir, a la persona le cuesta saber qué hace en este mundo. Y por tanto, pues, le cuesta captar el sentido de sus limitaciones. Y es así que la persona se falsifica y falsifica sus estímulos, los cuales acaban estallando como burbujas, tergiversando la realidad con su propia mirada autoengañada.

Sin embargo, para Psorinum el antídoto contra el autoengaño quizá no sea el desengaño, que resultaría letal, sino otro engaño, un engaño que le ayudara a situarse gradualmente más cerca de la cruda realidad, de tal manera que la pudiera sobrellevar mejor. Sin embargo, esta engaño no puede ser una defensa sólida o estable, pues parte de una tergiversación que afecta a su identidad, a su forma de expresarse y relacionarse.

El grado 25 de Acuario.

El grado en el que Psorinum reverbera es el 25 de Acuario. Se trata de alguien con ideas fijas pero ilusas. De aquí la dificultad, pues vive encumbrado o sepultado por su peculiar cosmovisión. Psorinum se llena de falsas ideas espirituales o psicológicas en relación a lo que cree que es la vida y al lugar que cree que ocupa en ella. Puede convertirse en un fanático, en un dogmático que tapa su falta de contacto de fondo con interfaces sofisticadas. Podríamos decir que esta persona hace de sus delirios artificios con los que engañarse a si misma y tener engañados a los demás. Una ideología, pues, puede estar dando cobertura estos engaños, aunque es más bien una forma de defensa que una propuesta de progreso En Psorinum hay mucho de reaccionario y poco de progresista, por más que se obstine en parecer lo contrario.

La vía hacia la autenticidad podría venir dada por una mejor conciencia del abrazo primordial con la vida, lo cual ayudaría a ceñir mejor la idea ilusoria en el marco de lo real. Un buen ejercicio para Psorinum sería el silencio, el despoje de toda pretensión por encontrar sofisticadas explicaciones en relación a la elementalidad de la vida.

La conjunción de significados formada por Psorinum y el grado 25 de Acuario nos llevaría al retrato de alguien que no quiere expresar, porque la teme, su condición de indigente, náufrago y vagabundo necesitado de ese abrazo primordial. El problema viene cuando identifica ese abrazo con una expectativa idealizada de relación amorosa con alguien en concreto. Cuando llega a este punto, puede llegar a convertirse en un tirano que exige amor a cambio de nada. Por tanto, pues, el trabajo debe centrarse en dar más protagonismo a la autenticidad de lo que se siente por la vida, y menos, a lo que uno espera de ella, pues es la expectativa frustrada la que pervierte una y otra vez la conexión elemental con lo más sencillo y básico.

Esta persona puede adoptar una pose excéntrica, sofisticada y seductora, acaso orientada a maquillar una tiranía y una vulnerabilidad que no quiere reconocer. Por otro lado, teme ser rechazada, lo cual compensará con manipulaciones, chantajes y coacciones, de tal manera que podría llegar a hacer sentir culpables a los demás. Para tapar la desesperación de fondo, además, podría llegar a infundirse de una imagen alegre y aparentemente despreocupada; o, también, solícita y servicial ante las necesidades de los demás. Y hasta es posible que se ponga a ayudar a otras personas, acaso para paliar su melancolía interior o para seguir camuflando un dolor que le resulta intolerable mostrar abiertamente, pues hacerlo ante la vista de los demás le llevaría a sentir que se está humillando en público. Incluso puede optar por mostrar su vulnerabilidad de forma histriónicamente estudiada y premeditada. Y todo, para tapar una desesperación que no tolera o que no acepta. El quid de la cuestión es que cuando se acerca a la aceptación el nivel de desesperación puede aumentar aún más, generando comportamientos reaccionarios. De aquí que el trabajo deba ser gradual, para poder trasmutar esos engaños de imposibles quimeras por otros más sensatos.

Es muy posible, pues, que esta persona, para compensar el abrazo vital que siente que le falta, haya desarrollado habilidades verbales o psicológicas. Y también es muy posible que utilice esas habilidades para conseguir controlar al interlocutor, para imponerle un discurso, para llevarle a hacer sentir culpable de su vacío emocional. La persona simbolizada por Psorinum y por el grado 25 de Acuario, en caso de crisis de convivencia, procurará que sea el otro quien abandone la relación. De este modo, la persona se perpetúa en el papel de abandonada, dando la fuerza al pernicioso bucle de emociones en el que vive.

martes, 24 de septiembre de 2019

Histaminum y el grado 5 de Escorpio

Histaminum y el grado 5 de Escorpio.

Aparte de su relación con las alergias, Histaminum toca un aspecto de la mente muy interesante. El asunto de fondo gira alrededor del vínculo entre padres e hijos (o entre cónyuges). Me refiero a los sentimientos de deber y de deuda que tal vínculo genera. Tales sentimientos pueden interferir en la capacidad para obrar, pensar y expresar la libertad individual. En otras palabras, según si las necesidades individuales resultan más o menos armoniosas en relación a los valores del vínculo, el resultado será la paz y la reciprocidad en los afectos. En cambio, si las necesidades de la individualidad se contraponen con las lealtades que el vínculo lleva implícitas, el resultado será la guerra, que tanto puede ser interior como exterior. Estamos hablando de una guerra más o menos muda o soterrada, tal es el perfil del que estamos hablando. Se trataría, pues, de una particularidad cuya respuesta desencajada es el brote violento o alérgico. Es decir, animadversión hacia el papel que los padres ejercen sobre la vida de los hijos (y viceversa) cuando estas interferencias actúan en el plano inconsciente. Estamos hablando, pues, de un doble fondo. O dicho de otro modo: la persona puede mostrar una aparente aceptación de las reglas no escritas que esos vínculos conllevan. Sin embargo, en su interior hay una disconformidad difícil de expresar y clarificar racionalmente. Si la situación se hace crónica, es posible que se llegue a un comportamiento sumiso hasta quedar atrapado en él. Dificilmente una persona sumisa puede hablar a las claras de lo que le sucede, excepto que lo haga a través de algún brote alérgico o psicótico. Incluso más: puede haber una sumisión disfrazada de rebeldía.

Histaminum refleja el choque entre lo que uno quisiera hacer y lo que otras personas le llevan a uno a hacer o a sentir, aunque muy a menudo este último factor está muy poco claro (debido, entre otras cosas, a la lectura subjetiva que el individuo Histaminum hace de las circunstancias). Por esta misma razón, no sólo esta interferencia existe cuando la relación entre padre e hijos (o entre cónyuges) está viva, sino, también, cuando esta relación ha cesado (por ejemplo, por razón de muerte o divorcio). Es decir, si las acciones de las personas en relación a sus propias vidas está siendo influida o entorpecida por los valores atávicos colectivos que se infiltran o se solapan entre las propias motivaciones. Podríamos ver ahí un conflicto emocional derivado de la pugna entre un derecho y una obligación no aceptada. Si entre ambos, derecho y obligación, hubiera una incompatibilidad, entonces se produciría una alergia emocional o psicológica. De este modo, la persona reacciona ante los valores que siente que le condicionan como si se tratara de algo que hay que combatir. O bien, quiere encarnar los valores familiares y ante lo que reacciona es ante la emergencia de determinadas necesidades escondidas que habían estado censuradas. Es decir, la persona puede sufrir de alergia o fobia ante sus propias necesidades individuales, lo cual es una forma de negación.

Así, pues, la clave de Histaminum está en la fusión o solapamiento entre los derechos de la individualidad y las obligaciones hacia la colectividad y su consecuencia en cuanto a la libertad para expresar lo que es propiamente de uno. La persona Histaminum acaso sienta que no se expresa correctamente, pues cuando lo hace parece más una reacción defensiva que una muestra de sentimientos nobles. Incluso puede llegar a pensar que expresar necesidades individuales abiertamente es una forma abusiva de llamar la atención. Es decir, prefiere no hacerlo directamente. O aún más: preferiría vivir en un entorno en donde la comprensión y el respeto entre personas fluyera sin tener que estar reclamando atención por las particulares necesidades de la individualidad. El conflicto, pues, aparece cuando la persona es forzada por las circunstancias a manifestar sus propias emociones reprimidas. Estas emociones pueden ser canalizadas voluntariamente, si la persona es consciente de la naturaleza del conflicto, o a través de algún brote alérgico. En este caso, la persona siente alergia de si misma; o, si lo prefieren, alergia de sus propias necesidades. Hay una palabra más cruda para este comportamiento: asco, desdén, boicot.

La persona Histaminum ha aprendido a enmascarar sus necesidades hasta convertirse en  insondable, hermética y ambivalente. Así, pues, alguien que ha desistido de ser comprensible para los demás; que ha preferido abolirse; y que sólo se muestra a través de reacciones fóbicas o alérgicas que surgen cuando las emociones inconscientes se desbordan.

El individuo Histaminum, debido a su dificultad para expresarse clara y abiertamente, no quiere abandonar ni ser abandonado. Por ello, prefiere posponer su anhelo de satisfacción, especialmente si ello le exige mostrarse vulnerable. Es muy posible que a Histaminum le interesen las manifestaciones artísticas, aunque prefiere que los protagonistas sean otros. Preferirá ser espectador o, si ejerce su creatividad, podría decantarse por la pintura, la fotografía, la escritura o la composición musical, u otras actividades sobre las cuales pueda actuar sin sentirse incomodado por la presencia cercana y absorbente de los demás.

Siendo niños, las personas Histaminum se sintieron ignoradas o arrinconadas. Y a diferencia de otros rubros relacionados con el arrinconamiento infantil, como, por ejemplo, Veratrum Album, que reclama protagonismo de forma ostentosa, lo que sucede con las personas Histaminum es que les gusta esconderse, enmudecer o poner las cosas difíciles a los demás. Tal sea esta una venganza derivada de viejas sensaciones de ese arrinconamiento infantil.

Por consiguiente, el tema central en Histaminum es lo que para los demás sería evasividad o indefinición. En efecto, a las personas que encajan en el perfil de Histaminum se les suele ver como secretivas o lacónicas. Es decir, solamente ellas pueden saber qué es lo que piensan y sienten. Lo que flojea, pues, es su expresión abierta. Desde fuera se les suele ver como incomprensibles, crípticos o herméticos. Tanto es así, que sobre las personas Histaminum los demás proyectan sus congojas, sus traumas, sus frustraciones o, incluso, sus dones. Es como si Histaminum fuese un lienzo sobre el cual los individuos pintores plasman su mundo interior, atribuyendo a Histaminum la autoría. Es como si mis congojas internas, siendo yo pintor, las pintara sobre el individuo Histaminum y le atribuyera a él la causa de lo que ocurre en mi.
Muy relacionado con esto último es que Histaminum puede desarrollar facultades mentales excepcionales, pudiendo encarnar trabajos que requieren de gran perspicacia psicológica, como agente secreto, agente doble, investigador policial, o cualquier profesión que requiera discreción y secretividad. En consecuencia, la persona Histaminum puede llegar a conocer a los demás hasta lo insospechado. Su capacidad para absorber información hace que a los demás los vea completamente desnudos. Histaminum es una esponja que absorbe los traumas, las frustraciones y los desórdenes de los demás. Y es de esta manera que obtiene el conocimiento. Si cayera en la tentación de repeler o defenderse de las proyecciones, sus excepcionales atributos acabarían resultando contraproducentes, pudiendo llegar a desarrollar alguna alergia que le acabaría aislando del mundo.
Histaminum, con su actitud deliberadamente opaca, muestra a los demás lo que no quieren ver de si mismos, aunque estos le culpen. La ausencia de reacción defensiva no debe confundirse con debilidad, sino con una forma de defensa sutil orientada a que los demás se pongan en evidencia ellos mismos.

El grado 5 de Escorpio.

La vibración de de Histaminum resuena en el grado 5 de Escorpio. Describe a un medium emocional, una persona sumamente permeable a necesidades y emociones ajenas, que percibe el psiquismo de otras personas hasta el punto de no diferenciarlo del suyo propio. Le cuesta, pues, diferenciar las necesidades de los demás de las suyas propias. Solo una alergia podría poner el límite de lo que Histaminum es capaz de absorber.

El trabajo de fondo relacionado en el grado 5 / Histaminum podría girar en torno a reconocer y honrar los propios anhelos en medio de la tendencia a fusionarse con la dinámica emocional del colectivo. Dejar sin toma de conciencia este hecho puede llevar a la persona a alternar la sumisión con la reacción, o con cualquier otra forma de violencia pasiva.

miércoles, 19 de junio de 2019

Naja Tripudians y el grado 17 de Acuario


Naja Tripudians y el arte de mirar al frente.

Naja Tripudians es uno de los homeopáticos de origen animal. En concreto, de la cobra, un reptil cuya presencia suele asociarse a la del encantador. Se trata de una serpiente que es capaz de ensanchar parte de su cuerpo cuando se yergue, acaso como forma de transmitir un mayor poderío. Y la relación entre encantador y serpiente puede ser mutuamente hipnótica, lo cual nos pone sobre aviso acerca de la tendencia encantar o a dejarse encantar por parte de las personas Naja Tripudians.

La materia médica relacionada con Naja Tripudians va dirigida a problemas cardíacos debidos a sustos residuales, especialmente los relacionados con abusos, ya sea debido a un hecho concreto o por contagio transgeneracional. Es decir, Naja Tripudians representa un cuadro doloso muy presente en la familia. También podría tener origen en la experiencia del parto o en el proceso prenatal. Las secuelas pueden derivar, además, en arritmias, asma, problemas en la autoexpresión, falta de fluidez y espontaneidad, etcétera. Este núcleo doloroso actúa como hipnótico, como si la persona se sintiera arrastrada a vivir experiencias que pueden resultar perjudiciales para ella misma. O lo que es lo mismo: el propósito inconsciente de estos individuos puede ser una quimera que le viene dada por herencia. Y estas quimeras pueden tener relación con traumas no resueltos.

Este remedio puede ayudar a quienes hayan podido sufrir debido a abusos de poder, de fuerza, sexuales, de género, por violencia doméstica o acoso laboral (mobbing) o escolar (bullying), por secuestro, hostigamiento verbal, etcétera. Por otro lado, también puede haber dado lugar a una debilidad moral que deriva de un extraño sentido de culpabilidad por lo sucedido, aún siendo víctimas.  Este detalle se percibiría en una sensación de vergüenza que puede restar soltura expresiva a la persona.

Los niños que han sufrido abusos pueden ver como el trauma se repite hasta una edad relativamente avanzada : pueden dejarse abusar, incluso siendo adultos, más aún si lo han sido psicológicamente; o convertirse ellos mismos en abusadores, especialmente si no reconocen o identifican el hecho de origen.

De más mayores pueden comportarse de forma audaz, atrevida y reivindicativa, adoptando el dolor de los demás como parte de su propia causa, acaso como forma de trascender experiencias penosas propias. También puede ocurrir lo contrario: que la persona, sintiéndose frágil y desprotegida, evite situaciones en las que puede volver a experimentar abuso y/o susto. Esto lo veríamos, por ejemplo, en las dificultades a la hora de relacionarse con superiores jerárquicos, debido al miedo-susto original. Estos individuos prefieren relacionarse con personas frágiles e indefensas. O, por lo menos, con quienes no supongan ningún peligro de volver a recibir abuso por su parte.

Naja Tripudians puede ser de especial utilidad para quienes piensen que puedan ser perjudicados o marginados por razón de raza o por pertenencia a clase social desfavorecida. Por esa misma razón, vemos personas Naja Tripudians que desarrollan alguna ideología anti-sistema; o muestran diversos modos de escepticismo en relación a la honestidad y limpieza de comportamientos por parte de los humanos. En cualquier caso, se trata de personas que desarrollan gran conciencia de las consecuencias negativas que el mundo de (algunos) adultos causan en los niños o en personas más débiles.

Por otro lado, Naja Tripudians puede ayudar a comprender el comportamiento paranoide o susceptible surgido como consecuencia de haber experimentado los abusos de poder antes comentados. 

Otros registros de Naja Tripudians nos muestran algunas otras peculiaridades. Además de todo lo indicado, Naja Tripudians está asociada a una gran actividad mental sin control. Es como si la persona se sintiera físicamente inmovilizada, acaso debido a experiencias traumáticas, mientras la actividad mental va a más. Como si estuviera atada por las piernas, sin ser capaz de moverse, y sufriendo de una gran hiperactividad interna, la persona Naja Tripudians sufre hasta el punto de preferir morir. Ello nos pone sobre aviso acerca de algunas cualidades del homeopático correspondiente: problemas relacionados con las piernas, con la circulación, con las varices, etcétera. Y también, como forma de prevenir, cuando se sospecha que la persona puede ser susceptible de sufrir enfermedades neurodegenerativas, especialmente si ha habido antecedentes familiares.
En Naja Tripudians se produce una paradoja: por un lado, la hiperactividad interna pide movimiento externo. Sin embargo, como tienden a sentirse existencialmente inmovilizados, renunciando a moverse, con lo cual todo se convierte en un bucle. En consecuencia, en su quietud superficial, Naja Tripudians siente que es incapaz de mantener la calma. Por tanto, esa quietud esconde mucha angustia interior. También es posible el comportamiento opuesto: personas que son incapaces de permanecer en un sitio o contexto social más allá de lo que dura un suspiro. En este caso, puede tratarse de un comportamiento sin propósito, como el de alguien que se mueve mucho para no ir a ninguna parte.

Los individuos Naja Tripudians se sienten fácilmente excluidos, marginados o ignorados por sus semejantes, cosa que indica lo importante que es para ellos la opinión de los demás en la construcción o rehabilitación de la propia imagen. Lo reconozcan o no, el reconocimiento de los demás es uno de los factores que más influye en el bienestar de estos individuos. Se podría decir que la opinión ajena negativa se puede convertir en fuente de padecimiento, susceptibilidad insoportable o enfermedad.

Debido a su frenesí interior, las personas Naja Tripudians no acaban de saber qué hacer con sus vidas o consigo mismas.

Naja Tripudians y el grado 17 de Acuario.

Naja Tripudians reverbera en el grado 17 de Acuario. Este grado describe a una persona servicial, generosa y compasiva, que defiende valores de justicia social. También, por otro lado, esa misma persona, aún con su amplitud de miras, puede verse asustada o coaccionada por minucias y detalles sin importancia, especialmente si intervienen otros individuos. La razón de esto es que utiliza la preocupación como forma de defensa ante situaciones sociales en las que podría sentirse débil, menospreciada o degradada. Por otro lado, la persona que encarna los atributos de este grado preferirá que las relaciones interpersonales sean útiles y pragmáticas, acaso como forma de autoprotección o para evitar volver a quedar expuesta a riesgos emocionales.

Por todo lo dicho anteriormente, las personas Naja Tripudians son muy sensitivas a la violencia y a la manipulación. Y su punto débil es que son fácilmente coaccionables, cosa con la que tendrán que batallar, pues su mente alberga un dolor muy antiguo, acaso heredado, que es la causa de todo lo que les he indicado en este capítulo. De ahí que la única solución sea mirar al frente y seguir caminando.

martes, 26 de marzo de 2019

Vitex Agnus Castus y el grado 22 de Capricornio


-->
VITEX AGNUS CASTUS y el grado 22 de Capricornio.

Lo más evidente en Vitex Agnus Castus es que no soporta que le vean como fracasado. Y para tal fin, preferirá ser visto como víctima, lo cual conlleva ubicar al culpable en el exterior. Sin embargo, lo fundamental es la relación entre fracaso y muerte. El miedo a la muerte se muestra en el miedo a fracasar. El resultado de ello es una vida vivida a presión.

En efecto, el querer y no poder forma parte de la vida de Vitex Agnus Castus, en donde el bloqueo de la voluntad es proporcional al deseo. Es como tener algo al alcance y no poder tocarlo, y tanto más cuanto más se desea. Se trata de personas que viven prisioneras de un tabú que niega su propio instinto. Suele haber mucha violencia interna contenida, señal clara de frustración. Sin embargo, la forma de defensa consiste en negar ambas, adoptando un discurso justiciero, victimista o secretamente rencoroso. Es decir, la persona mantendrá una imagen de falsa satisfacción, mientras por dentro llora, grita o urde venganzas que luego será incapaz de aplicar. El resultado de ello es la auto-agresión inconsciente, o una actitud atormentada que no deja resquicio para la tranquilidad. Y es, en efecto, la tranquilidad (o la falta de ella) el quid de la cuestión. Lo que impide esta tranquilidad es la ambición, que no da tregua, y que tanto puede afectar a la imagen como al concepto que la persona tiene de si. También afectará a su sexualidad, que puede ser explosiva y, a la vez, estar aprisionada por ese tabú. La persona anhela el disfrute y la satisfacción plena, pero su modo de vida, con sus convenciones y reglamentos, no le permiten abrirse a ella. El resultado es que los deseos de plenitud acaban en meras tentativas, mientras por dentro campan los demonios que atizan el fuego de las pasiones no permitidas.

Un elemento de interés relacionado con el carácter de Vitex Agnus Castus gira alrededor de la facultad para comunicarse con personas ausentes, ya sea que estén muertas o viviendo a distancia, ya sea por vía mediúmnica o telepática o telemática. A Vitex Agnus Castus tanto le interesa la magia blanca como la magia negra, pues en su fuero interno los fines justifican los medios. Sin embargo, como indiqué anteriormente, la persona está poseída por un escrúpulo interno que le impide llevar su atrevimiento hasta el final, lo cual realimenta el bucle de la frustración.

La vida de Vitex Agnus Castus es la de alguien que camina con una piedra dentro del zapato y no lo sabe. La piedra es el equivalente a una prohibición.

Vitex Agnus Castus es propio de personas poseídas por una energía incontenible, pero que no pueden vivir con comodidad, debido a que determinados reglamentos prohibitivos han quedado interiorizados. Hay, pues, una pelea entre el deseo y la contención, entre lo que uno quisiera vivir y lo que cree que conviene hacer. Por esta misma razón, puede haber problemas cardíacos que son la expresión fisiológica del conflicto. Sin embargo, en el plano espiritual la clave está en la mente sexual, y más en una persona que se exige mucho a si misma, acaso como requisito para ejercer el derecho a ser feliz. Por consiguiente, encontraríamos en el perfil de Vitex Agnus Castus personas que lo tienen todo para poder ser felices y, sin embargo, hay algo muy profundo que no les permite abrazar lo que anhelan, incluso teniéndolo al alcance. Para Vitex Agnus Castus la felicidad es algo que debe merecerse.

Si estudiamos la vida de personas que encajan con el registro correspondiente a Vitex Agnus Castus, veríamos que proceden de linajes importantes. O dicho de otro modo: el sufrimiento actual por frustración guarda relación con la aspiración a ser socialmente relevante o modélico, lo cual puede tener que ver con una herencia moral.
Una pregunta que podríamos hacernos giraría en torno a si uno es propietario de sus ambiciones -es decir, si son suyas)-, o bien, si éstas le vienen por herencia o transmisión. En este caso, aceptar la herencia o, como mínimo, comprenderla, para poder decidir sobre ella, ya sea para asumirla o para renunciar a ella.
Las ambiciones generan en la persona Vitex Agnus Castus rigidez de comportamiento, ofuscación o trastornos obsesivo-compulsivos. Incluso pueden ser neuróticos o perfeccionistas hasta la auto-destrucción. Con ello quiero decir que la persona, en su deseo de control, puede estar destruyendo la oportunidad para ser plenamente feliz. O lo que es lo mismo: cuanto mayor es el anhelo, menos facilidades hay para una satisfacción que genere satisfacción y pacifique el espíritu.

Vitex Agnus Castus no se colma ni se calma, pues lo suyo es vivir tensionado por su frustración (o por el temor a fracasar, que luego da como consecuencia la frustración). Hay mucho poder sexual, que tanto puede autodestruir como manipular a los demás. Por ejemplo: una persona sexualmente célibe, y que conozca el punto débil de los demás, puede ejercer un dominio sin límites, provocando en los demás lo mismo que él lleva interiorizado. Por consiguiente: la persona Vitex Agnus Castus, bajo un disfraz virtuoso, puede instigar la gula o la lujuria de los demás, prometiendo lo que luego sabe que no va a dar. Vitex Agnus Castus es un exorcista que tanto puede hacer salir en los demás lo que él es y no osa expresar plenamente, como mostrar a los demás el demoniaco espíritu que les domina. Y hasta es posible que quienes agitan la lujuria colectiva sean castos y célibes, pero no vírgenes. En este sentido, un ejemplo de Vitex Agnus Castus lo tenemos en individuos que son socialmente relevantes, pero que en realidad son deshonestos o perversos.

Como apunté antes, el homeopático Vitex Agnus Castus puede ser de ayuda para personas con antecedentes familiares con arterioesclerosis, por los consiguientes riesgos relacionados con la salud del corazón y del sistema circulatorio.

El tema de Vitex Agnus Castus gira en torno al fracaso y a su repercusión sobre la imagen pública. En este sentido, un modo de defensa puede ser la persistencia en la idealización acerca de las propias capacidades y posibilidades. Es decir, la persona cree que sigue siendo capaz incluso cuando la realidad se lo desmiente. O presumir que es justa, cuando todos le señalan como causante de todo lo malo. Ello lleva a que piense que el mundo conspira en su contra. Y lo cierto es que Vitex Agnus Castus no confía en nadie. Esta falta de adaptación puede llevar a un enclaustramiento en las propias fantasías. Y cuanto más potente cree ser, más débil se vuelve su conexión con el mundo y consigo mismo.

Otro tema, muy relacionado con lo anterior, es que el propósito de una terapia con Vitex Agnus Castus es tolerar, transformar y trascender la idea de fracaso, para aceptar que una nueva etapa en la vida es posible. Tengamos en cuenta que un tipo de situación relacionada con Vitex Agnus Castus está relacionada con la nostalgia, una forma defensiva que niega el fracaso (aún siendo obvio) substituyéndolo por una idealización, lo cual conlleva que la persona se resista a moverse de donde está.
Una forma alternativa de manejar el fracaso es creyéndose (o haciendo creer) más elevado que sus propias ambiciones, como si quisiera decirnos que eso que ambiciona no es importante (o que no importa que acabe en éxito o en fracaso).

Situaciones típicas relacionadas con Vitex Agnus Castus pueden ser: jubilaciones no deseadas, despidos, mobbing, acosos, persecuciones, pérdida del honor, prestigio dañado, vergüenza, declive, decadencia, obsolescencia o escarnio público y demás juicios que pueden caer sobre la persona. Y el elemento común a todo ello es que el individuo sufre por no poder mostrar o completar aquello que hubiera deseado poder hacer completamente. Situaciones así pueden ocurrir en edad provecta, aunque también puede suceder en situaciones de divorcio o separación, en las que la persona no quiere reconocer que algo llegó a su fin, pues ello la obligaría a moverse en alguna dirección o, simplemente, aceptar el fracaso.

A la persona Vitex Agnus Castus no le gusta que le encuentren defectos o le sorprendan en falta. Y es debido a ello que tratará de ocultar todo aquello de lo cual se le pueda acusar. En este caso, el individuo tratará de tergiversar la situación, buscando la manera de cargar sobre los demás sus propias faltas. Y es así que en su interior va creciendo un depósito de debilidades y contradicciones, las cuales tratará de mantener en secreto, hasta que un día la capacidad de contención del depósito es vencida por un detonante que pondrá en evidencia las miserias secretas.
Es posible que Vitex Agnus Castus tenga algo de psicópata, en la medida que es capaz de esconder profundamente sus vulnerabilidades, a cambio de mostrar una imagen de dominio y honorabilidad.

Por ejemplo, para alguien que encarne este perfil, un divorcio no es aceptable. Y menos aceptable aún que sea por culpa propia. Por lo general, tolerará mejor el fracaso si la culpa confesa proviene de la otra parte. Incluso se las ingeniará en transferir su parte de culpa para que sea la otra parte la que cargue con todo. En este caso, la reacción de Vitex Agnus Castus será como si se tratara de una víctima. Es decir, el comportamiento puede degenerarse hasta convertirse en rabietas de adolescente, que carga contra todos para quedar él a salvo.

Las tomas de Vitex Agnus Castus pueden ir bien a quienes temen no dar la talla, lo cual puede verse en determinados episodios sexuales, laborales, deportivos... y en cualquier otro ámbito de la vida que uno experimente como si se tratara de una competición. De hecho, estos individuos convierten en competición incluso actividades que suelen practicarse recreativamente o por placer. La sensualidad es la gran perjudicada en la vida de Vitex Agnus Castus, y hasta es posible que la sensualidad acabe convertida en alguna forma de perversión sexual.

Hay personas pertenecientes a este rubro que mantienen escindida su vida en dos ámbitos. Uno, en el que se muestra adaptada, competente, virtuosa y eficaz. Y otro, alejado de las apariencias cotidianas, en el que la persona da rienda suelta a lo que no quiere que otros vean. Sería el caso de quien parece vivir una sexualidad convencional, pero que en paralelo participan en relaciones corruptas o viciosas. La perversión sería la vía de escape para las frustraciones de Vitex Agnus Castus.

El nivel de soberbia interna subyacente en Vitex Agnus Castus es tal que, cuando ya no puede contener su lado oscuro -y no puede culpar a los demás-, puede sentir que es un inválido, un impotente, un eunuco. Y cuando ello ocurre, la persona tratará de vengarse a costa de alguien más débil.

Las tomas de Vitex Agnus Castus pueden ir bien para quien esté siendo enjuiciado (o sienta que su reputación está en peligro), o se vea ofendido por escarnio público, o ante toda aquella situación que pueda poner lo que llevaba oculto a la vista de todos, lo cual puede darse en cualquier ámbito de la vida (personal, sexual, profesional, social, salud, etcétera). Por ejemplo, como cuando una persona decide salir del armario para hacer frente a una nueva imagen pública, en especial cuando pueden producirse señales de hostilidad o de erosión del propio honor.

El grado 22 de Capricornio.

Vitex Agnus Castus tiene su reflejo en el grado 22 de Capricornio, un grado que refleja el auge y caída del yo. Los individuos en los que ese grado sea importante, están totalmente identificados con su propósito de vida, sin distinguir entre el destino del propósito y el destino de la persona. Si el propósito avanza positivamente, la persona se siente bien, triunfante. Sin embargo, cuando el propósito cae en declive o no prospera como quisiera, el individuo, de tan identificado que estaba con él, acaba pensando que es un fracasado. El propósito puede fracasar, pero no la persona, que debe ir transformándose, superando etapas y trascendiendo propósitos sucesivamente. Cuando el fracaso se encarna, la persona, que aún no ha establecido tal separación, empieza a comportarse de manera anómala, tal y como ha quedado expuesto en el artículo. Sin embargo, cuando se ha comprendido la naturaleza de las tentativas humanas, vemos que la mayoría de ellas fracasa, lo cual no debería llevar a la frustración, excepto que se sea demasiado ególatra.