1.- Hace días tomé la decisión de fabular. Se acabó la pretensión de objetividad. Ya que a la
realidad la hemos perdido de vista, con tanta lujuria colectiva como hay,
probemos con la fabulación. La fabulación tiene una gran ventaja sobre la
pretensión de saber acerca de la realidad. En concreto, podemos fabular sobre
lo que acontece en los escenarios sociales sabiendo que nada de lo que
fabulemos es cierto. La certidumbre, como la realidad, ha huido de nuestra vida. Por cierto, ¿no han constatado que en muchas de las películas que se
estrenan el final está indefinido o suelto o inconcreto o en suspensión, de tal manera que cada espectador pueda interpretar de diferente manera? Es como si esas películas nos
indicaran que vamos a entrar en un mundo sin finales concretos, sin desenlaces, sin soluciones
satisfactorias para nadie. Es decir, por poner un ejemplo candente, que si
alguien espera un desenlace A o un desenlace B, lo más posible es que el
resultado final sea lo improbable, considerando lo improbable como un híbrido
que mantiene las expectativas sin solucionar. Y así es como la lujuria,
mantenida sin desencadenarse en un orgasmo claro, promueve el sexo en grupo sin
saber si ya hemos acabado o si aún no hemos comenzado. Por cierto, no sé si han
dado cuenta de que quienes promueven la lujuria colectiva son célibes y castos.
Estas personas, situadas en un registro más alto y fino, tienen tomada la
medida de la lujuria que nos une, que nos separa, que nos mezcla, que nos
zarandea.
Otra cosa buena que tiene la fabulación es
que puedes ponerte como personaje dentro de la escena, y especular con ello
hasta descubrir algo de ti que de no ser por la fabulación no hubieras llegado
a saber; o mantenerte fuera, haciendo como eres tú quien mueve los hilos, como
si fueses el director de la función. Otra posibilidad es sentarte en un banco y
ponerte a diletar con diversas posibilidades, hasta que una de ellas se aparece
ante ti y te propone la solución inesperada de un problema.
Así que, puestos a fabular, fabulemos con
todo: con el futuro, despreocupados ya de atinar en los vaticinios; con el
presente, tan ausentes que estamos de él; o con el pasado, imaginando que las
piezas que son los acontecimientos ya conocidos interactúan de forma diferente
cada vez que se fabula sobre ellos. Otra cosa interesante que aporta la
fabulación es la posibilidad de cambiar de opinión sobre algo que uno ha
sostenido durante largo tiempo. Es decir, cambiar de opinión, fabulando con
otras soluciones, permite percibir más claramente la escala de grises en
relación a soluciones que uno había descartado o no había tenido en cuenta como
merecen. De este modo, además, podemos salir fácilmente de la trampa del blanco
o negro o del bueno o malo. La libertad es sagrada para poder pensar, cambiar de opinión o,
incluso, transgredirse a sí mismo sin importar el qué dirán.
2.- Vamos a por el tema de hoy. El próximo día 4,
sábado, tenemos en el cielo una oposición entre Venus y Urano. Lo notaremos
antes, según nos vayamos acercando. Es decir, a lo largo de la semana, in
crescendo hasta llegar al dia 4. ¿Y de qué va esta oposición? Vayamos por
partes. Gea, la Tierra, es continuamente fornicada por Urano, el gran
fornicador. Gea, harta de tanta fornicación y de tanta criatura procreada, pide
a Saturno que intervenga. Saturno es el 155 en esta historia. El caso es que
llega el 155 con la hoz y le corta los huevos a Urano. Estos huevos caen en el
mar, y de su espuma surge Venus. Por consiguiente, Venus es la consecuencia
conjunta de la acción de Gea, Urano y Saturno. Venus es la diosa del acuerdo,
de la síntesis. En este caso, y puesto que la oposición es con Urano, vamos a
constatar que la posibilidad de acuerdo (Venus) se va a oponer al frenesí
creativo de Urano. El posible resultado es que Venus va a adoptar una actitud
diferente en relación a su origen. Es decir, el pacto resultante entre Venus, Urano y Saturno es que los asuntos se van ralentizar, mientras las emociones se van mantener igualmente vivas. Por consiguiente, aquí en Catalunya los políticos se las van a tener que arreglar para ralentizar sus acciones sin que lo parezca, no sea que la tropa se mosquee. Pero, tranquilos, esta situación es
temporal. Justo después del día 4 entraremos en un estado de deliberación.
Finalmente, a final de noviembre, nos vamos a encontrar con una situación de
gran tensión a partir del día 15. Esta tensión nos va a tener en vilo durante
lo que queda de mes, hasta recién entrado diciembre. El resultado de todo esta
vorágine es una vuelta de tuerca a los asuntos que ocupan nuestra atención. Por
eso pido al lector que fabule por su cuenta a partir de este momento acerca de
lo que le va a traer la susodicha oposición. Muchas gracias.
3.- Algunas cosas que me han llamado la atención de
estos últimos días. A saber: Mariano Rajoy ha tomado la hoz y ha cortado
huevos. Soraya, muy tomada su voz en estos días pasados, se ha hecho con las
riendas de la Generalitat como si fuera una amazona esbelta. O quizá sea la
encarnación de Venus, que pinta muy bien para ello. Por cierto, el nombre
astrocabalístico "Soraya Sáenz de Santamaría" coincide con el grado
22 de Libra. Y el de "Catalunya" es el grado 21 de Libra. Qué
cosas, eh. Ahora pienso que Urano, en este gran tinglado, bien podría representar el
proceso soberanista que vivimos en Catalunya.
El caso es que en estos últimos días me
dediqué a ver la tele, para fabular sobre lo fabulado que aparecía en pantalla.
Veo a Mariano Rajoy desde el Senado haciendo de Saturno, con el 155 hecho hoz,
proclamando que se ha acabado el fornicar sin su permiso. Lo curioso es lo
tranquilo que está el tipo, lo cual llama la atención con la escenificación de
una Soraya descompuesta y disminuida justo pocos días antes, después de aquella
intervención de Carles Puigdemont por la tele en la que se escaqueaba de
proclamar la DUI esperada. Ya vimos que días después, pocos, proclamó la
independencia desde lo alto de la escalinata del Parlament. Por cierto, de los
políticos que están en primera línea, los más tranquilos son Puigdemont y
Rajoy, mientras la lujuria colectiva se va volviendo cada vez más crispada,
como crispados estaban Albert Rivera y Pedro Sánchez. Vuelvo al Senado, con la
hoz del 155 tomada por el saturniano Rajoy. Lo curioso de la escena, más que
Rajoy y su discurso, es la bancada del Partido Popular. Me pregunto cómo es
posible que ante la declaración de Rajoy, que supuestamente estaba en
consonancia con los deseos de su partido, haya diputados que no le aplaudieran.
Y más aún, con la cara con expresión preocupada. como si quisieran llevarse las
manos a la cabeza. Deduzco que en el PP, como en los demás partidos, hay
personas que saben mucho y otras, casi nada. Como en la misma sociedad, la
desigualdad y la desinformación también anidan en las bancadas de los partidos.
Lo de anidar es cosa de huevos, dicho sea de paso.
4.- Coincidiendo con estas escenas, cambio de canal y
veo un fragmento de una carrera en la que participa Marc Márquez. Me asombra su
inteligencia, a mi, que no me interesan las carreras de motos. El caso es que
veo que Marc, en plena carrera, cae de la moto suavemente. El locutor dice que
es un accidente. La sensación que tuve es que Marc se cae a propósito. Él sabrá
por qué. Pienso en este gesto y me da por pensar si hay algún político (o grupo
político) que esté usando su propia caída como parte de su estrategia para
ganar. El asunto es que estas caídas dan aliciente al espectáculo en que se ha
convertido todo. Es decir, si los vencedores están claros con demasiada
prontitud, el espectáculo pierde fuerza. En cambio, si el aspirante,
sintiéndose seguro de su victoria final, para garantizar la incertidumbre y el
sostenimiento de la tensión que el espectáculo requiere, opta por retrasar al
máximo el desenlace de su triunfo, habrá ganado, además del título de campeón
del mundo, algo más que prefiero no nombrar (para que cada cual fabule a su
aire). Por cierto, la sesión última del campeonato, la decisiva, se celebrará
el fin de semana próximo, justo coincidiendo con la oposición entre Venus y
Urano. Ya dije en un artículo reciente que, según como, hay veces que el triunfo
sobreviene cuando se uno se hace el muerto (o el invisible) con plena confianza en sí mismo.
5.- En estos últimos días se ha especulado mucho con la
subida inminente de los tipos de interés, algo que nos afecta a todos -se han
vuelto a dar hipotecas a personas con sueldos inferiores a los 700 euros- y a
la deuda Española, que es muy cuantiosa. El caso es que en este pasado viernes,
día 27, saltó una noticia en la que Mario Draghi anunció que subirá los tipos
de interés en el 2019. Pues bien, ese año es el año del inicio de la explosión
de la actual burbuja y el inicio del fin de la monarquía española. Mario Dragui es el gran brujo cantador de mantras. El 2019, por
otro lado, representa la apertura definitiva de la puerta al próximo caos
civilizatorio, lo cual nos va a tener entretenidos durante los años que vendrán
a continuación. Por consiguiente, deduzco que Mario Dragui, el gran exorcista, ha lanzado un mensaje a muchos sectores sociales al respecto de lo que puede llegar a pasar. En concreto, por la parte fabulatoria que concierne al proceso catalán, ha venido a decir que hasta el 2019 no puede haber desenlace. Vamos, que los políticos de uno y otro bando procuren enlentecer el proceso hasta ese año.
Hablando de Mario Dragui: la economía es la espiritualidad del capitalismo. Y él, aunque sin mitra, el sumo pontífice. Al menos, el que está a la vista.
Antes de acabar este escrito, recuerden lo que se dice en el mundo de los negocios y de la política: no pongas los huevos en el mismo cesto, diversifica los huevos, ponlos en cestos diferentes... por si acaso. O si lo prefieren: apuesta por diversos caballos, a ser posible de cuadras diferentes, y haz creer a tus oponentes que lo has hecho sólo por uno.
Antes de acabar este escrito, recuerden lo que se dice en el mundo de los negocios y de la política: no pongas los huevos en el mismo cesto, diversifica los huevos, ponlos en cestos diferentes... por si acaso. O si lo prefieren: apuesta por diversos caballos, a ser posible de cuadras diferentes, y haz creer a tus oponentes que lo has hecho sólo por uno.