martes, 2 de octubre de 2012

Deconstrucción de la independencia

¿Está relacionado el proceso de independencia de Catalunya con el declive de la monarquía, la crisis económica, el aumento del paro, la relocalización de la actividad empresarial y la viabilidad del euro?

x Jesús Gabriel, un astrólogo de Barcelona.

En otros posts -Calendario de los días finales- me he ido explayando en torno a dos temas: el proceso de independencia de Catalunya y la entrada en el periodo de caducidad de la monarquía borbónica. En los discursos convencionales, ambos eventos se suelen percibir, analizar y debatir por separado, como si uno no tuviera relación con el otro. También se debate por separado, por poner otros ejemplos, la viabilidad del euro, la naturaleza de la crisis financiera, la actitud de los políticos, la obsolescencia del sistema, la fuga del talento en dirección a otros países, la emprendeduría social, la reducción de los servicios sociales, etcétera. Son temas que coinciden en un momento excepcional, como si sus tempos se armonizaran para que de la unión surja una fórmula más adecuada a la evolución colectiva. No hay que olvidar que el mundo no la hacen las leyes humanas sino las de su naturaleza esencial, la cual, por otro lado, es la del cosmos mismo. En cuanto una ley humana se ve desbordada por la natural, y aquélla no hace los posibles para adaptarse a ésta, empezamos a sufrir y la vida se nos hace difícil.

No quisiera alargarme. La cosa empezó en realidad con el capitalismo mismo. Sin embargo, no me remontaré al siglo XIX sino que me situaré en la década de los 60, momento en el que el capital se empieza a deslocalizar. El dinero, que hasta ese momento estaba circunscrito a los territorios nacionales, se empieza a globalizar. Fue un momento clave en el que se produjo una gran conjunción. En otro post -El 2020 como referente- ya hablé de ellas y señalé que éstas suelen coincidir con migraciones de personas, de ideas, de dinero, de empresas, de modas y estilos de vida, de plagas, de enfermedades, de inventos, de soluciones, etcétera.

Después de la conjunción de los 60 vino otra, a principios de los 80, que es la que dio fuelle al capitalismo neoliberal cuyos efectos hacen poner las manos en la cabeza a más de uno. Ya saben, el culto al dinero. La conjunción de 1982 supuso un cambio de categoría en el mundo de las empresas. Sin ir más lejos, en Catalunya se acababa de experimentar un desmantelamiento de la industria textil, que migró a países del tercer mundo, y que cogió a los empresarios de aquel momento con el paso cambiado. Por otro lado, a partir de tal conjunción empezó a llegar emigración procedente de países asiáticos y africanos.

Con el cambio de década, ya a final de los 80 y principios de los 90, se produjeron sendas conjunciones, una detrás de otra, y nos dimos cuenta de lo rápido que el mundo estaba cambiando.

En el 2000 hubo otra conjunción, con la consiguiente migración o deslocalización de empresas, lo cual ya era una vuelta de tuerca más fuerte en relación a la tendencia experimentada a partir de la conjunción de 1992-93. En coincidencia con la implantación del euro, se empezó a percibir que el nivel adquisitivo iba bajando, lo cual empezó afectando a la población joven, la que se iniciaba en el mercado de trabajo. El paro iba aumentando. Y así hasta llegar al 2007-08, en el que se produjo un punto de inflexión crítico cuyo meridiano es el mismo con el que se formó la conjunción de los 60 y que  marca el punto de emergencia de una nueva conciencia. Visto desde este punto de vista, la actual crisis ya estaba en marcha desde hace 50 años. La causa acaso sea un discurso procedente de esa etapa, que nunca nos atrevimos a poner en práctica hasta ahora, justo cuando una crisis descomunal nos obliga a ello.

En el 2010 se produjo otra conjunción, la cual abre un ciclo medio de 14 años. Es la que más relación tiene con la emprendeduría, por un lado, y con el inicio de un proceso de reversibilidad empresarial. También, y debido a la naturaleza de dicho ciclo, dará lugar a una emergencia de la iniciativa libre. A Las deslocalizaciones, dentro de este ciclo de 14 años, van a volverse relocalizaciones, una vuelta que es un avance disfrazado de degradación del nivel adquisitivo.

Prosigo. Este ciclo que se inició en el 2010 pone en evidencia lo necesario de una renovación que favorezca las iniciativas arriesgadas, al tiempo que se la pone a las estructuras obsoletas, las que se quieren resistir a desaparecer. Este contraste puede dar lugar a un patetismo como pocas veces antes podríamos llegar a presenciar. Y es aquí en donde es posible empezar a relacionar los hechos.

La independencia de Catalunya no podría tener lugar de no ser por la crisis. España ha dejado de ser el cliente preferente de Catalunya desde el 2010. Como el empresariado catalán empezó el proceso de internacionalización años atras, empezó a constatar que los clientes que dan vida a la actividad empresarial ya no son españoles a partir de ese año. La posibilidad de obtener la independencia empieza a ser bien vista por el mundo financiero catalán. No hubiera sido posible plantear dicho proceso si las relaciones comerciales con España fueran lo favorables que eran antes del 2010.

Por otro lado, la monarquía borbónica está en su punto de caducidad (2012-2015). La unión de estos factores crea una coyuntura excepcional.

Añado otra cosa: El motivo para la deslocalización de empresas (catalanas, españolas, europeas) en dirección a países del tercer mundo está bajando de intensidad. La crisis y el paro en España y Europa facilitarán el retorno. Con un nivel adquisitivo bajando y con el paro creciendo sin parar es realmente factible que se produzca un reverdecer de la industria en suelo europeo. La rentabilidad que supuso deslocalizar empresas también va para abajo. Se habla, pues, de relocalización, retorno.

Por otro lado, la construcción de la futura federación europea favorecerá la emergencia de comunidades pequeñas que muestren agilidad, creatividad, inventiva, afán competitivo y complicidad con las directivas de la Alemania que impone el ritmo. Diganme ahora qué comunidades hay en España que reflejen estas características.

La próxima gran conjunción vendrá en el 2020, el de los prodigios, un año que va a dejar chiquito al 2012.

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