A War se desarrolla en dos escenarios que se alternan. Por un lado, Afganistán; por el otro, Dinamarca. En Afganistán hay en marcha una guerra contra los talibanes. El ejército multinacional intenta compatibilizar las acciones de guerra con las acciones humanitarias. En concreto, el ejército danés y sus acciones son protagonistas. Vemos en A War a un grupo de militares daneses comandados por un oficial. Este oficial, que tiene a su familia viviendo en Dinamarca, es el protagonista de esta buena película. El actor que lo encarna se llama Pilou Asbaek. Y lo que encarna es la soledad, aún estando continuamente acompañado. Está solo ante sus compañeros; está solo ante su familia; está solo ante sí mismo. Vayamos por partes.
El personaje principal, interpretado por el actor antes mencionado, es el responsable del grupo danés que está en Afganistán. Se trata de una guerra en la que la tecnología es importante: tecnología para disparar, tecnología para fiscalizar las propias acciones. Además de tecnología, tenemos la burocracia, los tribunales, los abogados, los protocolos. Se trata de un tiempo, el de las guerras actuales, en el que se registra todo, se escruta todo, incluyendo lo que las cámaras de video y de sonido de los cascos van recogiendo. Es decir, nuestro protagonista comete un error, o algo que algunos quieren que sea un error, y a partir de aquí lo que va ocurriendo es la espiral de acoso que el sistema ejerce sobre el comandante. Por otro lado, la familia también presiona, pide, etcétera, para evitar que el papá y marido sea encarcelado por haber atacado una vivienda que, según el tribunal que luego le juzgará, no debería haber sido atacada. El comandante vive en un dilema moral. Una de sus acciones ha tenido consecuencias indeseadas, como acabo de indicar. Sin embargo, no se doblegará ante la verdad y mantendrá su honestidad a costa de su propia comodidad. Está solo, solo ante su familia, ante sus propios compañeros, ante la maquinaria burocrática, ante los protocolos del ejército, ante sí mismo. De hecho, la escena final, con el caso ya resuelto, es la que mejor describe la situación.
Dejando de lado alguna trampa en el guión, necesaria para que todo cuadre, A War es muy buena película, está bien dirigida, el ritmo está muy calibrado y todo se desarrolla con sumo respeto. La actuación es tan sobresaliente como el resultado final.
Además, cuenta con elementos para un debate posterior, como, por ejemplo, la acción de los fiscales y del aparato judicial. De ahí podemos deducir que a ellos les interesa más ganar un caso, a costa de lo que haga falta, que servir a intereses más amplios. También, y en forma de guinda, es de interés contemplar la ayuda que nuestro protagonista recibe sin haberla pedido. Y esta ayuda se la da un compañero barbudo. Y no les contaré más, pero este hecho, el de la ayuda inesperada del compañero y el de la soledad del comandante forman la cuerda tensa en que se desarrolla A War.
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