jueves, 21 de junio de 2012

El poder del 39 en la historia de España

El 39, a parte de ser el número de una línea de autobuses que pasa cerca de casa, resulta ser importante en la articulación de la historia de España.

Entonces, pues, ¿qué tienen en común los siguientes años: 1898, 1936, 1975, 2014? Son muy importantes y coinciden con eventos cruciales.

Siguiendo ese orden, esos años tienen en común que la distancia de tiempo entre cada uno y el siguiente es de 38-40 años. Resulta que esos años marcan un ritmo, unos puntos de inflexión con los que la historia se articula. Digamos que el promedio es de 39 años, que son los que Franco estuvo en el trono. Si a 1939 le quitamos ese lapso de tiempo, ello nos lleva a un momento cercano al de la batalla del Maine, en la guerra hispano-norteamericana. Ese año supuso el final del llamado imperio español. Ya sabemos que el regimen de Franco tuvo una buena parte de sus argumentos en ese pasado imperial.
Sigamos. En 1936 se inicia la guerra civil española, 38 años después de la batalla citada. En 1975, 39 años después, Franco muere en la cama y Juan Carlos I primero es proclamado rey. Si a 1975 le añadimos ese mismo lapso de tiempo, vamos a parar al 2014, año que se presume crucial. En realidad, podriamos incluir el primer trimestre de 2015, para cuadrar con la matemática histórica.

Aún más. Si dividimos en dos partes el periodo franquista (1936-1975) nos vamos a 1955, el año en el que en España se estaba aplicando un sucedáneo del plan Marshall -una ayuda o, como se dice ahora, un "rescate", un pacto firmado con Estados Unidos un par de años antes-. En ese año, 1955, se ingresó en la ONU. Y ahí se cierra, también, el periodo en que España estuvo encerrada en sí misma. Empieza, pues, periodo de apertura internacional.
Si hiciéramos eso mismo con el periodo que va de 1975 al 2014, dividiéndolo por la mitad, iríamos a parar a 1994, en los años de la resaca post-olímpica de Barcelona y post-expo de Sevilla. En ese año está Felipe González como presidente del gobierno, en el principio de su declive. En 1994 Luis Roldán se da a la fuga y estalla el caso Banesto, con Mario Conde siendo señalado con el dedo, un hito crucial en la llamada cultura del pelotazo. Mientras tanto, Felipe González decía que se enteraba de lo que ocurría por la prensa. Ese año marca el principio del fin de la confianza en la política. El descrédito de los políticos se hace evidente ese año y la curva ha ido descendiendo. Y todavía descenderá más según vamos llegando al 2014 y primer trimestre de 2015.

¿Qué les parece? No me digan que el periodo que va del 2013 hasta ese primer trimestre de 2015 no va a ser interesante. Todavía queda margen para que los políticos hagan los posibles para caer más bajo.

autor: Jesús Gabriel

2 comentarios:

Malcolm Wutz dijo...

Permítame una breve digresión que a nadie interesa.
El 39 bajaba por la calle Bailén y frenaba y giraba con gran estrépito al llegar a Rosellón, justo frente a mi casa. El crujido de las ruedas del 39 al tomar aquella la curva forma parte del paisaje sonoro de mi infancia.
Ya me doy cuenta de que estoy escribiendo una solemne tontería pero, ¡bah!, voy a enviarla. Considérela como una intrusión de lo menor en lo mayor.

Jesús Gabriel Gutiérrez dijo...

y yo recuerdo que el 47 subía por Roger de Lluria y doblaba en dirección Rosselló...