lunes, 25 de marzo de 2019

Theridion Curassavicum y el grado 13 de Leo


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THERIDION CURASSAVICUM y el grado 13 de Leo.


Las palabras más definitorias relacionadas con Theridion Curassavicum es la falta de aceptación de la realidad, la falta de encaje del fracaso en la propia vida, la tendencia a idealizar las emociones (y a uno mismo) y la tendencia a extralimitarse en algunos aspectos de la relación con sus semejantes.

En sus relaciones con los demás, los Theridion Curassavicum son personas de carácter fuerte y absorbente, aunque con un fondo suave, seductor y cariñoso. Se trata de una forma de ser que puede provocar admiración o rechazo, ya que pueden resultar invasivos y autoritarios. Sin embargo, hay un fondo de bondad y una suavidad que a menudo choca con sus otros rasgos.
El individuo cuyo carácter es afín a Theridion Curassavicum es propenso a revisar su pasado. Ello no supone que sea necesariamente crítico consigo mismo. Más bien lo suyo es una forma de nostalgia, un estar en el mundo sin estar del todo presente en el aquí y en el ahora, acaso porque a Theridion Curassavicum le gusta más la fantasía que la realidad en crudo.

Theridion Curassavicum le gusta ir hacia atrás en el tiempo, acaso para comprenderse, aceptarse o revolverse ante oportunidades perdidas o mal aprovechadas. O para contemplar en el pasado lo que hubiéramos querido que fuese.  Esto refuerza la idea de que el punto débil de Theridion Curassavicum es la aceptación de lo que uno es, hace, siente, piensa y necesita. El drama, no obstante, radica en que esta persona espera que aquellos eventos pasados vuelvan, ya sea para completar lo interrumpido; o bien, para fantasear sobre lo que no pudo ser, pensando en que podríamos hacer que el pasado volviera a aparecer en el presente en los términos de la propia apetencia.

A Theridion Curassavicum no le gusta fracasar, y ni tan siquiera reconocer que ha fracasado. Es por eso que con su mente especula con proseguir aquellas experiencias que quedaron interrumpidas. Bien, en realidad, más que proseguir, Theridion Curassavicum cree que nada acabó y que, por esa razón, se puede retomar como si no hubiera generado ninguna circunstancia adversa, o como si no hubiera acabado. Ello nos lleva a pensar que Theridion Curassavicum no soporta el no como respuesta.
Como Theridion Curassavicum no acepta que es su propio comportamiento el que le perjudica, acaba construyendo una visión de sí mismo en el que deja fuera de la conciencia todo aquello que no le favorece o no le gusta reconocer. En su lugar antepone una elucubración que elimina las causas reales y da relevancia a teorías emocionales. La consecuencia de ello es, a no más tardar, la caída del pedestal.
Por otro lado, Theridion Curassavicum no acepta que no pueda haber un final feliz. Este hecho le lleva a estar fantaseando sobre situaciones que se han revelado como fracasos u oportunidades que no se supieron aprovechar. Por la misma razón, en los aspectos emocionales de su relación con los demás, suele idealizar el vínculo y los sentimientos. Esto le lleva a extralimitarse en el trato afectivo, llegando a creer que los demás sienten lo mismo. En otro ámbito, también puede haber arrebatos mesiánicos, en los que Theridion Curassavicum pontifica sobre cómo los demás deberían vivir o qué deberían creer.

Theridion Curassavicum  no es necesariamente crítico o perfeccionista sino que, más bien, es un iluso que no acepta que la realidad le contradiga.

El grado 13 de Leo.

El grado 13 de Leo representa a una persona que sacrifica su abstracto anhelo de gloria en beneficio de realizaciones más concretas. Estas personas suelen actuar consecuentemente, aunque en su interior hay un idealismo que pervive debajo de todas las obligaciones materiales, acaso esperando que algún día sea posible trascender tales obligaciones cotidianas para entregarse plenamente a lo espiritual, a lo creativo, a lo artístico, a lo contemplativo, a lo sensual, a la libertad, etcétera. Puede ser modesto, humilde y servicial, aunque en su interior puede estar soñando con la gloria en esta vida.
Por consiguiente, las personas que encajan en este rubro lo hacen todo por amor, sacrificando la idealidad en favor del servicio a los demás y del cuidado de los vínculos con las personas queridas.
Es posible que estas personas se planteen el éxito laboral o social como una ofrenda que hacen (o harán) a la familia, lo cual hace de la profesión algo más de lo que parece ser. Sin embargo, es posible que algunos individuos puedan adoptar el sacrificio por la familia como una forma de tapar un sentimiento de no poder encarnar ese abstracto anhelo de gloria. En este caso, esta renuncia ficticia les puede llevar a sentirse atados, como si hubieran sido captados y enredados por los asuntos cotidianos y por las emociones y obligaciones a ellos asociadas. 



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