por Jesús Gabriel Gutiérrez
http://about.me/JesusGabriel
Aunque el
desarrollo de una consulta astrológica pueda pasar por fases en
las que puede parecer una confesión, una terapia o un
micro-proceso de coaching, el valor añadido real gira en torno a su
potestad predictiva. Lo cierto es que predecir no es sólo adivinar sino percibir un orden vital fundamental con el
que sincronizar los propósitos personales.
Cada astrólogo tiene un estilo particular, una formación, unos intereses y una forma de enfocar que pueden
resultar más o menos atrayentes para un
tipo u otro de personas. La ley de la atracción, diríamos.
El caso
es que, como decía, cada astrólogo tiende a especializarse en un ámbito, aunque solemos ser muy versátiles y transversales. Los hay que son psicólogos, o médicos, o empresarios, o
economistas, o coaches naturales. Los hay que predicen el resultado de los
partidos de fútbol, un acontecimiento fundamental,
según cómo lo mires, especialmente si juegas a las quinielas. Los
hay quienes asesoran a inversores. Y los hay quienes nos ensañamos con la política. Y es por eso que existe
este blog, que trata de ello, de historia, de arte, de autoconocimiento, etcétera.
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