Con el asunto del procés, hemos pasado del clamor popular al clamor burocrático, señal de que la cronificación del conflicto va a tener más futuro que la posible solución. O lo que es lo mismo: la falta de audacia, que hubiera sido muy constructiva hace unos años, se ha ido degenerando hasta convertirse en un asunto burocrático. Y la burocracia reina en las instituciones y en los aparatos de los partidos políticos. Es decir, la burocratización beneficia a todos los partidos, todos, y a las instituciones. La prueba de esto último es la proliferación de iniciativas que parecen nuevas, pero que en realidad son refritos de lo que ya había. Las instituciones se revalidan a si mismas con la burocratización. Y los partidos, todos, como viven de las subvenciones que esas mismas instituciones procuran, también. Visto así, la burocracia vive a costa de la ciudadanía. La vieja lucha de clases (burgueses versus proletarios) se ha transmutado en una lucha entre ciudadanía y burocracia.
En Catalunya ha habido diversas familias políticas que lo han ocupado y manejado casi todo en política. Me refiero al entorno Pujol y al entorno Maragall, en la Generalitat y en el Ayuntamiento de Barcelona respectivamente. Pues bien, a resultas del declive de la influencia de estos entornos, el pastel ha quedado libre para que nuevas familias emergentes luchen entre si (y contra los restos de las viejas guardias) para ocupar el lugar y tener control del pastel. El ejemplo más claro lo vemos en el papel de Els Comuns, en los intentos de viraje de ERC, en los reajustes en Junts per Cat, etcétera. Y esta es la cuestión: en este momento la ciudadanía ha dejado en manos de la vorágine de estas luchas a esas élites aspirantes. O mejor dicho: las élites han secuestrado el proceso. Por eso llamo a toda esa burocracia la Cosa Nostra, que ha secuestrado la energía del pueblo y la está exhibiendo como en una subhasta, a la espera de un buen postor. Lo vemos, por ejemplo, en el papel de Manuel Valls y la operación que lo ha vinculado-desvinculado a Ciudadanos.
En estos momentos, el horizonte de la independencia se ha situado más allá, a cambio de que el horizonte próximo esté protagonizado por la burocracia, tanto la generada por las instituciones como por la generada por los partidos. Por ejemplo, con el juicio que acaba de ser puesto visto para sentencia vemos que lo que más nos ha acabado preocupando es cuál será la sentencia y cuándo se hará pública. Pues bien, sea cuando se dictamine luego vendrán recursos y contra-recursos... y así seguiremos, excepto que ocurra algo que desafíe a la burocracia y que obligue a la audacia de la cual tanto nos quejamos por su ausencia. De momento, la burocracia está ganando la partida a la ciudadanía.
En cuanto a si es posible visualizar cuándo puede acabar esta situación, veamos qué nos dice la Carta correspondiente a cuando el juez Marchena proclama el visto para sentencia.
Vemos que Marte (regente del ascendente) está en la casa 8, que describe la actual situación. Marte en casa 8 es algo así como un secuestro, una amenaza, un bloqueo, una lucha soterrada, tensiones, incertidumbre. Pues bien, Marte transitará por el medio cielo de esa Carta durante la segunda quincena de agosto. Es posible que por esas fechas se haga pública la sentencia. Pero como lo que resulte no va a ser del gusto de nadie, ni de los presos, ni de los defensores, ni de la ciudadanía que apoya, y ni tan siquiera de los partidarios de la unidad patria a costa de lo que sea, el conflicto burocrático seguirá campando con trancas, retrancas, recursos y contra-recursos por parte de unos y de otros. Más adelante, cuando Marte transite por el ascendente (atención), que será en diciembre, podríamos empezar a ver un horizonte más claro. Y será justo en diciembre cuando Júpiter pasará a transitar por Capricornio, dando fin a su tránsito por Sagitario. Por consiguiente: pasaremos de la internacionalización del conflicto a un escenario en el que no habrá más remedio que arbitrar una solución.
Sin embargo, y para acabar, tendremos un tránsito de Marte sobre la Luna de esta Carta, que acontecerá durante la primera quincena de noviembre. Cabe esperar una movilización popular que restituya el protagonismo al pueblo. Recordemos que el grado de Catalunya es el 21 de Libra y que esta Luna está en el grado 23, a tocar.
Sin embargo, y para acabar, tendremos un tránsito de Marte sobre la Luna de esta Carta, que acontecerá durante la primera quincena de noviembre. Cabe esperar una movilización popular que restituya el protagonismo al pueblo. Recordemos que el grado de Catalunya es el 21 de Libra y que esta Luna está en el grado 23, a tocar.