¿Se volverá el capitalismo criptocapitalismo?
¿Se volverá la sociedad criptosociedad?
Me referiré a un tema que nos llevará a experimentar un punto de inflexión en el 2020. Hablo de las conjunciones entre Saturno y Plutón. Y justamente en el 2020 se produce una. De hecho, el 2020 va a ser un año rico en conjunciones, o lo que es lo mismo: un año de finales y principios muy sonados. Vamos, que lo vamos a notar, y muy mucho. A parte de la de Saturno y Plutón, tendremos la de Júpiter y Plutón y la de Júpiter con Saturno. Estamos ante una incógnita que puede ser dramática.
En 1982 se produjo la anterior, la que inicia el actual ciclo sinódico entre Saturno y Plutón que concluye en el 2020. Estamos, pues, ante la agonía del ciclo. Esa conjunción, la de 1982 acaeció en el signo de Libra. La anterior, la de 1947, fue en el signo de Leo. Entre Leo y Libra se forma un armonioso sextil. O lo que es lo mismo: el contenido histórico de los periodos respectivos -1947-1982 y 1982-2020- representa una cierta continuidad lógica. Sin embargo, la próxima, la del 2020, se hace en el signo de Capricornio, que hace cuadratura con el signo de Libra. Ello me lleva a pensar que la ley del péndulo actuará de forma particularmente intensa y dramática. Como Saturno y Plutón tienen que ver con el poder, con quienes lo ejercen y con quienes lo sufren, veremos una actitud como poquísimas veces antes habíamos visto. Este cambio de ciclo viene revestido de un reverdecimiento de lo inquisitivo. En otras palabras: vamos a asistir a un golpe de estado que quienes detentan el poder se hacen a sí mismos. Voy a procurar razonarlo.
La conjunción de 1982 abrió el periodo neoliberal, caracterizado por la deslocalización y desregulación de lo empresarial, de lo laboral, de lo económico y de lo financiero. Se nos vendió la historia de que el progreso era para todos, siempre que las personas fueran lo suficientemente astutas y avispadas. Fruto de esta idea son los nuevos ricos, aquellos quienes supieron llenarse los bolsillos. No me meteré con el tema de la honestidad. Lo cierto es que la crisis que nos ha asolado durante estos años ha sido fruto de toda esa forma de hacer (o de deshacer). Se podría decir que muchos contratos se escribían en servilleta de papel. O lo que es lo mismo: el progreso se basaba en la confianza de unos hacia otros. Esta confianza generó riqueza para algunos y estafas para muchos. Es lo que tiene pasar de lo regulado a lo des-regulado.
A partir del 2020, y lo vamos notando ya, como la conjunción se hace en Capricornio (y en cuadratura con la anterior, la de Libra), vamos a asistir a una super-regulación. Es decir, una regulación obsesiva y neurótica. O dicho de otro modo: la actividad libre, especialmente la profesional, va a ser interceptada. De hecho, cada vez hay más personas que se quejan de que sus cuentas en redes sociales han sido bloqueadas. Por consiguiente, vamos a ir viendo como se forman dos clases sociales: una aristocracia laboral negra y un precariado multicolor. El mundo va camino de convertirse en un feudo desde el cual se intentará controlar todo. Pero el problema no será el control sino la forma que adoptará, neurótica y obsesiva. Ello nos llevará a vivir episodios que nos recordarán a los de la inquisición.
Una consecuencia previsible es que se procurará que en las profesiones no haya demasiadas personas que se dediquen a cada una de ellas. Es decir, podrán desarrollar una carrera profesional unas pocas personas. El resto vivirá del vasallaje y de la prostitución (laboral) a bajo precio.
Ignoro qué pasará con los astrólogos, que tanto proliferamos en las redes sociales. Si aplicamos lo anteriormente dicho, únicamente podrán dedicarse quienes paguen impuestos por su dedicación. Es decir, los que estén dados de alta en el gremio correspondiente. ¿Quiere ello decir que se va a acabar el trabajo ejercido por libre? Es posible.
El otro motivo de inquisición es que se rumorea de que se va a impedir la libre circulación de opiniones. Es decir, supuestamente vamos a ir a un mundo más seguro y mucho menos libre. Bueno, lo de la seguridad es un decir. Supongo que los astrólogos, en la medida que vaticinamos cosas que atañen a los poderosos y a los aspirantes a ejercer el poder, especialmente por parte de quienes hacemos astro-mundial, vamos a ser objetivo experimental. Es algo que lo notaremos progresivamente según atravesemos el 2020. Los motivos para la persecución de la astrología van a volver por sus fueros. Y los que hacen astrología psicológica también van a recibir invectivas por quienes se sientan únicamente legitimados para ejercer oficios psicológicos. O lo que es lo mismo: los astrólogos que quieran ver protegido su trabajo deberán colegiarse, constituirse en aristocracia y pagar impuestos. Y hasta es posible que si los astrólogos nos constituyéramos en colegio profesional, éste acabaría siendo igual de inquisitorial.
Discúlpenme, pero hoy estoy goyescamente fabulador. No me hagan mucho caso.
Para quienes están siguiendo el tema político que afecta a la relación entre España y Catalunya: Este ciclo, el que se inició en 1982, prácticamente discurre en paralelo con la formación del estado autonómico español y el desarrollo y despliegue de las leyes que lo regulan. Como decía antes, ahora estamos en la agonía de dicho ciclo. Pronto veremos qué es lo que pasa con España y con su estado autonómico.
Para quienes están siguiendo el tema político que afecta a la relación entre España y Catalunya: Este ciclo, el que se inició en 1982, prácticamente discurre en paralelo con la formación del estado autonómico español y el desarrollo y despliegue de las leyes que lo regulan. Como decía antes, ahora estamos en la agonía de dicho ciclo. Pronto veremos qué es lo que pasa con España y con su estado autonómico.