martes, 31 de diciembre de 2019

1848-2037: El Ciclo de la Fantasmogénesis (II)


En la astrología, los ciclos son clave. Esto lo digo para que podamos entender que el tejido que conforma la realidad, según lo explica la astrología, está compuesto por muchos hilos. Cada hilo sería un ciclo. Estos ciclos actúan simultáneamente y superpuestos unos a otros. De ahí el quid de la cuestión de la interpretación.

Por ejemplo: está el ciclo de la precesión de los equinoccios, que nos llevaría de la Era de Piscis a la de Acuario. Pero no es el único mega-ciclo. Está el ciclo de conjunciones entre Neptuno y Plutón, según el cual ahora estaríamos en la Era de Géminis. Este ciclo es muy explícito. Sobre este tema dejé unos apuntes en este enlace: La Era de Géminis.

Hay otro mega-ciclo: el de las sucesivas conjunciones entre Urano y Neptuno, igual de explícito que el anterior. Según este ciclo, ahora estaríamos en la Era de Capricornio. Sobre este tema les recomiendo la lectura de un libro imprescindible: Urano-Neptuno: un reloj astro-histórico, de José Luis de Pablos.
Y también les recomendaría otro libro: 9 Ciclos. Planetas Lentos. El autor es Juan de la Fuente.

Ahora paso a comentar el otro ciclo, al cual considero igualmente importante. Me estoy refiriendo al generado por la conjunción entre Eris y Neptuno. Como indiqué en la parte (I), la última conjunción habida fue en 1848. La siguiente la tendremos en el 2037. En consecuencia, el actual ciclo entre Eris y Neptuno se inicia en el 1848 y concluirá en el 2037, año que dará lugar a un nuevo ciclo.

¿Y qué importancia tiene este ciclo? Mucha, hasta tal punto que debo pellizcarme, por el asombro que me produce.

Entonces, la pregunta es: ¿a qué se refiere este ciclo? La combinación entre Eris y Neptuno es sumamente hipnótica. Es como cuando uno está en la Catedral de Santiago de Compostela, ante el Botafumeiro, y se deja abducir por semejante movimiento. O como en una sesión de hipnosis perpetua. Lo que quiero decir con ello es que este ciclo es sumamente seductor, pero de una seducción que actúa afectando al inconsciente profundo, tanto en lo personal como en lo colectivo. ¿Y bajo qué formas puede estar actuando? Pues bajo la iconología de la época. Cada época tiene la suya. Y en la que estamos, la que va de 1848 al 2037, la cultura del espectáculo es sumamente importante, tanto por su seducción como por sus efectos sobre el psiquismo colectivo. De ello les hablé en la parte (I) del artículo. A continuación les aportaré algunos detalles.

Pocos años antes de 1848, en los años en los que la conjunción estaba formándose, se publicó la primera edición de La Esencia del Cristianismo, obra del filósofo Ludwig Feuerbach. Este filósofo es clave en Marx y en muchos otros autores, entre ellos Guy Debord, quien en tiempos más recientes publicó una obra llamada La Sociedad del Espectáculo. El nombre lo dice todo e ilustra perfectamente el significado de este ciclo. El espectáculo es la clave de la fase histórica de este mundo, cosa perfectamente comprobable a través de las abducciones y distracciones en que vivimos. El espectáculo formatea las mentes. El ciclo formado por Eris y Neptuno es el de la fantasmogénesis. O, si lo prefieren, de lo macro-imaginal.

Otra. A partir de 1848 empiezan a proliferar las especialidades académicas. Un ejemplo lo tendríamos en la psicología. Y ahí, a lo largo del ciclo, veríamos cómo nace como materia independiente, cómo se desarrolla y cómo se diversifica. En el desarrollo de este ciclo podemos comprobar este desarrollo: desde las ideas de los primeros psicólogos, el surgir del psicoanálisis, el empuje de la psicología industrial, la psicología humanista, la eclosión del coaching, el surgimiento de la inteligencia emocional, etcétera. En este sentido, los años clave del ciclo son la cuadratura creciente, en 1898; la oposición, en 1944; la cuadratura menguante, en 1992; y así hasta llegar a la próxima conjunción de 2037.

Fíjense. Alrededor de 1898, Freud publica La Interpretación de los Sueños, Sobre el Mecanismo Psíquico de la Desmemoria y Sobre los Recuerdos Encubridores. Curiosamente un satélite de Eris se llama Disnomia. Por cierto, la definición de disnomia, como término psicológico, es el olvido de los nombres de las cosas. 
En el periodo en que ocurrió la oposición, a mitad de los años 40, se fundó el Instituto Tavistock. Si no saben a qué se dedica este instituto, busquen por internet y verán que refleja la quintaesencia del asunto que estamos tratando.
Coincidiendo con la cuadratura menguante, en los primeros años 90, se publica el libro Inteligencia Emocional, de Daniel Goleman. Justo en estos años irrumpe con fuerza el Coaching, que ya había empezado a dar sus pasos a mediados de los años 70, coincidiendo precisamente con un trígono entre Eris y Neptuno. Y cuando digo Coaching, digo también los libros de autoyuda, que empezaron a eclosionar coincidiendo con estos aspectos.

Y más aún. En la historia de la cultura audio-visual, de la cual la fotografía y el cine forman parte, la cuadratura creciente, la que se produce alrededor de 1898, coincide con la puesta en marcha de muchos periódicos. Y también, para acabarlo de rematar, de la fundación de renombrados clubs de fútbol, los cuales funcionan a pleno rendimiento a día de hoy. Por cierto, el fútbol es la religión que nos mantiene abducidos a todas horas.
En cuanto a la historia del cine, iniciada coincidiendo con la cuadratura creciente, veríamos que el tiempo de la oposición, a mitad de los años 40, marca un punto de inflexión determinante. Entre otras señales, se acaba la era de Ernst Lubitsh y se inicia la era de Billy Wilder. Mientras tanto, Hitchcock hace de puente entre la etapa previa y la posterior a la oposición.

En 1898, con la cuadratura creciente, la figura determinante fue William Randolph Hearst, fundador de la prensa amarilla en esos años. Y en los tiempos de la conjunción, un año antes de 1848, nace Joseph Pulitzer, cuyo apellido sirve como nombre de referencia para periodistas. Como pueden suponer, el periodismo contribuye muy mucho a esta sociedad del espectáculo continuo.

Y otro dato para pellizcarse. El auge, esplendor y declive de Estados Unidos como potencia hegemónica discurre en paralelo con este ciclo. Lo vemos a continuación:
Los años de la conjunción, en 1848, coinciden con la anexión por parte de Estados Unidos de una parte del territorio de México.
La cuadratura creciente, en 1898, coincide con la Guerra de Cuba, que supone la progresiva entronización de Estados Unidos.
La oposición coincide con el final de la 2a. Guerra Mundial, tras la cual Estados Unidos aprovecha para dominar más de medio mundo.
Y la cuadratura menguante, en los primeros años 90, coincide con el desplome de la Unión Soviética. Esta cuadratura hubiera supuesto el monopolio de Estados Unidos, de no ser porque China estaba emergiendo, lo cual me lleva a pensar que la entronización definitiva de China vendrá a no más tardar. En cualquier caso, el año 2037 supondrá que el modelo chino, tanto en lo político como en lo económico, empezará a ser dominante a nivel mundial.

Y en esos primeros años 90, con la cuadratura menguante, se inició la proliferación de internet. Y también, la apoteosis de la tele-basura. Del 1992 data el crimen de Alcasser, que nos tuvo en un vilo a todos, con todo el show mediático amarillista con el que se acompañó.
De 1992 también data la jugada especulativa que el financiero George Soros hizo contra la libra esterlina. Ello pone de evidencia que hay fondos de inversión que tienen más poder que los mismos estados. Y en esos primeros años 90 también acaeció la quiebra de la Unión Soviética. Como ven, a través de la conjunción, la cuadratura creciente, la oposición y la cuadratura menguante, este ciclo influye mucho en cómo quien ostenta el poder trata de mantener al rebaño en el redil, a través de la política, los grandes medios de comunicación, la sociedad del espectáculo continuo, la propaganda, la medicina, etcétera. Un ejemplo de esto último: alrededor de 1848, cuando el orbe de la conjunción ya estaba activo, se empieza a utilizar la anestesia. Y si lo miramos bien, este ciclo es pro anestésico: ya sea a través de fármacos, analgésicos y anestésicos, ya sea a través de modas orquestadas e implantadas en la psique colectiva a través de la publicidad, el cine, etcétera.
Y el 2004, el año en que se descubre Eris, es el de la puesta en marcha de Facebook (y de ese fenómeno llamado "redes sociales").

En definitiva, el ciclo sinódico formado por Eris y Neptuno afecta a la manipulación del imaginario colectivo a través de la economía, la política, la medicina y la cultura del espectáculo masivo. Ello da lugar, a través de la intromisión de los grandes medios de comunicación de masas, a que los mensajes se tentaculicen y penetren en las vidas íntimas de las personas. O lo que es lo mismo: las necesidades de las personas están intervenidas y mediatizadas por lo público, a través del cine, de las modas, la televisión o, ahora, la pantalla del ordenador, etcétera. Ya ocurrió en el pasado, a través de la parafernalia dictada por las religiones, las ideologías y demás componentes de la cultura de la distracción masiva. La fe ha sido secuestrada por religiones y modas de todo tipo, más nobles o más viles. El caso es que nuestras motivaciones como individuos están siendo intervenidas continuamente. Y este ciclo nos da pistas muy interesantes. Ahora mismo estamos en el declive del ciclo iniciado en 1848. La siguiente conjunción, que abrirá un nuevo ciclo, tendrá lugar en 2037. De aquí hasta entonces asistiremos a una aberración tras otra y sin posibilidad de freno. Lo único que nos queda es contemplar el panorama, sabiendo que quedan unos pocos años. Y es posible que en 2037 se esté a punto para fundar un nuevo acuerdo social, tal y como ocurrió en 1848, teniendo en cuenta que este ciclo habla de la representación pública (la democracia, los rituales sociales, la representación ciudadana y muchos más factores que inciden en ello).

Y como todavía hay tinta en el tintero, dejaré para otro día lo que será la parte (III) de este artículo.

sábado, 28 de diciembre de 2019

1848-2037: El Ciclo de la Fantasmogénesis (I)



Antes de ponerme a describir el Ciclo de la Fantasmogénesis, unas consideraciones previas sobre los ciclos que tejen el mundo en que vivimos:

El ciclo Júpiter-Saturno.

En el 2020 tendremos la gran conjunción entre Júpiter y Saturno en Acuario. Esta conjunción tiene la peculiaridad de ser la primera de una serie en la que estas conjunciones se irán sucediendo en signos de Aire, y Acuario lo es. La serie anterior empezó con el inicio del siglo XIX, cuya primer conjunción inauguró el ciclo de signos de Tierra. Justo al poco de iniciar esta serie se produce una coincidencia: el volcán Tambora explota y la familia Rotchschild toma el lugar por el cual es conocida. ¿Recuerdan la batalla de Waterloo, tan relacionada con el creciente poder que los Rothschild? Eso fue en 1815, y el manto de humo vomitado por el volcán recorrió medio mundo y provocó un descenso de las temperaturas. ¿Quiere ello decir que hay una relación de causa-efecto? Pues no, pero la coincidencia da para relacionarla con otra. Lo telúrico y lo sociológico a menudo coinciden. En concreto, en el 2010, casi al final del ciclo de Tierra, estalla el volcán islandés Eyjafjallajokul, dando lugar a una oleada de humo que provoca una cancelación de vuelos durante unos cuantos días. Ese mismo año, en el 2010, Jeff Bezos, CEO de Amazon, pronuncia una conferencia en Princeton, que puede ser algo así como un bautizo institucional, de igual manera que la familia Rothschild se entronizó en el poder en 1815. ¿Será Jeff Bezos, o la corporación que dirige, el equivalente a Rothschild para los tiempos que vienen? Podría ser.

Un detalle a tener en cuenta: la doctrina Monroe, de la que ahora se vuelve a hablar, data del inicio del ciclo de Tierra. Y en el inicio del ciclo de Tierra, a inicios del siglo XIX, el país con el PIB más alto era China. Luego vinieron las guerras del opio... y ahora China está en lo más alto del poder mundial.

Otra cosa: en el 2010 se produjo lo que se vino a llamar la Primavera Árabe. Y en Catalunya se inicia el proceso que ahora nos tiene ocupados y preocupados.

El ciclo sinódico Eris-Neptuno.

En estos tiempos, en los que hay ciclos tan significativos que están acabando, para dar lugar a nuevos periodos históricos, hay algo que me recuerda al periodo que media entre la Revolución Francesa y la llamada Primavera de los Pueblos de 1848. Recordemos que la eclosión de la Revolución Francesa derivó hacia el periodo napoleónico, que condujo después a un retorno al absolutismo. Y como el sistema absolutista estaba tocado de muerte, volvió a producirse una oleada revolucionaria que desembocó en lo que he citado anteriormente: la Primavera de los Pueblos de 1848. ¿Y cómo entender este hecho? Pues algo así como un gran pacto social que pretende ir conduciendo al mundo a nuevas formas de relación y representación. El sistema de democracias parlamentarias, tal y como las conocemos, viene de ahí.... y ahora este sistema está en declive, tal y como presagia el ciclo en su fase menguante. 
La cuestión es si el equivalente de la Revolución Francesa fue la Revolución de Mayo de 1968. Tras su declive, resurgió una nueva oleada a partir del 2010. La cuestión a observar es si la linea marcada por el inicio del ciclo, en 1848, se asemejará al que supongo será el gran pacto social de 2037.

Sigo con el ciclo: además, en 1848 se publica el Manifiesto Comunista, de Marx y Engels, que ha generado gran importancia a lo largo de todo el ciclo. ¿Y de qué ciclo estamos hablando? Pues el formado por el sinódico entre Neptuno y Eris, el cual se está desarrollando entre 1848 y 2037.

Otra cosa: 1848 es el año de la comunidad pre-rafaelita, un movimiento artístico multidisciplinar. Duró poco tiempo, pero su influencia se extendió durante muchísimos años. En aquel momento estábamos en la casi prehistoria de la industria audio-visual. El daguerrotipo fue el antecedente inmediato de la fotografía. Y si lo fue de la fotografía, también de la radio, del cine, de la televisión, de la publicidad, de la representación de iconos, del manejo y manipulación de información a través de medios de comunicación masivos, de internet, etcétera. Los pre-rafaelitas, acaso intuyendo que los futuros fotógrafos les quitarían su lugar como pintores, se tornaron hiper-realistas. Y como la batalla contra el avance tecnológico que suposo el daguerrotipo y la fotografía estaba perdida para ellos, ello acabó dando lugar a la eclosión del impresionismo, que supuso el fin de la pintura como reflejadora literal de la realidad. El impresionismo fue una revolución que abrió el melón de todos los estilos que luego vinieron. La invención de la fotografía liberó a la pintura de la función que hasta ese momento tenía encomendada, dando lugar a sucesivas revoluciones y cambios en el mundo del arte.

¿Y qué relación puede haber entre el arte y la política? Pues mucha más de lo que nos podría parecer. Y el ciclo sinódico formado por las conjunciones entre Eris y Neptuno nos puede ayudar a entenderla.

En 1848 se produjo una conjunción entre Eris y Neptuno, dando lugar lugar a un ciclo que nos llevará hasta el 2037, año en el que tendremos una nueva conjunción entre ambos. Ahora mismo estamos en el declive del ciclo, y ya vemos que la política y las expresiones artísticas están en decadencia (o desnortadas). Y aunque son de interés masivo, a través de subproductos, todo está degradándose a pasos agigantados. De ello trataré con mayor detalle en el próximo artículo.

jueves, 26 de diciembre de 2019

Plutón y la Reserva Federal


Primero de todo: la Reserva Federal es una empresa privada, que, a ojos del público, parece una institución estatal. Es como el Comité Olímpico Internacional, que también es una empresa privada que usa de las ciudades y de los estados, como cuando asignan sede olímpica cada cuatro años, para tener abducido al personal. Mientras tanto, los lugareños de la ciudad escogida se ponen muy contentos. Pero eso: se trata de empresas privadas con apariencia pública (debido a nuestra ignorancia al respecto).

En la Carta fundacional de la Reserva Federal (FED) se percibe una información interesante de cara al futuro inmediato. Para poderlo entender, luego les comentaré el tránsito de Plutón, que tiene mucho que ver con el dinero. Pero antes de ello veamos que en esta Carta Plutón está en la Casa 12, lo cual podría indicar que la creación de este organismo se hizo secretamente, al menos en cuanto a intenciones referidas al control del dinero (y a las consecuencias futuras que los fundadores quisieron generar). Al estar en el signo de Cáncer, intuimos que su función fue (y es) coaccionar el uso del dinero en favor de los poderes fácticos, en detrimento de los poderes públicos. O lo que es lo mismo: favorecer a la élite bancaria, dejando el peso de las deudas a las familias, como así estamos viendo. Es decir, un sistema piramidal que beneficia a una minoría.

El tránsito de Plutón por los ángulos.

Tomando el tránsito de Plutón por los ángulos de la Carta, observamos que el primero de ellos, que afectaba a la cúspide de la Casa 1, coincide con un fraude monumental. En concreto, me estoy refiriendo al escándalo que afectó (y aún afecta ) a la figura de Henry Morgenthaus en 1934, secretario del tesoro del gobierno USA de la época. Sin embargo, la estafa se descubrió en tiempos más recientes. Es decir, una estafa con efectos retardados.

El siguiente tránsito importante fue sobre el último grado de Virgo, que abre la cúspide de la casa 4. Eso fue en 1971, año en que el presidente Nixon declaró el final del patrón oro a cambio del predominio del dólar, con la Reserva Federal dictando la cantidad de dinero que cada país puede imprimir. En ese momento nadie dijo nada en contra, salvo el presidente francés Charles De Gaulle, el cual nos advirtió de lo que podría pasar, como así ha estado pasando, tal y como estamos viendo desde la crisis financiera del 2008. La consecuencia de ello es que muchos países vendieron su oro, o lo guardaron en USA. Y el asunto, y ahora lo vemos en sus crudas consecuencias, es que esos países no pueden recuperar su oro, o lo tienen muy difícil, o tienen que endeudarse para comprarlo, por si en un día próximo se vuelve a establecer el patrón oro, como está empezando a suceder en algunos casos.

Y el tránsito próximo, entre el 2020 y el 2021, será por la cúspide de Casa 7. ¿Y qué puede suceder? Por lo que observo y escucho, el patrón oro está volviendo escalonadamente y sin grandes declaraciones. Aún hay resistencia para abandonar el patrón basado en el dólar. El asunto es que el oro que declara poseer cada país puede estar falseado: hay países que proclaman tener más oro del que declaran, y los hay que al contrario. Lo iremos viendo según cursen los acontecimientos.
Yo creo que las conjunciones entre Saturno y Plutón, ya muy activada, y, muy especialmente, la que concernirá a Júpiter y Plutón en diversos momentos del 2020 van a ser determinantes sobre cómo irá evolucionando todo.

La pregunta que nos podríamos hacer es:
¿qué pasará con los países que están totalmente ligados al destino del dólar, y que no tienen suficientes reservas de oro como para ser autónomos en sus decisiones como para mantenerse en pie con garantías (en el caso de que el patrón oro vuelva a rehabilitarse)? Piensen, por ejemplo, en el caso de países cuyas élites políticas están en deuda con la CIA, por haber recibido su apoyo (a cambio de vivir de rodillas ante el dictado del gran hermano).

¿Y si el asunto fuera otro, que no el retorno al patrón oro?
Como esta sucesión de conjunciones en Capricornio tendrán lugar en la Casa 7, es muy posible que la acción de adversarios (o enemigos declarados) jueguen un papel determinante para que el gran fraude emerja a la luz. Prepárense, que vienen curvas muy pronunciadas.