viernes, 27 de septiembre de 2019

Planeta Ponzi


En el 2008, justo cuando arrancaba la crisis financiera, fue apresado Bernie Madoff, lider mundial del momento en estafas inspiradas en el modelo Ponzi. Y, según vamos viendo, constatamos que gran parte del sistema social en que vivimos tiene su fundamento en un sistema piramidal que se va regenerando y sustituyendo las viejas piezas por otras nuevas. Es decir: como el sistema es piramidal todo él, aunque caiga una pirámide, otra ocupará su lugar. ¿Pero ello quiere decir que un sistema piramidal es necesariamente una estafa Ponzi? Posiblemente sí. Es decir, gran parte de lo que damos (o hemos dado) como cierto tiene su fundamento en un engaño (por parte del estafador) y en un consentimiento inicial (por parte de los estafados). De este engaño se beneficia una minoría, mientras que una mayoría comulga y asume las pérdidas sin ser consciente de cómo funciona el mundo. La sociedad misma es una gran pirámide construida a base de pirámides más pequeñas. De ahí que aunque le llegue el fin al sistema capitalista, la sociedad seguirá funcionando piramidalmente de una manera u otra. Porque no es un tema de dinero únicamente. El sistema piramidal está en la banca, en la judicatura, en la política, en el comercio, en la religión, en la ideología, en la ciencia, en internet, en el marketing, en la cultura, en el poder. Incluso las instituciones de los estados, sabiendo que los destinos de los países están subordinados a la plutocracia imperante, pueden estar formando parte de auténticas estafas piramidales.

Aunque el actual sistema de estafas sociales ponen como pionero del tema a Carlo Ponzi, cuya biografía está accesible en el enlace que aparece al final de este texto, hubo otra persona que sentó las bases de lo que luego Ponzi (y todos los que vinieron después) aplicó. Se trata de Baldomera Larra, hija del escritor, quien décadas antes puso en marcha un sistema Ponzi antes de Ponzi. Esta acción podría ser entendida como una forma rotunda de picaresca hispana.

En los años de arranque de la crisis financiera se pusieron de moda los llamados círculos de dinero, en los que grupos de personas aportaban su dinero a la pirámide. Proliferó tanto, que llamó la atención de la policía, quienes acudían infiltrados a participar en esos grupos. En consecuencia, la actividad de esos grupos quedó desmantelada. Pero ahora mismo vuelven a proliferar grupos similares, solo que sin encuentros presenciales, pues se hace todo a través de plataformas online.

Sobre el tema del sistema-estafa mundial se publicó un libro llamado Planet Ponzi, escrito por Mitch Feierstein en el 2012. Ignoro por qué razón no se traduce y publica en España. Sin embargo, en este enlace se habla de las negativas de una conocida editorial española:

Y si quieren comprender quién fue Ponzi, les dejo un enlace que les llevará al canal de youtube de Gabriel Bulgakov: 

Muy relacionado con el sistema Ponzi está la proliferación de la fracasocracia, que se deja ver especialmente en el ámbito de lo político, aunque no solamente. Podemos percibir trazas de la fracasocracia en actividades profesionales que parecen prometer el éxito del cliente, pero que lo que realmente procuran es el éxito del profesional. Una prueba más de lo piramidal en la sociedad. Me refiero al ámbito de lo espiritualoide, en el que un pontífice propone acciones que le dan resultado a él y no a los demás, aunque él seduzca y asegure que todos pueden beneficiarse.

Otra forma de verlo es la cantidad de ideas, servicios y productos que surgen en el mercado de los intangibles, que prometen prosperidad o felicidad, los cuales portan bajo el brazo una gran contradicción. Pero, pienso, si llevan consigo una contradicción, ¿cómo es posible que tengan éxito? Tienen éxito porque la percepción atrayente y favorable es de corto plazo, mientras que lo que resulta contrario aparece tiempo después. Es decir, parecen servicios o productos coherentes, aunque en realidad son pompas de jabón.

En consecuencia, en la sociedad Ponzi una minoría profesional tiene éxito llevando al fracaso a los demás sin que se enteren, mientras éstos aplauden y recomiendan lo que compran a otras personas sin haber verificado la coherencia de lo comprado.

martes, 24 de septiembre de 2019

Histaminum y el grado 5 de Escorpio

Histaminum y el grado 5 de Escorpio.

Aparte de su relación con las alergias, Histaminum toca un aspecto de la mente muy interesante. El asunto de fondo gira alrededor del vínculo entre padres e hijos (o entre cónyuges). Me refiero a los sentimientos de deber y de deuda que tal vínculo genera. Tales sentimientos pueden interferir en la capacidad para obrar, pensar y expresar la libertad individual. En otras palabras, según si las necesidades individuales resultan más o menos armoniosas en relación a los valores del vínculo, el resultado será la paz y la reciprocidad en los afectos. En cambio, si las necesidades de la individualidad se contraponen con las lealtades que el vínculo lleva implícitas, el resultado será la guerra, que tanto puede ser interior como exterior. Estamos hablando de una guerra más o menos muda o soterrada, tal es el perfil del que estamos hablando. Se trataría, pues, de una particularidad cuya respuesta desencajada es el brote violento o alérgico. Es decir, animadversión hacia el papel que los padres ejercen sobre la vida de los hijos (y viceversa) cuando estas interferencias actúan en el plano inconsciente. Estamos hablando, pues, de un doble fondo. O dicho de otro modo: la persona puede mostrar una aparente aceptación de las reglas no escritas que esos vínculos conllevan. Sin embargo, en su interior hay una disconformidad difícil de expresar y clarificar racionalmente. Si la situación se hace crónica, es posible que se llegue a un comportamiento sumiso hasta quedar atrapado en él. Dificilmente una persona sumisa puede hablar a las claras de lo que le sucede, excepto que lo haga a través de algún brote alérgico o psicótico. Incluso más: puede haber una sumisión disfrazada de rebeldía.

Histaminum refleja el choque entre lo que uno quisiera hacer y lo que otras personas le llevan a uno a hacer o a sentir, aunque muy a menudo este último factor está muy poco claro (debido, entre otras cosas, a la lectura subjetiva que el individuo Histaminum hace de las circunstancias). Por esta misma razón, no sólo esta interferencia existe cuando la relación entre padre e hijos (o entre cónyuges) está viva, sino, también, cuando esta relación ha cesado (por ejemplo, por razón de muerte o divorcio). Es decir, si las acciones de las personas en relación a sus propias vidas está siendo influida o entorpecida por los valores atávicos colectivos que se infiltran o se solapan entre las propias motivaciones. Podríamos ver ahí un conflicto emocional derivado de la pugna entre un derecho y una obligación no aceptada. Si entre ambos, derecho y obligación, hubiera una incompatibilidad, entonces se produciría una alergia emocional o psicológica. De este modo, la persona reacciona ante los valores que siente que le condicionan como si se tratara de algo que hay que combatir. O bien, quiere encarnar los valores familiares y ante lo que reacciona es ante la emergencia de determinadas necesidades escondidas que habían estado censuradas. Es decir, la persona puede sufrir de alergia o fobia ante sus propias necesidades individuales, lo cual es una forma de negación.

Así, pues, la clave de Histaminum está en la fusión o solapamiento entre los derechos de la individualidad y las obligaciones hacia la colectividad y su consecuencia en cuanto a la libertad para expresar lo que es propiamente de uno. La persona Histaminum acaso sienta que no se expresa correctamente, pues cuando lo hace parece más una reacción defensiva que una muestra de sentimientos nobles. Incluso puede llegar a pensar que expresar necesidades individuales abiertamente es una forma abusiva de llamar la atención. Es decir, prefiere no hacerlo directamente. O aún más: preferiría vivir en un entorno en donde la comprensión y el respeto entre personas fluyera sin tener que estar reclamando atención por las particulares necesidades de la individualidad. El conflicto, pues, aparece cuando la persona es forzada por las circunstancias a manifestar sus propias emociones reprimidas. Estas emociones pueden ser canalizadas voluntariamente, si la persona es consciente de la naturaleza del conflicto, o a través de algún brote alérgico. En este caso, la persona siente alergia de si misma; o, si lo prefieren, alergia de sus propias necesidades. Hay una palabra más cruda para este comportamiento: asco, desdén, boicot.

La persona Histaminum ha aprendido a enmascarar sus necesidades hasta convertirse en  insondable, hermética y ambivalente. Así, pues, alguien que ha desistido de ser comprensible para los demás; que ha preferido abolirse; y que sólo se muestra a través de reacciones fóbicas o alérgicas que surgen cuando las emociones inconscientes se desbordan.

El individuo Histaminum, debido a su dificultad para expresarse clara y abiertamente, no quiere abandonar ni ser abandonado. Por ello, prefiere posponer su anhelo de satisfacción, especialmente si ello le exige mostrarse vulnerable. Es muy posible que a Histaminum le interesen las manifestaciones artísticas, aunque prefiere que los protagonistas sean otros. Preferirá ser espectador o, si ejerce su creatividad, podría decantarse por la pintura, la fotografía, la escritura o la composición musical, u otras actividades sobre las cuales pueda actuar sin sentirse incomodado por la presencia cercana y absorbente de los demás.

Siendo niños, las personas Histaminum se sintieron ignoradas o arrinconadas. Y a diferencia de otros rubros relacionados con el arrinconamiento infantil, como, por ejemplo, Veratrum Album, que reclama protagonismo de forma ostentosa, lo que sucede con las personas Histaminum es que les gusta esconderse, enmudecer o poner las cosas difíciles a los demás. Tal sea esta una venganza derivada de viejas sensaciones de ese arrinconamiento infantil.

Por consiguiente, el tema central en Histaminum es lo que para los demás sería evasividad o indefinición. En efecto, a las personas que encajan en el perfil de Histaminum se les suele ver como secretivas o lacónicas. Es decir, solamente ellas pueden saber qué es lo que piensan y sienten. Lo que flojea, pues, es su expresión abierta. Desde fuera se les suele ver como incomprensibles, crípticos o herméticos. Tanto es así, que sobre las personas Histaminum los demás proyectan sus congojas, sus traumas, sus frustraciones o, incluso, sus dones. Es como si Histaminum fuese un lienzo sobre el cual los individuos pintores plasman su mundo interior, atribuyendo a Histaminum la autoría. Es como si mis congojas internas, siendo yo pintor, las pintara sobre el individuo Histaminum y le atribuyera a él la causa de lo que ocurre en mi.
Muy relacionado con esto último es que Histaminum puede desarrollar facultades mentales excepcionales, pudiendo encarnar trabajos que requieren de gran perspicacia psicológica, como agente secreto, agente doble, investigador policial, o cualquier profesión que requiera discreción y secretividad. En consecuencia, la persona Histaminum puede llegar a conocer a los demás hasta lo insospechado. Su capacidad para absorber información hace que a los demás los vea completamente desnudos. Histaminum es una esponja que absorbe los traumas, las frustraciones y los desórdenes de los demás. Y es de esta manera que obtiene el conocimiento. Si cayera en la tentación de repeler o defenderse de las proyecciones, sus excepcionales atributos acabarían resultando contraproducentes, pudiendo llegar a desarrollar alguna alergia que le acabaría aislando del mundo.
Histaminum, con su actitud deliberadamente opaca, muestra a los demás lo que no quieren ver de si mismos, aunque estos le culpen. La ausencia de reacción defensiva no debe confundirse con debilidad, sino con una forma de defensa sutil orientada a que los demás se pongan en evidencia ellos mismos.

El grado 5 de Escorpio.

La vibración de de Histaminum resuena en el grado 5 de Escorpio. Describe a un medium emocional, una persona sumamente permeable a necesidades y emociones ajenas, que percibe el psiquismo de otras personas hasta el punto de no diferenciarlo del suyo propio. Le cuesta, pues, diferenciar las necesidades de los demás de las suyas propias. Solo una alergia podría poner el límite de lo que Histaminum es capaz de absorber.

El trabajo de fondo relacionado en el grado 5 / Histaminum podría girar en torno a reconocer y honrar los propios anhelos en medio de la tendencia a fusionarse con la dinámica emocional del colectivo. Dejar sin toma de conciencia este hecho puede llevar a la persona a alternar la sumisión con la reacción, o con cualquier otra forma de violencia pasiva.