martes, 14 de julio de 2020

1975-2021: España ante el espejo

1975 y 2021 son dos años que presentan grandes similitudes. Ambos años coinciden con la cuadratura entre Saturno y Urano, cuyos principios, aplicados al caso español, suelen quedar sustanciados en la lucha entre terratenientes inmovilistas e innovadores frustrados: la revolución y la contra-revolución; la reforma y la contra-reforma. La historia se va repitiendo. 

Esta cuadratura se ha repetido, además de en 1975 y el 2021, en 1999, en 1951-52, en 1930-31, en 1909-10, en 1885-86, etc... pero la cuadratura en ciernes tiene una peculiaridad: tanto Urano como Saturno están en la posición antagónica de la posición que ocupaban en 1975. En aquel entonces, Urano estaba en Escorpio y Saturno transitaba por Leo. Y para el próximo año, Saturno transitará por Acuario y Urano lo hará por Tauro. En consecuencia, 1975 y 2021 serán años en los que España se mirará en su propio espejo... en el espejo de sus propias consecuencias.

¿Y qué promete la cuadratura del 2021?

Durante cuadratura de 1975 teníamos por delante un horizonte de supuesta libertad, con promesas que luego se cumplieron a medias (o claramente no), con una censura basada en lo políticamente correcto que va a más, y con una ley mordaza que llegó para quedarse. Luego ya fuimos viendo que el búnker heredado del franquismo se hizo más gordo y obeso, acaso bicéfalo, con el búnker construido en tiempos de Felipe González, supuestamente apoyado por la CIA. En consecuencia, el estado español siguió el libro de estilo de más o menos siempre, solo que teledirigido desde una agencia cuyo nombre acabo de mencionar. 
La cuadratura del 2021 coincidirá con que el horizonte de libertad que nos pareció ver en 1975 se está convirtiendo en un horizonte de falta de ella. Sería algo así como un retorno al pasado, solo que en lugar de un ejército salva-patrias (para compensar o prevenir las acciones disolutas de gobiernos débiles), ahora vamos teniendo que aquel ejército está siendo sustituido por el estamento médico-tecno-farma. O si lo prefieren, el estado español parece estar derivando hasta quedar convertido en una franquicia al servicio de la big farma hiper tecnológico, en el que la ciudadanía es ofrecida en sacrificio para experimentos que resultarían intolerables en otros países. 
De ello hablé en estos dos artículos:
La Gran Estafa Piramidal del 2020.
2020: el año de la máscara.


La cuadratura entre Saturno y Urano puede generar mucho estrés y mucho ruido, con Saturno intentando cortarle la genitalia a Urano, y con éste burlándose de la guadaña del primero. Y como dijo Arias Navarro en su momento: "lo cambiaremos todo para que nada cambie".

Sin embargo, y aquí habría alguna esperanza, esta cuadratura también coincidirá con que Júpiter y Saturno harán una conjunción en el inflamable grado 0 de Acuario, lo cual abre un periodo de excepcionalidad en el que puede pasar de todo o nada, según el empeño, la persistencia y la claridad de las propuestas de los participantes (es decir, de todos).

sábado, 6 de junio de 2020

La Gran Estafa Piramidal del 2020



Inicio el post haciéndome preguntas, por si alguien que las lea pueda ofrecer alguna respuesta.

¿Es posible desarticular las estafas piramidales que por el mundo hay?
¿Es lícito que el presidente de un gobierno pueda comprar acciones de una mega-empresa, y gobernar a favor de esa empresa en perjuicio de la ciudadanía?
O si lo prefieren: ¿puede un presidente del gobierno de una nación hacer una donación con dinero público a una mega-corporación compuesta por personas que se encuentran entre las más ricas del mundo?

Iniciaré un esbozo de contestación, sin esconder mi ignorancia al respecto.

Una estafa piramidal puede ser desmontada si se trata de una pirámide pequeña y las personas que la componen no gozan de inmunidad legal. Es decir, por poner un ejemplo, una estafa piramidal puede ser desarticulada cuando, ante la denuncia de alguno de los estafados, la policía se infiltra en la pirámide para tener conocimiento acerca de su funcionamiento, de sus creadores, de sus participantes y del monto del dinero circulante desde la base a la cúspide. Si se da este caso, y los creadores intuyen que pueden estar siendo espiados, éstos podrían darse a la fuga con todo el dinero. Las personas estafadas serán advertidas de que ya podían contar con la pérdida, pues en las condiciones iniciales para participar no había garantía legal alguna de un retorno de la inversión inicial.
¿Pero qué sucede cuando quienes participan creando el engaño son personas que gozan de inmunidad legal (o de alguna otra forma perversa de protección)? Como, por ejemplo, un gobernante que gozara de inmunidad legal, tanto nacional como internacionalmente.

Es el caso de un presidente de gobierno que acude a una convocatoria de un evento llamado Goalkeepers 2019, el cual se celebró durante el pasado mes de septiembre. Quien convocó fue la Fundación Bill & Melinda Gates. He aquí el enlace que informa de la convocatoria: Goalkeepers 2019.
En un video editado posteriormente por la misma Fundación vemos al presidente de ese gobierno anunciando una donación de 200.000.000 de dólares (o de euros, tanto da). Siendo como es la mencionada Fundación muy dada a promover las vacunas, de las cuales tanto se habla, me pregunto si ese presidente hará los posible para promover la vacunación en el país que gobierna. Llegados a este punto, me pregunto si el presidente donó ese dinero sacado de fondos públicos del país del cual procede, o si tal donación salió de su bolsillo particular. Pues bien, tanto da que sea de una manera o de otra, en el sentido de que su acción de gobierno quedará totalmente condicionada por lo que acabo de exponer.
La otra pregunta que se podría hacer al respecto es:
Acerca de lo que después ocurriría, ¿acudió el presidente del gobierno a dicho encuentro a que le informaran o a que le desinformaran? Si fuera esto último el caso, ¿debería este presidente presentar una denuncia a la mega-corporación por engañosa desinformación? O, en el caso de hubiera sido informado, ¿debería el presidente ser juzgado?

El caso es que en octubre, un mes después del evento Goalkeepers 2019, se celebró en Nueva York un encuentro orientado a visualizar cómo debería ser gestionado el mundo en el caso de que una pandemia tuviera lugar en un futuro cercano. Este evento, denominado Event 201, tuvo como participantes a los miembros de la Fundación antes citada, junto con otras personas procedentes de la Johns Hopkins Bloomberg School & Public Health y del World Economic Forum. En definitiva, corporaciones e individuos especialmente ricos. Me pregunto cómo es que alguien puede hacer donaciones a personas que se encuentran en lo algo de la pirámide financiera planetaria. Solamente se me ocurre que el presidente del gobierno en cuestión está aspirando a formar parte de ese equipo, acaso como meritorio, acaso como accionista. Aquí tienen el enlace al Event 201.

Al cabo de poco de haberse realizado este evento, se inició la historia del virus tal y como la conocemos a día de hoy.

En el caso de estas estafas piramidales, en las que están implicadas personas especialmente protegidas o legalmente inmunes, entiendo que son imposibles de desmontar, excepto que una serie de equivocaciones por parte de alguno de los participantes ponga en jaque a la pirámide entera ante la vista de todos. Sin embargo, como estas mega-corporaciones tienen control sobre la mayoría de los medios de comunicación, no se hablará de ello o, si se habla, se hará en base a eufemismos y engaños de todo tipo.

Estas mega-estafas no pueden ser desarticuladas, pues la desarticulación puede generar aún más daño y descrédito a quienes participan, especialmente entre los recién llegados, como, por ejemplo, es el presidente de ese gobierno. En el mejor de los casos, el presidente, si se percatara de que ha sido engañado cuando ya está hundiéndose en esas arenas movedizas, no podrá denunciar a los amos de la pirámide, pues ello lo expondría a una posible represalia mortal. Por otro lado, tampoco puede reconocer su ineptitud ante su pueblo pues ocurriría algo parecido a una represalia. En cualquier caso, reconocer el engaño le dejaría marcado de por vida. Y si no reconoce tal engaño, idem de idem, excepto que sea un alegre inconsciente acerca de las consecuencias de sus actos.
Lo más probable, para tapar las vergüenzas, es que el presidente se impostará de tal manera que convencerá a la población de que las medidas son las únicas posibles de aplicar. Es decir, no puede dudar en público del engaño en el que se ha metido. En consecuencia, hará que la terapia aplicada sea larga, advirtiendo a la población de que comprenda y asuma la "gravedad" de la situación.

El país de procedencia del presidente del gobierno aludido sufrió una guerra civil entre 1936 y 1939. Durante esa guerra civil, y en los años anteriores, se experimentaron ensayos orwellianos, que luego fueron aplicados en la 2a. Guerra Mundial. Pues bien, intuyo que estamos ante una situación parecida, en la que el gobernante del país en cuestión ha ofrecido a la ciudadanía en sacrificio, para que los experimentos orwellianos puedan aplicarse sobre personas que ignoran lo que en verdad pueda estar pasando. La cuestión a plantear, del todo imposible de saber, es cuál podría ser la ganancia que le caiga encima a nuestro presidente del gobierno.

Y otra pregunta en relación a las consecuencias de este asunto: ¿a quién le interesó que esto ocurriera; quién se beneficiará de ello; se sabía de antemano quién iba a salir beneficiado y quienes, los perjudicados? ¿se estableció una estrategia, en cuanto a la gestión del estado de alarma, de tal manera que el caos fuera el mayor posible?

Y otra pregunta más. Ante el anuncio de grandes préstamos por parte de la pirámide bancaria, para tratar de apaciguar las consecuencias económicas de este desastre, y dado que el dinero se imprime según decretos dados desde lo alto, ¿por qué pagamos impuestos? El común de los mortales cree que los impuestos sirven para mantener a los estados. Pero si el dinero se crea desde la nada, desde que se dejó de lado el patrón oro en 1971, la idea de que son los impuestos los que alimentan a los estados ya no tiene en que sustentarse. ¿Alguien sabe por qué pagamos impuestos, sabiendo que la impresión del dinero se activa por decreto desde lo alto de la pirámide bancaria?

Les paso el enlace al discurso que el presidente pronunció en el evento denominado Goalkeepers 2019. Aquí lo tienen: discurso del presidente.

Y para acabar: con la conjunción entre Saturno y Plutón que tuvimos a principios de este año, que puso fin al ciclo iniciado por la misma conjunción en 1982 (38 años de ciclo), se acabó el llamado neo-liberalismo, una etapa histórica caracterizada por la venta de bienes públicos estatales en favor de empresas y corporaciones privadas. Sin embargo, aún con la pérdida de soberanía económica por parte de esos estados, éstos siguieron cobrando muchos más impuestos a los cuidadanos. Y yo me pregunto: ¿cómo es que los estados, que se auto-restaron soberanía en favor de intereses privados, siguen cobrándonos tanto o más impuestos que antes? La única respuesta que se me ocurre es que estos estados cobran impuestos porque es la manera que tienen de mostrar autoridad y mantener a los ciudadanos coaccionados o coartados.
Habiendo superado este ciclo, se nos avecina un retorno a los estados autoritarios, con el miedo siendo infundido masivamente como pretexto sobre la ciudadanía, a través del fomento de la hipocondría. Y la pregunta es: si estos estados no re-compran las empresas e industrias que vendieron a empresas privadas, ¿cómo harán para recuperar la soberanía económica perdida? ¿cómo harán para hacerse pasar ante el público como líderes de la gobernanza, si estos estados han perdido toda la soberanía con la que podían dirigir la economía del país (antes de la etapa neo-liberal)?
Mi respuesta ante estas últimas preguntas es que estos estados, que quieren presumir de estar gobernando, han acabado convertidos en franquicias de esas mega-corporaciones. Es decir, los gobernantes yo no gobiernan a favor de la ciudadanía, sino a favor de las mega-corporaciones, de las cuales son funcionarios o accionistas.

Un último apunte sobre las connotaciones astrológicas al respecto del tema tratado:
Las estafas piramidales crónicas están asociadas a los aspectos entre Saturno y Plutón.
Y las estafas piramidales agudas o fáciles de identificar estás asociadas a los aspectos entre Júpiter y Plutón.
Y en este año hemos tenido (y tendremos) aspectos de conjunción en ambos casos.

domingo, 10 de mayo de 2020

2020: El Año de la Máscara


Para empezar, les diré que este escrito se enlaza con los anteriores que escribí más recientemente, en especial con este: La Gran Trampa del 2020, que publiqué en este blog en octubre del 2019.

Uno.
El sistema en que vivimos tiene mucho de gran trampa, y no por lo que ahora ocurre, sino porque la sociedad, en cuanto a las instituciones con que es gobernada, tiene mucho de estafa piramidal. Me explicaré: hay estafas cometidas que sabemos que lo son porque tienen explicación. Es decir: alguien nos engaña y lo creemos, hasta que, a partir de cierto momento, nos percatamos de que nos ha engañado. Y es entonces que le encontramos una explicación, un relato. Nos enfadamos, nos explicamos, nos alzamos y clamamos justicia. En cambio, hay estafas que no sabemos que lo son, debido a que son tan antiguas y cotidianas. Son tan antiguas, que han pasado de padres a hijos sin que nadie se haya parado a pensar en ello, de tan normal que nos parecen. Debido a ello, no nos alzamos. Por ejemplo, la autoridad, o aquello que ante nosotros está investido de autoridad. Si nos paramos a pensar, deberíamos preguntarnos por qué pagamos impuestos. Se dice que los impuestos sirven para dotar al sistema de gobierno de los servicios que el estado nos devuelve. Sin embargo, de un mucho tiempo a esta parte, el dinero parece no venir del trabajo o de la economía real, sino de un sistema financiarizado. Es decir, si los estados emiten moneda (o las macro-instituciones que supervisan y dirigen las finanzas, que determinan de cuánto dinero puede disponer cada estado, a través de sucesivas flexibilizaciones cuantitativas), y pueden darle a la máquina de imprimir billetes, ¿por qué pagamos impuestos? La explicación que le encuentro es que el pago de impuestos es un ritual orientado a que el estado sea percibido como él pretende ser percibido. Es decir, como autoridad que coacciona el comportamiento ciudadano con pleno consentimiento. Esta coacción es la que mantiene la forma de la pirámide social.
La conjunción entre Saturno y Plutón que tuvimos a principios de este año está muy relacionada con ello. Es decir, la combinación entre Saturno y Plutón está muy relacionada con la estafa ancestral, aquella que forma parte de lo que se consiente inconscientemente. Y la conjunción entre Júpiter y Plutón, en cambio, está relacionada con la sospecha de estafa o engaño, al cual, más tarde o más temprano, se le encontrará una explicación.
La combinación entre Júpiter y Plutón está asociada al enfado debido al engaño. Y la combinación entre Saturno y Plutón, por contra, trata de un relato en el que el consentimiento inconsciente hace que no nos demos cuenta de la perversión del sistema de gobernanza social que lo invade todo. Al no darnos cuenta, no respondemos, no nos alzamos.

Dos.
La conjunción entre Saturno y Plutón que tuvimos a principios de año (y que aún tendremos durante el resto de lo que queda, especialmente en noviembre, cuando esta conjunción se vuelva triple) abre un ciclo cuyo nombre aún no sabemos cuál será. El anterior ciclo, el que fue iniciado por la conjunción de 1982, estuvo asociado al neoliberalismo, un modo económico y social que consistió en la supuesta des-regulación de la economía. Recordemos que esta conjunción acompañó a las decisiones de la era Reagan-Thatcher. Sin embargo, aún con la des-regulación, que supuestamente produjo la entrega de empresas públicas a capital privado, no hizo que el estado decreciera. Me pregunto yo para qué tanto estado, si, según el relato que ha dominado, el mercado se ha hecho con casi todo lo que estaba en manos de las instituciones públicas. Una prueba de esta incongruencia perversa es que los estados no solo no decrecieron sino que aumentaron su presencia a través del cobro de impuestos. Me pregunto cómo es que los estados, liberados de empresas que fueron traspasadas a capital privado, han seguido cobrando tanto o más impuestos que en tiempos anteriores. La gran estafa, relatada a través de eufemismos sistemáticos que creemos literalmente, se las ingenia para seguir engañando al ciudadano. Y lo hace a través de relatos que nos inculcan sin que haya respuesta por nuestra parte, pues el ciudadano no se percata de lo perverso que es todo.

Tres.
La conjunción entre Saturno y Plutón que tuvimos a principios de año coincidió con un doble evento. Digo doble porque intuyo que van juntos, y no solo por coincidencia en el tiempo sino por una relación que intuyo totalmente imbricada. En los meses inmediatamente anteriores, durante el último trimestre de 2019, se produjo el evento 201 -el famoso ensayo-simulacro de la pandemia que había de venir-, a la par que el impeachment contra Donald Trump se iba calentando. Cuando al iniciarse el 2020 vimos que el impeachment fue un fracaso, justo después, y en casi total coincidencia, se desató la actual proliferación del virus. Si ambas cosas pueden tener relación, y yo creo que la tienen, y mucho, deberemos prestar atención al próximo noviembre, fecha en que se produce la triple conjunción citada anteriormente, a la vez que está fijada para ese mismo mes las elección presidencial en USA.

Cuatro.
Es posible que Marx tuviera razón: que para que el proletariado llegara a triunfar, primero debía hacerlo la burguesía. Pues bien, poniéndole metáfora a la ecuación, el virus que nos afecta puede ser el equivalente al proletariado. Y si el virus es el proletariado, ¿quién puede ser la burguesía? La burguesía puede ser la clase media, hoy degradada por la crisis financiera que arrastramos desde el 2008. Una clase media que se aburguesó y que ahora debe salir del sueño. Es decir, como ya ocurrió en la revolución rusa, en que la revolución que se hacía en nombre del proletariado dio lugar a la dictadura de una minoría. Y ahora estamos en las mismas: la pandemia servirá para que el mundo sea gobernado por una minoría plutocrática, que usará al virus del mismo modo que los bolcheviques utilizaron al proletariado para sus fines.
Todo aquello que los ciudadanos no han osado hacer, y ni tan siquiera los estados hasta ahora, lo hará el virus, que será adoptado como excusa para una tormenta perfecta, la cual irá mostrando sus fragancias de aquí a noviembre como mínimo.

Cinco.
El nuevo ciclo, el que surge de la conjunción entre Saturno y Plutón en Capricornio, será pro estatalista. Al menos eso indica el tercer decanato de Capricornio. Los estados y las instituciones de gobierno redoblarán sus pretensiones de protagonismo. La cuestión es si estos estados podrán dirigir la economía, recuperando las atribuciones que fueron transferidas a los mercados durante el ciclo anterior, o si bien seguirán siendo igual de vacíos, camuflando sus debilidades con super-regulaciones que afectarán más a los ciudadanos que a las corporaciones, renovando la estafa institucional de la cual hablé al principio del artículo.

Seis.
En la China de Mao, e incluso antes, se produjeron sacrificios humanos promovidos por los gobernantes. Entre la década de los años 50 y 60 acaeció la gran hambruna, primero, y la revolución cultural, después. Ambas causaron fuertes mortandades. China, y otros países, han practicado los sacrificios humanos periódicamente. Incluso ahora, los ciudadanos de casi todos los países estamos siendo sacrificados con un virus como excusa. La actual pandemia dará lugar a una revolución cultural.

Siete.
A diferencia de los países protestantes, en que el trabajo es el factor de progreso que legitima el avance económico y social de las personas, en los países de matriz católica, en cambio, la confianza en la providencia es un elemento importante. Lo es tanto, que ni nos damos cuenta. En estos países se espera de la providencia que traiga la solución a los problemas. Una prueba de ello es que Italia y España son de los países en que las personas más gastan en loterías y juegos de azar. La confianza en la providencia es lo que hace que las grandes estafas abunden como lo hacen. Por cierto, el idioma español es de los más hablados y leídos del mundo. Pues bien, hay un libro llamado Planeta Ponzi, que explica cómo funciona el mundo en cuanto a estafas piramidales de todo tipo. Este libro no se ha traducido al español, y sería todo un éxito, lo cual da como para pensar que no interesa que los lectores en este idioma sepan de qué va la cosa de las estafas.

Ocho.
Con ocasión de la crisis financiera que arrancó en el 2008, y a partir de los años siguientes, se produjeron grandes recortes sociales y sanitarios, provocando protestas por parte del personal vinculado a la seguridad social. Estas protestas no pudieron revertir la situación, pues para ello el nivel de movilización hubiera debido ser más numeroso y transversal. Pero ahora, con la pandemia y la consiguiente emergencia sanitaria, el sistema piramidal médico-farmacrático ha aprovechado para adquirir relevancia.
Esto se lo digo por la siguiente razón: ¿cómo puede progresar la industria farmacéutica si las personas, con los recortes y la precarización laboral, no pueden pagarse los medicamentos? Es decir, si la amenaza de quiebra de la seguridad social amenazara con dejar de subvencionar el consumo de fármacos a los usuarios, bien habrá que hacer algo para revertir la situación. ¿Y qué mejor que una situación de emergencia, en que la pirámide médico-farmacrática está adquiriendo un feroz protagonismo, con facciones luchando entre ellas por la parte mayor del pastel? Parece un golpe de estado en toda regla, solo que esta vez no es el ejército quien lo da, como ocurrió en el siglo pasado. Hoy el ejército es médico-farmacrático, con un generalato que genera órdenes, unos mandos que las transmiten -con el apoyo de medios de comunicación que actúan como correas de transmisión de grandes oligarquías vinculadas a los grandes negocios de los laboratorios- y una tropa sacrificada que las ejecuta. Una tropa, por cierto, que despierta nuestra admiración en estos días pandemoníacos.

jueves, 2 de enero de 2020

1848-2037: El Ciclo de la Fantasmogénesis (III)

En los dos artículos precedentes les hablé del ciclo de lo macro-imaginal (o de la Fantasmogénesis), que es el sinódico formado por Eris y Neptuno. Como indiqué en esos artículos, este ciclo afecta a muchos aspectos de la vida, tanto pública como privada. La vida pública se infiltra en las vidas privadas. La sociedad del espectáculo contamina la visión que tenemos las personas de nosotros mismos.

En el cuadro de fechas de más abajo verán qué aspectos ha hecho el ciclo sinódico a través de los años. Si se fijan en el ciclo actual, el que se inicia en 1848, verán que los sucesivos aspectos coinciden con episodios relacionados con la sociedad del espectáculo en la que vivimos. Si el lector está bien documentado en cuanto a historia del arte, o de la política, o de los medios de comunicación, verán que esos aspectos coinciden con hallazgos o novedades relacionados con esos campos. Por ejemplo, dentro de poco tendremos el semisextil decreciente, el cual desembocará, años más tarde, en una nueva conjunción (en el 2037). 



Pero regresemos al 2020.

Como les comenté en un artículo anterior (2020: el Año de Eris), Eris tendrá mucha presencia en el 2020. Esto lo digo porque las sucesivas conjunciones entre Saturno, Júpiter y Plutón, que irán produciéndose en el tercer decanato de Capricornio, vienen todas acompañadas de sendas cuadraturas con Eris, situado en el tercer decanato de Aries. Para dejarlo claro, y dicho en pocas palabras, como Eris tiene que ver con la evolución de los imperios, cuando la manzana (o el limón del poder) experimenta un cambio de manos se produce un nivel de incertidumbre tal que nadie quiere tomar decisiones. Los políticos se niegan a adoptar medidas que les puedan estallar en la cara. Si a ello le unimos que el sinódico entre Eris y Neptuno está en decadencia, y que no habrá un horizonte claro hasta llegar al 2037, la conclusión a la que podemos llegar es que los problemas no encontrarán solución, y especialmente cuando se intuye que la solución puede agravar aún más el problema que pretende solucionar. O lo que es lo mismo: cuando de una situación no se sabe cómo salir, la tendencia natural humana es preferir cronificarla, a la espera de que en el futuro las personas dispongan del recurso idóneo, de tal manera que la aplicación de la solución disponga de un horizonte más confiable y holgado. Y como ahora no lo es, debido a las incertidumbres, la tendencia será preferir la cronificación antes que tomar decisiones cuyas consecuencias desemboquen en descontrol. 

El otro elemento es que el limón del poder está demasiado manoseado. Vamos, que no queda mucho jugo que exprimir. Habría que poner al limón en barbecho, para ver si se regenera sin tanto estrés al que le someten.

Otro matiz relacionado con Eris son las luchas por el poder, pero se trata de unas luchas que tienen la peculiaridad de no mostrar claramente quién gana y quién pierde. A diferencia de Marte, el hermano de Eris, en que la diferencia entre quien está ganando y quien está perdiendo es clara, la influencia de Eris hace que las personas permanezcan ciegas, en el sentido de no encontrar muestras de quién está ganando o perdiendo en los conflictos. En consecuencia, en estos tiempos que corren las personas públicas tratarán de evitar movimientos audaces, dado que ello pondría de relevancia su incompetencia para tratar los actuales problemas que la sociedad plantea. Preferirán escenificar que todo puede ocurrir, mientras no está ocurriendo nada de manera definitiva. Y como nadie quiere perder, las causas de los conflictos se irán fragmentando perversamente, para que nadie vea cumplidas sus expectativas de forma clara. De esta manera, quien pierde no sabrá que está perdiendo (o más bien, creerá que puede ganar, aún cuando no haya señales claras de ello), y quien pueda estar ganando no lo sabrá con certidumbre, debido a la fragmentación y deformación de las causas y conflictos en lucha. El resultado de tal fragmentación será la cronificación del problema. Es decir, el limón (o la manzana) irá lanzándose a futuro indefinidamente.

De todos los planetas lentos, Urano es el que mejor está relacionado con Eris. En concreto, está en fase creciente, ya que hizo una conjunción con Eris hace pocos años. Por tanto, el sinódico entre Eris y Urano empieza a crecer. En cambio, los planetas lentos (Júpiter, Saturno, Plutón y Neptuno) están todos en fase menguante (o decadente) en relación al sinódico que forman  con Eris. El que Urano esté en fase creciente, dado que tiene que ver con la tecnología, quiere decir que van a ser los avances relativos a ella los protagonistas del cambio. El resto de cosas deberá esperar.