martes, 22 de octubre de 2019

La Gran Trampa del 2020


La taxonomía astrológica distingue dos patrones relacionados con las estafas. A saber: Neptuno y Plutón. ¿Y cómo sabemos que hay estafas? Pues gracias a los estafados, que alzan su voz. Estos, los que se alzan, son plutonianos. Sin embargo, hay estafados que no se alzan, ya sea porque no se atreven, porque les resulta vergonzoso reconocerlo, porque alzarse supondría expresar furia, porque son mansos o, simplemente, porque no se han dado cuenta. Estos últimos son neptunianos, y forman la inmensa mayoría de la especie humana. Es obvio que los estafadores no proclaman su condición. Son los estafados, cuando se alzan, quienes señalan en una determinada dirección.

Me referiré ahora a las estafas relacionadas con Plutón. Pero vayamos por partes:
Una forma de estafa, aunque les parezca extraño que relacione ambos términos, fueron los sacrificios humanos. O si lo prefieren, las actuales estafas tienen su origen en la creencia humana de que los dioses agradecerán y prodigarán fortuna entre quienes entreguen a sus hijos en sacrificio. Me pregunto qué concepto de Dios puede tener alguien que considera que le irá mejor si entrega a a sus iguales en sacrificio. A sus iguales es un decir, pues quien se atribuye la potestad de decidir sobre el tema es porque ha desarrollado un carisma que resulta incontestable por los componentes del clan. Es decir, quien entrega a inocentes en sacrificio es porque cuenta con la complicidad del resto de la sociedad. En consecuencia, las mayor parte de las estafas suceden por consentimiento de toda la pirámide social. O lo que es lo mismo: participamos en estafas cuyo resultado será la entrega de inocentes en sacrificio, cosa que sólo vemos cuando la capacidad de la estafa para permanecer oculta rebosa los límites del armario. Y aunque vivimos en una sociedad supuestamente secularizada, el viejo rastro de muertes sacrificiales aún está aquí. Otra forma de sacrificio incruento podría ser, por ejemplo, el pago de impuestos. Y es de este modo que la pirámide social se perpetúa, manteniendo así los privilegios de una minoría, la cual es llevada a hombros por la gran mayoría.

Plutón tiene mucho que ver con las estafas. Y las estafas pueden ser financieras, bancarias, económicas, religiosas, culturales, políticas, ideológicas e, incluso, institucionales. Pues bien, el tránsito de Plutón por Capricornio nos ayuda a percibir y entender estos hechos. Desde que ingresó, en el 2008, nuestra sociedad no deja de estar atónita por la cantidad de corrupciones que salen del armario. Es como si se nos hubiese caído la venda de los ojos, y todo lo que venía sucediendo de tapadillo ahora lo vemos a las claras.

Durante el 2020 nos afectará en primera instancia la conjunción entre Saturno y Plutón. Los aspectos entre Saturno y Plutón están relacionados con estafas institucionalizadas. De tan institucionalizadas, que ni nos damos cuenta de hasta qué punto nos afectan. Es como decir que el sistema operativo de la sociedad, heredado del Imperio Romano, fuera todo él fraudulento. Sin embargo, como es tan antiguo rara vez pensamos en ello de forma consciente. Podríamos decir que los aspectos entre Saturno y Plutón hablan de estafas que perviven durante generaciones, transmitidas de unos a otros a través de creencias.

En cambio, los aspectos entre Júpiter y Plutón sí que suelen estar relacionados con ese tipo de estafas que estallan en nuestras narices. Estos aspectos son relativamente frecuentes, lo cual indica que los estafadores son muy creativos, y que se las ingenian para proponer nuevos y diferentes juegos.

En el artículo que le dediqué al sistema Ponzi (en este enlace: Planeta Ponzi) observamos que Carlo Ponzi tenía en su carta una conjunción entre Júpiter y Plutón. También tiene un aspecto fuerte Bernie Madoff. Y también lo tiene Baldomera Larra, precursora en España de las actuales estafas piramidales. Y adivinen qué dirigentes políticos tienen en su Carta aspectos entre Júpiter y Plutón: pues casi todos. Incluso Pedro Sánchez, que cuenta con una cuadratura entre Júpiter y Plutón. ¿Veremos en el 2020 con qué nos sorprende?
En cuanto a tránsitos generales, los aspectos entre Júpiter y Plutón dan muy buenos ejemplos: La eclosión de la crisis financiera (2007-2008) de la pasada década coincidió con una conjunción entre ambos.  Y la anterior conjunción, la de 1994, coincidió con lo que en España se denominó como "cultura del pelotazo". Y en 1999, año en que se abolió la Ley Glass Steagall, que protegía a los pequeños ahorradores, había un quincuncio entre ambos. La abolición de esta ley es la que permitió la proliferación de productos bancarios fraudulentos. Y la lista es larga, con aspectos fuertes, incluyendo el quincuncio, entre Júpiter y Plutón.

Para concluir: hace unos días alguien preguntó si podría haber algún día en el que el humano deje de mentir (ni estafe, ni engañe). Y la respuesta es que no. La mentira está tan instalada en la sociedad como lo está en la naturaleza, en la que hay animales que traman emboscadas, engañan, se hacen pasar por otros, cambian de color, etcétera... y todos ellos son carnívoros. ¿Será que deberíamos dejar de comer carne?

Y para finalizar, una pregunta: ¿Siguen las élites gubernamentales ofreciendo al pueblo en sacrificio a sus dioses, para obtener de ellos favores, diseñando crisis financieras y políticas a tal efecto?

8 comentarios:

Unknown dijo...

Dons decidit, al 2020 em fare ric

Sara dijo...

Por supuesto que nos continuan ofreciendo en sacrificio!. La prueba es que se nos engaña contínuamente, y ya ni se ocupan de esconderlo... al menos en España. ¿Para qué? Aquí todo el mundo corderitos, hasta que se apalea a los catalanes.

Sisebuto Madariaga dijo...

Me complace ver que dedica usted un segundo artículo a las estafas, las creencias y los engaños. Gracias.
Tengo para mí que este será un asunto principal en los tiempos venideros. Pero no seamos pesimistas; el cuerpo social genera siempre sus propios anticuerpos.
En cualquier caso, es cierto, major no comer carne, de momento.

Jesús Gabriel Gutiérrez dijo...

Muy ingeniosos e inspiradores los comentarios

Jesús Gabriel Gutiérrez dijo...

Vivimos en un estado sobornado

Sisebuto Madariaga dijo...

Recupero este artículo y me pregunto si no nos estarán engañando sobre el coronavirus.
Teniendo en cuenta que:
1. los sacrificios humanos son una forma ritualizada de canibalismo;
2. la enfermedad se originó por el consumo de carne (de murciélago o pangolín, carne en definitiva);
3. usted no acostumbra a equivocarse;
Cabe preguntar: ¿porqué no se ha investigado una posible inmunidad de los veganos?
Que yo sepa, sólo Charlie Hebdo ha explorado la conexión entre el consumo de carne desaforado y el coronavirus (edición del pasado 13 de marzo).

Jesus Gabriel dijo...

no se investiga porque no interesa investigar
se investiga sobre aquello que es rentable
la rentabilidad, y no el problema, es el quid de la cosa
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la causa real del asunto no es pronunciable, porque si se pronuncia, el sistema caería a velocidad de vértigo (y nadie sería capaz de tolerarlo, ni tan siquiera quienes quieren que caiga)
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Desmantelar estafas como en la que estamos (¿por qué los estados nos cobran impuestos, si pueden darle a la maquinita?) podría llevar al suicidio a culpables y a inocentes... pero ves a saber si durante el año en que estamos el sistema se cae del todo. Aunque yo creo que no, que el sistema se las ingenia para que sean los individuos quienes caigan (y no el sistema).

Luz Serena dijo...

Seguimos siendo manipulados a cómo de lugar, en forma obsena y perversa, creo…Tal vez desde el principio de los tiempos., aunque actualmente estamos tan impávidos o anestesiados (mejor dicho) que cuestan las reacciones de disconformidad o repudio de tipo social…Eso es altamente preocupante pues el avance se sigue produciendo por sobre nuestros derechos, y esto va sentando precedentes para que se perpetúe.

Me impacta su artículo y se lo agradezco ampliamente. Lo descubrí por azar, buscando un tema de homeopatía.
DefinitivMente lo relaciono con toda esta PLANDEMIA que se venía evidentemente gestando. Mis respetos!