Naja Tripudians es uno de
los homeopáticos de origen animal. En concreto, de la cobra, un reptil cuya
presencia suele asociarse a la del encantador. Se trata de una serpiente que es
capaz de ensanchar parte de su cuerpo cuando se yergue, acaso como forma de
transmitir un mayor poderío. Y la relación entre encantador y serpiente puede ser mutuamente hipnótica, lo cual nos pone sobre aviso acerca de la tendencia encantar o a dejarse encantar por parte de las personas Naja Tripudians.
La materia médica
relacionada con Naja Tripudians va dirigida a problemas cardíacos debidos a
sustos residuales, especialmente los relacionados con abusos, ya sea debido a
un hecho concreto o por contagio transgeneracional. Es decir, Naja Tripudians
representa un cuadro doloso muy presente en la familia. También podría tener
origen en la experiencia del parto o en el proceso prenatal. Las secuelas
pueden derivar, además, en arritmias, asma, problemas en la autoexpresión,
falta de fluidez y espontaneidad, etcétera. Este núcleo doloroso actúa como hipnótico, como si la persona se sintiera arrastrada a vivir experiencias que pueden resultar perjudiciales para ella misma. O lo que es lo mismo: el propósito inconsciente de estos individuos puede ser una quimera que le viene dada por herencia. Y estas quimeras pueden tener relación con traumas no resueltos.
Este remedio puede ayudar a
quienes hayan podido sufrir debido a abusos de poder, de fuerza, sexuales, de
género, por violencia doméstica o acoso laboral (mobbing) o escolar (bullying),
por secuestro, hostigamiento verbal, etcétera. Por otro lado, también puede
haber dado lugar a una debilidad moral que deriva de un extraño sentido de
culpabilidad por lo sucedido, aún siendo víctimas. Este detalle se
percibiría en una sensación de vergüenza que puede restar soltura expresiva a
la persona.
Los niños que han sufrido
abusos pueden ver como el trauma se repite hasta una edad relativamente
avanzada : pueden dejarse abusar, incluso siendo adultos, más aún si lo han
sido psicológicamente; o convertirse ellos mismos en abusadores, especialmente
si no reconocen o identifican el hecho de origen.
De más mayores pueden
comportarse de forma audaz, atrevida y reivindicativa, adoptando el dolor de
los demás como parte de su propia causa, acaso como forma de trascender
experiencias penosas propias. También puede ocurrir lo contrario: que la
persona, sintiéndose frágil y desprotegida, evite situaciones en las que puede
volver a experimentar abuso y/o susto. Esto lo veríamos, por ejemplo, en las
dificultades a la hora de relacionarse con superiores jerárquicos, debido al
miedo-susto original. Estos individuos prefieren relacionarse con personas
frágiles e indefensas. O, por lo menos, con quienes no supongan ningún peligro
de volver a recibir abuso por su parte.
Naja Tripudians puede ser
de especial utilidad para quienes piensen que puedan ser perjudicados o
marginados por razón de raza o por pertenencia a clase social desfavorecida.
Por esa misma razón, vemos personas Naja Tripudians que desarrollan alguna
ideología anti-sistema; o muestran diversos modos de escepticismo en relación a
la honestidad y limpieza de comportamientos por parte de los humanos. En
cualquier caso, se trata de personas que desarrollan gran conciencia de las
consecuencias negativas que el mundo de (algunos) adultos causan en los niños o
en personas más débiles.
Por otro lado, Naja
Tripudians puede ayudar a comprender el comportamiento paranoide o susceptible
surgido como consecuencia de haber experimentado los abusos de poder antes
comentados.
Otros registros de Naja
Tripudians nos muestran algunas otras peculiaridades. Además de todo lo
indicado, Naja Tripudians está asociada a una gran actividad mental sin
control. Es como si la persona se sintiera físicamente inmovilizada, acaso
debido a experiencias traumáticas, mientras la actividad mental va a más. Como
si estuviera atada por las piernas, sin ser capaz de moverse, y sufriendo de
una gran hiperactividad interna, la persona Naja Tripudians sufre hasta el
punto de preferir morir. Ello nos pone sobre aviso acerca de algunas cualidades
del homeopático correspondiente: problemas relacionados con las piernas, con la
circulación, con las varices, etcétera. Y también, como forma de prevenir,
cuando se sospecha que la persona puede ser susceptible de sufrir enfermedades
neurodegenerativas, especialmente si ha habido antecedentes familiares.
En Naja Tripudians se
produce una paradoja: por un lado, la hiperactividad interna pide movimiento
externo. Sin embargo, como tienden a sentirse existencialmente inmovilizados,
renunciando a moverse, con lo cual todo se convierte en un bucle. En
consecuencia, en su quietud superficial, Naja Tripudians siente que es incapaz
de mantener la calma. Por tanto, esa quietud esconde mucha angustia interior.
También es posible el comportamiento opuesto: personas que son incapaces de
permanecer en un sitio o contexto social más allá de lo que dura un suspiro. En
este caso, puede tratarse de un comportamiento sin propósito, como el de
alguien que se mueve mucho para no ir a ninguna parte.
Los individuos Naja
Tripudians se sienten fácilmente excluidos, marginados o ignorados por sus
semejantes, cosa que indica lo importante que es para ellos la opinión de los
demás en la construcción o rehabilitación de la propia imagen. Lo reconozcan o
no, el reconocimiento de los demás es uno de los factores que más influye en el
bienestar de estos individuos. Se podría decir que la opinión ajena negativa se
puede convertir en fuente de padecimiento, susceptibilidad insoportable o
enfermedad.
Debido a su frenesí
interior, las personas Naja Tripudians no acaban de saber qué hacer con sus
vidas o consigo mismas.
Naja Tripudians y el grado
17 de Acuario.
Naja Tripudians reverbera
en el grado 17 de Acuario. Este grado describe a una persona servicial,
generosa y compasiva, que defiende valores de justicia social. También, por
otro lado, esa misma persona, aún con su amplitud de miras, puede verse
asustada o coaccionada por minucias y detalles sin importancia, especialmente
si intervienen otros individuos. La razón de esto es que utiliza la
preocupación como forma de defensa ante situaciones sociales en las que podría
sentirse débil, menospreciada o degradada. Por otro lado, la persona que
encarna los atributos de este grado preferirá que las relaciones
interpersonales sean útiles y pragmáticas, acaso como forma de autoprotección o
para evitar volver a quedar expuesta a riesgos emocionales.
Por todo lo dicho
anteriormente, las personas Naja Tripudians son muy sensitivas a la violencia y
a la manipulación. Y su punto débil es que son fácilmente coaccionables, cosa
con la que tendrán que batallar, pues su mente alberga un dolor muy antiguo,
acaso heredado, que es la causa de todo lo que les he indicado en este
capítulo. De ahí que la única solución sea mirar al frente y seguir caminando.
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