viernes, 6 de julio de 2012

Ciclología China


Ciclología china: La evolución desde el 2008 hasta el 2020.

por Jesús Gabriel Gutiérrez

Según la ciclología china, el año se divide en 5 partes, cada una de ellas ligada a un elemento, el cual, a su vez, está relacionado con un sistema de órganos, con un modo de sentir, de ser y de estar, con un cierto rango de acontecimientos y con unas actividades en las que el humano participa como un actor más dentro de una gran trama energética. El movimiento sucesorio orgánico que hacen estas partes a lo largo del año también es perceptible en el ciclo de 10 años, de suma importancia en la ciclología china.

Estas partes o elementos son:

Tierra, Metal, Agua, Madera y Fuego, cuyas respectivas atribuciones fueron descritas en el número 84 de Training and Development Digest. También hay publicado un libro que trata este tema extensamente. Su título es “La Empresa y los 5 elementos. Medicina China y Management Holístico”, publicado por Almuzara en su colección de Economía y Empresa.

En este artículo pondré el inciso en la capacidad predictiva de dicho sistema, abarcando el periodo que comprende desde ahora y hasta el 2020.


Sin embargo, antes de ponernos en ello les diré que esta concepción del tiempo es cíclica, lo que quiere decir que cada una de estas etapas está vinculada sistémicamente a las otras cuatro. En concreto, cada una de ellas, y de acuerdo a sus atributos, está muy vinculada a la que le antecede, de tal manera que los acontecimientos que la caracterizan tienen su causa y su repercusión en la anterior y en la posterior respectivamente. Lo interesante aquí es que la anterior de la anterior puede resultar de gran importancia para equilibrar y superar una problemática. Por ejemplo: elemento Tierra está relacionado en el dinero; el anterior es Fuego, que está relacionado con el liderazgo. Podríamos interpretar que la crisis financiera tiene su origen en una falta de liderazgo. Si tomamos el elemento anterior al Fuego, la Madera, nos indica que la formación, el ingenio, el talento y la creatividad van a ser importantes para superar la situación. Más interesante es tomar en cuenta que cada elemento está relacionado con unos meses del año y con unos años en concreto, como vamos a ver ahora.


Agua
El riñón es el gran auditor del cuerpo. Es el representante del elemento Agua, y estos años -2012 y 2013- son años de Agua. Y como las empresas funcionan de modo similar y análogo al del cuerpo, podríamos decir que el riñón económico se está manifestando a través de reajustes profundos y exhaustivos en las cuentas institucionales -ahorro, filtraje, todo muy "riñón" metafórico-. Las agencias de rating y las auditorías son las protagonistas de estos dos años, pues representan actividades muy renales, de "Agua". El elemento Agua es el tamiz del sistema. El equivalente corporal, como decía, es el riñón, el órgano más conservador de todos. Se trata de una etapa en la que el análisis, la escrutación y las auditorías –el riñón y la audición están muy relacionados- lo ocupan todo y afectan a todas las cosas, con una tendencia obsesiva a entrar en detalles. También simboliza la semilla que, tras caer del fruto y descomponerse, germina y se capilariza bajo tierra, a oscuras, discretamente, fuera de nuestra vista, tomando la sustancia con la que luego brotará y nos mostrará sus excelencias. Así, pues, en esta etapa primará el trabajo callado y contenido, bajo tierra, procurando no dar por buenos proyectos antes de que hayan sido auditados, tamizados y sometidos a la prueba del algodón. Dicho de otro modo: hasta todo el 2013, las auditorías, la deuda, los rescates, los bancos, las instituciones, la monarquía, el euro y Europa misma, etcétera, seguirán siendo protagonistas de las conversaciones circulantes. También lo será el equivalente metafórico de un término hospitalario: las diálisis que el riñon social y económico requieren… o, más bien, la diálisis que al enfermo le van a retirar por insostenibilidad del sistema.

Madera
Los años Madera van a ser 2014 y 2015. Este elemento es el que más relación tiene con la creatividad, la formación y la pedagogía. En esos años va a percibirse una revolución en el campo de la formación, en los colegios, en las universidades, en la relación que tienen éstas con la sociedad. Por otro lado, todo lo que ahora es motivo de reflexión acerca del futuro tomará una fuerza importante durante esos años. Ahora, siendo de Agua (2012 y 2013), lo importante es enraizar, tomando conciencia, visualizando cómo las raices van ramificando bajo tierra al tiempo que auditamos cómo hemos funcionado hasta ahora.... y así hasta que llegue el momento en que un nuevo paradigma empiece a brotar sin parar (que va a corresponder con el elemento Madera - años 2014 y 2015).
Como decía, el 2014 y el 2015 van a ser los años más favorecedores para emprender. Muchas de las iniciativas que se pusieron en marcha en años anteriores se transformarán, cambiarán de manos o, simplemente, caerán por falta de consistencia. El elemento Madera está simbolizado por los brotes verdes, por el inicio de algo, de una idea o proyecto, que habría estado germinando bajo tierra, a oscuras. Es por ello que aquellas iniciativas que han brotado aceleradamente y sin la germinación adecuada, caerán por falta de raíz. Por otro lado, aquellos proyectos que emerjan como consecuencia del trabajo silencioso realizado en los años anteriores van a ser los que lideren el cambio real.
Como la emoción asociada al elemento Madera es la ira, es posible que durante esos años se produzcan movilizaciones de indignación, bastante diferentes de las habidas hasta ahora, acaso más crudas y violentas.

Fuego

El elemento Fuego es el que mejor se corresponde con la directiva y la gobernanza de una organización o de un país. Durante estos años -2016 y 2017- se va a poner a prueba el liderazgo y la solidez moral. Es una etapa que va a requerir congruencia y simbiosis entre las actitudes y los valores que dicen defenderse. Y también va a ponerse en evidencia la calidad en la transmisión que los líderes puedan transmitir a las instituciones, a las familias y a la población. Durante estos años pueden abrirse grietas que pondrían de manifiesto ciertas anomalías y desacuerdos entre intereses y necesidades. Debido a ello, la caducidad del viejo paradigma se hará más evidente y pondrá encima de la mesa un gran debate acerca de la viabilidad de los actuales sistemas políticos, al menos en lo referente a las organizaciones que tradicionalmente han intervenido como poleas de transmisión entre el pueblo y sus líderes. Me estoy refiriendo a partidos políticos y sindicatos. Durante estos años el modelo de participación se va a reinventar profundamente.

Tierra

El elemento Tierra está encarnado en lo corporal por el sistema bazo-páncreas-estómago; y en lo organizacional, por la productividad, la logística, la administración, la contabilidad, el transporte, la distribución, las compras y las ventas. Es el elemento que tiene una relación más clara con la economía y las finanzas. Puesto que bazo-páncreas tiene una incidencia directa sobre la calidad de la sangre en el cuerpo, y habida cuenta de que la sangre es el dinero corporal, podríamos decir que el equivalente social del bazo-páncreas son los departamentos antes citados. El dinero como medio y el dinero como resultado es un asunto que compete al elemento Tierra. En el plano individual, Tierra se percibe en nuestro sentido práctico y productivo, en cómo gestionamos nuestra economía y nuestra salud.

Sigamos. Resulta que el episodio que contribuyó a disparar lo que hoy estamos viniendo a llamar “crisis financiera” tuvo lugar en el 2008, durante la estación correspondiente al elemento Tierra y que abarca desde mediados de agosto hasta final de octubre, momento de activación del bazo-páncreas colectivo, el sistema financiero global. Además, los años acabados en 8 y en 9 son años Tierra. Y si, como dicen los economistas, el referente histórico con que se puede comparar es la crisis de 1929, y que el mes en que ocurrió fue octubre, veríamos ahí una curiosa doble coincidencia –elemento Tierra, tanto por el año como por la estación-.
El próximo periodo regido por este elemento va a ser el 2018-2019, años en los cuales se verá si las medidas a adoptar dan buen resultado. Esos dos años serán algo así como la prueba del algodón.

Metal

El Metal es el elemento que rige las relaciones externas: con clientes, con quienes compartimos intereses, con otras empresas, otros países, otras culturas, etcétera.  Es el elemento a través del cual se definen las conveniencias, los pactos, las alianzas. Así, pues, la comunicación y el lenguaje toman protagonismo en una etapa en la cual la credibilidad de los argumentos va a ser la que construya puentes entre modos diversos de entender la vida. Durante los próximos años Metal -2020 y 2021- todo lo relacionado con los mundos árabe y chino tomará un relieve inusitado. A partir de esos años, la economía empezará a remontar y podremos empezar a hablar y a respirar de otra manera. Un nuevo paradigma y una nueva conciencia empezarán a caminar con paso cada vez más firme.

Y, si me permiten que me adelante, el 2026, un año Fuego, va a ser el año en el que los reajustes que se están haciendo, visibles e invisibles, habrán dado lugar a un gobierno mundial que comportará una reinvención de los territorios en Europa, lo cual da para debatir si los estados-nación siguen siendo útiles o no para la viabilidad de un gobierno supranacional europeo.

Otro día les haré una ampliación acerca de cómo utilizar el conocimiento de los ciclos que puede resultar muy útil para personas, empresas y organizaciones.

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