El Topo Revolucionario. El Poder del 46.
Lo
importante no es tomarse los hechos como literales sino como pistas que éstos nos ofrecen.Es cuestión de interpretar y no dar nada
por cerrado. Todo evoluciona y el pasado es reinterpretable y conectable con
acontecimientos presentes que transitan por la misma catenaria. De ello les voy
a hablar, de una curiosa relación que tiene como protagonista
al número 46.
Desde que
estalló la crisis, vivimos inmersos en
un proceso revolucionario. Los economistas señalan a diversos agentes -el
euro, los bancos, los gobiernos, los mercados, etc...-. Sin embargo, es posible
que el asunto no sea imputable a la economía sino que ésta actúa como síntoma y no tanto como causa. Se ha hecho un diagnóstico que dice más de quienes lo han hecho que
de la realidad que se pretende explicar. Hasta es posible que la situación haya sido creada o esté siendo esté siendo aprovechada por topos, por topos revolucionarios.
En otro
post les comenté la curiosa relación que mantiene el número 39 (El Poder del 39) con la historia más reciente de España. En concreto, cómo cada 39 años se produce un punto de
inflexión crítica que actúa como articulador de la
historia de una comunidad o país. Pues bien, les comentaré otra curiosidad: la que concierne al número 46.
Voy a
ello.
La
experiencia generada en 1871 por la Comuna de París, cuya acción no fructificó, fue tomada por Marx hasta el
punto en que un acontecimiento que podía haber caído en el olvido acabó siendo siendo trascendente
históricamente hablando. La obra en
cuestión lleva por título "La guerra civil en Francia" y fue adoptada
como inspiradora de muchos acontecimientos revolucionarios que cuajaron en el
siglo XX. El más claro fue la revolución rusa que se inició en 1917.
En otro
contexto diferente y bastante alejado en el tiempo, tenemos el tramo central de
la década de los 60, el cual dejó un fuerte impacto en la cultura y en nuestras vidas. Desde
el asesinato de Kennedy en 1963 hasta el mayo francés del 68, pasando por el despuntar del movimientos de masas diversos, la new age, el ecologismo, los grandes festivales de
rock, etcétera.
También, igualmente alejado en el tiempo, y con motivos y
escenarios bien distintos, nos encontramos puestos en eso que llaman crisis
financiera, que empezó a evidenciarse a partir del
2008.
Les
planteo una pregunta y sigo: ¿Es posible que un topo pueda
vivir más de 46 años?
Como
les iba diciendo, entre esos momentos hay una distancia de aproximadamente 46 años. Si consideramos que pueda haber un común denominador en esos eventos, y que ese rasgo
fuera el despuntar de una revolución, ello daría de sí como para
reflexionar acerca de si las revoluciones son protagonizadas por el pueblo de
motu propio, suponiendo que de lo que se trate es de revoluciones sociales, o
bien se ve obligado por algo o por alguien que, cobijado en la trama de poder
del sistema, actúa a favor del ideal
revolucionario a través de medios poco
habituales con el fin de llevar a que el pueblo despierte y se subleve.
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