Oriol Pujol en el 2019

A Oriol Pujol, uno de los hijos de Jordi Pujol y Marta Ferrusola, alguien, a parte de él mismo, lo ha metido en un gran lío. Sin embargo, como todo ocurre en pro del desarrollo positivo de las personas, vamos a tomar cierta perspectiva hasta ver qué significado puede tener que a alguien como él, que parece estar designado para ser el futuro presidente de la Generalitat, esté siendo acusado en un asunto de corrupción. Para ello expondré la siguiente hipótesis: 

a.- Una vocación política requiere de un afinamiento, de una puesta a punto. Hay en él mucha impulsividad que requiere que sea atemperada. Por otro lado, hay una gran aprehensión acerca de las opiniones de los demás con respecto a su modo de proceder. También hay una gran presión subjetiva encarnada por la madre -no de una actitud de la madre sino de Oriol con respecto a ella-. Ello me lleva a deducir que en Oriol hay una mezcla impulsiva y egocéntrica, por un lado, y un tributo y una necesidad de granjearse el favor del equipo y estar a lo que la familia espera de él. lo cual supone que debería ponerse a disposición de las personas a las cuales quiere servir, ya sea ese mismo equipo o al pueblo al que parece estar designado a liderar. Dicho de otro modo: necesita pasar por un proceso de centrifugado y depuración.

b.- Dicho proceso de centrifugado es un tributo que pide el afinamiento al que aludía. En este momento hay una gran presión, un estrés importante que no viene dado sólo por las noticias relativas al caso de corrupción. Es algo más de fondo, una lucha dentro y fuera, un rifirrafe que tanto viene de dentro del partido como de la familia de origen. Oriol necesita liberarse de expectativas y, acaso, de sí mismo para alcanzar la excelencia que el guión le pide.

c.- La cuenta atrás empezó verdaderamente en el 2010, momento en el que empieza una carrera por dentro, una exposición clara a la mirada pública, en que queda en evidencia las aristas de la personalidad de Oriol. La próxima estación será en el 2014 y guarda relación con la asunción de mayores responsabilidades familiares. Y la cumbre de su carrera acontecerá en el 2019.

Mientras tanto, mientras no llega ese momento, el 2019, a pulirse todo lo que se pueda. La ventaja de esperar a ese año es que el marrón que tenemos ahora se habrá apaciguado y la posibilidad de alcanzar un liderazgo operativo van a ser mucho más claras según nos vayamos acercando.