Visiones de Europa de Pascual Maragall.
x Jesús Gabriel, un astrólogo de Barcelona.
Durante los primeros años de la década
de los 90 se produjeron una serie de acontecimientos que dejaron un impacto
profundo en la memoria colectiva. Se realizó la Expo de Sevilla, se conmemoró
el V centenario del viaje de Colón a América
y, muy especialmente, se celebraron los Juegos Olímpicos
de Barcelona. De esta ciudad fue alcalde por esas fechas Pascual Maragall.
Como ya comenté en otra entrada
de este blog, si los eventos coinciden con grandes conjunciones planetarias, y
este es el caso, es más probable que
aquéllos
dejen huellas más profundas y
sus consecuencias sean mayores.
Pues, bien, ya sabemos que un tema candente es la relación
entre Catalunya y España, cosa que se
arrastra desde hace siglos. Sin embargo, no ha sido hasta ahora que el asunto
pide clarificaciones radicales. De ello he dejado constancia en escritos
recientes publicados en este Observatorio de la Cronosfera.
Alrededor de este tema se producen debates de todo tipo.
Uno de ellos, el que concierne a la futura relación
con el mundo por parte de la futura Catalunya independiente, fue precisamente
impulsado en esas fechas. Me estoy refiriendo a la llamada región
euromediterránea. Se trata de
una visión en la que los
países
de la futura Europa federada se organizarían -o se
subfederarían- en función
de afinidades comerciales y empresariales, lo cual también
incluiría a países
no europeos de la ribera mediterránea. Esta visión
fue especialmente personificada por Pascual Maragall.
También, el tratado de
Maastricht, el punto de referencia de la Europa del futuro, fue firmado en esas
mismas fechas.
La gran conjunción de esos años
fue la de Urano-Neptuno, dos agujas de gran importancia en el reloj que forman
los planetas lentos. El grado del zodiaco en el que recayó
fue el 19 de Capricornio, un punto muy sensible y que va a ser despertado por
los actuales tránsitos de Urano,
primero, y luego Plutón. En concreto,
entre el 2015 y el 2017. Lo cual puede suponer un avance en esta construcción
de la Europa unida cuyo punto clave está situado en el
2020, momento en el que se produce la conjunción de mayor
magnitud en muchísimo tiempo, la
formada por Júpiter, Saturno y
Plutón,
que dará lugar a una
nueva era y, acaso, a la encarnación en firme de un
nuevo paradigma.
Lo curioso del caso es que en ese grado de Capricornio
coinciden posiciones astrales tales como: el Sol del mapa natal del mismo
Pascual Maragall, la posición de Júpiter
correspondiente a la fecha de la declaración pro
republicana de Pau Claris (1641), la posición de Saturno del
momento en que Francesc Maciá proclamaba la
República
Catalana (1931), el grado del ascendente del momento en que Juan Carlos I accede al trono (1975). También, e interesante
de tener en cuenta, es que la Luna estaba situada en ese mismo grado del signo
que hace la polaridad con Capricornio, Cáncer, en el
momento en que Carme Forcadell pronuncia su discurso en el Parlament en el que
solicita que se inicie el proceso independentista.
Así, pues, tenemos
ante nosotros un periodo histórico
irrepetible.
Sin embargo, una sombra se cierne sobre el escenario
europeo. Recordemos que en esos primeros años 90 se declaró
la guerra en la ex-Yugoslavia. Es un asunto que no acabó
bien, que ha dejado muchas heridas que no tienen traza de superarse, y que la
división
territorial fruto de aquel sangrante conflicto no fue la mejor solución.
Es más
que probable que el conflicto de los Balcanes vuelva a tomar relieve
coincidiendo con esos tránsitos que nos
afectarán de lleno en el
2015-2017.
Por cierto, desde el año 2000 Barcelona
está
hermanada con Sarajevo, la ciudad en la que se detonó
el acontecimiento que dio lugar a la 1a. Guerra mundial.
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