El odio al otro, el odio al miedo y el
miedo al propio odio: la ofensa y la insufrible e inaceptable violencia interior
que deja.
Como defensa ante el horror y el miedo al odio, tanto al propio como al
ajeno, se fue formando una indolencia orientada a evitar la confrontación y exteriorización
del duelo auténtico. Podríamos decir que Arnica Montana y el grado 6 de Libra
personifican una actitud muy medida y alejada de manifestaciones que se
entienden como groseras o poco educadas. Sin embargo, el miedo, el dolor y la
presencia de la violencia en nuestras vidas ponen en evidencia la parte sombría
de algunos de nuestros comportamientos, especialmente de los que no se quieren
tener y aún siendo necesarios para darle un brío a la propia vida.
El odio al otro. O más bien, el miedo al odio que uno puede sentir por el
otro. Odio al miedo y miedo al odio. Este asunto de las emociones
que no se aceptan o que no se sobrellevan bien, si no se afrontan, se puede
trocar en indolencia, confusión o falta de definición, u otras formas de
enmascarar el dolor que el otro pudo habernos hecho sentir. Es decir, en
realidad lo que se teme no es tanto al otro sino a una gama de sentimientos
violentos que uno teme que se despierten. Desde este punto de vista, el perfil
de Arnica Montana nos remite a un individuo que prefiere mostrarse ecuánime y
equilibrado, aunque resentido o dolorido por dentro. Podría decirse que cuanto
más dolor hay en el interior menos quiere uno manifestarlo.
Miedo a nacer, a sacar la
cabeza, a recibir un golpe por ello.
A una dilución baja, Arnica
Montana suele prescribirse en casos de magulladuras, golpes, hematomas y
traumatismos. Sin embargo, a una dilución alta puede ir dirigido a golpes de
fondo, antiguos, que acaso no fueron superados y que dejaron su poso en el
inconsciente.
La toma de Arnica Montana me
llevó a experimentar la ofensa, una forma de golpe moral. Es muy posible que el
perfil psicológico de Arnica Montana se
corresponda con una persona sensitiva a la indiferencia de los demás, pues le
puede recordar a las ofensas y decepciones recibidas y no superadas. Se trata,
pues, de una persona que hará los posibles para no enfrentarse con nadie, y ni
tan siquiera consigo misma, creyendo que así evita los conflictos, especialmente
si percibe o teme que puede ser dañada si saca la cabeza, los sentimientos, las
decisiones, las necesidades.
Arnica Montana también puede
referirse a alguien que fracasó y que teme volver a hacerlo. Se trataría, pues,
de un golpe o contusión en la autoestima. Lo que caracteriza aquí a Arnica
Montana es la forma de gestionar el fracaso, evitando el riesgo a volver a
caer. Pero, claro, evitando el fracaso se evita también el éxito.
El grado 6 de Libra.
El grado en el que resuena
Arnica Montana es el 6 de Libra. Este grado describe a una persona educada y
contenida, como si su principal predisposición fuera entablar buenas relaciones
con los demás a costa de lo que sea. Pero, claro, a costa de lo que sea puede
degenerar en relaciones vacías o desprovistas de contenido real.
Se podría decir que esta
persona no se sabe manejar bien en medio de conflictos abiertos en los que su
herida podría hacerse demasiado visible. Para tal fin, preferirá soslayar, soterrar
o manipular las emociones, las propias y las ajenas, con tal de evitar que el
viejo dolor se haga evidente. Puede preferir manejarse desde una actitud
distante, como si el asunto lo tuviera bajo control o le importara menos de lo
que realmente le importa. Esta actitud conlleva que sus emociones se mantengan
invisibles y que los demás perciban a esta persona sin autenticidad, sin pasión
y sin alegría.
Desde la perspectiva que nos
da el grado 6 de Libra, veríamos que la elaboración consciente de este dolor
ayudará a la persona a deshacerse de un comportamiento contenido y controlado a
otro en el que poder reflejar las heridas, los traumas y los golpes recibidos,
de tal manera que se permita expresar necesidades auténticas de forma clara y
sin miedo. El resultado es una persona espontánea y transparente.
Otra manifestación posible
relacionada con este grado es la de aquel individuo que hace cualquier cosa
menos la que en realidad quería hacer: la dispersión de objetivos que lleva a
que ya no se pueda distinguir el verdadero propósito de los pseudo-propósitos
que utiliza para mantenerse oculto o alejado de la verdadera confrontación a la
que la autenticidad le llevaría.
Tanto Arnica Montana como el
grado 6 de Libra refieren a una persona que se representa a sí misma como si se
tratara de uno de los personajes en el escenario de un teatro. En realidad, en
la representación no está la persona entera sino aquella parte que prefiere
mostrar, la que controla, la que cree que con ella quedará bien, la que la
protege de sus propias emociones.
Arnica Montana es la
intolerancia ante el dolor, que nos lleva a señalar a otros como causantes de
él. Sin embargo, como el dolor está un uno, lo que acaba sucediendo es que no
hay control real, pues al señalar al otro se le otorga el poder de generarlo.
Así, pues, aceptando que uno
mismo puede ser causante de su propio dolor, el proceso de sanación nos irá
llevando a no temerlo, a no temernos a nosotros mismos, pues una de las cosas
más relacionadas con el grado 6 de Libra es la violencia interna, que es
justamente lo que se despierta cuando el dolor es ocasionado por otro.
Entonces, pues, el asunto es aceptar la violencia en la vida, en los demás y,
muy especialmente, en uno mismo, pues el miedo al dolor y al sufrimiento acaba
generando más violencia, tanto desde fuera como desde dentro.
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