Tras largo tiempo de sufrimiento, bloqueo o frustración, ¿qué hacer con el bienestar que se alcanza de súbito?
Durante estos últimos tiempos de práctica con la homeopatía, he llegado a percibir cambios y transformaciones que no pueden ser debidas a un efecto placebo. ¿Cómo podría ser, si no, que una persona experimente crisis y cambios que difícilmente podrían estar previstos en su agenda mental?
Deduzco, pues, que cuando el nivel de bienestar ha quedado re-establecido, tras tiempo de sufrimiento, la energía, que estaba siendo empleada para dar vida al malestar, al dolor o al bloqueo, queda libre y disponible para usos más creativos.
Los peligros del conformismo una vez alcanzado el bienestar.
Sin embargo, y aquí veo el siguiente paso, me pregunto qué hacer con el bienestar alcanzado, sin que uno caiga en la mera contemplación del hecho. La cuestión es clara: no conformarse con ello y hacer uso de la energía liberada poniéndola al servicio de una causa que trascienda la sensación de bienestar. Esta causa, la que sea, ha de servir para afianzar el paso dado.
Estando la conducta humana plagada de atavismos y memorias, se hace importante que el bienestar se vaya consolidando con nuevas costumbres, lo cual pide aplicar una cierta disciplina que ayude a superar aquellos esquemas mentales erróneos y dolientes, acaso todavía residuales.
4 comentarios:
...excelente artículo, como siempre,gracias por compartirlo con muchos de pocos...
Afortunadamente todo fluye. Y en esa travesía nos encontramos con casi todo. La visión abierta hace que nos demos cuenta del recorrido y los capítulos parciales dejan de tener el peso circunstancial y toman un sentido transcendente.
En el presente el bienestar es sólo un síntoma que indica el momento de equilibrio para emprender un nuevo recorrido. Nunca será la señal para detenerse a gozarlo.
Todo fluye.
Gracias por insistir
¿Bienestar alcanzado?
Contradictio in terminis :-)
el bienestar se posa, como un pájaro en un árbol
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