domingo, 27 de julio de 2014

La complicidad fracasada: Lutetium Metallicum y el grado 21 de Acuario

Lutetium Metallicum y el grado 21 de Acuario: la complicidad fracasada.
 
El grado 21 de Acuario encarna la actitud de un individuo con gran conciencia de grupo. Debido a ello, la vida le plantea un conflicto en relación a su individualidad, a sus intereses en relación al contexto social en el que podría apoyarse y no quiere (o no se atreve). En concreto, le lleva a vivir un debate interno que gira alrededor de las posibilidades de sobresalir avaladas por el grupo, lo cual no acepta, o, amparadas por las posibilidades que éste le brinda, suponiendo que aceptara y se sirviera de la ayuda, desarrollar una actitud hostil o crítica hacia el grupo por el deber de someterse y sobordinarse a él. El conflicto, en cualquier caso, gira en torno a no hacer uso de tal prerrogativa para obtener beneficio individual, aún siendo un servidor incondicional del grupo. La conclusión a la que se puede llegar es que la persona representada por Lutetium Metallicum será poco explícita en sus ambiciones, lo cual también comportará que su lugar en el grupo también lo será. Incluso hasta es posible que desprecie sus ambiciones, pues la considera fuera de lugar, o, como autodefensa, llegue a frivolizarlas o a despreciarlas. La consecuencia de ello, como si se tratara de un espejo, es que siente que el grupo no le aprecia como quisiera. En realidad, proyecta y transfiere al grupo la relación que tiene consigo misma.

De otro modo, este grado también puede presagiar que el individuo ambicioso utiliza el grupo para exiliarse de sí mismo o de su propia pretensión (en cuanto a construir el éxito individual), para no tener que enfrentar o contener su propio anhelo de reconocimiento.

Sobre las tomas de Lutetium Metallicum.

Las tomas que hice de Lutetium Metallicum me llevaron a jugar al escondite a la vista de todos. Hasta ese momento yo pensaba que esconderse equivalía a ocultarse. En realidad, visto lo visto, uno no puede esconderse sin mostrar algo de sí. O, si lo prefieren, si uno permanece oculto, o sin decir nada de lo que anhela en la vida, no es posible jugar a desdecirse o, lo que es lo mismo, a esconderse.
Deduzco, pues, que Lutetium Metallicum describe un cuadro psicológico que oscila entre la responsabilidad, la ética, la libertad y el caos: la definición, en la que uno perdería su libertad; o la indefinición, en la que uno parece sentirse libre sin saber qué hacer con ello.

También podría servir para personas que experimentan algún modo de exilio, ninguneo o sensación de falta de acogida o de encaje. Y hasta es posible que exista un fondo moral en su actitud: de gran exigencia, lo cual explicaría alguna de las razones por las cuales la persona no es capaz de perdonarse su natural egoismo.

2 comentarios:

Malcolm Wutz dijo...

Veo que aborda usted últimamente, con cierta insistencia, el tema de las relaciones entre el individuo y el grupo (el grupo social, más allá del círculo íntimo de la familia, los amigos). Parece que se está rompiendo el cordón sanitario que protegía y aislaba al individuo. Se vislumbra un nuevo horizonte y también se dan fenómenos de inseguridad, miedo, rechazo. Me pregunto si es un hecho coyuntural o una tendencia a largo plazo.

Jesús Gabriel Gutiérrez dijo...

Hay una conciencia individual que en ciertos aspectos está condicionada por el marco mental mayor construido por el devenir humano.

Por otro lado, estamos viviendo en un mundo muy complejo. Lo mayor se impone sobre lo menor.