Me propuse interpretar los mapas de nacimiento de los partidos políticos y constato que una gran mayoría fueron fundados bajo influencia del elemento Agua. Así, por ejemplo, el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) es de Cáncer; Convergència Democrática de Catalunya (CDC) y Unió Democrática de Catalunya (UDC) son de Escorpio; Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) e Iniciativa per Catalunya (ICV) son de Piscis. Resulta curiosa esta coincidencia, y más teniendo en cuenta que la idea general que se puede tener de los partidos políticos es la de que representan, o deberían representar, intereses de la ciudadanía. Sin embargo, si nos atenemos a esta creencia, nos cuadraría mejor la idea del partido político con el elemento Aire, cuyos principios son los de la palabra, la comunicación, la verbalidad, la búsqueda de acuerdo, la cooperación, la publicidad. En cambio, el elemento Agua es la protección mútua, la familia, las instituciones, el inconsciente, el silencio. Entonces, me pregunto yo, cómo es que es tan frecuente el elemento Agua en estos partidos políticos, habida cuenta que dicen representar y canalizar intereses sociales. ¿No será que los partidos, al menos éstos, son, más que centros de debate, congregaciones orientadas a la autoprotección, lugares cerrados y misteriosos en donde quien quiere entrar debe entregarse más al partido que a la sociedad?
El Partido Popular y Ciutadans son de Aire, Acuario y Piscis respectivamente. El Aire es, por ejemplo, más dado al mundo de los negocios, lucrativos o no. También es de Aire el Opus Dei, sin ir más lejos.
Tipologías políticas.
Antes de ponerme con la astralidad de ICV les confesaré que, a resultas de ir observando los funcionamientos de personas y partidos, me he hecho la siguiente reflexión:
Hay tres tipos de conductas políticas:
- La del político al que le interesa servir a la sociedad y que tiene interés en los asuntos políticos, además de en su carrera.
- La del político interesado sólo en política, pero no en la sociedad, pero hace de ella un sistema de vida con el que reforzar su identidad ante la sociedad.
- La del político que no le interesa la política, ni la sociedad, ni las ideas; que accede a ella coyunturalmente, para ampliar sus contactos, los cuales utilizará para otros negocios. Incluyo aquí lobbistas infiltrados en los partidos, en los parlamentos y en las instituciones.
- La de quien se presenta por un partido político a instancias de, por ejemplo, la gran banca, con la intención de que dichas instancias queden incrustadas en la hoja de ruta de la acción de gobierno.
- La del político idealista, más interesado en desarrollar ideas y en servir a su país que en la propia actividad política. Es frecuente constatar que este tipo tampoco tiene un interés tan marcado en su carrera profesional en el ámbito de lo político, a diferencia de los anteriores. Y hasta es posible que tampoco tenga una idea clara acerca de su identidad pública, o que no le interese ponerse en ello.
En definitiva, dos tipos de actitudes básicas que se pueden percibir en escena:
- La de quien conquista la atención de la audiencia, pues tiene interés en medrar socialmente con el apoyo del pueblo. Este tipo, para compensar el vacío ideológico, necesita impostarse o mostrar una oratoria contundente y cuidada, aunque inconsistente en cuanto a contenidos. Le interesa ser mediático por encima de todo.
- O la de quien cree que sólo con las ideas y el espíritu de servicio es suficiente para obtener el respaldo popular. Este tipo se siente orgulloso hasta la vanidad, por la calidad de las ideas que cree defender. Para este tipo, el interés en aparecer en los medios no es tanto para dar relevancia a su imagen personal sino para respaldar el ideario por el que quiere que se le reconozca.
El resultado es que hay quien hace teatro y se imposta, pero no dice nada; y hay quien el dominio escénico le importa poco porque lo que valora y prioriza es la fuerza y fondo del mensaje.
Con ello lo que quiero decir es que si los partidos de izquierda, como es el caso que nos ocupa, tuvieran el apetito de poder de otros partidos, otro gallo cantaría. Sin embargo, por razones obvias, ello no es posible.
Por otro lado, la razón, la intención y el carácter fundacional de cada partido imprimen en el equipo un modo de ser que se mezcla con el de las personas individuales e, incluso, se impone sobre ellas. Esto lo dejé bien explicado en el artículo dedicado a Esquerra Republicana de Catalunya.
ICV fue fundada con materia prima humana que provenía de otros partidos políticos, los cuales decidieron aparcar sus señas de identidad respectivas para favorecer una mayor, que es la que nos ocupa.
Como he indicado en este artículo, y especialmente en el dedicado a ERC, las organizaciones son seres vivos dotados de una dinámica que atañe a lo espiritual, a lo fisiológico, a lo psicológico y a lo biológico. También, y por eso mismo, las organizaciones, al igual que las personas, poseen temperamento, carácter, personalidad y demás atributos. Además, también pueden traer un cierto tipo de karma, memorias de la historia que se infiltran en la psique, en la mente, en la forma de funcionar, y hasta en la forma en que personas y organizaciones son percibidas por la mirada ajena.
ICV es un caso claro de organización tímida, entre otras cosas. Las razones de ello pueden ser debidas al contexto histórico coincidente con su fecha de fundación. Como se ve en el mapa adjunto, dicho contexto se corresponde con las cruciales conjunciones entre Saturno-Urano y Saturno-Neptuno, las cuales coincidieron con grandes cambios globales. Estas conjunciones son marcos dimensionales, puntos de inflexión de gran calado histórico. El derribo del muro de Berlín, próximo a suceder en esas fechas, es un vivo ejemplo.
Voy al grano.
ICV es un partido que está predestinado para derribar muros, incluidos los propios. Este ejercicio lo podrá hacer con mayor o menor explícitud. Recordemos que la influencia de Piscis es capital y no lo pone fácil. Más bien tiende a diluir la acción, la cual se queda desdibujada ante la mirada externa.
El derribo metafórico de muros cuadra muy bien con el momento actual, en el que emerge un descontento colectivo, a la par que una desconfianza en los partidos políticos tradicionales. Así, pues, un muro a derribar puede ser el que divide, al menos ante la percepción pública, la acción de los partidos y la acción de nuevas plataformas de participación que van surgiendo.
Una función interesante es la que viene dada por Plutón, el elemento más importante del mapa, en Casa 3. En este sentido, siendo Plutón el gran escrutador, me da a entender que ICV es un partido fiscal. Es decir, que una de sus potencialidades es tirar de la manta en relación a abusos de poder por parte de otros partidos. Sin embargo, tal potestad es costosa de llevar a la plenitud en la medida en que ICV no suele tener la fuerza necesaria en cuanto a votos, esta es una, y, además, hay otros medios que ya lo hacen y que encuentran su fuerza en las redes sociales (periodismo alternativo, por ejemplo, además de otras plataformas reivindicativas que no son partidos políticos). En este sentido, la burocracia que la institucionalidad democrática ha generado no facilita que las organizaciones de izquierda, como es el caso, sean percibidas como atenazadas por el potencial votante. Las alternativas emergentes no tienen ese lastre y llevan en sí mismas el aire de la renovación. De ahí que los partidos deben hacerse más porosos y transparentes, para facilitar la colaboración con ellas.
Otra. La cuadratura de Júpiter en Piscis (es una organización empática y simpática) con los planetas de Sagitario (ahogados en la Casa 4) no facilita que la respuesta del votante de ICV sea lo constante que era de esperar. También, la cuadratura entre Júpiter y Saturno ponen trabas a la capacidad de la organización para adaptarse a nuevas demandas y contextos sociales.
La posición de Quirón, el otro planeta clave, esquilmado por Saturno y por Mercurio, da mucha timidez y una sensación profunda de limitación psicológica de la cual habría que tomar conciencia. Aunque no hay nada que no se pueda superar, esta timidez es cosa seria, es como un muro, una limitación, transparente, un lastre psicológico. Seguramente hay en ICV dirigentes que "padecen" de esta misma característica.
Sin ir más lejos, y sin tener sus datos de nacimiento, veo un video en la que aparece Dolors Camats presentándose. Todo bien hasta que llega el momento en que escribe y rubrica (m 4:44 del video que he insertado más abajo). No soy grafólogo, pero eso de que cuando se hace la rúbrica uno tache su nombre no creo que sea bueno. La carga simbólica que la firma y la rúbrica nos puede dar mucho que pensar. Así que, Dolors, por si todavía estás rubricando de esa manera, no te quites el brillo que tu persona nos inspira.
Una curiosidad astrológica.
La posición de Plutón en Casa 3, el gran escudriñador de ambientes palaciegos, toca de lleno los mapas fundacionales de CDC y UDC. No es de extrañar, pues, que ICV tenga una relación vigilante con los dos partidos del poder en Catalunya. Sin embargo, vean como el Júpiter de ICV se junta con el Sol identitario de ERC. Se podría pensar que podría haber una atracción entre ambos partidos. Y seguro que la hay, lo que sucede es que es una atracción fatal. Antes les comenté que ese Júpiter está coaccionado por Saturno, residente en una Casa que tiene mucho que ver con los progenitores. Tengamos en cuenta que uno de los partidos que conformaron lo que hoy es ICV, el PSUC, mantuvo unas relaciones fatalmente adversas con ERC desde prácticamente los momentos fundacionales respectivos, allá por los años 30 del siglo pasado.
Reflexión final.
La izquierda social es mucho mayor que la izquierda política y, además, está creciendo, aunque no se une a las formas políticas convencionales. Por eso mismo, dadas las plataformas de participación social no política que están surgiendo, es muy posible que la izquierda política esté planteándose una reinvención a fondo. Así, pues, los diferentes partidos de izquierda deben estar tanteando las posibilidades de participación y colaboración con esas plataformas alternativas. Y hasta es posible que haya miembros de estos partidos participando en estas organizaciones, con la finalidad de ir creando vínculos para acciones futuras. El asunto es cómo se hará la transición sin que la potencialidad que pueda venir de esas plataformas se pierda.
O dicho de otro modo: ¿sabrán los partidos políticos ser lo suficientemente generosos y abiertos como para albergar, coordinarse, colaborar o, si la cosa va por aquí, fundirse con estas nuevas plataformas? ¿aceptarían perder parte de su identidad a cambio de una ganancia compartida?
Video en el que Dolors Camats hace su presentación:
Video en el que Dolors Camats hace su presentación:
2 comentarios:
Sobre la signatura:
Escriu nom i cognom de forma clara, denota transparència, que es mostra tal com és tan en l'àmbit privat com en el públic. El fet de ratllar el nom indica conflicte amb si mateixa, possiblement perquè queda exposada als altres (més dedicant-se a la política) començant per la part social (cognom). Després de ratllar envolcalla part del nom i tot el cognom, el que significa que també ha creat un escut de protecció per no mostrar-se tant als altres...
gràcies, Roger. De totes maneres és possible que a hores d'ara no signi ni faci la rúbrica de la mateixa manera. El video és de fa temps.
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