La primera vez que tomé Aurum Metallicum fue como consecuencia de un bloqueo. Estaba escribiendo "La Empresa y los 5 elementos". En concreto, sentí una sequía creativa cuando estaba intentando describir el elemento Fuego, el que tiene que ver con el corazón y con el intestino delgado. No había manera de continuar la escritura de ese capítulo, y yo no soy muy dado a dejar un tema para seguir con otro. Me sentía bloqueado y obsesionado. Lo peor del caso es que me juzgaba a mi mismo muy duramente. O dicho de otro modo: me culpabilizaba por no ser capaz de proseguir. Llevaba semanas sin poder escribir. Estamos hablando de 10 años atrás. El caso es que me encontré por casualidad con Antonio Anguren, médico y homeópata, a quien había conocido unos años antes en una reunión tenida en una casa particular. El caso es que me recomendó que tomara Aurum Metallicum. Y a continuación paso a comentarles cómo fue la experiencia derivada de esas primeras tomas.
Fue tomar Aurum Metallicum y pasó lo siguiente: al cabo de un par de días aparece una noticia en el periódico. Versaba sobre un descubrimiento que unos neurocientíficos acababan de hacer acerca del segundo cerebro, muy relacionado con el intestino delgado, en el que hay tanta o más actividad neuronal que en el cerebro. El caso es que la noticia parecía venida del cielo. O lo que es lo mismo: algo de mi estaba esperando la pieza que faltaba para acabar de romper el rompecabezas. Y tanto fue así que retomé la escritura del libro y ya no paré hasta concluirlo. Mi conclusión de aquel momento es que la homeopatía funciona por dentro y por fuera. Y a veces comprendes mejor lo que sucede observando qué cosas suceden alrededor de uno. Es decir, tomas un homeopático, en este caso Aurum Metallicum, y en principio no notas nada por dentro. Sin embargo, a la que pones atención al mundo exterior, todo son pistas explícitas.
He ido tomando Aurum Metallicum en muy contadas ocasiones. Intuyo que es un medicamento que hay que tomar con mucho cuidado y sin abusar de él, pues remueve mucho. A veces remueve el cuerpo; otras, la psique; y otras, lo que se remueve es el entorno, como ayer, que hice unas tomas. Ahora les explico.
Antes de esta última toma de Aurum Metallicum había estado tomando Calcarea Phosphorica. La experiencia relacionada con este último homeopático fue la siguiente: cuando caminaba por la calle, daba la preferencia a las demás personas, a los ciclistas, a los peatones, a los patinadores, etcétera. De deduzco de ello que el tipo Calcarea Phosphorica es alguien que parece ser muy bien educado, que da preferencia al otro. Pocos días después, tras unos días sin tomar nada, vuelvo a tomar Aurum Metallicum. La experiencia es la siguiente: durante el primer y segundo día de las tomas siento que ya no cedo el paso a los demás. Me digo a mi mismo, cuando veo a un ciclista: "si te esperas que yo me aparte, lo tienes claro". La experiencia parecía el reverso de Calcarea Phosphorica. Ayer, durante la tercera toma, salgo de casa y al cabo de unas travesías me encuentro con que los coches de la guardia urbana llegan a toda velocidad en contradirección. Veo que hay un corro de personas alrededor de un hombre tendido en medio del asfalto. Estoy hablando de la calle Valencia esquina Passeig de Sant Joan, un lugar especialmente transitado. A ese hombre le están practicando la respiración artificial. No se ve que haya sido un accidente, sino más bien un desplome por infarto. La experiencia resultó ser de impacto, tanto por los coches de policía, que iban en contradirección a toda velocidad, como la imagen del hombre tendido en medio del asfalto. ¿Podría deducirse que Aurum Metallicum pueda ir bien a alguien con riesgo de infarto? Es posible, pues en el sistema de medicina chino, como comenté al principio, el corazón y el intestino delgado forman parte del mismo sistema: el Fuego. El Fuego, que quema por dentro y por fuera. Y hasta es posible que los candidatos a padecer un infarto sean personas auto-exigentes, tanto como para sufrir por cosas que les lleven a auto-infartarse. Por cierto, la palabra infarto me lleva a pensar en harto, auto-harto de sí. Ignoro si hay conexión filológica al respecto.
Quien desee leer lo que escribí en el 2015 en relación al carácter relacionado con Aurum Metallicum, lo tienen aquí: Aurum Metallicum y el grado 5 de Sagitario.
Y quien desee hacer lo mismo con el carácter de Calcarea Phosphorica, lo tienen aquí: Calcarea Phosphorica y el grado 15 de Acuario.
5 comentarios:
perdón, pero... cómo saber a qué grado perteneces?
en realidad, no sé como leer --el manual de instrucciones?-- de estos artículos...
1.- lo importante es saber astrología
2.- saber qué tipo de cosa quieres abordar y saberlo relacionar con un factor concreto
3.- los nombres de cualquier cosa tienen su grado zodiacal. Se le llama gematría.
(no sé astrología, la matemática...)
una vez leí uno de tus artículos sobre un grado de sagitario que me pareció significativo en mi ascendente... o algo así...
que conste que me encanta tu web, absolutamente!!
gracias mil !!
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