• ¿Hace falta un hacker para que el tinglado caiga, o sólo con la estupidez es suficiente?
• ¿Se repetirá la jugada del 2004 en lo que queda del 2015?
Me sigo preguntando por el componente de violencia que subyace en
el comportamiento humano. También, sobre si la utopía civilizatoria ha acabado
siendo, como todas las utopías, portadora y perpetuadora de la violencia. Es
decir, si la animalidad del humano sigue siendo la que era, aún con los avances
civilizatorios. Hemos evolucionado en las formas a través de los tiempos y, sin
embargo, la violencia sigue siendo la misma más allá de esas formas.
Mientras escribía el libro sobre Lilith -Lilith. El enfado
interior- comprendí que la naturaleza humana es un fiel exponente del telurismo
planetario. Es decir, la vida va avanzando violentamente: en el Cosmos, en la
Tierra, en la vida de animales y plantas, en la vida de los humanos. Si la
naturaleza fuera toda ella paz no habría cambios, ni transformaciones, ni
utopías, ni esperanza, ni procesos creativos. Sería un estanque. Sin embargo,
el humano tal vez pensó que civilizándose podría llegar a saltarse su violenta
condición y vivir a parte en un estanque artificial construido de espaldas al
telurismo. El resultado es que el humano, huyendo de depredadores, ha acabado
convirtiéndose en su principal enemigo, además de la principal plaga
planetaria.
La violencia podría entenderse, pues, como una forma de
desobediencia que emerge desde el inconsciente y que desafía la paz idealizada que
el humano pretende construir de espaldas a la naturaleza. Dicho de otro modo,
violencia es todo aquello que en pro de un comportamiento civilizado dejamos
dentro del armario. Y ahí puede permanecer durante un tiempo, acumulándose,
hasta que la tensión reprimida le lleva a abrir sus puertas de forma
descontrolada.
Pues bien, preparémonos para una ola especialmente violenta.
Tenemos ante nosotros una temporada de vorágine. Ya hablé de ello
en el artículo "52 días de órdago". Sin embargo, esos 52 días van a
tener su intensidad mayor en el periodo que va de finales de noviembre hasta
justo antes de las próximas elecciones legislativas. Durante esos días Lilith
va a hablar claro y contundente.
Lilith en astromundial.
Lilith, la hacker del sistema, se usa poco en astrología mundial.
Sin embargo, si hacemos una traslación de sus contenidos psicológicos a la
esfera social y política, veremos que deja su huella de forma espectacular.
En astromundial Lilith es interesante cuando forma conjunciones
y/o cruces. Ambos formatos la hacen especialmente expresiva, relevante y
furibunda. Además, Lilith es invisible,
pues no tiene forma material, expresándose con los elementos que estén danzando
en cada momento. Es por eso que cuando con Lilith se forma una conjunción y una
cruz al mismo tiempo, como es el caso, los efectos de la violencia se hacen
doblemente notables, pues emergen irrumpen desde la invisibilidad que le otorga
su poder. Ello supone para el humano civilizado un factor altamente
desconcertante y desestabilizador.
Llegados a este punto, podemos decir que estos protagonismos de
Lilith son coincidentes con episodios violentos que acontecen de forma abrupta
y disruptiva. Ello pone en evidencia hasta qué punto el humano está preparado
(o no) para albergar esta violencia o, si más bien, sigue buscando culpables
ante la paz perdida, como si sólo ellos fueran los violentos. Lo que quiero
decir con ello es que con Lilith comprobamos que la violencia no nos abandona
en nuestra evolución; y, además, pone en evidencia hasta qué punto somos
humildes en cuanto al reconocimiento de este hecho y transparentes y honestos
con la gestión de las consecuencias.
Curioso paralelismo entre los días finales del último gobierno
de José María Aznar y los del último de Mariano Rajoy.
De esto último tenemos un ejemplo en la gestión que hizo José
María Aznar del atentado habido en la red de Cercanías de Madrid en el 2004. Este acto terrorista
coincidió con una conjunción entre Lilith y Marte a finales de Tauro. Si lo
recuerdan, culpó a ETA de algo que no había cometido y, ante el clamor popular
por tal cruel manipulación y mentira, el gobierno que él presidía perdió unas
elecciones que a priori le daban como seguro ganador. El pueblo no se lo
perdonó y votó a Zapatero. Tenemos, pues, la violencia y su intento de
aprovechamiento por parte de alguien con aspecto flemático que en realidad
resultó ser muy violento en sus fríos actos.
Pues bien, para esas semanas de órdago que se avecinan se va a
producir otra conjunción entre Marte y Lilith. Y todo ello lleva a que la
secuencia coincida: final de legislatura, gobierno del PP, cambio súbito e
imprevisto motivado por el aprovechamiento cruel de una circunstancia
sangrante.
Este hecho tanto puede ser un atentado masivo, un magnicidio, el
asesinato de un líder politico de gran signficación para los tiempos que
corren, un crash financiero (lean "52 días de órdago", en este mismo
blog), una estafa de dimensiones descomunales, etcétera. El asunto es que la
acción de Lilith puede poner patas arriba todas las previsiones que se tenían
hasta ese momento. Y así es como una tendencia que se daba por segura da un
giro y hace emerger una nueva capa de realidad cuya emergencia aguardaba dentro
del armario.
La próxima conjunción de Lilith será con Marte en el signo de
Libra. Además, coincidirá con que ambos formarán oposición y cuadratura con
Urano y Plutón respectivamente. Así, pues, conjunción y cruz simultáneamente.
Explosión e implosión. Repito: última semana de noviembre y primera quincena de
diciembre, hasta poquísimos días antes de las mencionadas elecciones.
De entre los líderes políticos que puedan estar afectados tenemos
a David Cameron, Vladimir Putin y Pablo Iglesias, los tres del signo de Libra.
Es posible que alguno de ellos se vea atrapado por la vorágine y acabe siendo
protagonista involuntario durante esos días.
Lilith y el terror.
Lilith formó conjunciones y/o cruces coincidiendo con los
siguientes acontecimientos:
Además del mencionado atentado de 2004:
+ El jueves negro de 1929.
+ La represión minera de 1934 en Asturias.
+ El asesinato de Kennedy.
+ El asesinato de Carrero Blanco.
+ El asesinato de los abogados de Atocha.
+ El atentado de Hipercor.
+ El atentado que derribó las Torres Gemelas.
+ El atentado contra Charlie Hebdo.
Lilith también está relacionada con otros eventos no directamente
sagrantes como, por ejemplo:
+ La auto-coronación de Napoleón.
+ La celebración de la primera Diada en Catalunya.
La
conclusión a la que podemos llegar es que, tanto o más que la envergadura de
los hechos, va a ser especialmente determinante la gestión clara y honesta por
parte de los líderes políticos. En aquel episodio que llevó a Aznar a perder el
prestigio que tenía, y que presumiblemente le hubiera llevado a ganar las
siguientes elecciones, había una mezcla de deshonestidad e infantilismo
desbocado. Ahora, ante lo que se nos avecina, ¿se volverá a repetir la historia?
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