jueves, 26 de febrero de 2015

Mercurius Corrosivus y el grado 11 de Libra

La debilidad mental y la disfuncionalidad en las relaciones humanas: la acción de Mercurius Corrosivus y el grado 11 de Libra.


La materia médica homeopática es muy parca en relación a los aspectos psicológicos de Mercurius Corrosivus. Todo gira en torno a la debilidad mental. Esta debilidad es la misma que, por poner un ejemplo, la de un adicto que quisiera dejar las drogas y se siente impotente para ello. Sin embargo, una aproximación más amplia y, a la par, minuciosa, nos puede dar a entender algunas cosas acerca del origen de dicha debilidad en relación a lo que Mercurius Corrosivus puede llegar a aportar.

Mi deducción al respecto de Mercurius Corrosivus es la siguiente:

1.- Ayuda a definir la identidad, tanto de las personas como de la relación entre ellas. Es interesante, pues, en enfoques sistémicos, tanto para mejorar la ubicación de un individuo en su medio como la de un grupo en la sociedad. Cabe decir que la indefinición en la identidad es una de las consecuencias de la debilidad mental con que se relaciona Mercurius Corrosivus.

2.- Ayuda a detectar y corregir disfuncionalidades en lo referente a la identidad, especialmente si ésta ha sido coaccionada o manipulada por otras personas. Por ejemplo, podemos darnos cuenta de que nuestro discurso no guarda relación con quienes somos. El discurso se volvió obsoleto y, más que decir algo de uno, lo que hacemos es dar pistas equivocadas acerca de nuestras necesidades sin darnos cuenta, lo cual derivará en una tendencia a ocupar un lugar que no nos corresponde, dando lugar a un tumulto interno. También, y por la misma razón, los demás ocupan un lugar en nuestra vida que no nos satisface y, sin embargo, siguen ahí porque no nos ponemos en la labor de reajustar o gestionar la situación.

3.- También, en las relaciones, el proceso alumbrado por Mercurius Corrosivus llevará a detectar disfuncionalidades más antiguas. Podría tratarse de personas que adoptan a otras para que éstas ejerzan una función que no les corresponde. Un amigo que hace de marido sustituto de una amiga, sin que la acción esté clara. Es decir, alguien se vale de la falta de definición de otra persona para llevarla a llenar una carencia que no le corresponde satisfacer. También, otro ejemplo, una madre o un padre frustrado en su matrimonio hace que un hijo o una hija haga de esposo o esposa de sustitución. Otra: que un esposo o esposa convierta a su consorte en padre o madre sustituto. Se podría decir, pues, que Mercurius Corrosivus puede ayudar a clarificar roles en relaciones, a deshacer nudos o laberintos.

4.- Otra forma de definir el sufrimiento relacionado con el perfil que corresponde a Mercurius Corrosivus es que trata de la invisibilidad defensiva, una forma de actuar consistente en negar cualquier deseo relacionado con la notoriedad, el destaque por el motivo que sea e, incluso, el anhelo de amor. Esta tendencia a ocultar las propias necesidades puede generar tensiones y enfermedades.


La persona cuyo perfil encaja con Mercurius Corrosivus vive por dentro el conflicto: puede mantener una apariencia ordenada y presta, mientras en su interior se siente presa de emociones violentas que pueden ser experimentadas corporalmente. Y todo ello fruto de necesidades mal identificadas y peor atendidas.
Aún con todo lo dicho, una persona de estas características puede llegar a parecer  desenvuelta en relaciones con los demás. Sin embargo, un recato de fondo sigue estando ahí. La mezcla entre esta desenvoltura aprendida y las necesidades que no se expresan puede ser causa de malentendidos e, incluso, dar lugar a que los demás perciban a esta persona como manipuladora.

El fondo de la cuestión está en que las personas que encajan en el perfil de Mercurius Corrosivus sufren -o han sufrido durante largo tiempo- el egoísmo, la insolidaridad y la rapacidad de los demás. La consecuencia de ello es un sentimiento de dignidad debilitada, una tendencia a no manifestar desacuerdos y una violencia difusa, acaso porque exteriorizarla podría poner más en evidencia dicha debilidad.

Las personas que concuerdan con la psicología de Mercurius Corrosivus sufren en silencio, con una pena anónima que resulta difícil de clarificar y detectar. El trabajo, pues, consistirá en ayudar a nombrar y concretar en qué consisten estas emociones y contemplar cómo afectan al comportamiento.

El grado 11 de Libra y Mercurius Corrosivus.

El grado 11 de Libra, grado en el que resuena Mercurius Corrosivus, representa la anomia o falta de concreción de un individuo en cuanto a la protección de sus propios intereses, en tanto en cuanto se entrega incondicionalmente a lo que otros quieran de él sin que quede claro en qué consiste el beneficio. Además, este grado describe la transmutación de una persona con alta conciencia social, aunque sin ser consciente de lo que ello le supone, incapaz de decir que no a nada que otro humano le pueda solicitar. La transmutación consistirá en dejar la anomia y empezar a definir la identidad, los criterios, las necesidades. Es decir, nombrar lo que es menester, tanto en lo que se refiere a uno como en aquello que concierne a las relaciones.
Por la misma razón, Mercurius Corrosivus puede ayudar a personas poco explícitas a que sean más claras y explícitas en cuanto a sus necesidades, especialmente cuando éstas requieren de la interacción con los demás.

La clave oculta contenida en el grado 11 de Libra indica que se trata de personas que temen a los demás, que temen ser agredidas o engañadas. Sin embargo, como hemos indicado,  este sufrimiento puede no ser reconocido y experimentarse psico-somáticamente. Esto lleva a la persona a defenderse anulándose. Es decir, tiende a camuflar la violencia que padece en su interior; y así, el temor a que la maten es el mismo temor a que le anulen. De este modo, la persona se defiende desapareciendo o, lo que es lo mismo, relegando una verdad que pueda ofender por otra forma o expresión que no resulte ofensiva. Entonces, debido a esta interiorización, la arista que debería salir hacia fuera acaba yendo hacia dentro, como si se tratara de un puñal que uno se clava. La rabia que uno interioriza durante el día surge durante la noche a través de sueños agitados y pesadillas; o en cualquier otro momento, a través de dolores tan punzantes que parecen clavos y cuchillos.

2 comentarios:

Elia SF dijo...

Hola Jesús,

Tu serie homeopática es bien interesante, y como siempre, tienes a las palabras a tu disposición. Muy mercurial/jupiteriano!

Merci! Elia Sanz

Jesús Gabriel Gutiérrez dijo...

gracias, Elia. Hay un pozo sin fondo que me tiene anonadado :-)