Lilith, la mujer transgresora

UN ASPECTO FUNDAMENTAL DE LA PSICOLOGIA FEMENINA

Acercándonos a Lilith desde un punto de vista astrológico

La Astrología no sólo es la disciplina mental cuyo objetivo se centra en la percepción y comprensión de la íntima conexión existente entre los fenómenos celestes y los fenómenos terrestres; no sólo es una herramienta de trabajo personal, sino que también es un instrumento que nos permite ubicar los arquetipos universales narrados por la MItología en un contexto personal. Este contexto personal es el que aparece simbolizado en la Carta Natal. Y como de arquetipos se trata, intentaré hacer un breve esbozo de los dos patrones psicológicos que constituyen la base de la expresión y vivencia de lo femenino en la vida de hombres y mujeres.

Básicamente estos dos arquetipos sirven de matriz a un solo objetivo. Este objetivo es el desarrollo integral de lo femenino en la vida de todas las personas. Cada uno de estos patrones-raiz constituyen dos expresiones contradictorias y complementarias de una misma realidad. Contradictorias y complementarias, porque el desarrollo de la vida en el planeta Tierra está regida por la ley de los contrarios que implica una inclusión mútua y recíproca. Pero para percibir esta doble condición observaremos cada uno de estos arquetipos por separado.

Una de las dos expresiones básicas de lo femenino lo constituye lo que vendríamos a llamar la Mujer Ancestral. Esta expresión subyace tanto en hombres como en mujeres. La Mujer Ancestral tiene como objetivo la dedicación a los demás, la adaptación a patrones convencionales de comportamiento, la formación de una familia, o el respeto incuestionable hacia lo transmitido por la herencia. Tanto en hombres como en mujeres, la Mujer Ancestral moviliza un tipo de relaciones con el sexo opuesto destinadas a generar una estabilidad aparente. En un hombre, la Mujer Ancestral se reflejaría en el modelo de mujer buscado para formar una pareja integrada dentro de las normas sociales. En una mujer, la Mujer Ancestral representaría la actitud que, partiendo de si misma, se encaminaría hacia el desarrollo del instinto maternal.

La otra expresión básica de lo femenino la constituye lo que vendríamos a llamar la Mujer Transgresora. Esta expresión también subyace tanto en hombres como en mujeres. La Mujer Transgresora tiene como objetivo el desarrollo de todas las facetas de la feminidad que la educación, tanto sentimental como formal, ha pasado por alto desde un buen principio. La Mujer Transgresora no tiene como objetivo la formación de una familia per se, ni la dedicación al cuidado de los demás per se, sino que su fuerza va dirigida hacia el desarrollo integral de la condición femenina más allá de la reproducción o de la formación de una familia. La Mujer Transgresora se desarrolla rebasando todo límite impuesto desde fuera. Esta transgresión no se aplica de forma rebelde sino de forma natural. Brota así, sin más. Impedir este brote implicaría generar rebeldía,  frustración, malestar y enfermedad. Tanto en hombres como en mujeres, la Mujer Transgresora refleja la mujer deseada o la mujer que se desea a sí misma. En un hombre, la Mujer Transgresora está simbolizada por la mujer que realmente desea en contraposición a la mujer que necesita, indicada por la Mujer Ancestral. Se refleja en fantasías que eventualmente pueden convertirse en una realidad que puede resultar desestabilizadora entretanto no se integren conscientemente los verdaderos deseos en la vida cotidiana. En una mujer, la Mujer Ancestral refleja elementos de su propia psicología que no necesariamente requieren de la asistencia de un hombre para su feliz desarrollo. Tanto en hombres como en mujeres, la Mujer Transgresora refiere a todo aquello que nuestros padres no han canalizado en nosotros, pero que nosotros podemos llegar a canalizar a través de la creatividad o a través de cualquier otra vía alternativa.
La relación sexual postulada por la Mujer Transgresora es la que tiene como punto de partida la autosuficiencia emocional, la igualdad y la no dependencia psicológica con respecto al compañero o compañera. La relación sexual postulada por la Mujer Ancestral es la que tiene como punto de partida la pervivencia de la familia y la instauración de los elementos de seguridad.
Ambos aspectos de lo femenino son absolutamente necesarios para el desarrollo integral de hombres y mujeres.

Pues bien, ambos arquetipos, antagónicos y complementarios, pueden vivirse de forma inarmónica o armónica. Y eso lo podemos saber a través de la Astrología.