La Lilith astrológica alberga grandes
sorpresas. Podemos percibir su influjo en la psicología de las personas y en la
psicología colectiva. En Astrología Mundial se nota en determinados
acontecimientos, todos ellos relacionados con lo psicopático, con los actos que
parece que lleven a las personas a enloquecer transitoriamente. Por ejemplo, en los casos de
asesinatos inexplicables; o en actos terroristas que causan gran
conmoción en personas inocentes. También podríamos ver la influencia de Lilith en cierto tipo de comportamientos que no encajan dentro de lo habitual. Se trata de comportamientos que escapan a toda lógica.
En el plano psicológico individual,
Lilith nos habla de los secretos que actúan en nuestra vida de forma poderosa.
Para eso son secretos, para que actúen con pleno poder a despecho de nuestra atención consciente.
Incluso se podría tener en cuenta en
temas de salud. Por ejemplo, en Astrología Médica. Ahí veríamos que, cuando es aspectada fuertemente con planetas personales, Lilith provoca enloquecimiento sobre
el órgano y sobre la función mental con el que el planeta se relacione.
Incluso podríamos asociar el enloquecimiento del órgano o función con una
emoción que actúa de tal manera que desestructura a la persona, que la desquicia o que la pone al borde del descontrol.
Sin embargo, el asunto más espinoso es cuando
Lilith aspecta a planetas transpersonales, especialmente cuando se trata de
cuadraturas, quincuncios, semicuadraturas o sesquicuadraturas. Y aún más,
cuando forma figuras con aspectos rojos. También, claro está, todas las conjunciones,
especialmente si éstas son aspectadas por cuadratura con otros planetas (especialmente los lentos).
Este tema lo he desarrollado pormenorizadamente en
el libro Lilith. El enfado interior.
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