La acción de la gran tijera.
La tijera seguirá siendo protagonista en los próximos años. En concreto, el periodo que va de octubre de 2015 hasta bien entrado el 2016 su acción será especialmente intensa. Sin embargo, en esos recortes hay otros elementos que contribuirán a hacer que este periodo pase a la historia.
Bien, en realidad ese periodo es, además, preparatorio para el gran punto de inflexión que será el 2020, un año con grandes conjunciones planetarias. Se podría decir que en el estrés que caracteriza a la etapa actual (desde el 2008 hasta el 2017) tanto influyen los desaguisados cometidos, causantes de eso que hemos convenido en llamar crisis, como la agenda futura. Es decir, un choque de placas tectónicas: la del pasado con la del futuro. Un nuevo mundo económico y político quiere emerger y hacerse paso. Debo decir que este emerger está en la agenda internacional desde por lo menos 1992-93.
Hay otro detalle en relación a este periodo (final 2015-primeros meses del 2016). Va a coincidir con el final de la legislatura en España. Es decir, el actual gobierno dejará la tijera para quienes le sucedan, los cuales se encontrarán que tendrán que hacer frente con un marrón que va a ser tan desagradable como la herencia que recibió Rajoy por parte de Rodríguez Zapatero. Sabido es, por otro lado, que los gobiernos acometen las medidas más impopulares en el primer tramo de su mandato y dejan para el final aquellas que les reporten mejores resultados electorales.
En esos años (2015-2016) habrá una recesión fuerte que será utilizada como excusa para la acción de la tijera. El sector que más va a sufrir el recorte van a ser los funcionarios. Así, pues, lo acontecido hasta ahora es únicamente un aperitivo.
En esos años (2015-2016) habrá una recesión fuerte que será utilizada como excusa para la acción de la tijera. El sector que más va a sufrir el recorte van a ser los funcionarios. Así, pues, lo acontecido hasta ahora es únicamente un aperitivo.
El 2017.
He dedicado algún otro artículo a hablar del 2017. Se trata de un año clave para poder vislumbrar los cambios que empezarán a tener lugar en el 2020, un año iniciático en todos los sentidos. Nada que ver con las burbujas creadas por los mercaderes de lo espiritual en relación al tan cacareado 2012.
En el 2017 Plutón pasa por el grado en el que se formó la gran conjunción entre Urano y Neptuno acaecida alrededor de 1993. En concreto, por el grado 19 de Capricornio. Ese grado alberga la memoria de la puesta en marcha del gran proyecto federal europeo, que entre otras cosas incluye la potenciación de la región euromediterránea. Es muy posible que en ese año esté listo el Tesoro Único Europeo, el cual conllevará la unión bancaria y la creación de una agencia europea de la deuda. Probablemente, además, se tocará el tema de los paraísos fiscales.
Alrededor de 1993 se firmó el acuerdo de Maastricht, el cual, por ejemplo, Dinamarca votó negativamente en referéndum. En esos mismos años, el Reino Unido e Italia abandonaron el Sistema Monetario Europeo. Sin ir más lejos, en España la peseta fue devaluada dos veces. Aún así, el proceso unificador prosiguió. Prueba de ello fue la implantación del euro acaecida pocos años después. Así, pues, en estos años venideros veremos hasta qué punto deben transformarse la política y la economía para poder llegar al 2020 en las mejores condiciones posibles, pues un nuevo contexto lo pide.
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