Me llamó la atención que la mayoría de partidos y plataformas participativas que están funcionando en Catalunya sean de signos de Agua. Son excepciones Ciutadans (Aire, Géminis) o la Associació de Municipis per la independència (Fuego, Sagitario). Lo normal, como digo, es que las organizaciones políticas y cívicas se correspondan con signos de Agua. Así lo vemos con PSC, ERC, UDC, CDC, ICV. Incluso Omnium Cultural y la Assemblea Nacional de Catalunya son de Agua.
En algún escrito dejé constancia de que las organizaciones y las empresas funcionan como seres vivos, de tal manera que quien entra a participar en ellas también se impregna de la característica astral dominante. Lo dejé indicado en este enlace, hablando de ICV:
En el caso de ICV, de la cual hablo en el enlace anterior, que viene de una refundación que afectaba al PSUC, vemos que el hilo que la une a la historia de este partido pone en solfa la conflictiva relación que el PSUC (de signo de Fuego, Leo) siempre mantuvo con ERC a lo largo del tiempo, lo cual nos daría a entender la dinámica que aún hoy percibimos en la relación entre ERC y ICV.
La excepcionalidad de Súmate.
Sin embargo, de quien me gustaría hablar es de la Asociación Súmate, una plataforma participativa compuesta fundamentalmente por castellano-hablantes que sostienen que estaríamos todos mejor con una Catalunya independiente. Vemos que se trata de una organización excepcional, pues nace bajo el signo de Tauro, un signo de Tierra pragmático y tozudo. El único ejemplo con el que se puede comparar es con el PSOE, fundado en el siglo XIX bajo influencia del mismo signo.
A partir de esta excepcionalidad me pregunto qué hace una organización de Tierra en un universo dominado por el elemento Agua. Voy por partes.
Las organizaciones de Agua son secretivas, no se sabe para qué fueron fundadas o para quién trabajan. Sus motivaciones no suelen clarificarse mas que a través de emociones idealizadas, como, por ejemplo, el nacionalismo u otros artefactos mentales que ayudan a mantener la cohesión entre los miembros. A menudo funcionan como organizaciones secretas, lo cual me da a entender que, más que las ideas, defienden a la congregación militante. Si tuvieran que escoger entre la lealtad a las ideas que dicen defender y la lealtad a la congregación, suelen orientarse hacia lo último. Esto explicaría el por qué de algunos comportamientos.
En cambio, las organizaciones de Tierra se mueven por objetivos concretos. Su lealtad está muy ceñida a la consecución concreta de sus principios en forma práctica y plausible. Y es muy posible que esta característica sea la que prevalezca en la Asociación Súmate, la cual, por otro lado, es, si atendemos a la hora fundacional, ascendente Escorpio, lo cual otorgaría un elemento que les daría cierto estilo del elemento Agua, tal y como he explicado.
Y ya puestos a hacer una prospectiva de la Asociación Súmate, debo decir que ignoro la altura del vuelo que están dispuestos a asumir. En la Carta fundacional hay un problema muy sutil con el liderazgo. Se trata de un liderazgo líquido (según la terminología que utiliza el sociólogo Zygmunt Bauman) cuyo estilo puede provocar algunos problemas internos. En concreto, desde octubre hasta primeros de diciembre puede que sea necesario afrontar estos problemas. A partir de ahí, la organización experimentará una definición de sus objetivos internos. Es decir, de si quiere ser más o menos determinante para el futuro que se nos avecina. O sea: Súmate debe decidir qué quiere ser y qué está dispuesta a hacer para avanzar y expandirse o para quedarse en las limitaciones que ya conocen. Es posible que el trimestre que acabo de señalar suponga el final de una época y el inicio de otra para el grupo, para su gestión y para su imágen externa. También es posible que el avance, si se deciden por él, suponga pagar algún precio.
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