I
Este eclipse se produce en el 1er. grado de Géminis
–conjunción Nodo Sur lunar-, el signo de la comunicación. Se trata de un
eclipse de larga duración, que abre un periodo en el que todo lo relacionado
con la palabra hablada y escrita va a experimentar grandes cambios. Los
protagonistas de esta etapa van a ser los medios de comunicación: radio,
televisión, periódicos, blogs, webs, redes, editoriales, empresas, periodistas,
publicidad, teléfonos, tecnologías y formatos que facilitan el hecho
comunicativo. Se van a vivir cambios en la titularidad de algunos de estos
medios, en los contenidos, en la gestión empresarial. De momento, el descenso
de ingresos por publicidad en los medios tradicionales los va a llevar a una
crisis que se va a acentuar a partir de ahora. Por otro lado, otros medios,
gestionados de otras maneras, más participativas y mancomunadas, tomarán
definitivamente el relevo. Es posible que grandes medios de titularidad pública
pasen a privatizarse, al menos en alguna proporción. Se llevarán a cabo
fusiones entre ellos, como ha estado ocurriendo con algunas entidades financieras.
La última vez que se produjo un eclipse en este punto fue en
1993. Esa etapa, de gran especulación, construyó una buena parte del fundamento
de la actual crisis financiera. Recordemos que 1993 fue el año de la conjunción
Urano-Neptuno, formada en el grado 19 de Capricornio, a la cual se la considera
como la matriz de los comportamientos que ahora vemos ya agrandados. En esa
etapa, lo público empezó a ser cedido a lo privado. La alfombra de la crisis
está puesta desde 1993. Dicho sea de paso, cuando Plutón transite por ese
grado, en el 2017, muchas cosas habrán cambiado y podrán ser evaluados los
hechos actuales con la serenidad debida. Hasta es posible que para ese año se
hayan sentado las bases de un modo de gobernar inédito hasta ahora y que culminaría
con su puesta en práctica en el 2020, coincidiendo con la triple conjunción
Júpiter-Saturno-Plutón. En Europa se crearán nuevas formas de colaboración
auspiciadas por la Comunidad Europea. La agenda propone llegar al 2020 con las
monarquías abolidas y con zonas transnacionales federalizadas.
II
Volvamos al presente:
El regente del eclipse, Mercurio, cae en el grado 22 de
Tauro, el mismo en el que se produjo la última conjunción Júpiter-Saturno,
acaecida en el año 2000, que abrió el actual ciclo de 20 años. Mercurio es el
gran intérprete de símbolos, el mensajero alado trayendo noticias. Como forma
una cuadratura con el Punto Medio del actual aspecto entre Urano y Plutón,
también ellos dos en cuadratura, observaremos un alto grado de precipitación
que se dejará ver en comportamientos erráticos, incluso perceptibles en
personas aparentemente ordenadas y frías. Emociones enturbiando el análisis y
precipitando decisiones que van a ser muy poco atinadas, debido a un mal
diagnóstico de la situación, van a ser habituales en estos meses. La mente
estará sometida a presiones insoportables. Nadie tendrá la cabeza lo
suficientemente fría como para saber qué hacer, por ejemplo, con el euro y con
Europa. Seguir con el euro puede no ser bueno. Crear un euro para países
excomulgables puede resultar un fracaso equiparable al hecho de seguir con el
euro tal y como lo conocemos. Y lo de volver a las monedas nacionales podría
generar efectos impredecibles e irreversibles.
Hay que entender que la actual cuadratura entre Urano y
Plutón representa el primer punto de inflexión crítico de un ciclo que se
inició en 1963-1968 –y concluirá en el 2104-, y que tiene una connotación
transformadora y profunda. Así, pues, estamos viviendo un recrudecimiento de
estos principios. Estábamos dormidos… y ahora despertamos de golpe.
III
A la conjunción entre Quirón y Neptuno, aspectando desde
Piscis en 90 grados en relación al punto del eclipse, se le une la presencia
algo deslavazada de Marte en Virgo.
La influencia de Quirón podrá en evidencia, aún más, que la
dirección de hospitales e instituciones sanitarias va a cambiar en la línea de
lo ya iniciado desde antes de la crisis: todo va a ser dirigido desde lo
económico, con economistas vistiendo bata blanca o verde, según. De esta
situación se viene hablando desde el ya citado 1993, momento en que se
desenrolla la alfombra que ha marcado la senda de lo que hoy estamos viendo con
plena intensidad.
La conjunción Quirón-Neptuno en Piscis –la anterior fue en
Libra en 1945- produce grandes delirios colectivos, como forma de escapar de
las presiones mediáticas, políticas y económicas. En 1945 ocurrió algo así en
un marco algo distinto. Es posible que el trasfondo común de estas dos etapas
sea una necesidad de fondo de encontrar alivio a través de la espiritualidad o
a través de causas con finalidad muy poco clara, ya sea por abstracta o porque
el delirio no permite captar qué es lo que se desea o mueve en el inconsciente
colectivo. Sin embargo, esta conjunción puede estimular la conciencia curativa
a través de un anhelo de ir más allá de los diagnósticos médicos –en temas de
salud- o económicos –en temas colectivos-. Por otro lado, este es un aspecto
que puede detonar enfermedades en personas con sensibilidad poco trabajada o de
una empatía descontrolada. Así, pues, serán frecuentes las esquizoidias, los
delirios, los fenómenos paranormales, los avistamientos de ovnis y las
creencias desbocadas. Todo ello, transtornos de la psique colectiva que anidan
en la de los individuos sensibles e indefensos.
La presencia de Marte oponiéndose a esta conjunción va a
traer situaciones muy concretas, todas ellas relacionadas con conflictos por
carestía en el empleo –Virgo es el trabajo y Marte, la fuerza del trabajador,
representa un principio martirizante-. En julio, Marte habrá ingresado en el
signo de Libra y los asuntos irán derivando hacia las alianzas y los pactos,
aunque habrá un momento especialmente crudo cuando haga aspectos con Urano y
Plutón –en los días centrales de julio-. Es posible que la tasa de paro en
España esté llegando a su máximo en esas fechas.
IV
La actual cuadratura Urano-Plutón tiene su origen en una
conjunción habida entre 1963 y 1968 en coincidencia con las muertes de John F.
Kennedy y Martin Luther King respectivamente. Esa etapa fue muy agitada y llena
de acontecimientos que han dejado un impacto en la cultura de masas: música,
arte, política, etc… recordemos el mayo francés y comparémoslo con el
movimiento de los indignados. Aquella conjunción ocurrió en los grados
centrales del signo de Virgo, el que más tiene que ver con la salud y el
trabajo. Ello nos lleva a pensar que las grandes revoluciones que se germinaron
en esos años ahora empiezan a brotar: una nueva forma de entender el mundo, que
quedó aletargada después de los años 60, ahora pide paso. Los trabajadores, y
la forma de trabajar y de participar en la vida laboral, van a ser quienes
lideren un nuevo paradigma. Las anteriores conjunciones Urano-Plutón -1455,
1597, 1710, 1850- se formaron en signos de Fuego y dieron lugar a etapas de
transformación muy belicosas e imperialistas. Ahora, sin embargo, estamos bajo
la influencia de la conjunción habida en los 60 –en Virgo, signo de Tierra-,
cuyo ciclo se extenderá hasta el 2104, y supondrá el empuje hacia un nuevo
sistema emergente: el laboralismo y el cooperativismo. El liderazgo del cambio
no va a venir dado por los gobiernos sino por la forma que los trabajadores
adopten para gestionar su talento y su creatividad.
V
Como decíamos, el regente del eclipse en Géminis es
Mercurio, que está en Tauro. Y Tauro es regido por Venus… y resulta que ahora
estamos en un periodo rico en eclipses de Venus. De hecho, para ser más
exactos, tránsitos de Venus en interposición entre Sol y Tierra. Estamos en
este periodo desde el 8 de junio de 2004. El próximo será el 6 de junio. Es
algo que no se producía desde el periodo 1874-1882. De esa época son, por
ejemplo, la restauración de la monarquía borbónica en España; el inicio del
impresionismo en pintura –que surge, en parte, como consecuencia de la
invención de la fotografía, que dio lugar a que los artistas quedaran liberados
de pintar figurativo-; el recrudecimiento de la enemistad entre Francia y Gran
Bretaña debido a tensiones colonialistas –Francia empieza a perder influencia
en relación a Gran Bretaña-. ¿No les parece que hay similitud entre ese periodo
y el actual?
Del periodo 1874-1882 es el apogeo del patrón oro, con la consecuente
fiebre por ese metal, y la fundación de la primera escuela de negocios,
fundamento de lo que hoy se conoce como MBA y que supone el inicio de un
paradigma que se ha desarrollado desde entonces y que ahora está
cuestionándose.
Como Venus tiene relación con los valores, con los recursos
y con la economía, podríamos decir que está poniéndose fin a un periodo
iniciado en el periodo 1874-1882, a la vez que se está iniciando un nuevo
modelo. Bien vale ser consciente de este hecho.
VI
Tormentas Solares.
Estamos en una fase muy convulsa de actividad solar, sólo
comparable con la habida en 1859. Aunque los ciclos de actividad solar son de
11’1 años, la varianza de su intensidad hace que algunos de ellos -como ahora-
den lugar a transformaciones energéticas profundas que se reflejarán en la
actividad humana de maneras muy variadas: en la salud, en la cultura, en las
relaciones, en la economía, en las organizaciones y en las empresas. En 1859,
para hacer una comparación con el momento actual, Plutón acababa de ingresar en
Tauro –un signo de Tierra muy relacionado con los recursos naturales-. Ahora
está en Capricornio, también de Tierra, y estamos con el tema del fin de la era
del petróleo. En 1859 se descubrió el primer pozo de petróleo. Se puede decir
que ese año inaugura lo que ahora, dicen, se está acabando: la cultura del
petróleo. Curiosamente, ese primer pozo fue detectado el 27 de agosto, con el
Sol en los primeros grados de Virgo. Y resulta que cuando Plutón transitó por
esos grados, alrededor de 1960, es cuando el dinero se empezó a globalizar, el
flujo de capital empezó a deslocalizarse, que es como decir que lo que llamamos
globalización empezó ahí. Volviendo a 1859, ese fue el año en el que Charles
Darwin publica “El origen de las especies”, que dio lugar, sin él quererlo, a
un paradigma que muchos han justificado para otorgar a los mercados el poder de
decidir qué especies triunfan e imponen su ley.
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